Autor: raas Data: Para: pensamientoautonomo Assunto: [Pensamientoautonomo] La policía no es tan mala
La policía no es tan mala
La prensa dice que llueve y después nos mea
Es grato saber que nuestras detenciones tuvieron repercusión mediática. Si
Maradona vino en el tren del ALBA acompañado de cámaras, micrófonos y
guirnaldas, si Bonasso, Chavéz, Rodriguez, Viglieti, y muchos más tuvieron
sus largas horas ininterrumpidas desde el estadio mundialista, es lógico
que nosotr@s reclamásemos un espacio de algunos segundos en los grandes
medios; ya sea corriendo despavoridos de los gases y gomas policiales,
rompiendo vidrieras, o apareciendo una vez en el suelo y segundos antes de
subir -con las manos en la nuca- a los camiones de la Policía, con el mote
de 'agresores' 'violentos' 'piqueteros' 'anarquistas'. Gracias al
inestimable apoyo revolucionario de los mass-media la gente con sentido
común sigue pensando que fuimos a su ciudad a romper todo, y los
presidentes siguen decidiendo por y sin nosotr@s.
Inaugurando la alcaldía de la cárcel
Una rato después de bajar de la ratonera llegamos finalmente al esperado
lugar donde nos alojarían por un lapso de nueve horas. Debo afirmar, sin
temor a quivocarme, que el lugar estaba en perfectas condiciones, pintura
reluciente, colores vivos al latex que combinaban sabiamente, ventanas con
garrotes que ofrecían un digno espectáculo de lo dificil que sería escapar
de allí si nos lo propusiéramos, agua potable y fría para beber gratis y
sin limitaciones, fragancia lavanda en el aire, emplead@s administrativ@s
gustosos de hacer su trabajo con emoción y sacrificio. La única sugerencia
que le haría al arquitecto que diseñó la celda, es que los asientos
tuvieran al menos un almohadón cada 15 centímetros. Soy conciente de que
el profesional de la construcción no dispone de los billetes para dichas
reformas. Sé también que el presupuesto de Seguridad y Edificaciones de
Reeducación de Malechores de la provincia de Buenos Aires no alcanza para
tanto lujo, pero un esfuerzito más del flamante gobernador Solá no sería
mal recibido por la gente que usufructúa esos lugares. Nos haría un gran
favor realmente. Téngalo en cuenta señor gobernador.
Banderas que tanto nos has dado!
Una vez que llegamos a Batán nos dimos cuenta de que muchos de los presos
de esa celda lustrosa, éramos fieles admiradores de las ideas
no-estatalistas. La bandera invertida de Estados Unidos de la A con el
circulito y la bandera negra eran parte de nuestros estandartes en las
calles de mardel, cada una identificando a un grupo determinado de
personas, ademés de otras que corrieron mejor suerte que la nuestra.
Lamentablemente el trapo sin color (ante las invitaciones de la gente de
azul) fue a parar a las manos de vaya a saber qué generoso y hospitalario
habitante de la 'feliz'. Desconozco hasta el momento el paradero de la
bandera de rayitas azules y estrellas blancas grafiteada.
Disfrutando del pasaje hacia Batán
Sinceramente no pensé nunca que la convivencia en dicho espacio físico
reducido hubiera resultado tan placenteramente cómoda. La pequeña
ventilación ubicada en el extremo superior de la suite apenas si alcanzaba
para que nuestros sudores individuales se efumaran por las diminutas
rendijas.
Al tiempito notamos que no habían encendido el aire acondicionado, y los
compañeros de marcha comenzamos a hacer sentir nuestro descontento al
chofer y acompañante del vehículo policial. Seguramente tenían el volumen
del estéreo alto y no escucharon nuestro pedido. A pesar de que no andaba
la luz en ninguna de las seis habitaciones, pude percibir que nuestros
desodorantes resistieron esa hora y cuarto arriba del hotel ambulante. No
así mi intestino, que se hizo sentir, por desgracia para mi compañero,
promediando el viaje hacia las nuevas instalaciones de Batán.
Creo que este viaje marcó nuestras vidas para siempre, el aluminio
transpirado de las cabinas mezclado con el suave movimiento del rodado
tiene algo especial que no sabría describir con precisión.
Detenciones
Estando en Mar del Plata en ocasión de repudiar una nueva reunión de
magnates de la democracia de América toda, sin Fidel, me encontré de
pronto arriba de un celular de características ganaderiles, en casilleros
para ropa de un metro cuadrado. De repente me ví forzado a convivir con
otro compañero de resistencia en un mismo casillero guarda-bolsos de
supermercado, mejor dicho, doce de nosotros, que fuimos levantados muy
amablemente del piso de una de las calles de la mencionada ciudad
balnearia, ante el deseo inescondible de los vecinos que canturreaban
canciones y urras policiales. Inclusive segundos antes de ser detenidos,
rechazamos el humano gesto de uno de ellos que nos ofreció su casa para
que no fuésemos agarrados por los Porta-Itaca. Es obvio que preferimos
concensuadamente aceptar la invitación y ponernos a entera disposición de
la Ley.
...y es así como esta historia termina con un final feliz, como la mayoría
de los marplatenses antes que de lleguemos los violentos.
raas
11-11-2005
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post data virulenta...
El problema no es solo que haya civiles armados, sino que la policía, y
demás fuerzas armadas porten armas