Re: [pensamientoautonomo] 2001

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Autor: stellamaris
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Para: Lista por una ronda de pensamiento autónomo
Temas novos: [pensamientoautonomo] La autonomía como mito y como posibilidad: Mabel Thwaites Rey
Asunto: Re: [pensamientoautonomo] 2001
chas gracias cumpa!


> *acá está publicado
> <http://argentina.indymedia.org/news/2011/11/798294.php> también con PDF
>
> Democracia se dice de muchas maneras.
> Una lectura de la escena política pos 2001*
>
> *Patricio Mc Cabe*
>
> Durante una década se dieron una serie de cambios en la atmósfera
> política sudamericana que recién pueden dimensionarse correctamente en
> estos días donde se suceden protestas en buena parte del mundo. Con
> epicentro en el Norte de Africa, se viene produciendo una oleada de
> manifestaciones de descontento de distinto tipo que abarcan hoy una
> buena parte de Europa y alcanza países que parecían inmunes a este tipo
> de problemas, como Israel. Todavía es imprevisible el desarrollo de
> estos acontecimientos, pero no es aventurado anticipar que, una vez que
> se retire la ola, el paisaje político resultante no será el mismo. En
> los países árabes esto es más evidente, dado que resulta muy probable
> que la resultante de la contestación social sea la mutación de los
> regímenes autocráticos en gobiernos que garanticen la explotación con
> modales democráticos. En cambio, en el continente europeo donde las
> tradiciones democráticas tienen una raigambre más profunda, las
> movilizaciones parecen poner en jaque el equilibrio de las democracias
> representativas que ven peligrar su legitimidad cuando el capital
> profundiza su ofensiva sobre el trabajo. Aunque con distinta velocidad
> según las regiones del planeta, el reclamo de mayor democracia parece
> teñir el ciclo de luchas en curso.
>
> Si bien es cierto que nada de esto hace peligrar, por ahora, el control
> que el capital ejerce sobre el trabajo, a su vez, no se puede dejar de
> reconocer que se está inaugurando un nuevo ciclo donde el capital no
> domina de la misma forma que antes. Esto se puede avizorar especialmente
> en esta parte del mundo donde el resultado del choque entre capital y
> trabajo derivó en una serie de gobiernos que gestionan en forma
> progresista la acumulación del capital. En todos ellos se gobierna en
> nombre de la democracia, reconociendo la protesta como parte de las
> reglas del juego. Parece ser que las revueltas de principios de este
> siglo todavía están demasiado frescas en la memoria social como para que
> sean viables intentos dictatoriales e, incluso, en países como Chile o
> Perú (donde el fascismo promedio es mas bien alto) las clases dominantes
> parecen replantearse las formas de su dominio.1
>
> El objetivo de este escrito es aportar a la inteligibilidad de los
> cambios en curso y el supuesto implícito en el es que se inicia un nuevo
> juego político donde las disputas de sentido se darán en torno a la
> democracia y sus posibilidades. La aparición de una nueva sensibilidad
> política, los esfuerzos del capital por controlar la emergencia de una
> esfera pública reacia a los límites estatales, los intentos de liberar
> la democracia de la forma estado y las posibilidades de una política
> autónoma para enfrentar las nuevas ofensivas del capitalista colectivo
> son algunos de los tópicos que recorreremos en las siguientes líneas.
>
> *Episteme democrática*
>
> Se sabe que el ingreso de Argentina en el carril democrático es
> relativamente reciente, pero a punto de cumplir la tercera década de
> gobiernos republicanos ya se pueden distinguir distintas etapas en este
> proceso político. Si bien desde mediados de los 80 la democracia fue una
> bandera del gobierno radical de Alfonsín y tuvo alguna fuerza en las
> luchas antiburocráticas que los trabajadores encararon por aquellos
> años, nada de esto iba a durar demasiado. Las preocupaciones
> democráticas de mediados de los ´80 fueron rápidamente barridas por los
> intentos golpistas de los carapintadas y por una hiperinflación desatada
> como modo de disciplinamiento social. Esto influyó en que durante los
> ´90 no hubo mayores desafíos al orden democrático y el dominio no
> conoció muchos sobresaltos hasta la emergencia piquetera.
>
> Sostenemos que la relevancia que adquiere el concepto de democracia en
> la última década es resultado de los acontecimientos que pusieron fin al
> gobierno de De la Rúa. Allí se produjo un replanteo de las clases
> dominantes sobre cómo evitar el peligro que representaban las
> movilizaciones constantes. La crisis que sufrió el régimen político
> durante el 2001 primero intentó ser conjurada con un recorte de las
> libertades democráticas a través de un estado de sitio, pero esto
> fracasó por la resistencia callejera. Hubo un segundo intento de ese
> estilo en ocasión de los asesinatos del Puente Pueyrredón que fue
> abortado de la misma manera. Hoy los sectores del capital que promueven
> la salida represiva son marginales. Y en cambio quienes conducen la
> recomposición del régimen, todavía en proceso, apelan a procedimientos
> de democracia formal para garantizar la explotación.
>
> Las interpretaciones y los usos posibles que se hacen de la democracia
> en el reciente juego de la política tienen una relevancia indudable. La
> episteme democrática atraviesa las clases configurando muchas de las
> discusiones centrales de la actual etapa. La presidencia de la nación es
> tachada de antidemocrática pero lo mismo ocurre con la conducción de la
> federación universitaria, que a su vez persigue con ahínco la
> "democratización". Desde el 2001 la democracia se dice de muchas maneras
> pero sobre todo se dice y se repite como orientación política.
