Autor: Profesor J Data: Para: lista por una ronda de pensamiento autonomo entre sujetos de los movimientos argentinos Asunto: [Pensamientoautonomo] Depredación empresarial y resistencia
De un tiempo a esta parte en los territorios controlados por el estado
chileno se ha hecho evidente el fuerte avance de las empresas depredadoras
arrasando con la naturaleza, las comunidades adyacentes y la población en
general. Al mismo tiempo la resistencia ha ido aumentando progresivamente y
en algunos casos se han obtenido importantes victorias gracias a la
autoorganización de los de abajo. Pareciese que las batallas de Ralco y las
marchas por el agua en Iquique hubiesen inaugurado un ciclo diferente. Por
una parte la denuncia, la crítica y la divulgación permitían dar a conocer e
impedir el aislamiento y la impunidad en torno a las graves consecuencias
sociales de esos grandes emprendimientos, y por otra parte la comunidad
involucrada se envolvía en dinámicas de autoorganización para oponerse con
el cuerpo.
La denuncia y el papeleo se transformaron en un espacio testimonial, donde
profesionales, ONGs y partidos asumen un rol protagónico y las actividades
burocráticas o negociaciones son el punto nodal de la batalla. Dos actitudes
son posibles de verse allí: por una parte la disputa de simpatías, donde las
ONGs aparecen "justificando" sus fondos (mal que mal son una "forma de
vida"), los partidos intentan asegurar bases de apoyo electoral y algunos
profesionales incluso han llegado a presentarse como candidatos a la
presidencia de la república. Sea como fuere, es perceptible la intención de
orientar y mantener el debate a nivel de polémicas, presiones y
declaraciones que resulten en "actitudes" u "opiniones" de la población, que
luego debiera apoyar ciertas propuestas que de ganar podrán resolver las
situaciones. Así se "acostumbra" a la gente que las soluciones llegan por
arriba y que el cuerpo a cuerpo de los de abajo es solamente para contar con
presión negociadora. Dicho sea de paso, es eso lo que permite también
presentar proyectos para acceder a fondos concursables. Una segunda
modalidad, aunque en una escala muy reducida, es que desde estas
instituciones y personas se sugiera o se apoye la autoorganización social
local para la resistencia corporal y lucha activa por la defensa de los
territorios y la vida, reconociendo el protagonismo desde abajo para detener
la depredación y salvar la salud y la vida.
El estado por su parte prioriza su accionar en dos ámbitos: por una parte
estimulando el diálogo con esas ONGs, personas y partidos abriendo canales y
laberintos donde se desgasta el movimiento y se promueven futuros líderes o
candidatos debidamente domesticados, expertos en moverse por los pasillos
del poder para gestionar la papelada, y por el otro lado mediante la fuerte
represión a los agrupamientos sociales o población que se levanta a
enfrentar la ofensiva empresarial con sus propias manos en el terreno mismo.
Así se disminuye y deslegitima la acción social al tiempo que se abre cauce
para los negociadores y propagandistas. Se previene que no haya protagonismo
social y se educa para ser ciudadanos respetuosos que aceptan las reglas del
juego a punta de palo y lacrimógena. A los líderes y candidatos les conviene
ese juego y al estado le interesa que sea así. Todos en la santa paz. Digo,
todos los de arriba.
En el Forro Social chileno se presentó la presidenta de la junta de vecinos
de Los Caimanes denunciando la grave situación derivada de los desechos de
la minera Los Pelambres, su nota fue recogida por gente que la circularía
ampliamente juntando firmas y de ahí no pasaron. Hubo reuniones con esa
gente que apoyaba y se les propuso ir en caravana desde otras ciudades a
apoyar, pues ellos se quedaron con la exclusividad de los "contactos", pero
sólo se recibieron evasivas. Quedó claro que se trataba solamente de apoyo
testimonial, denuncia al viento.
El problema de la prospección de agua y uso para la minería de las napas
subterráneas de los pueblos de comunidades aymaras al interior de Iquique
fue el estopín que permitió que muchos de ellos, habitantes de la ciudad, se
movilizasen y se extendió la conciencia e incorporación a la lucha. Esas
batallas han quedado ya como un factor emblemático y forman parte del actual
proceso de reconstrucción identitaria de ese pueblo nación.
