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NUESTROS SUEÑOS, NO CABEN EN SUS URNAS
19 de Julio de 1976 - 19 de Julio de 2006 a 30 años de su caída en combate,
La Fogata recuerda al Cdte. Mario Roberto Santucho
En las palabras de quien lo sucediera al frente del PRT-ERP y del compañero Carlos Revello, periodista y antiguo militante del MLN Uruguayo.
Reencuentro con Mario Roberto Santucho
Por Luis Mattini
La Fogata
A Mario Roberto Santucho le decían "Roby", sobrenombre que no es de mi gusto porque me suena una contracción artificial con deje anglosajón, igual que Gaby por Grabriela o Willy por Guillermo. No es cosa de nacionalismo idiota sino de sensibilidad musical. Las lenguas son en primer lugar sonido y cada una tiene su cadencia.
Intente Ud. pronunciar correctamente en inglés "Walter" junto con García y después me cuenta. .En todo caso en la militancia de los primeros años le decíamos "Cabeza Chata", o simplemente "el cabeza", no por referencia a sus ideas sino por la forma peculiar de su cráneo. En fin. por fuerza de los hechos, me resigno a llamarle Roby.
Luis Segovia, el dirigente de los metalúrgicos de Villa Constitución, dijo de él en 1975 : "Este hombre que reúne en su persona la intelectualidad de Lenin, la humildad de Ho Chi Min y la garra del Che"
Por su parte Domingo Mena, quien por lo común veía en mayor profundidad que la media, comentó ácidamente: ¿Y la garra de Lenin? Elocuente ironía que sintetizaba un gran malentendido de la época: si las garras se expresan solo con testículos cargados de pólvora. Y para ser precisos, si bien es cierto que el Roby poseía una aguda inteligencia y una notable sencillez, no eran ni la intelectualidad ni la humildad lo que lo diferenciaba de los demás.
Porque lo que no caben dudas es que Roby era diferente a todos nosotros. Cuando digo "nosotros" me refiero a un par de docenas de dirigentes de máxima responsabilidad de las organizaciones armadas.
Benito Urteaga, Domingo Mena , Enrique Gorriarán, Mario Firmenich, Roberto Quieto, Marcos Osatinky , Luis Pujals, Mario Mendizábal, Sabino Navarro, Luis Ortolani, Carlos Germán, etc. Los he conocido y tratado a casi todos y estoy seguro que éramos hombres de mayores o menores talentos pero en todo caso más o menos parejos, Cada uno podía destacarse en algún aspecto más que el otro, pero había una media común y una impronta de época. Una generación cuyo mayor mérito fue "atreverse" y hacerse cargo de lo que considerábamos el desafío de nuestro tiempo. La generación del hacer. Característica esta en la que el Roby estaba a la cabeza. Por eso es difícil establecer en qué consistía la diferencia de Santucho con todos los demás.
No, no es sencillo describir, menos aún demostrar, qué es lo que hacia que Santucho fuera Santucho. Y más engorroso todavía para mí, que he tenido la ventaja de educarme desde niño en el rechazo a todo tipo de idolatría y desde la adolescencia - gracias a Don Enrique Giesch y a Silvio Frondizi - en un marxismo despejado del culto a la personalidad.
Pero como al mismo tiempo tengo el privilegio de ser el sobreviviente que más tiempo ha estado a su lado en el período determinante de su vida, es que procuraré calibrar los adjetivos sobre la personalidad del fundador del ERP e intentar mostrarlo, tal cual yo lo viví.
Mi primer encuentro con Roby fue de lo más inesperado.. Los acontecimientos nacionales se precipitaban, la CGT de los Argentinos estaba en auge con Ongaro al frente y Córdoba a la vanguardia con Tosco a la cabeza. El PRT ventilaba sus asuntos en período precongreso y al mismo tiempo, sobre todo en Rosario, se desarrollaban las primeras acciones armadas urbanas, acompañando la movilización creciente del campo popular.
Santucho había convocado a V congreso y tres semanas antes realizabamos el plenario precongreso de la regional Buenos Aires. Llegamos al departamento de los padres del Quique Gelter en pleno Barrio Norte. y cuando subimos nos recibió Luis Pujal quien de inmediato nos entregó sendas capuchas y nos indicó, "Pasillo al fondo a la derecha". .Entré a la habitación en donde había un grupo de encapuchados preparando el temario de la reunión. Cuando esta se inició con el primer punto "Plan de fuga", como era de rigor, se produjeron chicanas al momento del recuento del armamento disponible. Varios habíamos ido desarmados porque la orientación era andar armado solo en situación operativa y no faltó un comentario irónico en el sentido de qué clase de combatientes éramos que no llevábamos ni una cortaplumas. . Alguien no lo dejó pasar y dijo que era una cuestión de línea y no de valores personales. "Si la línea es traer el armamento yo no tengo problemas de venir con una bolsa de revólveres" -,.. Arreglados los asuntos de las credenciales congresales, dos personas fueron presentadas como miembros del Comité Central. Miguel y Rafael. El documento en discusión había sido escrito por Benito Urteaga y lo llamaban ."El mamotreto de Mariano" tenía como doscientas páginas para contestar los documentos, no menos voluminosos ni menos mamotretos, de las otras dos tendencias. Pero a la hora de pasar a la discusión, Miguel y Rafael presentaron un proyecto de apenas ocho hojas que el segundo leyó y argumentó con una elocuencia que no ahorraba modestia. Cayó mal a la mitad de los plenaristas, un poco porque no tenía nada que ver con el mamotreto, pero principalmente por el tono del disertante. Por mi parte cuestioné la forma, la falta de mandato de los delegados para considerar un proyecto no discutido por las bases como lo había sido en "mamotreto" . De todos modos este cuestionado proyecto me parecía una superación, un aproximación de guía para "pasar a las hostilidades" que por otra parte ya estaban iniciadas en los frentes de lucha. Por ello propuse postergar el congreso un par de semanas para bajar el proyecto a las bases. .Yo era relativamente nuevo en el Partido, desconocido para la mayoría de los presentes, pero el Indio Bonnet me había presentado como el delegado de la zona más "proletaria" de la regional. Con semejante certificado compensaba la desconfianza, por lo que la propuesta, como venida "de la clase", encontró eco a regañadientes favorable. Por un lado nadie quería postergar el Congreso pero por otro estaban muy fastidiados por la pedantería de Rafael.
Entonces usó de la palabra Miguel quien prácticamente no había abierto la boca. Escuché la voz norteña, pausada, arrastrando alguna erre, de un enmascarado que se ayudaba con la mano con la palma hacia arriba juntando el pulgar con los demás dedos en ademán de confianza en vez de levantar el índice amenazador. Defendió paso a paso el documento con un discurso, pedagógico, convincente y, como dirigiéndose a mi propuesta, concluyó: "La lucha de clases urge y no podemos atarnos a formalismos cuando la verdad llega por caminos imprevistos". La forma de su exposición me impresionó. Pero con los años comprendí que no era la forma, sino el contenido, no en el sentido objetivo de la racionalidad de las propuestas, sino la subjetividad de alguien que convencía porque estaba convencido. Era - como supe después - Mario Roberto Santucho.
El próximo encuentro se produjo a los pocos días ya en el V congreso y, por supuesto sin máscaras. Tenía treinta años, de cuerpo no grande pero fornido derrochando vitalidad; moreno, de cabello renegrido con un mechón rebelde que le caía sobre la frente, nariz de San Martín, ojos pequeños, oscuros y penetrantes, no obstante a veces relampagueantes a veces huidizos.
Mantenía la cortesía santiagueña despojada de melosidad por una sonrisa cálida, que trasformaba rapidamente en carcajada si la situación lo ameritaba, Consevaba la concordancia entre su lenguaje de clara dicción, preciso y económico, con los suaves modales. Sin embargo esa ambivalencia entre profundidad fuga en su mirada, me desconcertaba.
Nunca pude determinar si era una manifestación de timidez o una inconsciente toma de distancia con el interlocutor. Quizás ambas cosas. Porque la timidez se eclipsaba con su envidiable seguridad expresada en todos los casos con extrema sencillez.
