[pensamientoautonomo] Boletin de La Fogata - Año XII - 04-01…

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Autor: Victor
Data:  
Para: pensamientoautonomo
Asunto: [pensamientoautonomo] Boletin de La Fogata - Año XII - 04-01-2012
Boletin de La Fogata


                  "La Página de los Compañeros"
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      Soria, la muerte y la justicia.


      por Rene Irurzun
      La Fogata


      La muerte del recién asumido gobernador Soria, altera fundamentalmente la esfera del desenvolvimiento institucional en la provincia de Río Negro. Producirá  corrimientos y reacomodamientos en cargos y puestos ejecutivos.   Cuestión ésta que será resulta en los días venideros al parecer sin grandes sobresaltos, y sin que implique ninguna otra cuestión que haga a un ejemplo de  ética, o alguna otra consideración política, o social, que pueda tener alguna relevancia para la vida. Una gran mayoría de la sociedad, sostiene el aletargado estado de las consumisiones findeañeras, y el estado de  zombis,  de  ausencias de razonamientos vivificantes,  mirando por ello la situación desde la pasividad. Sus  ojos solo tienen sentidos para el  espectáculo de la política y por lo tanto, sólo como espectadores de una tragedia que se supone como lejana y que a ellos no los atraviesa.


      Y dentro de ese cúmulus nimbus se expresan  distintos sentimientos que lejos están de constituir  una extendida expresión de profundas conciencias. Así están desde quienes sienten profundamente la ausencia producida por esta muerte, hasta quienes se alegran profundamente e incluso quienes arrojan la frase de que: por “fin alguien hizo justicia”, u otra variante: “ no se merecía estar vivo”.-


      Respecto a  estas últimas apreciaciones me interesaría decir simplemente: por los Sorias, que son muchos y que además la máquina los multiplica, de acuerdo a la necesidad del mercado, hay quienes sentimos una visceral repulsión. Y también una nausea mayor por cómo se han ido envileciendo las relaciones del poder y de la sociedad. ¿Y ello  porque? Solo la decadencia que vivimos en el país de los DD.HH. puede posibilitar que un hombre que aún figura  en una causa abierta por violaciones a los DD.HH, que haya pasado indemne por actuaciones como las de  la AMIA, que haya actuado en la investigación de la voladura de la embajada de ISRAEL, durante el Menemismo, con las connotaciones que ello tuvo y lo más significativo: que haya sido uno de los responsables políticos de la resolución de la muerte de mis queridos compañeros Darío y Maxi, y que con semejante “curriculum vitae”, he aquí lo asombroso, pueda haber sido elegido gobernador de una provincia, contando con el mayor beneplácito del ejecutivo Nacional.- 


      Entiendo desde mis convencimientos, que la justicia no se logra con un juicio- Claro que la justicia no se logra tampoco con la condena,  incluso hasta con la pena de muerte de asesinos. La Justicia creo que se logra con la erradicación de todas las causas que impliquen la muerte, o el genocidio.


       Esto no será resuelto en los próximos días, seguramente se extenderá por el horizonte de las utopías, como sucede con las mejores aspiraciones de justicia.-



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      La masacre de Rosario 


      Tres jóvenes militantes del Frente Darío Santillán fueron asesinados a balazos por una banda de sicarios en el barrio Moreno, Rosario sur 
      La denuncia de los vecinos y la connivencia de barras bravas, narcos y la policía. Polémica por la cobertura de los medios


      Por Tomás Eliaschev 
      Marcha


      El barrio Moreno -en el sur de Rosario- comenzó el año de luto. Tres de sus hijos, jóvenes militantes, fueron acribillados por una banda que los atacó en la madrugada del domingo pasado, sin que mediara ningún enfrentamiento. Los sicarios creían estar vengándose del ataque contra uno de los jefes de la barra brava de Newells, Maximiliano "El Hijo del Quemado" Rodríguez. Los pibes, que no tenían nada que ver con ese hecho, habían pasado toda la noche en la canchita de Quintana y Dorrego. Pasadas las 4, de un auto verde se bajaron tres hombres armados que preguntaban por Ezequiel "El Negro" Villalba, un barra que vive a una cuadra de donde fue la balacera. Sin dejar espacio a otra posibilidad, abrieron fuego contra los que encontraron. Los disparos, según fuentes oficiales, fueron de 9 milímetros y también de pistola ametralladora. Jeremías Jonathan "Jeri" Trasante, de 17, Claudio Damián "Mono" Suárez, de 19 y Adrián Leonel "Patón" Rodríguez, de 21, fueron acribillados: cada uno tenía entre cinco y ocho balas alojadas en sus cuerpos. Eran pibes de barrio, militantes del Frente Popular Darío Santillán, que estaban organizados para tener una opción mejor de vida. Acababan de participar activamente del campamento nacional de jóvenes de dicha organización, junto a 500 pibes de todo el país, realizado en Rosario el diciembre pasado.