>
> En el campo de las clases dominantes, la oposición al actual gobierno se
> presenta como republicana y discute las iniciativas del kirchnerismo
> porque no pasan por el Congreso. Incluso en el interior del grupo
> gobernante hay reproches porque las decisiones que se toman son
> radiales: la presidenta discute con uno y con otro y nunca con todos a
> la vez, tal como solía señalar Página 12. En la última campaña
> electoral, a la hora de elegir los candidatos oficiales, lo hace la
> presidencia en soledad. En la prensa oficial se habla de su hermetismo,
> nadie sabe a ciencia cierta lo que va a hacer, se elogia su
> clarividencia pero nadie puede opinar salvo el estrechísimo círculo de
> su confianza. En los diarios opositores se la critica justamente por su
> falta de apego a los procedimientos de la democracia representativa.
> Pese a la inconsecuencia de las críticas opositoras, se hacen sobre la
> base de que lo deseable es la democracia, de allí que se invoquen
> tradiciones republicanas. La discusión en torno a la ley de medios fue
> presentada por la fracción dominante como una batalla por democratizar
> el espacio de la comunicación que se presenta colonizado por el mercado
> en detrimento de la presencia estatal. No ignoramos que son fracciones
> del capital que se disputan un área cada vez más vital para sus
> intereses. Lo que destacamos es que estas disputas se realizan bajo el
> signo de la democracia.
>
> Algo similar ocurre entre los trabajadores. Las últimas luchas tienen
> como significante dominante "democracia". Subtes, alimentación, línea de
> colectivos 60, petroleros y docentes de Santa Cruz: todos son conflictos
> que se sostienen en una forma de organización asamblearia que desborda a
> la burocracia sindical. Los delegados de la 60 y Kraft son votados pese
> a su izquierdismo porque habitan con éxito la democracia directa. "No
> son combativos sino que hacen lo que les decimos", comentaba un chofer
> de esa línea ante la pregunta acerca de cómo valoraba a los delegados.
> Estas luchas sindicales son la última expresión de un cambio en la
> cultura política que arranca en el 2001. Antes, esta nueva cultura se
> había expresado en las luchas de preservación del medio ambiente que
> tuvieron en Gualeguaychú su emergente y hoy persiste en la actual
> organización de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), que se
> caracteriza por la reivindicación de la democracia directa. Sin irnos
> muy lejos es destacable que las luchas universitarias desde el 2001
> tienen como referente excluyente la "democratización" y no es ocioso
> recordar que sin esas banderas no se gana ninguna lucha ni se obtienen
> votos. La última seguidilla de tomas que se sucedieron entre Filosofía y
> Letras y Ciencias Sociales fueron probablemente las que tuvieron el
> carácter más asambleario desde el retorno a la democracia, aunque el eje
> central de las disputas no haya sido la democratización como en otras
> ocasiones sino la obtención de mejoras edilicias. Algo similar ocurre
> con la lucha de los secundarios, donde el Pellegrini es emblema y los
> modos asamblearios están en la base de la reconstitución del movimiento
> estudiantil secundario.
>
> Si bien para dominantes y dominados la democracia constituye una
> episteme común, indudablemente no significa lo mismo para unos que para
> otros. Para los primeros constituye un modo eficaz de detener las
> pretensiones del trabajo en una específica situación histórica. La
> interpretación que hace el capital de la democracia es una que la
> restringe a los procedimientos de elección de los representantes Para el
> campo del trabajo el asunto es más complejo. En la situación de hoy la
> democracia en la versión de los trabajadores es un recurso que le
> permite organizarse eficazmente para desbordar a la burocracia y obtener
> sus reivindicaciones. Cuando en un medio periodístico se interroga a los
> manifestantes sobre qué decisión van a tomar, muchas veces se remite a
> la asamblea como instancia máxima de decisión. En el ultimo conflicto de
> Kraft/Terrabusi la decisión inconsulta de firmar un acta con la patronal
> por parte de un delegado motivó que en las elecciones posteriores los
> firmantes fueran desplazados por quienes se ciñeron al mandato
> asambleario. Durante el conflicto con las pasteras las decisiones de la
> asamblea de Gualeguaychú eran tapa de los principales diarios y
> mantenían en vilo al gobierno. Esta centralidad del mecanismo
> asambleario no es frecuente en muchas partes del mundo. De todas
> maneras, la democracia como forma de organización se detiene en la
> puerta del taller, dado que en el plano de la producción el despotismo
> capitalista permanece indiscutido. A pesar de esto hay que decir que la
> historia internacional del movimiento de los trabajadores es rica en
> usos de la democracia que ponen en cuestión la propiedad de los medios
> de producción. Si bien hubo episodios de autogestión de la producción en
> los años recientes de Argentina, de ningún modo este es el color con el
> que se tiñe el último ciclo de luchas. De esta y de otras limitaciones
> en el campo del trabajo, y de las distintas estrategias para dominar la
> esfera pública por parte del actual gobierno, daremos cuenta en los
> apartados que siguen.
>
> *Democracia y estado (o colonización estatal de lo público)*
>
> Durante los movidos días de fines del 2001 se hizo presente una esfera
> pública cuya emergencia no estaba en los planes de la clase dominante.
