*La Argentina viene viviendo un momento de exaltación social y política, que
capitaliza al parecer, cada vez más, el gobierno. Sus sostenedores y adeptos
usan una serie de expresiones que consideran transgresoras, de izquierda... *
*Hay avances en varios frentes; los medios de difusión progubernamentales
han ensanchado muchísimo su espectro; entre estudiantes las corrientes que
al parecer más crecen son las kirchneristas, como podría ser La Cámpora a la
que se le atribuye una serie de cargos maestros en varias áreas del
gobierno; el sindicalismo también parece acrecentado con sus presuntos
éxitos en las paritarias; Carta Abierta constituye o ha constituido durante
el proceso de formación de opinión que ha vivido el país recientemente el
núcleo intelectual más prominente; pocas veces un gobierno recoge la
complacencia de sectores intelectuales tan nutridos (la intelectualidad en
países periféricos suele ser crítica).
Al mismo tiempo, la larga lucha de los organismos de dd.hh. está rindiendo
sus frutos, tardíos, pero gracias a este peronismo kirchnerizado se lleva a
juicio a quienes protagonizaran tantos desmadres y daños al país, incluyendo
miles de asesinatos. E incluso se está ensanchando, como corresponde la
mira, para abarcar la responsabilidad represiva y genocida no sólo de
militares sino también de civiles, jueces, empresarios (aunque tal vez sean
más bien jueces que empresarios...). Y aunque la pesadilla del 24/3/1976 haga
olvidar otra anterior, con la AAA, que era, precisamente, peronista...
Reivindicando rasgos del peronismo primigenio, el gobierno K ha desplegado
una red de apoyo significativa entre los agrupamientos humanos que surgieran
como MTDs en los '90 y particularmente después del 2001. Muchas de tales
agrupaciones y corrientes han sido de algún modo cooptadas, digitadas,
"abrochadas" o complacidas por la política de distribución del gobierno.
La bonanza que mencionábamos al principio alcanza claramente al ritmo
cultural de la nación, con una floración particularmente vigorosa en la
capital.
Políticamente esto se traduce en que el gobierno gobierna casi sin
oposición. Ni a derecha ni a izquierda hay polos o desafíos significativos.
Hay más bien un desbarajuste o un desconcierto.
En el medio universitario, es fácil observar un grado de satisfacción por el
decurso de la Argentina contemporánea.
Pero esto es a mi modo de ver un barniz. Para rascar un poco y acercarnos a
la realidad hay que rastrear de dónde viene este cuadro de situación: La
soja desempeña un rol primordial en la edificación de esta bonanza. Por la
soja ingresa el país y al presupuesto del estado -que es lo que nos interesa
en este análisis- , una ponchada de miles de millones de dólares.
Ciertamente a los sojeros les queda bastante más, pero ése es otro asunto:
el enriquecimiento mediante negocios, tan viejo como el capitalismo, y tal
vez más.
El gobierno K usa, esa ponchada de miles de millones de dólares, a
diferencia de gobiernos conservas o liberales, en planes de distribución que
ya dijimos: pensiones, subsidios, cuadernos, comidas, netboks, planes
cooperativos y propaganda, mucha propaganda, sueldos, muchos sueldos.
Muchos, y entre ellos muchos noveles rentados, consideran esa politica,
liberadora, progresista, encantadora. Y tal vez lo sea más al menos que la
política hambreadora tradicional, la que únicamente distribuía el choripán
preelectoral.
Pero la cuestión es si puede haber un "capitalismo bueno" como pretende la
presidenta, o si más bien, esta política esconde la verdadera naturaleza,
incambiada, del sistema de poder vigente.
¿Y cuál es entonces la naturaleza real de este momento histórico de la
sociedad argentina?
1.La soja es una movida exógena; vino desde EE.UU. y se implantó en
Argentina con el beneplácito del menemato. Con ella, Argentina entró en la
nueva división internacional del trabajo diseñada desde las elites de EE.UU.
Entró como socia "privilegiada" (aunque periférica).
2.La soja, como la minería a cielo abierto con extractores altamente
contaminantes, pertenece al estadio actual, en que las transnacionales han
tomado conciencia de los límites del planeta y procuran quedarse, como dice
Javier Rodríguez Pardo, "con todo".
3.El modelo correspondiente a esta nueva (ya no tanto) divisiòn
internacional del trabajo no hace sino acentuar los rasgos del american way
of life: incremento del consumismo, apuesta a una sociedad de alto consumo
energético. Por eso, cada vez más craneotecas del primer mundo apuestan a
sustituir petróleo por energía nuclear manteniendo las mismas pautas de
dispendio y expansión. Al menos hasta el 11 de marzo (reventón en Fukushima)
apostaban...
4.Y la pregunta que me parece que hay que hacerse es si tiene sentido ese
camino o si no es una senda al despeñadero planetario, porque el mundo que
vivimos, el único por otra parte, está mostrándonos señales de agotamiento,
sobrecarga, crisis: en el agua, en el mar oceáno, en el aire, en los
alimentos, en la biodiversidad, en la contaminación generalizada e
ingobernable...
Pero encarar una política basada en una sociedad de bajo consumo energético
no es una pavada ni se arregla con discursos presidenciales. Rompe nuestra
vida y cultura cotidiana, que no es eterna, apenas tiene un medio siglo,
pero para casi todo el mundo es la única que conocieron y por ello es
eterna...
Es, a mi entender, romper con el capitalismo, es decir con el gobierno del
capital.*
*
Luis E. Sabini Fernandez*
*luigi14@??? *
*
fuente:
www.radiografica.org.ar
publicado en revistafuturos.com.ar*