*Muchas veces se idealiza a los pueblos originarios como modelos de 
democracia o colectivismo pleno. No vamos a entrar aquí en ese asunto. 
Lo que sí podemos aceptar es que son pueblos primigenios y, a la vez, 
vulnerables tanto cultural como físicamente. Son pueblos que no cuentan 
apenas con defensas a la hora de enfrentarse a mutinacionales y a todo 
el aparato capitalista (militares, policías, jueces, etc).*
El desarrollismo destructor no tiene en cuenta sus derechos pues muchas 
veces chocan con él: acceso a tierras, a recursos, etc. Su condición es 
la de ciudadanos de segunda, ciudadanos sin censar, sin acceso a la 
administración y a los media...
Pueblos que sólo saben defenderse con flechas y arcos o que son 
embaucados por las multinacionales sin escrúpulos: todavía se lleva eso 
de dar camisetas o banderas de la madre patria a un indito para que se 
quede contento, o el echar botas y hachas desde un helicóptero previo a 
una visita del cuerpo técnico o el alcohol con el que se han destruido 
tantos pueblos originarios.
Todos estos son métodos vigentes en Ecuador, Colombia, Brasil, etc. A 
ello se añade la actividad de la evangelización practicada por desde 
católicos a protestantes y muchas otras sectas a menudo ligadas a las 
multinacionales mismas. O el hacer firmar contratos sin saber lo que 
ponen, como aquel Mapuche ciego al que Endesa obligó a firmar la 
concesión de sus tierras sin poder leer ni escribir y al que la firma 
española no tuvo escrúpulos para tirarle la casa y dejarle sin techo.
O sus tierras se invaden sin más, por la maquinaria pesada bien 
pertrecha de dispositivos policiales o militares. Incluso en esos 
territorios ya establecidos por los propios gobiernos para el uso 
exclusivo de pueblos originarios -como las reservas naturales- se 
demuestra que los acuerdos no significan nada cuando se trata de 
intereses capitalistas. Una vez asimilados tampoco son conocedores de 
las reglas a seguir para hacer oír su voz o son reprimidos (como tod@s 
l@s demás) por reivindicar cosas de la forma más simple. Así que cuando 
esta gente se hace con formas de protesta más contundentes y radicales a 
las tradicionales marchas o cortes de carretera, sólo podemos tener 
palabras de elogio. A lo dicho debemos añadir que, aunque sin caer en 
idealizaciones, los pueblos originarios han desarrollado un mayor 
respeto por los recursos y hábitat y en muchos casos son el único 
garante para la conservación de habitats tan fundamentales como las 
selvas amazónicas de Perú, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Papúa, 
Congo, etc.
Ante esto hay quienes se entregan de manos a las multinacionales y los 
gobiernos sin saber lo que les espera al perder su forma de vida y su 
espacio y habitat. Hay también quienes lo predicen y declaran guerra 
abierta a cualquiera que ose entrar en su territorio. Este es el caso de 
l@s Tageri y l@s Taromenane (subgrupos de la etnia Huaoranui de 
Ecuador). L@s Tageri nos son conocidos por haber dado muerte a monseñor 
Lavaca, el cura vasco que creyó que el podría encauzar a estos 
incivilizados y se presentó en su territorio con sor Inés.
Estos pueblos han visto sus gentes asesinadas por cientos y también 
muertas por la introducción de enfermedades contagiosas a las que ellos 
no están inmunizados, como un simple catarro. Se han mostrado contrarios 
a la entrada en sus territorios de las petroleras como Repsol YPF y 
Petrobras que operan en su territorio, pero estas persisten. Muchos 
otros pueblos han exigido la salida de las petroleras de sus territorios 
y amenazado con pasar a acciones más radicales. Como l@s Kichwas, que el 
31 de mayo de 2006 celebraron una asamblea histórica a la que asistieron 
9 comunidades indígenas para ratificar su total oposición al ingreso en 
sus territorios de la empresa petrolera PERENCO. L@s Huaorani también 
han exigido la salida de Repsol y Petrobrás. En mayo de 2006 el gobierno 
de Ecuador rompió el contrato con la compañía usamericana Oxy y requisó 
las instalaciones de esta por delitos contra el medio ambiente y 42 
violaciones de la ley. L@s shuar y achuar llevaban años exigiendo la 
salida de esta petrolera.
Pero además de la guerra declarada, otros grupos deciden mantenerse 
fuera del sistema tomando otras medidas de presión con las que atraer 
publicidad y medidas contra las multinacionales. Un ejemplo es la famosa 
amenaza de suicidio colectivo de l@s U'wa (Colombia) acosados por la 
petrolera Occidental Petroleum (Oxy) (a quien sutituyó Repsol YPF) es 
una de estas. Para l@s U'wa el petróleo representa la sangre de la madre 
tierra y su extracción significaría su muerte y también la de su gente.