Debo detenerme en este aspecto porque ha sido el que más condicionó mi relación personal con él. Porque en efecto, asumí a Santucho sin reservas como el jefe indiscutido, sin perjuicio de discutirle matices de la política o contenidos ideológicos parciales de algún aspecto. Desde mi punto de vista era un hombre de una aguda inteligencia, pero era imposible saber cuanto amplio sería su espíritu debido a que dirigía sin distracción toda sus energías solo a aquello que él consideraba útil a la revolución y quizás más que a la revolución, a su instrumento: el partido. . Hay que recalcar esto, la dificultad no pasaba por la concentración a la revolución, porque eso fue el rasgo guevarista de la época, mi dificultad consistía en que yo creía ver en otros compañeros mayor sensibilidad para extender en calidad y cantidad las cosas "útiles a la revolución" y este vacío no facilitaba una relación que transformara la franca camaradería - como la que disfrutábamos - en amistad. Desde luego, no puedo juzgar cuanto de estrechez tendría y tiene mi pretendida amplitud. Pero en todo caso lo sentía así y mi enigma era comprender en qué consistía la ascendencia del Roby sobre nosotros. Porque esa superioridad yo la sentía más con el cuerpo que con la cabeza y esto dicho en sentido lato y puesto a prueba.
En efecto, lo ocurrido durante la realización del Comité Central en Moreno en el año 1976, - hecho que se relata en otras páginas - es ilustrativo. Cuando se dió la orden de retirada yo salí junto a Roby como estaba planificado, precedidos de un combatiente con FAL que abría camino. Empezamos a correr, dejando el hombre del FAL que nos cubría, en medio del tiroteo y mi único sentimiento era que Santucho pudiera retirarse ileso. Por eso me adelanté para destrabar la tranquera y me detuve a esperar que pasara consciente que podían empezar a disparar desde ese lado. Literalmente puse mi cuerpo delante del suyo. Cuando hube comprobado que subía al Torino expropiado junto con Carrizo al volante y protegido por el FAL sentí que habíamos ganado la mitad de la batalla.
Sólo a partir de allí me concentré en ponerme a salvo. Y desde luego tengo edad suficiente como para no contar esto como una pretendida hazaña personal, hago énfasis en un acto del cuerpo. Jamás mi mente racional y antiidólatra, hubiera propiciado la consigna "la vida por Santucho".
Volvamos al Congreso. Después de arrojar , en un acto de salud intelectual, el "mamotreto de Mariano" al Río Paraná, se iniciaron las deliberaciones bajo la presidencia de Luis Pujal y Enrique Gorriarán. Allí el contraste entre Santucho y buena parte de los oradores fue mayor. Rafaél, nombre de guerra del célebre José Baxter, exponía en lenguaje florido aderezado con gestos dramáticos, como si hubiera sido el General Giap después de Dien Bien Phu, El gringo Menna atronaba con su vozarron que compensaba su corta estatura con un discurso convincente y sustancioso. Daba gusto escucharlo. . El indio Bonnet parecía el rubio Menelao declarando la guerra a Aquiles, también con una notable claridad de exposición y Luis Ortolani gastaba una energía arrolladora y gran precisión conceptual en sus argumentaciones. El negro Mauro ( Carlos Germán de Córdoba) en cambio, arengaba a gusto mirando como de "de rabo de ojo a un costado" con ese porte tanguero del barrio de San Vicente, citando al "camarada Mao", rebatido a la vasca por Benito Urteaga. Por supuesto yo puse mi parte en mi estilo que otros juzgarán, centrando en cuestiones de ética revolucionaria, hasta que de pronto el Cuervo, envidiable asador, tocó zafarrancho de almuerzo en una parrilla de bogas, bagres y hasta un pequeño dorado, bautizada con vino de la costa, solo un poco mejor que el actual tetrabrik. Todo un símbolo de la austeridad del PRT, el congreso se estaba financiando con un asalto a un tren en el que se habían obtenido varios millones de pesos y se almorzaba bagres o asados de tira más cerca de la falda que del lomo y con vino común. La voracidad de los congresales era propia de una treintena de jóvenes pletóricos de entusiasmo con el estímulo del aire de la Islas Lechiguanas, pero aún así el apetito del futuro comandante era difícil de empardar.
Reanudada la sesión tomó la palabra Santucho. Al principio su rostro era Buda. Su dicción muy clara , aunque sin la fluidez y los recursos de la retórica de los otros oradores. Arrastraba para destacar las palabras que hacían énfasis en las ideas y uno sentía como "entraba en la voluntad de los demás como el cuchillo en la manteca", si se me permite parafrasear a Neruda. Santucho persuadía, convencía. Y no convencía porque era el que más sabía, si de conocimientos adquiridos se tratase, convencía porque era el que más creía. En mi larga vida militante solo conocí alguien que le superaba en esa fascinante capacidad de seducir y persuadir, aunque con un don para la oratoria y una personalidad totalmente opuesta, Fidel Castro.
Sería por demás aburrido e inútil recordar los ejes de las argumentaciones. No era cuestión de razonabilidad. Todos los discursos estaban preñados de racionalidad y arengas y, a su manera, cada uno era válido, porque en el fondo no había una "verdad objetiva" que dilucidar, un camino conocido que seguir, sino discutir una apuesta, inventar, e inventarnos nosotros mismos. Tampoco era resultado de la retórica, pues Santucho comparado con varios de los presentes no era un orador fluído y sonoro. . Cierto es que el Roby tenía su "barra", los tucumanos, delegación numerosa que, salvo Clarisa Laplacé, parecía hacer del silencio un culto proletario y rumiaba una fuerte desconfianza hacia Baxter y, por otro lado, los rosarinos, heterogéneos y más proclives a la acción que al debate.
Pero la delegación de Córdoba era un tanque ruso que disparaba con toda la munición de la verborragia mediterránea. Buenos Aires no se le quedaba atrás y para ambos grupos, incluído el que esto escribe, Santucho a la sazón todavía no se había convertido en "el comandante". Era uno más pero ya con algo más..
Al poco tiempo del golpe de estado de 1976, en plena orgía del horror de los secuestros y las desapariciones, la represión capturó a su tres hijas preadolescentes junto con su cuñada en una casa del Gran Buenos Aires. En la cabecera de la mesa del Buró Político Santucho presidía la sesión tal vez más difícil de su vida. Estábamos a la espera de Eduardo Merbillá que realizaba una intensa y muy peligrosa investigación sobre el posible paradero de las niñas y la tía y, sobre todo, las intenciones de los militares. .Sabíamos que las posibilidades de la imaginación no podrían superar a la realidad. Todos pensábamos un intento de extorsión y era necesario discutir los pasos a seguir. Ninguno se atrevía a decir lo que pensaba, las posibles variables eran tantas. Repasábamos monótonamente los hechos hasta donde se conocian con palabras medidas por miedo a decir alguna trivialidad. . Con nosotros estaba Edgardo Enriquez, dirigente del MIR de Chile, un hombre de cultivada sensibilidad ética y estética, quien más tarde nos manifestaría francamente impresionado ante el temple de Santucho. "¡Coño! este hombre es la personificación el ERP". Pero posiblemente en Edgardo primaba el relato épico , las narraciones con que los protagonistas de la historia suelen aturdirse para darse coraje en su propia obra: . Las madres criollas ofrendando sus hijos a la patria naciente, Stalin respondiendo a Hitler "No canjeo un soldado por un general" cuando el nazi le ofreció la vida de su hijo prisionero a cambio de un general alemán. El General falangista Moscardó defensor del Alcázar de Toledo rechazando la extorsión de los asturianos y diciendo a su hijo, al otro lado del hilo teléfonico en manos del enemigo. ¡Grita Viva España! La madre del mambise cubano que recibe la noticia que su hijo está prisionero de los gachupines y lo niega. "Si está prisionero no es mi hijo". El informante aclara: " - Pero no chica, es que está herido."