      "Nos dieron un golpe tremendo, mataron a tres de nuestros compañeros, que eran como hermanos. Queremos que quede claro que ya lo veníamos denunciando, lo dijimos en el Concejo Deliberante, en la Comisión de Derechos Humanos, donde hicimos un relevamiento de los casos donde se pone de moda caratular como un 'ajuste cuentas' y queda paralizada la investigación, cuando lo que están haciendo es matar pibes inocentes. Este año, de todos los asesinatos que hubo, 140 fueron de este tipo. Ahora se sabe porque los pibes eran de una organización y salimos a denunciarlo, sino hubieran dicho que fue un enfrentamiento y listo, no investigan más", le dijo a Marcha Pedro "Pitu" Salinas, referente del Movimiento 26 de Junio, Frente Popular Darío Santillán, en donde militaban los asesinados. Según cifras oficiales, en Rosario se registraron este año 170 homicidios.


      Al principio, la policía de la Comisaría 15ª que acudió al lugar informó que se trataba de un "ajuste de cuentas" informando errónea e intencionadamente que los jóvenes "tenían antecedentes penales", lo cual fue levantado por algunos medios, como La Capital y Clarín, pese a ser negado por quienes los conocían. Con el correr de las horas fue saliendo a luz la verdad. Un cable de DyN confirmó lo que ya se sabía: que en ninguno de los tres muertos, de acuerdo al estudio de dermotest realizado por personal de Criminalística, había rastros de pólvora, es decir que no hubo intercambio de disparos.


      La masacre comenzó a gestarse a las 3.30 de la primer madrugada del año: Rodríguez iba con su novia en un BMW cuando fueron baleados desde una moto en la que viajaban dos personas. Aparentemente, herido y en compañía de sus cómplices dejó el automóvil y en otro coche, un Corsa verde, fue hasta la esquina del domicilio de Villalba. Allí abrieron fuego contra los cuatro jóvenes que se encontraron, que nada tenían que ver con la agresión previa ni con ninguna barrabrava. Decenas de testigos los vieron pasar toda la noche en el mismo lugar donde luego encontrarían la muerte.


      Además de Rodríguez, que permanece internado en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA) en estado crítico, los imputados son Ariel Sebastián "Teletubi" Acosta y Damián "Damiancito" Martínez, que permanecen prófugos. Acosta estuvo involucrado en el ataque contra un micro de Ñewell's donde murió Walter Cáceres. A Martínez le encontraron un chaleco antibalas al ser allanado su domicilio de la calle Argelia 2100. En horas de la noche del lunes 2 se producían nuevos allanamientos, según informaciones recogidas por este medio.


      El efectivo policial de apellido Marín, responsable de ocultar a sus superiores que Rodríguez estaba en el Hospital Álvarez, "fue pasado a disponibilidad, imputado porque no avisó a su jefatura que había un herido en el HECA que tenía algo que ver con los muertos. Por eso se tardo varias horas en saber qué pasaba", según le dijo a Marcha el secretario de Seguridad Comunitaria, Ángel Ruani, quien detallló la información que manejan en el Ministerio de Seguridad provincial sobre el caso. "Primero se produjo la agresión contra Rodríguez, que acusó a Villalba y por eso habrían ido a buscarlo. Podría haber habido más muertos, uno se salvó corriendo. Después siguieron tirando, hay tres mujeres heridas, una de ellas embarazada. Fueron a buscar a un tipo para matar y le dispararon a cualquiera, tiraron a mansalva", detalló el funcionario.


      Ruani relató que esa noche estuvo cumpliendo su labor como funcionario en las calles rosarinas. "Estuve hasta las 12 recorriendo la ciudad, tratando de ver el accionar policial, de verificar el patrullaje, pase dos veces por esa esquina, la última una hora y media antes de los asesinatos. A las 5 hicimos base. Recién al mediodía supimos que Maximiliano Rodríguez estaba en el mismo hospital donde entraron los chicos asesinados. Nos vamos enterando ahora de la ligazón de los muertos con el Frente Popular Darío Santillán, a quienes hemos invitado a que vengan a hablar con el ministro de Seguridad Leandro Corti", señaló el funcionario, quien estuvo detenido desaparecido durante la dictadura y viene de ser subsecretario de Derechos Humanos provincial.


      La feroz violencia barrabrava cuenta en Rosario con innegables vínculos policiales. Este triple crimen sucede en territorio de la Seccional 15ª, una comisaría que tiene un largo historial de corrupción y violencia en su haber, con casos de gatillo fácil y presos hacinados que terminan muertos en sus calabozos. En agosto del año pasado, el comisario de la 15ª, Gustavo Bella, fue reemplazado por el comisario Abel Santana, al ser acusado de recomendar a los vecinos que ante los robos contraten a una empresa de seguridad privada vinculada a personal de la fuerza.