Pero la acción y el valor indígenas van mucho más allá de la simple (y 
necesaria) protesta (a mi me causó emoción ver a Huaorani con sus 
atuendos típicos, sus tocados de plumas, sus torsos desnudos e incluso 
sus lanzas y cerbatanas asistir a manifestaciones en la ciudad contra 
las petroleras).
Muchos han usado la acción directa y otros métodos disuasorios del mismo 
modo que aquí se cortaron los cables de transporte de hormigón para el 
pantano de Itoiz.
A finales de agosto de 2006, l@s guaraní de Bolivia ocuparon la planta 
de Repsol YPF de Parapetí. Aunque ésta es una de las empresas a la que 
le afectó la seudo-nacionalización de los hidrocarburos promovida por el 
gobierno de Evo Morales, la situación para muchos (sobre todo para los 
indígenas) no ha cambiado. Un@s 300 Guaraní de 7 comunidades ocuparon la 
planta pacíficamente e instalaron un campamento. Est@s amenazaron con 
cerrar las válvulas de un gasoducto que transporta gas a Brasil si la 
empresa no aceptaba sus demandas. Previamente habían sido instruidos 
para que no corrieran peligro con su acción al manipular las válvulas.
En junio también otros 350 indígenas de Xingú (Mato Grosso, Brasil) 
pertenecientes a las etnias kamaiurá y xavante ocuparon una central 
hidroeléctrica en obras y amenazaron con volarla con dinamita. L@s 
activistas retuvieron a 300 obreros y destruyeron a mazazos parte de las 
instalaciones de la hidroeléctrica en construcción. El embalse 
Paranatinga II se sitúa en un lugar sagrado por los pueblos originarios 
y alberga numerosos sitios arqueológicos. Este contendrá las aguas del 
Cululene, el principal afluente del Xingú que riega la reserva de su 
nombre donde habitan 5.000 personas pertenecientes a pueblos originarios.
L@s pemones también han utilizado el sabotaje contra el desarrollismo 
destructor. En Octubre de 2000, activistas de este pueblo derrumbaron 7 
torres de tendido eléctrico al sur de Mapaurí. La lucha contra el 
Tendido Eléctrico de Venezuela a Brasil fue ignorada por Chávez, quien 
criminalizó a las comunidades pemonas en resistencia. Este tendido 
atraviesa territorio Pemon ya afectado por la construcción de una 
carretera (Troncal 10) que atraviesa La Gran Sabana, el Parque Nacional 
Canaima y una zona también considerada por l@s Pemones como sagrada. 
Ahora Chávez pretende la construcción de un super-gaseoducto desde 
Venezuela a Brasil de más de 8.000 kilómetros atravesando de nuevo 
territorio pemon (mismo recorrido que el proyecto de tendido eléctrico).
Los mapuche (Chile-Argentina) también han utilizado el sabotaje y la 
acción directa sobre todo contra las empresas madereras.
En muchos casos este se ha centrado en dependencias o en maquinaria, 
como la acción del 5 de enero 2003. En ese caso, por ejemplo, una 
plantación de pino fue quemada junto a la maquinaria. El pino se planta 
reemplazando al pehuen (araucaria) árbol sagrado y base alimentaria 
mapuche. Por estas acciones much@s mapuches han sufrido presidio. A 
estos se les deben sumar otros a los que se acusa de participar en estos 
hechos, pero que no los ha cometido, en un contexto de represión 
indiscriminada. A tod@s ell@s se les está aplicando la ley 
antiterrorista, así como un nuevo Sistema Procesal Penal introducido 
como proyecto piloto en la 9ª Región (Chile).
De la misma forma que el ELN revienta oleoductos en Colombia, estos 
también son blanco del MEND en el delta de Níger (Nigeria), pero no por 
los mismos motivos. Nigeria ha sido un país donde las demandas de 
ecologistas y minorías étnicas han sufrido la mayor de las represiones, 
incluyendo ejecuciones como las de Ken Saro Wiwa y otros ocho activistas 
ogoni en 1996 (otros 20 esperaban el mismo sino, pero sus ejecuciones 
fueron suspendidas debido a la presión internacional). Ante esta 
situación y las incesantes violaciones de derechos humanos y ambientales 
de las multinacionales es lógico que la respuesta se intensificara.
El MEND (Movement for the Emancipation of the Nigerian Delta) está 
conformado por grupos étnicos minoritarios de la zona, como los Ijaw. 