-¡Ah, entonces sí es mi hijo!" Alicientes acumulados, retransmitidos en cánticos de guerra, que funcionan de modo parecido al fragor de la batalla que impiden ver los ojos del soldado enemigo y explican por qué hombres normales puedan dar muerte a otros hombres normales. Sin embargo, qué diferencia leer esas historias en los libros, volcadas a la tela o en el movimiento de la pantalla del cine, con vivir ahi, presente, al Roby padre de tres niñas, que ya habían perdido a su madre en los fusilamientos de Trelew . Ahí estaba el padre enfrentado al Comandante Santucho , en silencio, su mirada detenida en ese intermedio entre la profundidad y la fuga que yo creía captar. Nos miraba a todos sin parecer ver a nadie, Su rostro no decía nada. La tensión extrema entre el padre y el jefe y quizás como nunca uno percibía su estatura de Jefe, eso que lo hacía diferente. Y uno intentaba meterse en él, ayudarle, pero era inescrutable. Solo los cambios en los tonos del moreno de su cara ofrecía alguna señal de lo que pasaba dentro de su alma. ¿Tonos?. No precisamente, tal vez más que el color fuera la tesitura de la piel.
Emanaba ese imponderable del mármol esculpido por Rodín, como si la piel no pudiera ya contener más la energía del cuerpo y una inconmesurable tristeza no encontraba siquiera el consuelo de la catarata de lágrimas. .
Y yo lo creía percibir en esa especie de punto intermedio entre la profundidad y la fuga de su mirada. Y hoy me doy cuenta, sin haberlo sabido en aquel entonces, que ese era el Santucho por el cual poníamos el cuerpo sin vacilar. Porque no era el todopoderoso sino el que podía actuar a pesar de todo.
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En memoria de Mario Roberto Santucho
por Carlos Revello
La Fogata
Las generaciones de precursores del movimiento revolucionario en América Latina presentan -para los historiadores- ciertos problemas. Era tal la presión por el cambio social y el ritmo que la situación política demandaba que los dirigentes y las ideas se renovaban unos y otras. Cambios que, en tiempos pacíficos, llevan generaciones enteras. La solución de problemas teóricos y prácticos, la respuesta a las tácticas del enemigo, el afinamiento de las respuestas nacionales a los problemas del cambio, están en la base de todas estas mutaciones. La teoría de que las revoluciones eran exportadas se demuestra completamente falsa. Si los partidos comunistas hubieran estado a la altura de las circunstancias y no en un seguidismo estéril y mecánico la historia hubiera sido bien otra. Que las revoluciones son las locomotoras de la historia se aplica perfectamente en el caso latinoamericano.
Mario Roberto Santucho es uno de esos precursores en la Argentina, pero su acción y su obra lo trasciende y tiene importancia y referencia para toda América Latina. Nació el 12 de agosto de 1936, murió, en combate, el 19 de julio de 1976. Tenía 40 años de edad. Hasta el día de hoy una parte inmensa de la documentación sobre su vida está oculta. De la misma manera sus restos físicos no tienen sepultura legal y sólo se sabe que los paladines de la democracia, los hombres del uniforme, los supuestos caballeros honorables, no se conformaron con la muerte de un adversario sino que se ensañaron con los restos físicos, como los cobardes sin honor que siempre han sido. Reclaman aún sus hijos los restos.
El silencio oficial -la terca voluntad de los oficiales superiores, todos con escuela de Estado Mayor- les responde.
¿Qué es lo que motiva estos odios, tanta irracionalidad, la absoluta incapacidad de los mandos superiores de actuar profesionalmente? -El odio de clase.
Los mismos militares que son capaces de rendirse como lo hicieron en las Malvinas o de tomar prisioneros con respeto a las normas de la guerra, son capaces de la caballerosidad con los extranjeros (que antes fueron amos), pero incapaces del más mínimo respeto con sus compatriotas que los enfrentan con las armas en la mano. La caballerosidad, en nuestras guerras civiles, siempre ha estado por el lado de los insurrectos, los otros, los hombres del entorchado, se han comportado siempre como bestias. Y como bestias que se olvidaron de los manuales y de las convenciones deberán ser juzgados cuando el momento llegue. Por criminales de guerra.
¿Hemos reflexionado alguna vez sobre ese aparente comportamiento mecánico? Cómo era posible que los civiles en armas, que aprendieron sus rudimentos militares en los ejércitos, de su breve pasada por ellos, tomaran el espiritu de la caballerosidad y del respeto al enemigo vencido? ¿Cómo es posible que los militares de escuela, lo olvidaran? Hay algo que tiene que ver con la esencia humana, que perdura más entre los civiles y que es más fuerte que el odio hacia el enemigo. Que sabe distiguir entre adversario vencido y sus derechos humanos.
Todo militante, todo hombre o mujer honesto, dispuesto a impulsar un cambio social, por una sociedad más humana y más justa, deberá tener presente este antecedente que nos viene desde los mismos albores de nuestra historia. "No escatime sangre de gauchos -decía epistolarmente Sarmiento- es lo único que tienen de humano". Y aquellos pensamientos atroces, bestiales, fueron formulados como teoría a una práctica que viene desde antes de 1811. Son el acerbo de la denominada historiografía liberal argentina, lo que algunos denominan "El Eje, Mayo-Caseros". Practicaron -todos estos "civilizadores" los Pueyrredones, los Soler, los García, los Alvear, Lavalle, Mitre, el gacetillero Sarmiento y muchos otros que vinieron después- como método constante el asesinato de sus enemigos, la violación de sus mujeres, la violencia contra las familias (ni la madre de Quiroga se salvó de que la pasearan en cadenas, como una fiera). Y esa tradición se cultiva en las escuelas militares, en los cursos, en los Estados Mayores. Videla y toda la patota de atorrantes de uniforme han mamado en esa escuela. Los poquísimos oficiales que reconocen estas vergüenzas deben saber que son sus propios compañeros de promoción las bestias y que cualquier regeneración pasa por reconocer los hechos, condenar moralmente los excesos y someter los individuos a la justica por los previstos penales en los que han incurrido. Y debería ser agravante, la circunstancia, de que los delitos los practicaran con sus propios compatriotas.
Y en cambio, cuánta nobleza en los caudillos populares, los "bárbaros", empezando por el primero de todos ellos, nuestro oriental: Don José Gervasio Artigas!!! De ellos viene el "Clemencia para los vencidos" de lo que se olvidaron en la Banda Oriental, los denominados Tenientes de Artigas, esa liga miserable de masones, que la juega a distribuir analisis entre la izquierda, a ver si "cazan", cuando los cambios lleguen.
El revisionismo histórico, que en el Río de la Plata tiene a Luis Alberto de Herrera como precursor reconocido por todos, se ha encargado muy mucho de levantar a aquellos héroes que luchaban defendiendo las provincias, sus producciones, el trabajo humano que en ellas se generaba y la sociedad civil a la que la actividad económica daba lugar. Los liberales de entonces, eran los neo-liberales de ahora. La misma raza maldita del sometimiento y del vasallaje. Absolutamente los mismos cipayos al servicio entonces de Inglaterra, hoy de los Estados Unidos y mañana de cualquier extranjero.
Mario Roberto Santucho viene, en la Argentina, desde ese mismo interior. Donde entre el pueblo, al lado de la historia oficial que se enseña en los manuales escolares, vive en la memoria popular la otra historia, la que oficialmente no se reconoce nunca. La que es tabú, herejía y está proscripta. El indigenismo es parte de ese caudal y a él estuvo ligado Santucho en sus primeros años. Pero también el radicalismo. Cualquier análisis del origen político familiar de los principales jefes y responsables de lo que después será el PRT-ERP lo muestra.
¿Y lo moderno, lo que produce la sociedad industrial? -También está presente en el pensamiento socialista del cual el trotsquismo es una parte. Pero atención: el trotsquismo de la lucha y de la resistencia, no el trotsquismo del aparatismo, de la paja teórica y de los caudillejos y maniobreros con pretensiones de Gran Bonete. El del "vasco" Bengochea, el de Luis Pujal, el de Pedro Bonet, el de Lionel MacDonald, el de Clarisa Lea Place, el de Eduardo Raul Merbilhaá, porque en el Río de la Plata no somos tantos que no nos conozcamos bien. Ni las palabras de homenaje nos brotan de las circunstancias. Son más bien gritos que nos vienen del corazón (el "soronca" como decimos los orientales).