      Hay más datos que ligan a los asesinos con el poder. El dueño del BMW en el que viajaba "El Hijo del Quemado" es el abogado penalista Carlos Varela, un conocido defensor de barras con vínculos con la policía. El que manejaba su auto importado, Maximiliano Rodríguez, se hizo famoso por tirar de un para avalanchas al jefe de la barra de Ñewell's, Roberto "Panadero" Ochoa, para después molerlo a palos en el suelo junto a otros barras. Y estuvo preso por robo a una distribuidora de bebidas La Vendimia, en barrio Las Delicias, donde se llevaron entre 30 mil y 40 mil pesos.


      Según confiaron a este medio vecinos de La Tablada, un barrio más conocido por su peligrosidad y próximo a Moreno, el padre de Maximiliano -Sergio "Quemado" Rodríguez, conocido barra de Ñewell's- vende cocaína desde hace 30 años, siendo quien la introdujo originalmente en el barrio. Sin embargo, aseguran, su paradero es un misterio. "Todos lo conocen pero nadie sabe donde vive", mencionan las fuentes. Por su parte, de acuerdo a fuentes oficiales, la connivencia policial con estos grupos delictivos genera preocupación en las más altas esferas de la gobernación santafesina. En el barrio la situación es tensa, ya que hay un sobreviviente de la masacre de Moreno y varios testigos, quienes lógicamente temen por sus vidas. Mientras tantos, los muertos eran velados anoche por sus compañeros, familiares, amigos y vecinos.



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      Jornada de Movilización Nacional por Justicia y Esclarecimiento de la Masacre de Rosario 


      Viernes 6 de Enero 18hs 
      Concentración frente a la Catedral y Marcha por Justicia y esclarecimiento de la Masacre de Rosario



      Jere, Mono y Patom ¡PRESENTES! 


      Contactos de Prensa: Pedro Salinas - (0341) 156879840 
      Pablo Venturi - (0341) 156692027 


      Frente Popular Darío Santillán – Rosario



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      “El movimiento mundial de los indignados de la Tierra comenzó en la Lacandona”: 
      Pablo González Casanova


      por Alejandro González Ledesma y Marcela Salas Cassani
      Fotos: Moysés Zúñiga y Clayton Conn 


      San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Dos de los intelectuales más reconocidos de México, Luis Villoro y Pablo González Casanova, fieles a su convicción zapatista, saludaron la lucha del EZLN en su 18 aniversario y, aunque ambos no pudieron estar físicamente por motivos de salud, enviaron su participación al II Seminario internacional de reflexión y análisis: “Planeta tierra: movimientos antisistémicos”.


      El filósofo Luis Villoro, con quien el subcomandante Marcos ha sostenido recientemente un intercambio epistolar sobre Ética y Política, felicitó a “los compañeros zapatistas” por el aniversario de su insurrección, “esperando que las profecías mayas nos sorprendan de forma positiva”.


      Por su parte, Pablo González, sociólogo y ex rector de la UNAM, señaló, en una ponencia enviada ex profeso para el encuentro: “Pensemos en la inmensa movilización de los indignados y los ocupas que luchan por otro mundo posible. Hoy -escriben admirados dos profesores ingleses-, la movilización es gigantesca. Nunca se había dado una de esta magnitud, y toda la movilización empezó (añaden) en las junglas de Chiapas con principios de inclusión y diálogo’”.


      González Casanova agregó que “cada vez más y serán cada vez más quienes en el mundo entero luchen por lo que en 1994 sólo parecía una ‘rebelión indígena postmoderna’”.


      “Después de 18 años, el EZLN sigue siendo el movimiento más inspirador”: trabajadores agrícolas de Texas


       “La influencia zapatista se extiende cada vez más entre nosotros, sobre todo, en lo que se refiere a la necesidad de organizarse desde abajo con otros movimientos y en la importancia de empujar una alternativa a la agricultura industrial que amenaza a nuestro planeta”, sostuvo Carlos Marentes, de la organización Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos de El Paso, Texas, durante el cuarto y último día del Seminario Internacional de reflexión y análisis: “Planeta tierra: movimientos antisistémicos”.


      Marentos destacó las condiciones en las que se ha desarrollado la lucha de Trabajadores Agrícolas Fronterizos – organización que se ha convertido en un espacio fundamental para la defensa de los entre 5 y 12 mil campesinos que año con año llegan al sur de los Estados Unidos a sembrar las tierras de las grandes empresas agroalimentarias – contra una industria que, solamente en Nuevo México, genera ganancias de 600 millones de dólares al año.


      “Que ‘otro mundo es posible´ no es sólo un lema”: Fernanda Navarro


      Fernanda Navarro, doctora en Filosofía y acompañante del zapatismo desde 1994, habló durante la sesión vespertina de la última jornada del seminario y en entrevista con Desinformémonos consideró que los desafíos del zapatismo  “son poder seguir construyendo en la autonomía, fortaleciéndose y probar que ni los malos gobiernos ni la corrupción, ni toda esta violencia va a ser capaz de aplastar las semillas ya sembradas y el verde que impera en las montañas chiapanecas”.