MEND se ha puesto como objetivo «destruir totalmente la capacidad del 
gobierno de Nigeria de exportar petróleo». Para ello MEND realiza 
sabotajes, aunque se han armado también robando armamento al ejército 
petrolero nigeriano (como el 19 enero y 23 de marzo de 2006, cuando 
robaron metralletas y lanzagranadas), estableciendo que no buscan la 
pérdida de vidas humanas. Para ello también han expresado a sus 
comunidades el abandono de zonas cercanas a instalaciones petroleras 
para evitar daños. Después de una acción en diciembre de 2005 MEND 
volvió con una mayor el 12 de enero de 2006 cuando voló 3 oleoductos y 
atacó un barco petrolero con lanzagranadas. Ese día MEND también capturó 
4 mercenarios que soltó 18 días más tarde. MEND exigió a la Shell el 
pago de 1,5 billones de dólares a una comunidad por daños causados por 
escapes de petróleo. Cuatro días más tarde el MEND destruyó una estación 
petrolera y dos botes militares. Los activistas fueron interceptados por 
lanchas militares. En el consecuente tiroteo las dos lanchas militares 
fueron hundidas causando la muerte de varios militares (cifras 
desconocidas).
El 23 de marzo activistas se encontraron en una situación parecida, 
capturando la lancha y armamento. Como resultado 3 militares murieron y 
los demás escaparon. En febrero de 2006 MEND intensificó su actividad 
como respuesta a la represión a los Ijaw por el ejército nigeriano. Esta 
consistió en 4 ataques en 5 días contra oleoductos y plataformas de 
extracción. MEND también secuestró a 9 trabajadores de la Shell. Al 
final, el activismo del MEND dio sus frutos y paró la producción 
petrolera en la zona. Como resultado de estas acciones Shell desalojó a 
330 de sus empleados por su seguridad. La última acción que conocemos 
data del 29 abril de 2006 cuando MEND explotó un coche bomba con el 
efecto de volar cisternas petroleras. MEND también ha amenazado con 
volar por los aires la mayor planta de gas de Nigeria. Shell es la mayor 
compañía que opera en el país de mayor producción petrolera de Africa, 
toda ella concentrada en el delta del Níger. Las petroleras se han hecho 
con las tierras y las han contaminado, al igual que el agua y el aire. 
Pese a los altos beneficios de las multinacionales, la población local 
permanece en la pobreza más absoluta. El gobierno militar nigeriano 
(antes dictadura militar) siempre apoyó a la Shell y a otras petroleras 
y reprimió y ajustició a aquellos que mostraron oposición. Los pueblos 
originarios como los Ogoni o los Ijaw han vivido en sus carnes esa 
represión.
Otro caso de exitosa lucha contra las multinacionales destructoras fue 
el de la población de la pequeña isla de Bouganville, donde la empresa 
RTZ se adueñó de la isla para convertirla en una gran mina abierta de 
cobre: 500 m de profundidad y 7 kilómetros de largo. La mina dejó a l@s 
nativ@s sin tierra, sin casas y sin su habitat y, por si fuera poco, lo 
contaminó todo. En 1988 l@s nativ@s comenzaron a tomar cartas en el 
asunto y, tras robar dinamita a la empresa, empezaron a volar postes de 
alta tensión, maquinaria y edificios de la empresa. El Ejercito 
Revolucionario de Bougainville (lo más lejano a un ejercito...) 
consiguió sacar a la compañía de la isla. Desde entonces, han logrado 
producir vehículos y armas para su autodefensa utilizando los deshechos 
dejados por la compañía. Para carburante también utilizan su propio 
biodiesel hecho de aceite de coco.
Otra zona de gran actividad multinacional es Papúa Occidental, zona 
donde existen grupos étnicos y tribales que no se conocen entre ellos 
debido a la topografía y al escaso desarrollo (industrial- tecnológico). 
Estos grupos tribales también se han enfrentado con lanzas a las 
multinacionales. Si la mina de Bouganville era grande, la de oro y cobre 
de Papúa Occidental lo es todavía más (Freeport-McMoRan Copper & Gold 
Inc-USA). En 1981, por ejemplo, activistas volaron tuberías de esta 
compañía. Los grupos tribales están organizados en cierta forma bajo el 
Movimiento para una Papúa Libre (Organisasi Papua Merderka -- OPM), una 
red de guerrer@s tribales. Indonesia ha practicado una represión brutal 
con ejecuciones sumarísimas: se calculan 300.000 muertos desde 1962.
fuente: revista Ekintza Zuzena Número 34. 
www.nodo50.org/ekintza 
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http://www.nodo50.org/ekintza/>