Santucho, por méritos propios, fue el artífice principal de aquella organización política. Y en los meses previos a su muerte, la figura más importante entre los jefes revolucionarios argentinos.
¿Como medir, la vocación revolucionaria que sembraba entre los militantes de su organización? -No la medirán nunca las palabras -ni las nuestras ni las de otros- las mide el enemigo. Para los militantes del PRT-ERP había solamente exterminio. El enemigo sabía perfectamente bien que eran completamente irrecuperables, que habían atado su vida completamente a la revolución socialista en la Argentina. Era el mayor compromiso de todos aquellos: los que murieron y los que -por azar- salvaron sus vidas.
Mucho más habría para decir de este precursor, de este combatiente, de este jefe destacado. Está el tema de la unidad con las otras corrientes del movimiento popular, la creación de la JCR, los militantes chilenos y uruguayos que cayeron en la Compañía del Monte, el tema del paralelo con Raul Sendic. Inclusive el tema de la desviación militarista final, que en más de un aspecto es paradójico y que exige un análisis.
Terminemos sin embargo estas notas recordatorias con las palabras de un adversario, del general Fausto González, publicadas en el libro de María Seoane "Todo o nada".
"Santucho era uno de los enemigos más notorios, más representativos, más tenaces. En cómo terminó esa historia se pueden ver otros elementos: los dirigentes montoneros en su mayoría escaparon del país. Los del ERP murieron combatiendo. Esto, marca dos filosofías diferentes: en cuanto Montoneros ve que ha fracasado su intento busca una salida hacia el exterior. Hay gente del ERP que también salió del país, pero Santucho muere acá, en su ley. Su obsesión no le permitía ver que todo estaba perdido. Eso sí, era un producto de esta sociedad. Virtuosos o equivocados, todos ellos fueron un producto de la Argentina, como Rosas, Urquiza, Sarmiento. A la larga, dentro de muchos años, Santucho será entendido como un producto del país como lo fue Alejandro Lanusse. A lo mejor, fue mucho más representativo de la sociedad argentina Santucho que el Che Guevara. Más aferrado a su tierra, aunque estaba equivocado, dados los problemas del país, y por la situación internacional, Santucho buscó la salida de la revolución. Entonces despreció la democracia (¡?) fue antisistema. Veo improbable -porque estaba menos contagiado por el poder económico que Firmenich- que Santucho hubiera aceptado un indulto. Era más militar en ese sentido, tenía que morir peleando. Era como un héroe de la tragedia griega. Curioso, porque a pesar de estar el ERP en contra de los fascistas, su acción también derivó en un viva la muerte. Y a partir de 1974 comenzó una lucha a muerte de ambos lados. La salida política estuvo ausente y triunfó la lógica de la violencia y perdió la Nación porque desangra a una generación y a las FF.AA. La muerte de Santucho fue sólo un acontecimiento porque existía el convencimiento de que él era sólo la cabeza de un núcleo que iba a seguir accionando Y justamente uno de los errores de las FF.AA. en esta guerra, que fue fundamentalmente política, por el poder, fue quedarse con la derrota militar de un sector y no establecer un pacto político con las otras fuerzas de la sociedad. Por eso las consecuencias posteriores. Y el momento de sentarse con todas las fuerzas políticas para discutir qué hacer con la Nación fue 1974, pero no se hizo. En 1976 ya fue tarde"
Son palabras del enemigo -con todo lo que esto conlleva- pero también Mitre escribió sobre su contemporáneo Artigas, su particular enemigo, palabras que -palabra más, concepto menos- han soportado la prueba del tiempo.
El resto, lo que falta, el verdadero homenaje, lo escribirá la gente trabajadora argentina, cuando derrote definitivamente a los parásitos que la explotan.
Carlos Revello
carlos.revello@???
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Todo Líbano, "blanco terrorista" para el ejército y la aviación israelíes
Robert Fisk
The Independent/La Jornada
La Fogata
El hermoso viaducto que serpentea entre las montañas se ha vuelto un blanco "terrorista". Este viernes, poco después del anochecer, los israelíes atacaron la autopista internacional que va de Beirut a Damasco y dejaron caer una bomba sobre el tramo central del puente de construcción italiana -símbolo de la cooperación libanesa con la Unión Europea-, la cual arrojó trozos de concreto al valle que se extiende cientos de metros abajo. Era el orgullo del asesinado ex primer ministro Rafiq Hariri, el rostro del surgimiento de un nuevo Líbano. Y ahora es un blanco "terrorista".
Así pues, conduje con cautela mi automóvil por el viejo camino montañoso que va hacia la Beeka -los jets israelíes pasaban zumbando-, y al dar vuelta para regresar a la autopista me encontré con un cráter de 15 metros y una anciana que trepaba con dificultad por el borde, tratando de llegar a su casa, ubicada en el valle que resplandecía hacia el este. También se ha vuelto blanco "terrorista".
Eso ocurre hoy en todo Líbano. En los suburbios del sur -donde tiene su cuartel Hezbollah, captor de los dos soldados israelíes-, una tremenda bomba había derribado los costados de edificios de departamentos ubicados junto a una iglesia, arrojando ventanas y balcones destrozados sobre los autos estacionados abajo. Otro blanco "terrorista". Sacaron a un hombre que aullaba de dolor, cubierto de sangre. Otro blanco "terrorista".
Por todo el camino al aeropuerto se veían puentes destrozados, caminos llenos de hoyos. Todos eran blancos "terroristas". En el aeropuerto, lenguas de fuego se elevaban hacia el cielo desde los depósitos de combustible y oscurecían el este de Beirut. Más blancos "terroristas". En Jiyeh, los israelíes atacaron la estación de energía eléctrica... otro blanco "terrorista".
Sin embargo, cuando me acerqué al verdadero cuartel de Hezbollah, un alto edificio en Haret Hreik, estaba -esperen a oír esto- totalmente ileso.
¿Se puede, entonces, perdonar a los libaneses -o a cualquier persona- por creer que los israelíes tienen más interés en destruir a Líbano que el que puedan tener por sus dos soldados? No sorprende que Middle East Airlines, la aerolínea oficial libanesa, pusiera este viernes tripulantes en sus cuatro aviones Airbus que estaban varados en el aeropuerto de Beirut y los sacara a hurtadillas del país hacia Ammán, antes que los israelíes se dieran cuenta de que estaban cargados de combustible y partían.
Los políticos europeos comentan la "desproporcionada" respuesta israelí a la captura de sus soldados, ocurrida el miércoles. Se equivocan. Lo que observo día a día en Líbano es un escándalo. ¿Cómo podría haber una excusa -cualquiera- para los 73 civiles libaneses volados en pedazos en tres días? Lo mismo se aplica, desde luego, a los dos civiles israelíes muertos por cohetes de Hezbollah.
Pero tómese nota, por favor, de que el tipo de cambio de vidas israelíes a vidas de civiles libaneses es ahora de una a más de 30, sin incluir a los dos niños pulverizados en su hogar, en Dweir, el jueves pasado, cuyos cuerpos no han aparecido. Sus seis hermanos y hermanas fueron sepultados hoy, junto con su madre y su padre. Otro blanco "terrorista". Lo mismo pasó con una familia vecina de cinco hijos, que también fueron enterrados este viernes. Otro blanco "terrorista" de Israel.
Terrorista, terrorista, terrorista. Hay algo perverso en todo esto, la matanza y la destrucción en masa y el uso constante, canceroso e hipócrita de la palabra "terrorista". No, no olvidemos que Hezbollah violó el derecho internacional, cruzó la frontera de Israel, mató a tres soldados israelíes, capturó otros dos y se los llevó a su terreno.