      Los zapatistas, señaló la investigadora, “han dado un respiro de esperanza y una luz y, a pesar de todas las dificultades y agresiones contra ellos, han demostrado que otro mundo sí es posible, y esto no sólo es un lema, pues en las comunidades zapatistas se puede ver lo diferente que es ahí la interrelación humana, entre compañeros y hermanos, algo que no tiene nada que ver con la intención de aplastar al otro”.


       “Admirable que durante 18 años los zapatistas hayan resistido a las diarias agresiones”: Sylvia Marcos


      Una de las primeras ponentes de la jornada, Sylvia Marcos, profesora e investigadora sobre cuestiones de género,  dijo a Desinformémonos que hace 18 años el zapatismo “fue una emergencia política totalmente nueva, que rompía todos los esquemas y por ello se ha vuelto referencia de muchas luchas por la justicia social de mujeres, de campesinos, de obreros, de gente que vive en los márgenes por sus modos innovadores de existir que rompen con los esquemas del marxismo clásico”.


      Marcos señaló que para los movimientos sociales del mundo entero, el zapatismo representa un modelo a seguir y una propuesta acabada que se está viviendo en los municipios autónomos y demuestra que sí se puede, cosa que tiene aterrorizado al gobierno y que ha provocado que el territorio zapatista esté totalmente militarizado y paramilitarizado. Por ello “lo más admirable de la lucha zapatista es que siga construyendo autonomía y resistiendo a pesar de las agresiones que diariamente padecen”.


      “En el zapatismo queda un polo de esperanza política”: Jean Robert


      Otro de los ponentes de la última jornada del encuentro, Jean Robert, filósofo y arquitecto suizo nacionalizado mexicano, afirmó en entrevista que el zapatismo lleva 18 años demostrando que no son sólo una lucha armada, pues hay en su discurso y quehacer cotidiano “una reflexión que se va profundizando” y “aunque es difícil hablar del efecto político de esa reflexión, seguramente hay influencias de los zapatistas en Ostula, Cherán y las policías comunitarios de Guerrero”.


      “Sin embargo”, continuó Jean Robert “hay ciertas experiencias, como la de los kurdos, que han sido influenciadas directamente por el zapatismo. Yo estuve en Kurdistán en un congreso cuyo lema era ‘otro mundo es posible’ enunciado en turco y en kurdo, y sé que algunos kurdos han estudiado aquí en el CIDESI”.


      Las mujeres y el feminismo comunitario 


      Por su parte Julieta Paredes, de la organización boliviana Mujeres Creando Comunidad, condenó la manera en que los movimientos sociales suelen ubicar a las mujeres “como un sector más” y que los temas tratados por las mujeres “sean considerados como otros que se encuentran entre los muchos temas que se tratan desde la izquierda”.


       “Pero la mujer” afirmó Julieta “es la mitad de los sectores y es la mitad de los temas, y el feminismo comunitario –categoría de análisis que enarbola el movimiento del que forma parte– ubica al patriarcado como el sistema que articula todas las opresiones que padece el ser humano, construido históricamente sobre la opresión de las mujeres”. En ese sentido, a través de la derrota del patriarcado, “la comunidad podrá servirse de todo el cuerpo social para poder construir sus relaciones en libertad”.



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      “Imposible pensar desde la izquierda y contra el capitalismo sin el zapatismo”: 
      Boaventura de Sousa


      Representantes de pueblos indígenas e intelectuales hablan sobre la importancia del levantamiento zapatista en el marco del 18 aniversario de la insurrección.


      Marcela Salas Cassani
      Fotos: Moysés Zúñiga 


      San Cristobal de las Casas, Chiapas, México. A 18 años de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dio a conocer al mundo su palabra en esta ciudad, la importancia de la insurgencia zapatista es tal que “no se puede mirar desde la izquierda y luchar contra el capitalismo  sin este referente”, sostuvo Boaventura de Sousa Santos, sociólogo y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, Portugal, en entrevista con Desinformémonos durante la tercera jornada de actividades del seminario  “Planeta Tierra: movimientos antisistémicos”, que se realiza en esta ciudad.


      De Sousa Santos, señaló que el levantamiento en Chiapas fue el primer gran momento mundial de resistencia al neoliberalismo, dio visibilidad a la lucha indígena que desde los años ochenta se fortalecía en Latinoamérica y por ello fue percusor de muchos otros movimientos. “Ellos nos enseñaron otra manera de mirar el mundo. Rompieron con la ortodoxia marxista valiéndose de un discurso, una semántica e ideas novedosas. Nos  enseñaron una nueva lógica organizativa que tuvo una influencia fundamental en todo el mundo”.


      Por su parte, Paulina Fernández, compañera del movimiento zapatista desde hace 18 años y también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, habló a Desinformémonos acerca de la trascendencia de la lucha zapatista. “Todavía no se alcanza a ver con claridad la magnitud de la importancia del levantamiento zapatista. Yo sigo viendo todos los días noticias por internet, en todos lados se cita al EZLN por una u otra razón  y éste es permanentemente una referencia”.