> El hoy tan mentado "retorno de la política" no es otra cosa que la
> disputa en torno al sentido de lo público que se instaló con fuerza
> desde aquel momento. El estado de deliberación y movilización desbordó
> los carriles tradicionales en los que suelen desenvolverse en democracia
> y, ciertamente, la discusión callejera en asamblea, que hoy es postal
> ineludible de las movilizaciones europeas, no figuraba en el manual de
> procedimientos de la política argentina. Más recientemente, en el ciclo
> menemista, el lenguaje era fundamentalmente económico. Buena parte de la
> población se desayunaba con índices macroeconómicos y el consumo era la
> ideología dominante. Las resistencias que emprendían los trabajadores
> eran escasas y muy localizadas. Que hoy el paisaje es otro no lo ignora
> nadie. La pregunta es más bien cómo transitar las nuevas derivas del
> sistema. Es evidente que quienes más rápidamente percibieron los cambios
> son quienes hoy formulan las reglas del juego. En la Argentina actual se
> gobierna y (se antagoniza) de otra manera. Incluso hay una redefinición
> de términos que suelen ser claves en cualquier lenguaje político que no
> puede prescindir de definiciones precisas en torno a lo que se entiende
> por lo público, lo privado o lo estatal.
>
> Durante el menemato, el discurso hegemónico asociaba lo público con lo
> estatal, y lo estatal con lo ineficiente, que a su vez era representado
> en las empresas estatales, con el objetivo de entregarlas a la gestión
> privada del capital. Este razonamiento estaba ampliamente extendido
> incluso en gran parte del mundo del trabajo, que aceptó la privatización
> de las empresas estatales. Otro sector defendía las instituciones
> estatales, en parte porque entendía que allí había mejores condiciones
> de trabajo, y en parte porque vivía esas instituciones como propias. La
> izquierda hizo suya esta bandera inscribiéndose así en una añeja
> tradición estadocéntrica que funda el peronismo.
>
> Hoy el revival estatalista que vivimos nos hace pensar que el panorama
> ideológico no es demasiado distinto, al menos en este punto. La
> asociación entre lo público y lo estatal se sigue presentando como
> inevitable aunque ahora en un sentido positivo. Incluso quienes desde la
> izquierda hablan del retorno de la política la siguen pensando como
> indisolublemente ligada al estado. En la medida en que no se pueda
> desatar el lazo que anuda inevitablemente política con estado los
> esfuerzos que el trabajo realiza para sacudirse el dominio del capital
> quedan inconclusos y terminan fortaleciendo a los que ya detentan los
> poderes decisivos en la sociedad.
>
> Disociar política de estado u oponer democracia a estado no es un tipo
> de idea que concite demasiada atención. En esta época, sin embargo, hay
> algunos autores que ayudan a explorar esta veta ideológica. Jacques
> Ranciere es uno de ellos y en El odio a la democracia aparece un intento
> de pensar la esfera pública en términos distintos a los habituales en
> los intelectuales y partidos de izquierda. Allí afirma:
>
> Ampliar la esfera pública no significa, como lo pretende el llamado
> discurso liberal, demandar el avance creciente del Estado sobre la
> sociedad. Significa luchar contra un reparto de lo público y lo privado
> que le asegura a la oligarquía una dominación doble: en el Estado y en
> la sociedad.2
>
> Podemos pensar, en efecto, sin circunscribirnos a las opciones
> (mercado/estado) tal cual nos las suelen presentar (como preludio a la
> sugerencia de que nos inclinemos por la opción menos mala.) De lo que se
> trata es de cuestionar el propio juego que las presenta como opciones.
>
> La dominación efectúa un distingo entre lo público que pertenece a todos
> y lo privado donde reina la libertad de cada uno. Pero esta libertad de
> cada uno es la libertad , es decir, la dominación de aquellos que
> detentan poderes inmanentes de la sociedad. Es el imperio de la ley de
> incremento de la riqueza. En cuanto a la esfera pública pretendidamente
> purificada de los intereses privados es también una esfera pública
> limitada, privatizada, reservada al juego de las instituciones y al
> monopolio de quienes las hacen andar3
>
> La distinción entre lo estatal y lo privado es solo una diferencia entre
> distintos tipos de dominio. En lo privado mandan los poderosos
> económicamente y la ley que rige es el máximo incremento de la ganancia.
> En esa lógica, la lucha de los trabajadores se manifiesta en un primer
> momento en reclamos salariales. En situaciones normales, este conflicto
> es considerado una disputa entre privados y el estado "no se mete". Si
> no logran al menos en parte su objetivo, entonces los trabajadores toman
> medidas (huelgas, liberación de molinetes, cortes de rutas, ocupaciones
> de establecimientos) para que este asunto entre "privados" tome estado
> público.
>
> Una vez que afecta a terceros el problema pasa a ser de toda la sociedad
> y se espera que el estado actúe. Cuando finalmente esto sucede se
> descubre que lo público también está limitado, privatizado por el juego
> de las instituciones de la democracia representativa. Por ejemplo la
> liberación de molinetes que realizaron los trabajadores de los
> subterráneos como medida de lucha se judicializó, y fue castigada por el
> código penal. Paralelamente, el ministerio de trabajo no reconoce la
> inscripción gremial del nuevo sindicato que realiza esta acción directa.
> Lo que presuntamente es la esfera pública aparece dominada por una
> burocracia estatal que se arroga el monopolio de las decisiones sobre lo
> público. Finalmente queda claro que el estado domina la esfera pública y
> que juega a favor del privado poderoso económicamente. La elección por
> voto popular de algunos funcionarios no impide que tomen decisiones
> contrarias al grueso de sus electores. Los funcionarios judiciales ni
> siquiera fueron elegidos en sufragios...