Fue un acto de calculada crueldad que jamás debería permitir al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, al sonreír con tanta amplitud en su conferencia de prensa. Ha llevado una tragedia sin precedente a incontables inocentes en Líbano. Y, por supuesto, ha conducido a Hezbollah a lanzar por lo menos 170 Katiushas hacia Israel.
¿Pero qué ocurriría si el impotente gobierno libanés hubiera lanzado ataques aéreos por todo Israel la última vez que las tropas de éste incursionaron en Líbano? ¿Y si la fuerza aérea libanesa hubiera matado a 73 civiles israelíes en ataques con bombas en Ashkelon, Tel Aviv y Jerusalén occidental? ¿Y si un avión caza libanés hubiera bombardeado el aeropuerto Ben Gurión, en Lod? ¿Y si un avión libanés hubiese destruido 26 puentes carreteros en Israel? ¿Acaso no dirían que fue "terrorismo"? Yo creo que sí. Pero si Israel fuera la víctima, probablemente sería también la tercera guerra mundial.
Por supuesto, Líbano no puede atacar Tel Aviv. Su fuerza aérea consta de tres vetustos Hawker Hunters y una ruinosa flota de helicópteros Huey de la época de la guerra de Vietnam. Siria, en cambio, cuenta con misiles que pueden llegar a Tel Aviv. Así que Siria -la cual Israel cree con razón que está detrás del ataque de Hezbollah del miércoles- no será bombardeada. Es Líbano al que hay que castigar. Y aun así decimos que el daño que se le infiere es "desproporcionado" y llamamos a la prudencia.
Este viernes se supo que el gobierno israelí intenta "romper" a Hezbollah -ésa es la rara frase que usó uno de sus altos mandos militares- y destruir su "cáncer terrorista". ¿De veras? ¿En serio creen los israelíes que pueden "romper" uno de los ejércitos guerrilleros más recios del mundo? ¿Y cómo?
Aquí hay cuestiones verdaderas. Conforme a la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) -la misma que sacó al ejército sirio de Líbano-, la milicia musulmana chiíta Hezbollah debió ser desarmada. No lo fue porque, si el primer ministro libanés, Fouad Siniora, lo hubiera intentado, el ejército libanés habría tenido que enfrentar a la organización guerrillera y casi de seguro se habría dividido, porque la mayoría de los soldados son musulmanes chiítas.
Podríamos ver el reinicio de la guerra civil en Líbano, hecho del cual Nasrallah está cínicamente consciente. También los intentos de Siniora y su gabinete por encontrar un nuevo papel para Hezbollah, el cual tiene un ministro en el gobierno (el de Trabajo), se vinieron por tierra. Y el mayor peligro ahora es que el gobierno libanés se derrumbe y sea remplazado por un régimen pro Damasco que vuelva a invitar a los sirios al país.
Así pues, hay un verdadero enigma que resolver. Pero no se va a lograr con un bombardeo en masa de Líbano por Israel. Ni con la obsesión por los terroristas, terroristas, terroristas.
Llamado a causar "menos daño"
La noche de este viernes, Beirut volvió a estremecerse con la vibración de bombas luego que Siniora llamó al presidente estadunidense, George Bush, a poner fin a la violencia. Bush dijo que pediría a los israelíes causar menos daño.
Pero se trata del mismo Bush que ordenó a los israelíes retirarse de la ciudad palestina de Jenin en 2002 -"tienen que salir", dijo- y luego nada hizo cuando Israel desoyó su llamado. Ya lo dijo Nicolas Burns, alto funcionario del Departamento de Estado, fuera de nota a periodistas en París, esta semana: "en la ONU vetaremos cualquier crítica a Israel".
Entre tanto, las mentiras continúan. Los israelíes dicen que el gobierno libanés es responsable del ataque del miércoles anterior, cuando saben que no es verdad. Hezbollah amenaza con lanzar cohetes contra Haifa y luego, cuando los cohetes explotan, asegura que no los disparó. Y luego están todos esos blancos "terroristas" inocentes, totalmente civiles.
Siempre que Israel toma a Líbano por asalto, crea nombres operacionales para uso militar y otros falsos para los medios internacionales. En 1982 dijo a la prensa que su invasión a Líbano se llamaba Operación Paz para Galilea. Su verdadero nombre militar era Operación Bola de Nieve. Y las bolas de nieve -a diferencia de la paz- se vuelven mayores al rodar cuesta abajo. Este viernes se dio a los periodistas el nombre falso de este último bombardeo: Operación Retribución Justa.
Cuando sepamos cuál es el nombre verdadero, tal vez descubramos lo que hay detrás de este baño de sangre... aparte, claro, de terrorismo, terrorismo, terrorismo.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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Nuevo libro de LUIS MATTINI
Los
Perros
Memorias de un combatiente revolucionario
Este libro, de género mixto, recoge las vivencias personales del autor durante el nacimiento y apogeo de la organización armada Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P.) creado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T.) en la Argentina, en la década del '70. Un corte transversal de hechos fundantes, operaciones armadas, protagonistas, militantes, dirigentes, vida clandestina, sueños, realidades, valentías y miedos, odios y amores, que marcaron la vida política de ese período en nuestro país.
El autor se aleja del tratamiento de las cuestiones doctrinarias sobre estrategias y tácticas explicadas por la razón, para acercarse a las razones del corazón, a los deseos que estaban detrás de esos hombres y mujeres en sus circunstancias.
Así, rescatando la vida, la alegría y la pasión militante, al lado de jocosas anécdotas que alivian la tensión del dramatismo de la acción armada y del terror represivo, desfilan -vistos a través de la retina del autor-protagonista con humor, amor, ternura, crudeza y hasta desparpajo- desde las desconocidas madres pre-Madres de Plaza de Mayo y militantes de base de peculiares características, pasando por dirigentes como Mario Roberto Santucho y Agustín Tosco, hasta el célebre general cubano Arnaldo Ochoa y el legendario Fidel Castro, despojados de pompas y charreteras.
El texto mantiene una cronología que permite leerlo como una historia lineal; pero también, al ser un conjunto de relatos acerca de personas y situaciones, cada uno de ellos puede leerse como amena narración independiente.
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México: Imágenes distorsionadas de la otra campaña
Gilberto López y Rivas
La Jornada
La Fogata
Sorprende que Guillermo Almeyra sostenga que la otra campaña padezca "pobreza de ideas" y "carencia de política", cuando a partir de esta iniciativa se han elaborado análisis de colegas como Pablo González Casanova, Immanuel Wallerstein, Raúl Zibechi, Adolfo Gilly, Carlos Aguirre Rojas, Andrés Aubry, Sergio Rodríguez Lazcano, Luis Hernández Navarro, Marcos Roitman, entre otros, y del propio subcomandante insurgente Marcos.
Basta leer las revistas Contrahistorias (número 6) y Rebeldía, revisar el periódico electrónico Rebelión, las páginas del Centro de Documentación sobre Zapatismo y Enlace Zapatista y, sobre todo, analizar el contenido de las intervenciones de los adherentes en las reuniones encabezadas por la Comisión Sexta -que Almeyra califica como "dolencias populares"- para conocer la profundidad, desde el debate intelectual y la acción política, de esta iniciativa desplegada por el EZLN, asumida por muchos como una alternativa de cambio social.