      A pesar de que se le ha tratado de acallar, de ocultar, de marginar y  de dejar otra vez simplemente atrás de las montañas, sin difusión de lo que se está haciendo “los zapatistas están construyendo todos los días un proceso realmente alternativo, son la demostración de que este país puede funcionar de manera distinta cuando su gente se compromete y lo hace sin intervenciones de leyes, de instituciones, de partidos, de gobernantes  y de vicios y costumbres que tienen las instituciones oficiales, verdaderas culpables de la corrupción de este país”, agregó Fernández.


      La también doctora en Ciencia Política señaló que una de las influencias más visibles del zapatismo es el funcionamiento horizontal colectivo, de asamblea, de toma de decisiones, así como la búsqueda de que no sea un solo dirigente el que sobresalga, pues éste puede ser  fácilmente cooptado y corrompido.


      Durante la jornada sel seminario Movimientos Antisistémicos, que se organiza en San Cristóbal de las Casas desde el pasado 30 de diciembre y que se prolongó hasta casi media noche, los representantes de pueblos indígenas, Salvador Campanur, purhépecha de Cherán, Michoacán  y Santos de la Cruz, wixárika de Bancos de San Hipólito, Durango, coincidieron que  “en todos los procesos que hemos caminado los pueblos indígenas ha sido muy importante el zapatismo pues antes las luchas indígenas estaban aisladas y desarticuladas, pero a partir de 1994 comenzamos a darnos cuenta de que padecíamos un problema común y comenzó la interacción y la solidaridad entre los pueblos, no sólo de México sino del mundo”.


      “Con el zapatismo aprendimos que tenemos que sumarnos y apoyarnos solidariamente”, dijo Santos de la Cruz, mientras que Salvador Campanur señaló que “aún cuando ya existían las palabras dignidad, libertad y justicia, fueron los hermanos zapatistas quienes en 1994 nos enseñaron a usarlas en cada una de nuestras luchas”.


      Javier Sicilia,  poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, quien participó como ponente en las actividades de esta tercera jornada de análisis y reflexión, dijo en entrevista que “los últimos 18 años han sido fundamentales, pues los zapatistas, al revelar la negación que se había hecho durante siglos del mundo indígena, mostraron también la inoperancia del Estado y del sistema neoliberal y llenaron de nuevos contenidos y de nuevas posibilidades no sólo a la nación sino al mundo entero”.


      Sicilia también destacó la importancia del giro que los zapatistas dieron del pensamiento marxista, transformándolo en un discurso profundo y poético del mundo indígena que se convirtió en un arma para irrumpir en el lenguaje político como una forma de enfrentamiento al Estado en la negación del poder.


      Hoy, durante la última jornada del seminario, ” Sylvia Marcos, Carlos Marentes, Anselm Jappe, Fernanda Navarro, Luis Villoro y Jean Robert continuarán con el debate y la reflexión sobre los movimientos antisistémicos alrededor del mundo en el marco del 18 aniversario del alzamiento del EZLN.




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      Chile: Otra educación es posible.
      Por Raúl Zibechi


      Los estudiantes chilenos no sólo cuestionan la educación que reciben, por mercantil y elitista, porque reproduce y profundiza las desigualdades, sino que en los centros de estudios ocupados ponen en práctica la educación con la que sueñan y por la que llevan años luchando. 


      “Si los trabajadores pueden autogestionar una fábrica, nosotros podemos autogestionar el liceo”, dispara la sonrisa permanente de Cristóbal, 17 años, alumno del Liceo Luis Galecio Corvera A-90, en la comuna San Miguel de Santiago. El liceo fue ocupado al igual que otros 200 en la ciudad, pero el 26 de setiembre decidieron seguir el ejemplo de los trabajadores de Cerámicas Zanón, la fábrica de Neuquén (Argentina) que fue ocupada por sus obreros y puesta a funcionar hace ya diez años .


      “En esos momentos las cosas estaban complicadas porque la ocupación se venía debilitando”, reflexiona Cristóbal. “Teníamos claro que no alcanzaba con criticar la educación que recibimos y que había que hacer otra cosa, pero no sabíamos por dónde. Hasta que nos enteramos que había una charla de los obreros de Zanón en la Universidad de Chile, fuimos a escucharlos y cuando volvimos empezamos la autogestión del liceo”. 


      Con la autogestión comenzaron a volver la mayor parte de los estudiantes, se sumaron una parte de los profesores y contaron con el apoyo entusiasta de muchos padres. “Cuando veo que mis hijos se levantan sin necesidad de despertarlos para venir al liceo, que vienen con entusiasmo, comprendí que estaban haciendo algo importante, que se resume en una educación diferente”, dice una madre en la cancha de baloncesto donde cae pesado el sol de noviembre.


      Los trabajadores no docentes se ampararon en una resolución del sindicato que los autoriza a no ir a trabajar si no funciona la dirección del centro. “Los sindicatos no trabajan si no hay patrón”, ironiza Cristóbal provocando carcajadas en el patio. En pocos meses los estudiantes secundarios aprendieron más que en años de monótonas clases, toman la iniciativa en los estudios, proponen temas, acuden con puntualidad y se alegran de no tener que enfundarse el uniforme de “pingüino” que les impone el Estado. 