>
> En este modelo que estamos tratando de precisar, una vez que se obtiene
> la intervención estatal las luchas encuentran un límite ideológico pero
> también físico, especialmente cuando esta intervención llega en forma de
> represión directa como está ocurriendo en los últimos meses. Cuando el
> campo del trabajo avanza sobre temas sensibles al modelo de acumulación
> (la precarización del trabajo, el avance de los agronegocios sobre la
> posesión comunal de la tierra, o últimamente la lucha por la vivienda),
> el capital muestra la faz represiva de su estado.
>
> La ideología predominante entre los trabajadores "compra" la neutralidad
> del estado al que no vislumbra como capitalista colectivo. Contra este
> obstáculo se viene chocando una y otra vez. El ciclo de luchas
> visibiliza una esfera pública que termina encorsetada en los mecanismos
> de la democracia representativa o aplastada por la represión4. Sin
> embargo no es la opción represiva la que predomina sino más bien la
> colonización por parte del estado del espacio público mediante las
> lógicas y procedimientos que provee la democracia representativa. Esto
> se hace con una perspectiva de largo aliento en el tiempo. En
> consecuencia, en el escenario de las escuelas, por las particularidades
> de su dinámica, se pueden ver bosquejados muchas de las líneas de acción
> futuras del capital. No olvidemos que una de las características
> singulares del grupo gobernante es la búsqueda de recomposición de los
> mecanismos de la representación que son cuestionados por una nueva
> cultura política que, nacida en 2001, se orienta a la acción directa
> pasando por alto muchas veces las mediaciones sindicales y partidarias.
>
> *Construcción Ciudadana*
>
> Quien escribe estas líneas es docente en escuelas provinciales del
> estado hace casi un par de décadas. Esto significa haber vivido los
> últimos años de la antigua secundaria, el novedoso experimento del
> polimodal y la nueva reforma que impone una escuela secundaria de 6 años
> dividida en secundaria básica y superior. Los cambios educativos
> acompañaron en gran medida los cambios ocurridos en las políticas en
> general y económicas en particular a nivel nacional. La antigua
> secundaria dividida en las orientaciones clásicas (bachiller, comercial
> y técnica) acompañaba un mundo laboral con oficios definidos e impronta
> fordista. El polimodal preparaba a un trabajador polirrubro sin ninguna
> preparación específica y debilitó la educación técnica a causa de un
> proyecto que relegaba la producción fabril. Esta reforma implementada a
> mediados de los ´90 incorporó a una enorme cantidad de estudiantes a la
> escuela, a la vez que priorizó la contención a la formación. Nunca hubo
> tanta proporción de la población escolarizada en niveles secundarios. En
> una encuesta rápida por los cursos resulta que de cada 10 estudiantes 7
> superan el nivel educativo de sus padres. Esto en la vida cotidiana del
> aula significa que los docentes se enfrentan a un sector de estudiantes
> que carece de cultura escolar por herencia familiar y que no puede
> contar con padres, madres, hermanos para ser ayudado en los problemas
> que se plantean en las clases. No hubo preparación docente para atender
> estudiantes que no son parecidos a los estudiantes que fueron ellos, lo
> cual deriva en una situación de crisis casi permanente. En la escuela
> estatal de provincia las fronteras entre el "afuera" y el "adentro" son
> cada vez más porosas y continuamente se desdibuja el viejo código
> escolar. En palabras de algunos estudiantes entrevistados, "es lo mismo
> estar adentro que afuera".
>
> La nueva reforma de la educación provincial estatal en curso es
> ambiciosa y el año que viene con la implementación del sexto año de
> secundaria se termina de completar. La educación polimodal tenía una
> impronta liberal en los contenidos dado que estos eran mínimos pero
> también en las formas dado que el docente podía tomarlos, modificarlos e
> incluso desecharlos sin mayores consecuencias. Hoy la mano viene
> distinta. Los contenidos de los programas ya no son de tres hojas, sino
> de cuarenta y cinco y hasta de noventa páginas, al tiempo en que son
> prescriptivos, lo cual significa que el docente debe darlos tal cual se
> los bajan. Tomamos algunas frases de un boletín docente donde se alude a
> la reforma.
>
> Constatamos lo evidente. Hace varios años que vivimos en un proceso de
> reforma permanente en varios niveles de la educación. A una velocidad
> asombrosa cambian los nombres de las materias, los reglamentos de los
> exámenes e incluso los modos de gobernar un establecimiento educativo.
> Para muchos no se está procesando ningún cambio de fondo, para algunos
> se intentan cambios pero estos no tienen ninguna eficacia y algunos
> otros sospechan que en un mediano plazo la escuela no será la misma.
> Todos coincidimos en un malestar generalizado. Las reformas provienen de
> arriba y en la gran mayoría de los casos no coinciden con el diagnóstico
> que hacemos de los problemas educativos quienes habitamos las aulas.
>
> Los directivos bajan con resignación cambios que no comprenden, los
> docentes hacemos los gestos que se espera que hagamos y los estudiantes
> permanecen indiferentes. La situación es incluso contradictoria.