Resulta temerario afirmar que en el interior de la otra campaña no se ha discutido "cómo llevar adelante la autonomía y la autogestión que han comenzado a aparecer en Chiapas" cuando en el cuarto Congreso Nacional Indígena, piedra angular de la otra campaña y con más de 800 delegados de todo el país, el autonomismo constituyó la brújula de su caminar presente y futuro. En la reunión "Trabajadores intelectuales con la otra campaña: ¿otra teoría?", llevada a cabo en Guadalajara en marzo de este año, presenté una ponencia titulada: "Democracia tutelada versus democracia autonomista" (Rebelión, 28/3/06), cuya base de argumentación es precisamente la experiencia de las juntas de buen gobierno y los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ). Asimismo, Raúl Zibechi en un apartado significativamente denominado: "La autonomía como estrategia, la otra como travesía", escribe: "La otra puede ser interpretada como una suerte de continuación -natural, pero ampliada- de la construcción de autonomías desde abajo, en rebelión abierta contra el Estado central. En ese camino no sólo comienza a construirse otro poder, sino que también se abren las puertas para el relacionamiento de diversos sujetos en pie de igualdad, y se habilita la democratización de los diferentes sujetos sociales que participan en el proceso" ("El zapatismo y América Latina: la otra y nosotros". Contrahistorias, ob. cit., p. 69). También Immanuell Wallerstein sostiene al respecto que la otra campaña en un primer nivel es "tratar de organizar una campaña en todo México, más allá de Chiapas -en efecto, para crear una gran alianza de las fuerzas populares en México, con dos expectativas de corto plazo-, primero, que las autonomías de facto podrían también establecerse en otras regiones de México, y en segundo lugar, que esta fuerza combinada de esas múltiples autonomías fuese capaz de crear una presión tan inmensa sobre el Estado mexicano, como para obligarlo a reconocerlas jurídicamente" ("La otra campaña en perspectiva histórica". Contrahistorias, ob. cit., p. 76)
Tan sólo en la reunión de Guadalajara se presentaron 18 ponencias que tocaron muchos de los temas nacionales e internacionales que Almeyra asevera que la otra campaña en "ningún momento abordó", como los problemas ecológicos, territoriales, los inmigrantes en Estados Unidos, la actual política del imperialismo, sus guerras de agresión, los movimientos sociales en América Latina, así como muchos otros que él no destaca, como la crisis del sistema de partidos que corresponde a la crisis global del propio sistema capitalista neoliberal, la degradación de la clase política mexicana, su abandono de consideraciones éticas, las características de la lógica antisistémica y anticapitalista, etcétera.
Pablo González Casanova, por ejemplo, expone en su artículo "El zapatismo y el problema de lo nuevo en la historia", una importante constatación desde su posición como adherente a la otra campaña: "La necesidad de precisar las diferencias que son compatibles y las que son incompatibles se acentúa cuando se plantea que el proyecto es anticapitalista, y que alcanzarlo, más que depender de las fuerzas para participar en las elecciones y partidos del sistema de poder hegemónico, tiene que proponerse cambiar la correlación de fuerzas en la sociedad, organizando a todos aquellos que por sus ideales o sus necesidades vitales, o sus experiencias cotidianas comparten los mismos objetivos de justicia, democracia, libertad" (Contrahistorias, ob. cit., p. 36).
Es grave la aserción que se hace "sobre el evidente acuerdo con Gobernación, la cual permite -afirma Almeyra- la libre circulación del líder enmascarado de un ejército insurgente a condición de que éste le quite apoyo a lo que los sectores dominantes ven como peligroso..." (refiriéndose a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador). Si el EZLN tiene y mantiene una autoridad moral es porque no ha hecho más acuerdos con el Estado mexicano que los firmados en San Andrés en 1996. Es evidente que no existe un "arreglo" con la actual Secretaría de Gobernación que obligue al vocero y jefe militar del EZLN para que actúe políticamente a modo del gobierno foxista y los "sectores dominantes" como condición expresa para permitir su movilidad. La libre circulación por el territorio del subcomandante Marcos se ha ganado por la participación activa de millones de mexicanos que apoyan la lucha de los mayas zapatistas y también por el efecto de una ley no derogada y sí olvidada por Almeyra.
La otra campaña es algo más que la imagen distorsionada que ofrecen sus detractores: es, sobre todo, otra forma de hacer política.
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Comunicado de Batasuna
El proceso vasco se pone en marcha
Mesa Nacional de Batasuna
El anuncio realizado el pasado 28 de junio del 2006 por el Presidente español, señor Zapatero, señalando a la opinión pública española e internacional su intención de poner en marcha el proceso de diálogo con la organización armada vasca ETA para buscar una salida política y negociada al conflicto vasco, es un evento de primera magnitud política que requiere por parte de Batasuna una análisis pormenorizado de sus antecedentes.
1.- El tiempo transcurrido desde el 14 de noviembre de 2004, fecha de la presentación pública de la Propuesta de Anoeta, ha confirmado la existencia de una profunda crisis del modelo de articulación del Estado español acordado con la dictadura española en el comienzo de la transición y cuyo principal exponen es la actual Constitución española de 1978 del que emana el denominado Estado de las Autonomías. Dicha crisis no responde únicamente a la capacidad de la izquierda abertzale para agravarla, sino que lo completa la progresiva concienciación de otros pueblos no españoles sometidos a la administración española.
2.- Partiendo de aquí, la situación vasca actual se caracteriza por haber tomado una orientación diferente al resto de las reivindicaciones nacionales en el Estado, que mayoritariamente se mueven en la perspectiva de negociar mejoras estatutarias. En Euskal Herria el objetivo del proceso no es la reforma estatutaria de Vascongadas o de Navarra, sino el reconocimiento del derecho de autodeterminación para las provincias vascas, es decir, el derecho de la ciudadanía vasca a ser consultada sobre su futuro y la obligación de todas las partes de respetar dicha voluntad emanada por los y las ciudadanas vascas en la consulta popular.
3.- También es cierto que, ahora mismo, la izquierda abertzale no plantea obtener la independencia, el socialismo y la reuskaldunización en el marco de la negociación y posterior consulta popular, pero, siendo esto cierto, tampoco cierra esa posibilidad si algún día la mayoría de la sociedad vasca apuesta por ese camino. El resultado del proceso debe superar los marcos jurídicos y políticos actuales pero no debe cerrar ninguna posibilidad en el futuro.
4.- Recordemos que en la Propuesta de Anoeta de noviembre de 2004 se especificaban dos ejes paralelos pero de incuestionable influencia mutua en el avance del proceso de resolución: uno entre ETA y el Gobierno de Madrid y París, y otro, entre las fuerzas políticas que trabajan en Euskal Herria, la Mesa de los Partidos Políticos, acompañado por los movimientos populares, sociales y sindicales que atañe a los contenidos políticos de una propuesta consensuada para la resolución democrática del conflicto que debe de ponerse definitivamente en marcha con la incorporación oficial del PSE-PSN a los contactos que ya se vienen realizando con las demás fuerzas políticas. ETA ya ha manifestado su voluntad de acatar la decisión adoptada, algo que deberían hacer todas las partes implicadas.
5.- Una revisión crítica y autocrítica de las experiencias anteriores en las que los procesos puestos en macha también habían producido treguas e intentos de acuerdo (Argel en 1989 y Lizarra-Garazi en 1998, por citar las más importantes), pese a todas las diferencias innegables entre ellas, confirma una especie de lección histórica que ha traído por la calle de la amargura a Madrid y al PNV: que es imposible exterminar a la izquierda abertzale, que es imposible acabar policialmente con ETA y que, para mayor desgracia de los unionistas y de sus peones vascos, simultáneamente ha ido creciendo el apoyo social a una solución negociada. En ello encontramos la principal razón para explicar la actuación del Presidente Zapatero.
6.- A partir de aquí, excepto el PP-UPN, el resto de fuerzas que habían apostado por la destrucción o al menos por la paralización definitiva de la izquierda abertzale y el avance soberanista en Euskal Herria, se enfrentan a la necesidad de reorientar parcial o totalmente su estrategia porque, con diferencias, ven, primero, que aumenta la demanda de soberanía y que dentro de ésta, la opción independentista tiende al alza; segundo, que ha quedado confirmado de nuevo que la izquierda abertzale es una fuerza estructural capaz de mantenerse activa bajo las peores represiones e ilegalizaciones y de crecer de nuevo al superarlas; y, tercero, que la síntesis de estos dos puntos más la táctica abertzale de mantener múltiples conversaciones discretas, puede hacer que aquél partido que no quiera sumarse al proceso quede apartado de él en el futuro.