      El conflicto estudiantil fue un sacudón tremendo para la sociedad chilena. Nada volverá a ser como antes. Una realidad que reflejan incluso las encuestas. El diario La Nación formuló la pregunta “Qué fue lo mejor del año 2001?”. El 63% respondieron “la movilización ambiental y estudiantil”, frente a sólo el 17% que optaron por “la campaña de la U”, el equipo de fútbol Universidad de Chile que ganó la copa sudamericana a fines de noviembre. Apenas el 3% dijeron que lo más importante fue el Premio Cervantes otorgado al escritor Nicanor Parra .


      Los más destacados intelectuales chilenos coinciden con la apreciación hecha por el director de Le Monde Diplomatique, Víctor Hugo de la Fuente: “Los estudiantes chilenos, en cinco meses de masivas movilizaciones, le cambiaron la cara al país” . El Manifiesto de Historiadores va incluso más lejos: sostiene que “estamos ante un movimiento de carácter revolucionario-antineoliberal”, que se está recuperando la política para la sociedad civil y re-anudando la “hebra rota de nuestra historia” interrumpida por el golpe de Estado en 1973 . 


      Una sociedad en movimiento


      Desde las masivas movilizaciones de la década de 1980 contra la dictadura de Augusto Pinochet, Chile no conocía una oleada tan vasta de acciones colectivas. El año comenzó con una masiva y maciza resistencia en el sur, en torno a la ciudad de Punta Arenas, contra el aumento de los precios del gas. El movimiento fue tan fuerte que el gobierno debió negociar con la Asamblea Ciudadana de Magallanes y dar marcha atrás en los aumentos. 


      En mayo más de treinta mil personas se manifestaron en Santiago contra el proyecto Hidro Aysén que busca construir cinco mega represas en la Patagonia, con el apoyo tanto del gobierno como de la oposición, sin consultas a la población. Nunca antes una acción de carácter ambientalista había reunido tanta gente, lo que anunciaba que algo ya estaba cambiando.


      Poco después hubo protestas de los damnificados por el terremoto de 2010, la mayor parte aún no tienen vivienda y pasaron su segundo invierno en condiciones de alta precariedad. La población destaca que las carreteras por donde circulan las mercancías fueron reparadas, pero no así las viviendas de los sectores populares. 


      Las acciones estudiantiles se iniciaron a fines de abril. El 30 de junio, 200 mil estudiantes marcharon por la Alameda. A partir de ese momento fueron decenas de marchas. “Un sentimiento de fiesta animaba a los jóvenes”, según el historiador Mario Garcés. No había banderas de partidos, ni consignas uniformes, pero sobre todo “no íbamos a ningún lugar sagrado del Estado”, ni al parlamento ni a la casa de gobierno como acostumbran hacer los sindicatos y partidos .


      En las semanas siguientes los estudiantes, sobre todo los secundarios, se tomaron el canal de TV Chilevisión en protesta por la forma como los medios trataron las movilizaciones. También ocuparon sedes de partidos políticos, la ultraderechista UDI (oficialista) y la del opositor Partido Socialista.


      El momento más importante fue el 4 de agosto. La represión policial fue muy fuerte y se detuvo a 874 estudiantes. La población de todo el país se solidarizó con masivos caceroleos y marchas espontáneas en las principales ciudades convirtiendo la jornada en una “protesta nacional” como las que hubo contra Pinochet. La popularidad del presidente Sebastián Piñera cayó al 22% a fines de setiembre .


      Pero lo que más revela la profundidad del movimiento fue lo sucedido la noche del 4 de agosto en los barrios. Camila Silva, del colectivo de “pedagogía militante” Diatriba, vive en La Florida, un barrio de clase media baja. “En el primer caceroleo salimos con mi compañero y a la hora ya había cien personas. En el siguiente, los jóvenes del centro cultural sacaron las baterías y la guitarra eléctrica, vinieron las barras bravas con las banderas del Colo Colo y grupos con las banderas mapuche, algo que solo sucede cuando se gana en el fútbol” . 


      Camila destaca la alegría de la población, la espontánea organización de los vecinos, sobre todo de las mujeres. “Esa organización es como una comunidad y todo eso despierta la memoria. La gente gritaba “Y va a caer” que era lo mismo que se gritaba contra Pinochet en las protestas. Se bailaba hasta las dos o tres de la mañana, en cada esquina había un grupo, en todo el barrio, en muchos barrios de Santiago”.


      “La izquierda creyó que la represión había conseguido destruir el vínculo social. En cierto momento esas relaciones se vuelven invisibles pero cuando sucede algo muy fuerte, resurgen porque hay una memoria latente y la gente se vuelve a ayudar. Con el terremoto sucedió algo parecido”, agrega Cristian Olivares, estudiante que integra el colectivo Diatriba . 