> Aparecen en algunas materias contenidos que apuntan a problematizar las
> relaciones de poder o incluso se señala la importancia de enfrentar lo
> instituido. Sin embargo, al mismo tiempo los programas de las nuevas
> materias dejaron de ser sugerencias y pasaron a ser prescriptivos. ¿Qué
> quiere decir esto? Los programas de las nuevas materias de la nueva
> secundaria indican hasta el mínimo detalle como debe ser impartido el
> conocimiento, ya no se pueden elegir contenidos y hacer un programa como
> en el polimodal sino que se indica qué contenidos y hasta se sugieren
> las actividades a desarrollar en el aula. Al mismo tiempo se enseña la
> importancia de entender la sociedad en clave de relaciones de poder y se
> impone una dinámica autoritaria en el aula. Seamos claros. Los
> funcionarios que promueven la reforma se proponen recuperar el control
> de las aulas. De imponerse el modo prescriptivo de dar clases se termina
> con la autonomía relativa que ejercíamos a la hora de confeccionar
> programas y construir conocimiento en los salones5
>
> En esta reforma aparecen muchas materias nuevas. Algunas de ellas son
> Construcción Ciudadana I, II y III, Política y Ciudadanía, Salud y
> Adolescencia, Ciudadanía y Política y Trabajo y Ciudadanía, las cuales
> constituyen materias correlativas desde el primer año al sexto. Este
> nuevo eje de materias es considerado la reforma fundamental que se
> aplica a la secundaria. Estas materias no están pensadas sólo como
> espacios curriculares sino también como modos de vida distintos a los
> habituales en el ámbito escolar. En la fundamentación de este eje leemos:
>
> Pensar e instalar la democracia en la escuela no solamente como un
> sistema sino como una cultura implica un desafío a la par que una
> oportunidad. En La construcción de la ciudadanía: entre la solidaridad y
> la responsabilidad, Elizabeth Jelin (1996) advierte sobre las
> dificultades de instaurar espacios democráticos en sociedades donde la
> recurrencia de los regímenes políticos dictatoriales y el terrorismo de
> Estado no permitieron una tradición sostenida de respeto a las
> instituciones y sí, por el contrario, la instalación a nivel social e
> inclusive cotidiano --y por supuesto escolar- de prácticas,
> comportamientos y actitudes autoritarias o desvinculadas de la cultura
> democrática. Los docentes tienen la oportunidad de construir con los
> jóvenes ámbitos de participación ciudadana y de respeto democráticos
> diferentes a los contextos en los cuáles muchos de ellos mismos
> crecieron y ello supone, por lo tanto, un intercambio y un aprendizaje
> mutuos6.
>
> Este intento de abrir espacios democráticos en las escuelas no queda en
> letra muerta. Las escuelas en las que trabajo implementan con distintas
> velocidades el proyecto de formación de centros de estudiantes. Si el
> directivo está vinculado al sindicato (lo cual es una tendencia
> creciente) la velocidad de implementación de los cambios es mayor. De
> todas formas, esto se cumple a imagen y semejanza del sindicato docente:
> burocráticamente se eligen delegados para cumplir con la orden de la
> Dirección General de Escuelas, pero estos delegados no responden a
> ninguna demanda por abajo y rápidamente dejan de serlo para
> desesperación de los directivos quienes son continuamente presionados
> desde la sede de la Dirección General de Escuelas sita en La Plata.
>
> Todavía es muy reciente el proceso de reforma para sacar conclusiones,
> pero ya estamos viviendo las líneas generales de lo que se viene. En
> principio, un cambio fuerte de contenidos y en la gestión del
> conocimiento en el aula. Si antes era el modelo liberal en cuanto a
> contenidos que priorizaban la lógica de mercado y, en consecuencia, se
> ejercía poca presión sobre los docentes, ahora el proyecto educativo
> estatal parece virar hacia el modelo cubano, donde los contenidos son
> progresistas (keynesianos, marxistas y hasta foucaultianos)7 y se
> acompañan de una fuerte regimentación de los docentes mediante una
> limitación de la autonomía en el aula. Hacia los estudiantes el cambio
> que se propone (y dispone) es diferente. La política compulsiva de
> formación de centros de estudiantes va acompañada de la llamada
> "política de inclusión" que impide que ningún estudiante bajo ninguna
> circunstancia sea separado del establecimiento. Esto contempla a
> estudiantes que concurren armados. La única receta que se propone para
> garantizar la inclusión es la paciencia docente y la participación
> estudiantil a través de delegados. 8
>
> Podemos resumir las líneas reales de la reforma en contenidos progres
> impartidos compulsivamente y un intento sostenido (y también compulsivo)
> de generar mecanismos democráticos en el ámbito tradicionalmente
> autoritario de las escuelas de provincia. Lo sustantivo de los
> contenidos de la reforma es que enseñan que la protesta es normal en el
> marco de la democracia y que debe ser encausada de modo de ampliar la
> ciudadanía.9 El estado ahora se hace presente para morigerar los excesos
> del capitalismo "salvaje" que caracterizaron a la década neoliberal.
> Paradójicamente la introducción de estas medidas, que distan de ser
> cambios profundos, ocasiona una revolución en el ámbito escolar que
> corre por "izquierda" a buena parte de la docencia.
>
> Todas estas transformaciones son acompañadas por ingentes fuentes de
> recursos: construcción y reparación de escuelas, distribución masiva de
> netbooks y aumentos salariales. Hoy el salario docente está en niveles
> relativamente aceptables, por lo que transitamos el tercer año sin
> huelgas en un sector tradicionalmente conflictivo. Sin embargo, no por
> esto la situación deja de ser insostenible en el aula por la falta de
> preparación docente para enfrentar problemas de violencia, por la
> ausencia de cultura escolar en los sectores que ingresan al sistema, por
> el desinterés creciente de los estudiantes. Esto deriva en una forma de
> huelga encubierta que es el uso indiscriminado de licencias. Hay muchas
> escuelas donde el estado paga el cargo docente y hasta tres suplentes
> que se van sucediendo al ritmo de licencias que constituyen renuncias
> encubiertas. En las salas de profesores suelen ser mayoritarias las
> opiniones que buscan una salida represiva a lo que se les presenta como
> una situación descontrolada. Sin embargo, los desvelos oficiales
> provinciales apuntan a educar la protesta estudiantil en el preludio de
> su ingreso a los lugares de trabajo. Vale destacar que buena parte de
> las internas combativas del conurbano norte hicieron sus primeras armas
> en las escuelas técnicas de la zona.