7.- El mayor riesgo existente en la actualidad es que el PSOE y el PNV opten por una vía reformista con dos caras. Una, la más aparente, consistiría en dar una imagen de voluntad de resolver las formas más externas del conflicto, buscando desactivar la movilización popular, marear a la opinión pública, cansarla mientras que, en secreto, desarrollar la otra cara, la negociación a la baja con el objetivo de reformar el vigente estatuto de forma que parezca que se ha conseguido algo substancialmente nuevo cuando lo único que se buscaría en realidad sería su encaje en la Constitución española rechazada en su día por la ciudadanía vasca. Una vez cerrado el pacto, se daría carpetazo al proceso de resolución del conflicto y de avance democrático amenazando abiertamente a la izquierda abertzale con su exclusión si no aceptase lo pactado entre ellos.
8.- Básicamente, esta fue la opción del PNV hace un cuarto de siglo, cuando aceptó la descentralización administrativa impuesta por Madrid con el nombre de "estatuto". Después, con variaciones, esa misma ha sido siempre su opción cada vez que la lucha popular ha forzado la posibilidad de una negociación con el Estado. Históricamente, el PNV siempre ha optado por obstruir, frenar y hacer fracasar la solución negociada, aun sabiendo los costos y sacrificios humanos que su decisión acarrearía en beneficio propio. No apoyó el proceso en Argel en 1989 y rompió el Acuerdo Lizarra-Garazi en 1999, al constatar que la única opción política que se fortalecía en contra de sus intereses era la izquierda abertzale que adoptaba una forma cada día más clara de alternativa de poder en Euskal Herria. Hasta ahora, el PNV siempre ha convertido en beneficio económico propio su principal objetivo, y hoy lo sigue haciendo, tal y como hemos podido constatar estos últimos meses de la mano de su presidente, Josu Jon Imaz y de su ministro del Interior, Javier Balza.
9.- Pero a pesar de ellos y de las enormes dificultades de todo tipo, la izquierda abertzale ha sido capaz de recomponerse y hacer avanzar la sociedad vasca hasta llegar a la situación actual en la que, además de poner en crisis los actuales marcos autonómicos, la reivindicación del derecho a la autodeterminación para Euskal Herria como base de acuerdo de resolución del conflicto es inevitable. Esa es la principal razón para entender la estrategia de la izquierda abertzale y su apuesta definitiva por el escenario actual.
10.- Por tanto, el PSOE y el PNV tienen limitaciones e intereses que les empujan a rechazar, retrasar o condicionar en lo posible, según los casos, la práctica sostenida con la militancia de la izquierda abertzale y de los movimientos populares, sociales y sindicales. Lo que nos interesa aquí es insistir en la esencia política y económica de dichos intereses, porque irán en aumento en la medida en que avance el proceso y les obligue a posicionarse en uno u otro sentido. Están atenazados entre sus intereses corporativos, burocráticos y de partido, por un lado, y la creciente presión popular que exige cada vez más avanzar conjuntamente hasta donde sea posible en un esfuerzo común por resolver el conflicto causado por la ocupación española.
11.- Es por esto que la salida actual de algunos de ellos es la de desplazar la atención pública hacia el ámbito de la desmilitarización del conflicto, los presos, la relegalización de Batasuna, llevando el tema siempre a Madrid, en lugar de entrar en el debate político que hay que hacer en Euskal Herria y desde Euskal Herria, entre las fuerzas políticas, sociales y sindicales, para atender el contenido político del acuerdo sin el cual la resolución del conflicto es imposible. El PNV de José Jon Imaz es el más interesado en retrasar y sobre todo estancar los avances de los que hablamos porque sabe que cuanto más se profundice en esa dinámica más difícil va a tener su negociación privada y secreta con el PSOE en Madrid.
12.- Por su parte, el PSOE sabe que tiene que dar una solución al mal llamado "problema vasco" para asegurar su reelección y para avanzar en la solución de la crisis española, lo que le lleva a realizar un esfuerzo mayor que el del PNV, pero aumentando incluso la represión y el castigo a los prisioneros para acallar las críticas del PP en el Estado y debilitar a la izquierda abertzale cara al futuro, o así lo pretende. Tiene que hacer malabarismos entre estos dos extremos, pero el tiempo puede acabársele porque va a ser casi imposible para estos partidos electoralistas y parlamentaristas seguir avanzando en esta senda una vez se haya abierto la veda electoral en 2007 y no digamos nada de cara al 2008.
13.- En cuanto a la política del Gobierno francés y de las fuerzas políticas que lo vienen ocupando estas últimas décadas, sea el PSF o la UMP, siempre ha sido apoyar la iniciativa del Gobierno de Madrid, independientemente que lo gestione el PSOE o el PP. Su participación en la represión del movimiento independentista vasco a pasado de ser un colaboracionista con la autoridades españolas, a ser estos últimos años un agente directo de la represión con iniciativa e interés propio, sobre todo desde el momento que constata que existe un claro avance de la conciencia nacional e identitaria en Iparralde que reivindica la creación de una institución propia para esa parte del territorio vasco, así como la oficialidad de la lengua vasca e instituciones económicas propias que posibiliten acuerdos transfronterizos inter-estatales, pero internos a Euskal Herria. Hoy por hoy, está por ver si esa ecuación sigue funcionando o no ante la posibilidad que el Gobierno español avance en la resolución democrática del conflicto vasco. Todo parece indicar, que con posición propia, el Gobierno francés no solo no se opondrá a esa iniciativa española, sino que, con intereses propios, readecuara la suya.
14.- Sin embargo, esto no es problema para la izquierda abertzale que siempre ha tenido como una de sus señas de identidad supeditar el electoralismo parlamentario a sus objetivos políticos, a su estrategia de movilización de masas y a la activación permanente de su militancia.
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Lucha de clases y mitos de la teoría económica derribados por un estudio del CID
Olafo Montalban
Introducción
Se ha repetido insistentemente durante años, entre otras, que la fórmula: crecimiento económico + baja inflación = bienestar para todos, es la que debe guiar, ortodoxamente, la política macroeconómica de nuestra nación. Que las medidas jurídicas del Estado y decisiones económicas del Banco de la República deben estar orientadas al crecimiento de la economía, a mantener controlada la inflación por debajo de dos dígitos, a lograr la estabilidad vía control monetario, a crear un clima de inversiones que atraiga masivamente capitales y a continuar y profundizar la apertura económica (liberalización) con el propósito de integrar el país al mercado estadounidense a través del TLC. De ahí en adelante, el aumento de la riqueza que generemos todos y todas, como un chorro abierto no sólo llenará las arcas de los grandes capitalistas beneficiados de dicho modelo económico, sino que se desbordará rebosada y caerá sobre la masa de millones de pobres e indigentes. Es el paraíso que ofrece la oligarquía asociada a las transnacionales a los desposeídos, la masa de millones de "nuevos" proletarios.
El estudio del CID
Un estudio encargado por la Contraloría General de la República al Centro de Investigaciones para el Desarrollo, de la Universidad Nacional de Colombia (CID, hace un examen a fondo del comportamiento de la economía colombiana durante los últimos cuatro años, y con argumentos y datos contundentes no solo derriba algunos de los mitos que utiliza la clase capitalista en su dinámica de acumulación de riqueza, sino que califica el crecimiento de la economía colombiana durante el primer gobierno de Álvaro Uribe (2.002 - 2.006) de inequitativo, insuficiente, concentrado e insostenible. El estudio de 127 páginas está dividido en tres partes, a) el crecimiento es insuficiente, b) el crecimiento es concentrado e inequitativo, y c) el crecimiento no es sostenible. Con base en series estadísticas e informes sobre economía, reflexiona y discute sobre la relación entre la macroeconomía y el bienestar de la población, llegando a contundentes afirmaciones que discutiremos abajo.
En el estudio se parte de la idea que el bienestar es la felicidad de las personas, y que por lo tanto la economía debe estar al servicio de la felicidad de éstas. Se argumenta, igualmente, que si bien ha habido un crecimiento económico durante los últimos años, éste se debe, de un lado, a factores externos, y del otro, a que "al gobierno Uribe le correspondió la fase creciente del ciclo económico, beneficiándose de la recuperación posterior a la gran recesión de finales del siglo pasado". Fase de crecimiento que se traduce en mayores precios de los principales productos de exportación como petróleo, café y ferronickel. Tendencia favorable, igualmente, a la mayoría de países de la región. Pero a pesar de este buen clima y crecimiento, la pobreza e iniquidad "están lejos de resolverse. mientras al crecimiento económico. no se lo acompañe de medidas efectivas de redistribución del ingreso", se afirma en el estudio.