La lucha de Ralco fue más emblemática aún, donde la empresa y el estado
aprovecharon que se trataba de un sector donde vivían pocas personas, la
mayoría de edad, y avasallaron terrenos sagrados, históricos y culturales,
con lo que el atentado fue de mayor dimensión. Es cierto que esa lucha
involucraba a todo el pueblo mapuche y de hecho muchos salieron a la
palestra desde diferentes lugares, pero ha quedado como una nueva derrota
social y una nueva muestra del poderío empresarial para lo que no sirvieron
de nada los negociadores.
Distinto fue el caso de Celco en Valdivia, donde la muerte de cisnes fue el
detonante para que diferentes sectores sociales saliesen a la calle, algunos
solamente a hacer presión y otros, más inteligentemente, sembraron fuertes
semillas de autoorganización social. El hecho es que fue el antecedente que
permitió legitimar la lucha de Mehuín, donde la propia comunidad de
pescadores artesanales, con apoyo de otras caletas y la intervención directa
de comunidades mapuche impidió la continuación de las investigaciones en el
mar encomendadas por la empresa con protección de la marina de guerra que
disparaba como en tiempos de la dictadura militar contra el pecho de los
pescadores que valientemente desafiaban a todos los poderes del estado y del
capital a punta de cohesión social, solidaridad, cooperación y apoyo mutuo.
En el caso de Pascua Lama, lo interesante fue el proceso de reorganización
de los comuneros diaguitas, que llegaron a alcanzar el reconocimiento del
gobierno como pueblo, cosa que siempre se les había negado y ahora se hace
con la esperanza de desmovilizarlos e "integrarlos". Ese ha sido hasta ahora
el mejor resultado de esa lucha contra la empresa aurífera. Las comunidades
diaguitas y campesinas de la región a ambos lados de la cordillera están por
que no haya explotación minera, debido al grave daño que eso va a traer a la
agricultura, las aguas, la salud y la vida, pero las ONGs, en especial
Oceana, desviaron la atención exclusivamente al respeto de los glaciares,
con lo que dieron la fórmula a la empresa de presentar un proyecto de
explotación minera pasando por debajo o el lado de los glaciares, sin
afectarlos. ¡Vaya argucia! Los que "apoyaban" la lucha se fueron por otro
lado. Habrá que empezar a desconfiar. Lo que queda de conclusión es que hay
que apoyarse en las propias fuerzas de las comunidades y dejar de escuchar
los cantos de sirena de la banda de ONGs, personas y partidos que con el
pretexto del apoyo, usan esas necesidades para su propia cosecha. La
ecología ha sido un buen negocio y lo seguirá siendo mientras esas
instituciones sigan con sus afanes, salvando las pocas excepciones que hay
que destacar y que de hecho se ponen directamente al servicio de la
autoorganización social local.
Muy diferente es el caso de la lucha del pueblo mapuche, cuyas comunidades
han sido capaces de propinar fuertes golpes a las empresas y acciones de
recuperación territorial en el camino de su autonomía y reconstrucción de la
libre determinación. La experiencia de Mehuín sin duda va a servir como un
ejemplo de resistencia sólida de los de abajo apoyados en sus propias
fuerzas.
Así, la mayoría de las ONGs, personas y partidos que giran en torno a esta
lucha contra la depredación capitalista, lo hacen para acrecentar sus
méritos ante sus jefes, reordenar la insatisfacción social en torno al
papeleo burocrático y calmar las aguas.
Ahora estamos frente a la nueva ofensiva de Celco que intenta montar la
celulosa Nueva Aldea en la región del Itata con firme apoyo del gobierno.
Gente del lugar se ha reunido y constituyeron el Grupo de Defensa del Itata
GDI mientras las instituciones comienzan una nueva campaña para ponerse a la
cabeza de la protesta. Los compañeros del GDI han organizado reuniones
invitando a personas, comunidades y organizaciones sociales de todo el país.
Así este conflicto vuelve a reunir a esos dos actores, por una parte la
población local intentando agruparse y buscando apoyos horizontales, y por
la otra las instituciones ya comentadas intentando subirse a la cresta de la
ola para promover sus propios intereses.