      Mujeres y hombres de poblaciones periféricas que no marchaban desde 1989, cuando “regresó” la democracia, volvieron a las calles y lo hicieren como suelen hacerlo los de más abajo: cantando, bailando, compartiendo bebida y haciendo que fiesta y protesta sean una misma cosa. En los hechos, es un vasto movimiento contra la desigualdad social, en un país que según el PNUD está entre los quince más desiguales del mundo. 


      Educación para la desigualdad 


      Desde las reformas neoliberales aplicadas por el régimen de Pinochet, la educación se convirtió en una mercancía. El 75% del sistema educativo es financiado por los aportes de los estudiantes y sus familias y sólo el 25% proviene del Estado. El 70% de los estudiantes deben endeudarse a través de créditos universitarios para poder completar sus estudios .


      La educación está fuertemente segmentada. Según Garcés, hay una educación para ricos, otra para clases medias y otra para pobres. En el secundario, el 7% acuden a la privada que tiene un costo de 300 a 500 dólares mensuales. Los sectores medios asisten al sistema subvencionado o semiprivado que alberga al 50% de los estudiantes, pagan muy poco (desde 40 dólares mensuales) y el financiamiento es compartido con el Estado. Los más pobres, el 40%, acuden a la “municipal” que tiene muy pocos recursos .


      El sector semiprivado está dominado por un conjunto de pequeños empresarios que lucran con las subvenciones estatales. Están autorizados a tener hasta 45 alumnos por aula, mientras los privados no pueden tener más de 35. El 40% de los que egresan de los colegios municipales o semiprivados no comprenden lo que leen y el 70% no alcanzan los puntajes para el ingreso a la universidad .


      En la educación universitaria las diferencias sociales se traducen en endeudamiento ya que no existe acceso gratuito ni universal a la universidad. Además de las universidades estatales, que también son pagas, hay 60 privadas ya que el sistema fue desregulado durante la dictadura militar (1973-1980). El costo de las carreras oscila entre 150 dólares mensuales para las ciencias sociales y 1.200 para ingeniería o medicina. La única forma de poder estudiar es contratando un crédito en el sistema financiero, o sea endeudándose. 


      Frente a esta situación, los estudiantes secundarios proponen la reestatización de la educación y la nacionalización de las riquezas naturales para financiar la educación . Un antecedente es la empresa estatal de cobre, Codelco, que no fue privatizada por Pinochet y una parte de sus ingresos financian a las fuerzas armadas a través de la Ley Reservada del Cobre. No resulta extraño que el movimiento de los estudiantes-endeudados sea apoyado por las clases medias, incluso en los barrios acomodados de Santiago .


      Autogestión liceal


      A media hora del centro de Santiago, la comuna de San Miguel muestra todas las variedades de clases medias: desde las que viven en altos edificios al borde las avenidas hasta las que habitan vetustas casitas precarias. De lo que fue una de las mayores comunas de la ciudad, se fueron desgajando los barrios más pobres (como La Victoria) con la intención de trasmutarla en coto de clases medias. Sin embargo, sigue siendo un espacio plagado de contrastes sociales.


      El colegio A-90 comenzó el año con 179 alumnos, pero tuvo una matrícula de cuatro mil una década atrás. Los alumnos fueron desertando hacia los liceos subvencionados que tienen fama de brindar una mejor educación, extremo que desmienten las evaluaciones. El alcalde socialista de la comuna, Julio Palestro, es uno de los mayores impulsores de la educación privada. En 2009 cerró la escuela pública que tenía dos mil alumnos.


      Reunidos en asamblea en el gimnasio, los jóvenes explican que el colegio está ubicado en el puesto catorce en materia de “riesgo escolar”. Preguntados por el significado, se sonríen: “Se refieren al riesgo que tenemos de llegar a ser delincuentes”. La mayor parte de los padres trabajan por poco más del salario mínimo (180 mil pesos, unos 350 dólares), buena parte como obreros de la construcción. 


      Quizá por eso, la disciplina es la obsesión de las direcciones escolares. “Estábamos como encerrados, esto era prácticamente una cárcel”, dice Yergo, alumno de tercer año. Camilo, de segundo, se siente feliz sin uniforme: “Es como una doctrina militar, todos pelito cortito, corbatita, camisa adentro, no hagan esto, no hagan lo otro, y uno tiene que ser como es nomás expresarse libremente, si uno viene aquí a educarse no a militarizarse” .


      “El centro de la autogestión es la asamblea”, explica Cristóbal. “Participan todos los alumnos y a veces es abierta a los profesores. Tenemos vigilancia y la comida se hace aquí con funcionarios voluntarios. Los profesores educan pero además son autoeducados por los alumnos. Al principio empezamos las clases curso por curso pero luego vimos que esa parcelación no es la forma real de aprender, y juntamos a todos los de cada materia. Unos le explican a otros y la educación se vuelve cooperativa. Eso cambia la forma de relacionarse con la materia y con el liceo”.