Nuestros pobres e indigentes, ¿cuántos son?
Partiendo de que en Colombia ha habido un crecimiento económico, aunque insuficiente, durante los últimos 3 años, cercano al 5%, lo que está en discusión es por qué no ha habido una distribución de la riqueza que signifique una disminución de la indigencia o reducción de la pobreza. ¿Por qué no hemos podido hacer que los 11 millones de indigentes puedan al menos calmar el hambre, no importa que sigan siendo pobres? Es cruel decirlo así, pero para cualquier sociedad es preferible tener pobres que indigentes. Y en Colombia, ni la indigencia ni la pobreza han disminuido, a pesar de un crecimiento sostenido y de una inflación baja. Por el contrario, la pobreza no solo es la misa sino que aumenta, como lo señala el estudio: "de los 22.2 millones de personas (pobres) en 2005, frente a 18.2 millones en 1991, (hay) 4 millones más de pobres (que) en los últimos quince años"
Derribando mitos
Uno de los aspectos a resaltar en esta investigación, es lo mal parados que quedan algunos de los mitos que hoy sostienen los defensores de la apertura y el libre mercado. Uno de ellos dice que para reducir la pobreza, la economía de un país no solo tiene que crecer sino que debe mantener reducida o muy baja la inflación. La economía colombiana no sólo ha crecido por encima del 5% anual en los últimos 3 años, sino que la inflación es relativamente baja, calculándose para éste año en un 4% No obstante estas tendencias positivas, la pobreza no se han reducido, por el contrario se mantiene y aumenta, como lo señalamos arriba.
El otro mito que derriba el estudio del CID, es la perorata que para que haya crecimiento económico, desarrollo, progreso y bienestar para todos, es imprescindible llevar a cabo la más completa liberalización y apertura económica. Ello ha implicado abrir las fronteras, abolir los impuestos a los productos importados y tomar medidas económicas para la exportación de materias primas; liberalizar el mercado de capitales para atraer inversionistas extranjeros; y orientar la economía principalmente hacia afuera incentivando las exportaciones. Es el mercado global el que "nos" interesa, según los agoreros del discurso neoliberal, no el pequeño y abatido mercado nacional; reduciendo a cero los controles a las importaciones y cero a los subsidios a la producción que dinamice el mercado e industria nacional. Tampoco les interesa para nada los argumentos históricos que hablen de "cómo se desarrollaron" las potencias económicas que hoy conforman los bloques de la tríada (Japón, Estados Unidos, Comunidad Europea) aplicando políticas económicas proteccionistas en el camino a ser naciones económicamente desarrolladas, hasta lograr un alto grado de desarrollo tecnológico y competitivo. Menos admiten argumentos de ciertas dosis de autarquía, sustitución de importaciones, etc. Lo válido hoy en teoría económica, sigue siendo la ortodoxia predicada por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Consenso de Washington que siguen como dogmas los tecnócratas del Banco de la República.
El drama y pobreza en que viven millones de campesinos
Colombia es un país donde la propiedad de la tierra se caracteriza por estar concentrada en muy pocos propietarios, y donde la distribución de ésta, más que injusta, es dramática. El país tiene una de las más inequitativas distribuciones de la tierra del continente. Un 68.2% de la población campesina padece una situación de pobreza grave. Solo una minoría, los 2.428 propietarios, públicos y privados, que poseen 44 millones de has., equivalente al 53.5% del territorio, se podrán beneficiar del TLC. Los 2.3 millones de campesinos que solo poseen tierras o predios de menos de 3 has., o sea el 1.7% del territorio, no cuentan sino como mano de obra barata. Sumado a lo anterior, la mayoría de propietarios (55.6%) y de predios (56.8%) poseen tierras menores de 3 hectáreas. Es decir, son dueños del 1.7% del territorio registrado catastralmente. Mientras, 2.428 propietarios privados y públicos, poseen 44 millones de has., que equivalen al 53.5% del territorio. Es decir, poseen en promedio 18.093 has por propietario, o un territorio 6.000 veces más grande que el minifundio de 3 has al que aspiran 2.3 millones de colombianos.
Hay cuatro razones que explican la pobreza dramática que viven los campesinos, según el estudio:
a. Una gran proporción de la población campesina no tiene acceso a la tierra, más de 655.000 hogares.
b. Más de 2.2 millones de propietarios de micro y mini fundíos, no alcanzan a generar ingresos que les permita superar la línea de pobreza.
c. La precaria relación de trabajo en que se encuentran los sin tierra y los pequeños agricultores.
d. Buena parte de los medianos y grandes propietarios rurales ya no son habitantes del campo y sus ingresos se contabilizan en las áreas urbanas. La población rural ha quedado reducida a los pequeños propietarios y los sin tierra. Esto explica la elevada tasa de indigencia, 27.5%. Más de la cuarta parte de los campesinos colombianos.
Lo anterior permite afirmar que la pobreza rural se manifiesta, principalmente, en los sin tierra y los propietarios de micros y mini fundíos inferiores a 3 hectáreas. Los primeros forman el ejército de jornaleros, aproximadamente 850.000 personas, con relaciones laborales precarias. No cuentan con seguridad social de parte de los patronos, sino que hacen parte del régimen subsidiado. Y el caso de los propietarios de tierras de menos de 3 has., es un claro ejemplo de la estrategia de construcción de "un país de propietarios miserables". Éstos hacen parte de los 2.2 millones de trabajadores por cuenta propia. Que lo único propio que tienen son sus minifundios, y cuentas las por pagar.
En resumen, esta es la dramática situación en que se encuentran millones de campesinos pobres propietarios de micros y mini fundíos (menos de 3 has.), quienes además por la falta de capitales, tecnología, tierra y créditos no pueden dedicarse a cultivos de tardío rendimiento. Una masa de millones de jornaleros del campo, que difícilmente hacen parte de la elite que participa y saca ventajas (exportadores) del comercio internacional, como tampoco son proveedores de café, ni de banano, ni de flores, ni de frutales, siendo sus principales cultivos de pan coger, poco tecnificados y producidos en volúmenes pequeños.
Conclusión
El estudio del CID, Bien-estar y macroeconomía 2002-2006: el crecimiento inequitativo no es sostenible, ha sido poco difundido y discutido por los círculos de poder, intelectuales y estudiosos de la economía. ¿Por qué? En parte porque algunos de los mitos de la teoría económica en los que se soporta la política económica del gobierno de Álvaro Uribe, son derribados con contundentes estadísticas, argumentos y análisis por el estudio del CID. Ante todo aquella fórmula defendida por quienes se benefician de ella: Crecimiento económico + baja inflación = bienestar para todos. Lo interesante del estudio del CID es que podemos deducir otra fórmula: Crecimiento económico + baja inflación + distribución de la riqueza = bienestar para todos. Tal vez es la que nos sirva para apaliar la indigencia y disminuir la pobreza en que viven millones de colombianos.
Da la impresión que el informe del equipo de investigación del CID a la Contraloría, por su contenido y las conclusiones a las que llega, encaja bien en el perfil de los temas que, desde el poder y los Medios de Alienación Masiva, es preferible no darle mucha importancia, no hacerle mucha bulla. Y así nuevamente, un estudio que discute un tema tan trascendental como es el de la creación de riqueza de una nación, y que demuestra contundentemente cómo la clase capitalista colombiana y transnacional son los grandes usufructuarios de ésta, pasa casi inadvertido. Mientras, millones de nuevos proletarios permanecen excluidos, no participan, ni cuentan en lo que debiera ser una distribución democrática de la riqueza. ¿Pero cómo pasar por alto que de lo que se trata es de una tenaz lucha de clases por la distribución de la riqueza?
5 de Julio de 2006
Olafo Montalban
olafomontalban@???
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