>
> En lo sustancial la escuela sigue siendo eficaz en la medida en que
> logra que los trabajadores que están bajo su ala asuman como un fracaso
> individual aquello que es resultado de una desigualdad de clase. Puede
> concebirse a la escuela como una prolongada entrevista de admisión
> laboral que culmina con la oferta del trabajo que uno se merece de
> acuerdo a su capacidad individual. En palabras de una importante
> funcionaria de la Dirección General de Escuelas: "No olvidemos que
> estamos educando chicos que en su gran mayoría van a ser empleados en
> una estación de servicio".
>
> ¿Qué cambia entonces con esta reforma? Se busca morigerar el clima
> destituyente de la autoridad que se inicio en 2001 involucrando a los
> estudiantes en la gestión de la escuela. Esto se realiza a través de la
> creación por arriba de centros de estudiantes, mediante la gestión de la
> disciplina por medio de los Consejos de Convivencia, haciendo eje en las
> materias que se proponen la construcción ciudadana y asumiendo a la
> democracia como una forma estado.
>
> *Democracia vs. estado*
>
> La consolidación del actual modo de dominio pasa en gran medida por su
> eficacia a la hora de hacer indiscernibles democracia y estado, por
> reconciliar la emergencia de una esfera pública con los límites que
> marca el capitalista colectivo. Habíamos identificado en Rancière uno de
> esos autores que intentan pensar lo público desvinculándolo de lo
> estatal. Lo cierto es que también hallamos este esfuerzo en la tradición
> del pensamiento político italiano. Paolo Virno trabaja en esta clave en
> Virtuosismo y Revolución y Toni Negri aporta en este sentido en
> Multitud. Allí, junto a Michael Hardt, se revisita este tópico y se
> asimila lo público a lo estatal para luego proponer una alternativa.
> También se intenta redefinir lo público de una manera no habitual. Lo
> público sería lo equivalente a las funciones públicas de lo privado. Lo
> público es el privado que encuentra las formas de ayudar al privado a
> desarrollarse.10 Hecha esta crítica, muchos de los autores de esta línea
> descartan el concepto de lo público y lo reemplazan por otro que es la
> postulación de una esfera pública no estatal que denominan "el común".
>
> El intento de Rancière va por otro lado, aunque tiene fuertes vínculos
> con la apuesta de los italianos. Se trata en su caso de definir la
> democracia de una manera que no se asocie directamente al estado:
>
> ¿Qué pretendemos decir exactamente al declarar que vivimos en
> democracia? Estrictamente entendida la democracia no es una forma de
> Estado. Se sitúa en otro plano diferente del de estas formas. Por un
> lado, es el fundamento igualitario necesario -- y necesariamente
> olvidado- del Estado oligárquico. Por el otro, es la actividad pública
> que contaría la tendencia de todo Estado a acaparar la esfera común y a
> despolitizarla 11
>
> La democracia o lo común, según el autor, son aquellas construcciones
> que a la vez preceden y exceden el ordenamiento capitalista. Un
> ordenamiento que, efectos ideológicos mediante, se presenta como
> necesario, ocultando su carácter contingente. En ambas perspectivas de
> pensamiento se postula un suelo originario de cooperación e igualdad
> sobre el que el capital se erige afirmando la explotación y la
> desigualdad. En ambos puntos de vista la política es concebida como el
> conjunto de actividades que dan vida a las posibilidades igualitarias y
> autónomas que están inscriptas en la situación y que configuran
> potencialmente una esfera pública que esquiva los límites estatales. Lo
> sucedido en el 2001 hizo evidente un sinnúmero de prácticas que ponían
> en tensión la asociación obligatoria que el capital teje entre la esfera
> pública y el estado. Todavía hoy el gobierno persiste en tratar de
> cerrar la peligrosa grieta abierta entre estas dos esferas. En términos
> de Rancière podemos decir que en aquella crisis se hizo presente la
> política como afirmación de posibilidades igualitarias. Lo que allí
> sucedió cambió el escenario, sentó las bases para nuevas reglas en el
> juego político. La acción directa, el salto inmediato a la esfera
> pública, la descalificación de la autoridad y la autogestión no son las
> figuras clásicas de la vida política argentina sino que son resultado de
> una alteración de lugares, que fue consecuencia de una subjetivación
> masiva que se manifestó en la producción de una serie de actos y
> enunciados que no eran identificables en el campo de la experiencia
> hasta ese momento.
>
> Hasta el 2001 era el mercado a través de la mediación del dinero quien
> asignaba los lugares y regía la gestión de lo existente. La emergencia
> de una resistencia que se expresó en políticas autónomas "hizo girar la
> noria" del sistema y ahora es el capitalista colectivo en su forma de
> estado quien sale a marcar la cancha, a definir entre qué límites es
> aceptable el juego. No en todos los países se produjo el cambio de
> modelo de la manera que se produjo en algunos países sudamericanos. La
> protesta masiva de los asalariados y la memoria fresca de esas luchas
> moldea el tipo de gobierno que se ejerce. En nuestro país la
> recomposición del régimen es acorde a esta irrupción política y si esta
> recomposición es posible es porque lo que permanece impensado en la
> situación es la explotación y el rol del estado como capitalista
> colectivo. Toda lucha que se precie busca el reconocimiento del estado
> que, a la vez que lo otorga, se termina fortaleciendo como árbitro que
> flota entre las clases. El peronismo no es otra cosa que este intento
> siempre realizado de conjugar el capital y el trabajo y que inicia un
> nuevo ciclo a partir del 2003. Su logro principal fue tomarse de la
> fuerza de la movilización y servirse de sus límites ideológicos para
> relanzar el régimen de acumulación.