      Así como los trabajadores de una fábrica recuperada modifican la organización del trabajo, los liceales autogestionados cambiaron las “mallas curriculares”. Los alumnos, dice Cristóbal, necesitábamos conocer nuestros derechos para lo que implementaron clases para el estudio de la Constitución. “Filosofía, por ejemplo, se presta para el análisis de las movilizaciones y lo que sucede en el mundo, y también en eso entra Lenguaje y ahí empezamos a ver que los alumnos trabajan mejor, con más interés”. 


      Juan Francisco, profesor de Filosofía, coincide con su alumno. “Todas las discusiones que ha abierto el movimiento requieren reflexionar sobre la estructura del poder en Chile”, por eso en sus clases analizan la Constitución. Para muchas actividades utilizan el formato de talleres ya que fomentan la participación. Las asambleas semanales fueron incorporadas a la currícula. 


      Las relaciones entre estudiantes y docentes tuvieron un vuelco mayor. Descongelada la distancia jerárquica, aparecen relaciones de compañerismo y cooperación. En las aulas se sientan en círculo, el docente es alguien que los ayuda pero no se coloca por encima. Eliana Lemus, profesora de biología, física y química, la decana del liceo, asegura que la disciplina es mucho mayor que antes, quizá porque no es impuesta ya que nace del deseo de estar juntos y compartir esta experiencia.


      Uno de los hechos más notables es que el movimiento estudiantil está fomentando la organización social en los barrios. En el A-90 la asociación de padres (a los que llaman “apoderados”), apoya la ocupación y la autogestión. En San Miguel, al calor de los cacerolazos han impulsado la formación de “asambleas territoriales” donde acuden los vecinos para debatir los problemas del barrio pero también los problemas más generales como la educación. Dicen que se han formado en muchos barrios de Santiago y que acuden hasta 200 vecinos. 


      No todo ha sido positivo. Varios docentes aseguran que sus compañeros que no concuerdan con la toma de liceos y la autogestión los han amenazado y golpeado. El alcalde socialista, ferviente enemigo del movimiento, golpeó a Cristóbal Espinoza, alumno y vocero del liceo A-90. 


      Futuro de los sin futuro


      El movimiento estudiantil de 2011 es el tercero que vive Chile en la última década. En el año 2000 los estudiantes secundarios salieron a las calles con demandas sobre el transporte en un movimiento que se denominó “mochilazo”. En 2006 se produjeron grandes manifestaciones y tomas de liceos, provocaron la renuncia del ministro de Educación y consiguieron que se modificara parcialmente la ley de educación. 


      La “revolución pinguina”, por el uniforme que utilizan, fue el primer movimiento exitoso en democracia. Fue tan masivo como renovador ya que las decisiones se tomaron en asambleas donde predominaba la horizontalidad, la deliberación y la participación directa. Para Mario Garcés, “el movimiento de los secundarios del 2006 fue cooptado y más bien atrapado en los pasillos de La Moneda (casa de gobierno) y en los intersticios institucionales” . La presidenta Michelle Bachelet creó una comisión expertos con escasa participación estudiantil que redactó una nueva ley que sin embargo no eliminó el lucro del sistema educativo.


      En esta ocasión, el movimiento no es sólo estudiantil ni está focalizado en la educación, aunque esa es la excusa que lo convoca. Chile atraviesa una crisis de legitimidad de un sistema político heredero de la dictadura, que no puede atender las demandas sociales. Como apunta el Manifiesto de Historiadores, la sociedad vuelve a deliberar, cuestiona el verticalismo y la representación y pone en pie “formas de democracia directa y descentralizada”. 


      Esta “política en la calle” pasa por la apropiación del espacio público y muestra una “vocación de poder” que pone en cuestión la forma comos e procesó la transición a la democracia, una transición “enajenada a los movimientos sociales”, según Garcés. No sólo vuelven a las calles, sino que hacen política de otro modo, profundizando y extendiendo a nuevos sectores la cultura política desde abajo que mostró el movimiento en 2006.


      Por último, las nuevas prácticas forman nuevas personas. Marcela Moya, profesora de inglés del A-90, destaca “la soltura que tienen los muchachos para hablar en público, la autodisciplina”. Una evolución personal que no es individual, sino colectiva y política, y que anticipa cambios más profundos que los visibles: “Este movimiento ha potenciado a individuos que yo sé que el día de mañana van a ser actores sociales comprometidos absolutamente porque ellos mismos se lo han impuesto” . 


      Recursos


      Diatriba, revista de pedagogía militante, No. 1, noviembre de 2011.


      Entrevistas a estudiantes del liceo A-90, Santiago, 30 de noviembre de 2011.


      Entrevista al Colectivo Diatriba, Santiago, 30 1 de diciembre de 2011.


      Mario Garcés, “El movimiento estudiantil y la crisis de legitimidad de la política chilena”, LOM, Santiago, julio de 2011.


      “Otro Chile es posible”, Le Monde Diplomatique, Santiago, 2011.


      “Trazas de utopía. La experiencia autogestionaria de cuatro liceos chilenos durante 2011”, OPECH/Colectivo Diatriba/Quimantú, Santiago, 2011.




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