de Enrique Biondini<
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Los subtes se privatizaron el 3/01/94. Fueron entregados por el menemismo a
Benito Roggio e Hijos y Cometrans, la empresa se bautizó Metrovias.
Despidieron a 2543 trabajadores: negocio redondo, el Estado se hizo cargo
de las indemnizaciones. Se quebró el convenio colectivo de 1975 que
regulaba el trabajo, en consecuencia la jornada laboral (insalubre) se
extendió de 6 a 8 horas. El servicio que funcionaba hasta la 1:20AM fue
reducido hasta las 22:35PM. Las ganacias en estos 17 años son monstruosas:
el Estado invierte, transfiriendo fondos sin ningún control serio a la
empresa. La sobrefacturación en obras es moneda corriente. El desvío de los
fondos para inversiones, cotidiano. Los escasos vagones que se compraron
son obsoletos, con tecnologías de hace 40 años. Los pasajeros vivimos la
tortura que significa viajar: la falta de mantenimiento por desinversión
provoca demoras y accidentes, se viaja hacinado y en riesgo para los
trabajadores y los usuarios. Ahora el Estado nacional le entrega el control
al gobierno-empresa de Macri. En ningún momento desde ninguna de esas
instancias se puso en cuestión la privatización y sus implicancias. ¿Por
què no ponen las ganacias tremendas de Metrovias sobre la mesa? No lo hacen
porque implicaría informarle a la poblaciòn que si la empresa tiene tal
margen de ganancias es un absurdo que los subtes sigan en manos privadas.
Hablar de suba de tarifas es una aberración. En definitiva, pacto entre el
kirchnerismo y macrismo para seguir beneficiando a los empresarios amigos.
Las disputas verbales entre uno y otro espacio son para la gilada.