>
> *Vigencia de la autonomía*
>
> Intentamos dar cuenta a lo largo de este artículo de una serie de
> cambios que percibimos en la cultura política argentina que se hacen mas
> nítidos a partir del 2001. Consideramos que a partir de aquella crisis
> se abre un ciclo distinto que supone modificaciones en el régimen
> político que acompaña a la acumulación de capital. Sospechamos incluso
> que estamos llegando a una etapa donde las aspiraciones del trabajo van
> a empezar a poner en entredicho los apetitos de ganancia del capital y
> que en los próximos años, más temprano que tarde, asistiremos a una
> agudización de esas contradicciones. Sin embargo, entendemos que los
> modos en que se activa la política son considerablemente distintos a los
> que conocimos en el pasado y que, por lo tanto, las características del
> futuro enfrentamiento serán distintas a las ya experimentadas en otros
> ciclos. Se trata en lo que sigue de explorar las posibilidades de una
> política emancipatoria que pueda aprender de sus limitaciones pasadas.
>
> Resulta indudable que al cabo de una década el gobierno está logrando
> una recomposición considerable de la legitimación política del sistema,
> según puede advertir hoy cualquier activista. Ha sabido trabajar sobre
> aquello que permanece impensado en la situación actual, que es nada
> menos que la explotación y el carácter del estado como capitalista
> colectivo. En el anterior ciclo en la lucha contra las privatizaciones
> se reclamaba el retorno del estado bajo el supuesto de su neutralidad y
> hoy asistimos a un revival de las políticas estatales sin que por
> supuesto se altere el régimen de explotación. De esto ha vivido el
> gobierno. El desarme teórico general en este aspecto es el que permite
> el crecimiento de las agrupaciones kirchneristas, pero también la
> inserción de la izquierda partidaria en buena cantidad de luchas. La
> izquierda en casi todas sus expresiones orienta su política a buscar el
> reconocimiento del estado, lo que deviene en un impedimento para llegar
> al fondo del problema de la explotación. Sin la crítica a fondo en este
> aspecto, incluso los resultados de la lucha salarial solo terminan
> fortaleciendo al capital. Si a esto agregamos que estas organizaciones
> replican la forma estado también a la hora construir sus partidos,
> podemos colegir que por esta vía no hay posibilidades para una política
> emancipatoria.
>
> Sin embargo, en la última década se hace presente en el cuerpo social
> argentino un modo de hacer política que sintoniza con expresiones
> similares en toda la región: el ya citado recurso a la acción directa
> como alternativa a los modos institucionales de la resistencia, que
> caracterizaron a nuestro país y caracterizan todavía a otros países de
> la región (Chile, Uruguay), el cuestionamiento a la democracia
> representativa a través de políticas que disocian democracia de estado y
> que se hicieron patentes en nuestras asambleas barriales o en las juntas
> comunales venezolanas, el ejercicio de la autogestión recorrido por
> algunas fábricas recuperadas y algunos mtds pero que actualmente conoce
> un desarrollo más pleno en Bolivia. De conjunto, configuran un modo de
> hacer política que confía en sus propias posibilidades sin dar un rodeo
> por el estado.
>
> Hoy asistimos al movimiento contrario que se expresa en un capital que
> estatiza las relaciones sociales recortando el espacio de las políticas
> autónomas. Sin embargo, no por eso pierde vigencia la apuesta política
> de la autonomía que podría sintetizarse en la sentencia que afirma que
> la autovaloración del trabajo desestructura al capital. Trabajar en una
> perspectiva autónoma posicionaría al trabajo en mejores condiciones
> frente a una ofensiva que el capital emprenderá esta vez con la máscara
> aparentemente neutral del estado. La nueva cultura política de la última
> década posibilita un mejor escenario para un desarrollo en esta
> perspectiva, porque se trata de profundizar en un sentido radical
> algunos cambios en la sensibilidad política que ya aparecen difusos en
> el cuerpo social. A continuación, algunos ejemplos para terminar.
>
> Está presente en numerosas acciones políticas de los movimientos
> sociales la virtud de una construcción que hace una referencia marcada a
> la construcción territorial. No obstante, muchas veces se transforma en
> un localismo que estrangula las posibilidades emancipatorias. A esto,
> oponemos la idea de la política como el arte de la construcción local y
> singular de casos de universalidad. Se trata de encontrar en las
> experiencias singulares el componente universal que permita el enlace
> con luchas similares. Ese componente universal está dado por el comando
> capitalista de la sociedad, y el anticapitalismo es el lazo que puede
> unir antagonismos aparentemente desconectados entre sí. Superar los
> extendidos prejuicios contra la teoría y ensayar la autoformación
> (muchas veces a través de bachilleratos populares) es un momento
> necesario para el encuentro de un campo que se pretende autónomo del
> capital.
>
> No sólo aparece complicado el vínculo con otras experiencias sino que lo
> es también la persistencia en el tiempo de colectivos que tienden a
> disolverse cuando el ciclo de luchas entra en reflujo. Históricamente,
> esto fue resuelto por el movimiento obrero a través de las
> organizaciones partidarias que conservan en tiempos de paz la memoria
> colectiva de los momentos de alza. Hoy campea un sano rechazo de las
> taras partidarias pero hay una marcada dificultad en la construcción de
> organizaciones estables. Se trata hoy de sostenerse en el tiempo sin
> replicar los dilemas de la organización partidaria mediante la
> construcción de formas de relacionarse que tiendan a la horizontalidad y
> que no se encierren en el localismo.
>
> Recapitulamos. Anticapitalismo para reconocerse como parte de un campo
> común. Horizontalidad para construir organizaciones que se sostengan en
> el tiempo sin devenir sectas partidarias. Y Autonomía para ensayar aquí
> y ahora posibilidades alternativas de vida a las que ofrece una sociedad
> subsumida al capital. Alternativas autónomas se ensayaron en las
> fábricas recuperadas y en granjas colectivas de algunos mtds. Sin
> embargo, fueron estrategias muchas veces defensivas frente a una
> coyuntura crítica particular. Tenían en común el hecho de afirmarse en
> las posibilidades que brinda asumirse como productores. Como decíamos
> antes, la autogestión de la producción está inscripta entre las
> posibilidades de una sociedad capitalista y fue un ejercicio real en la
> historia del movimiento de trabajadores. Desde el momento en que el
> capital precisa del trabajo pero el trabajo puede desenvolverse sin
> éste, es que se afirma la posibilidad de la autonomía de clase. La
> propaganda por la reapropiación de la riqueza aparece borrada frente a
> la lucha salarial que se presenta como horizonte exclusivo (por
> razonable) de la lucha entre las clases.
> Estos modos de la política autónoma que tuvieron su vigencia hace una
> década cobran un renovado interés en la medida en que resulta
> perceptible que las actuales estrategias de dominio pasan por la
> creciente estatización de las relaciones sociales.
>
> _notas:_
> 1) En Chile la oposición y una parte del movimiento estudiantil propone
> como salida al conflicto universitario un plebiscito. Según
> declaraciones radiales a Radio Nacional del senador chileno Marcos
> Ominami hay un conflicto entre las mayorías ocasionales que tomaron las
> calles y las mayorías que votaron el actual gobierno hace unos años. En
> Perú buena parte del programa del gobierno entrante consiste en reformas
> constitucionales que amplíen los límites de una democracia
> ultrarestringida como la de ese país.
> 2) Ranciere, Jacques, El odio a la democracia, Bs. As., Ed. Amorrortu,
> 2006, pág. 81
> 3) Ranciere, Jacques, Ob.Cit. pág. 83
> 4) Los 15 muertos en protestas sociales que carga el gobierno nacional y
> popular ponen en contradicción incluso a conspicuos kirchneristas como
> Verbitsky quien acerca esta cifra en su diario.
> 5) Extraído del boletín docente AU.LA en preparación
> 6) Extraído del Programa de Política y Ciudadanía correspondiente al
> Quinto Año de la Secundaria Superior. Disponible en www.abc.gov.ar
> 7) En la nueva materia Economía Política el eje es Ricardo, Marx y
> Keynes, en Política y Ciudadanía el itinerario pasa por Foucault, Negri
> y Harendt, en Teoría de las organizaciones se trabaja con Castoriadis,
> el nuevo programa de Sociología parece extraído de la afiebrada mente de
> un militante del PTS. En todas estas materias se explica antes que nada
> qué es el capitalismo y se abordan tópicos como el Fetichismo de la
> mercancía. Para obtener estos programas basta googlear los nombres de
> las materias especificando Provincia de Buenos Aires.
> 8) Recientemente se intervino una escuela por una pelea entre directivos
> y en el acta que se labró luego de la separación de los contendientes se
> menciona que la única manera de recomponer el clima escolar y generar un
> clima de pertenencia a la institución era la implementación del centro
> de estudiantes.
> 9) Lo que constituye una operación clásica del populismo.
> 10) En algún momento, las nacionalizaciones que se emprendieron durante
> el gobierno de Miterrand en Francia fueron definidas por un sector de la
> izquierda trotskista en este sentido. El capital privado entra en
> pérdida entonces se estatiza y de este modo se socializan las perdidas
> para el conjunto de la sociedad. Una vez "saneada" su economía se vuelve
> a entregar la empresa al capital privado privatizando así las ganancias
> 11) Ranciere, Jacques. Ob.cit. pág. 103
>
>
> El 02/11/11 09:58, stellamaris@??? escribió:
>> Patricio, como estás? Quisiera leer y publicar tu artículo en mi blog,
>> pero no lo veo como adjunto, podrías reenviarlo?
>> Gracias, abrazo
>>
>>
>>
>>
>>> Hola, y gracias por compartirlo. En una primer lectura, rápida e
>>> imprecisa, lo que me sale destacar es que es entendible, y que pese a
>>> su
>>> extensión, no se hace pesado... eso, y volveré a leerlo, para ver si
>>> encuentro criticosas.
>>> Abrazos
>>> PD: Falta poco para Enero, faltamos nosotrxs?
>>>
>>> --- El lun 31-oct-11, Patricio McCabe<mecabes@???> escribió:
>>>
>>>
>>> De: Patricio McCabe<mecabes@???>
>>> Asunto: [pensamientoautonomo] 2001
>>> Para: "pensamientoautonomo@???"
>>> <pensamientoautonomo@???>
>>> Fecha: lunes, 31 de octubre de 2011, 18:05
>>>
>>>
>>>
>>>
>>>
>>> Este es un articulo que escribi y sale en la proxima dialektica que
>>> esta
>>> dedicada a repensar el 2001 a una decada.
>>> Se puede reproducir donde quieran y seria optimo leer algun comentario.
>>> salú y autonomia
>>>
>>>
>>>
>>>
>>> ---
>>>
>>>
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