*Plan ciudadano para actuar en caso de accidente nuclear *
*Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM)* Cátedra de Biología
Evolutiva (Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba) Autor:
Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo Colaboraron: Nayla Azzinnari
(Revisión) Alejandro Noriega (Apoyo Gráfico)
*Capítulo I *
*Introducción *
*1. ¿Cuántas instalaciones nucleares peligrosas existen en argentina? *
[image: Imágenes integradas 1]
fuente
http://www.funam.org.ar/Mapareactores2.jpg
En Argentina existen varias instalaciones nucleares que tienen materiales
y residuos radiactivos¿Cuántas instalaciones nucleares peligrosas existen
en Argentina? de alta actividad cuya liberación al ambiente por accidente
interno, impacto de avión comercial de gran porte, acto terrorista u otra
razón podrían afectar en forma negativa a las personas, otros seres vivos y
el ambiente [9]. De acuerdo a la cantidad de material radiactivo de alta
actividad que contienen las hemos agrupado en tres categorías: Categoría 1
(riesgo alto), Categoría 2 (riesgo medio) y Categoría 3 (riesgo menor).
*Categoría 1 (riesgo alto). *Reactores nucleares de potencia. Cada central
tiene grandes cantidades de materiales altamente radiactivos en su reactor
y además en el depósito de combustible nuclear agotado (ubicado fuera del
reactor). En Argentina operan dos centrales nucleares, Embalse en la
provincia de Córdoba y Atucha I en Lima, provincia de Buenos Aires. Luego
se agregarán en Lima los reactores Atucha II y Carem 25 (ambos en
construcción) [13].
*Categoría 2 (riesgo medio).* Depósitos de residuos radiactivos de
distinto nivel. Tienen almacenadas cantidades significativas de residuos
radiactivos aunque en una cantidad inferior a la suma de residuos
radiactivos presentes en los reactores de potencia. Estos depósitos se
encuentran en el Área de Gestión Ezeiza (AGE) ubicada en el Centro Atómico
de Ezeiza (CAE). El AGE tiene una planta de tratamiento y acondicionamiento
de residuos sólidos de baja actividad, un sistema de disposición final para
residuos radiactivos sólidos, un sistema de disposición final de residuos
líquidos, un sistema de disposición final de residuos sólidos
estructurales, un depósito interno para fuentes y residuos sólidos de media
actividad y un depósito húmedo de almacenamiento, también interino, de
combustibles gastados de reactores de investigación.
*Categoría 3 (riesgo menor).* Reactores nucleares de investigación.
Comparados con las centrales nucleares de potencia tienen cantidades
significativamente menores de materiales altamente radiactivos en el
corazón del reactor. También suelen tener un depósito de combustible
nuclear agotado (generalmente dentro del edificio que aloja al reactor). En
Argentina operan seis reactores de investigación: el RA-0 ubicado en
Córdoba (Ciudad Universitaria); el RA-1 situado en el Centro Atómico
Constituyentes (CAC), en San Martín, provincia de Buenos Aires; el RA-3
ubicado en el Centro Atómico Ezeiza (CAE), en Ezeiza, Buenos Aires; el RA-4
localizado en la Universidad Nacional de Rosario, provincia de Santa Fe; el
RA-6 situado en el Centro Atómico Bariloche (CAB), en la provincia de Río
Negro, y el RA-8 ubicado en el Centro Tecnológico de Pilcaniyeu en la
provincia de Río Negro [14].
Si los reactores nucleares Atucha I y Embalse sufrieran accidentes nivel 7
en la escala del INES –el peor posible, ver abajo- sus efectos negativos
podrían extenderse sobre varias provincias de Argentina pero también
afectar a Uruguay (más cercano a Atucha I) y Chile (más cercano a Embalse).
*2. Cualquier instalación nuclear que tenga residuos altamente radiactivos
puede sufrir accidente grave. *
Todas estas instalaciones pueden sufrir un accidente nuclear grave con
liberación masiva de materiales altamente radiactivos aunque tengan
sistemas de seguridad. Ninguna tecnología está exenta de sufrir el peor
accidente posible. Cuando ocurre un accidente mayor se liberan al ambiente
cócteles de radioisótopos (cientos de distintos radioisótopos). Entre los
más peligrosos se encuentran Estroncio-90, Cesio-137, Iodo-131 y
Plutonio-239.
En Argentina ya se han registrado accidentes nucleares graves en reactores
e instalaciones y la mayor parte se mantuvo en secreto.
*3. El uso de la escala INES para clasificar los accidentes nucleares. *
Por más seguras que sean las centrales nucleares de potencia, como Atucha
I y Embalse, cualquier reactor puede sufrir incidentes y accidentes. Desde
1990 la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES), del Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA), los clasifica de 0 a 7:
*Nivel 7: "Accidente evento mayor"*
*Nivel 6: "Accidente o evento serio" *
*Nivel 5: "Accidente o evento de consecuencias amplias" *
*Nivel 4: "Accidente o evento de consecuencias locales" *
*Nivel 3: "Incidente serio" *
*Nivel 2: "Incidente" *
*Nivel 1: "Anomalía" *
*Nivel 0: "Desvío (sin significado de seguridad)" *
"Accidente nuclear" alude al resultado de fallas humanas y tecnológicas
registradas en el interior de los reactores, depósitos e instalaciones
asociadas. "Evento nuclear" es más amplio. Comprende tanto los accidentes
nucleares (ya mencionados) como las consecuencias generadas por terremoto,
ataque terrorista y otras causas externas. Por razones prácticas, cada vez
que utilicemos la palabra "accidentes" también nos estaremos refiriendo a
eventos.
Se debe tener presente que tanto en Atucha I como Embalse existen tres
posibilidades de accidente:
*Posibilidad 1:* accidente nivel "4", "5", "6" o "7" en el reactor
nuclear, su sistema de refrigeración y demás instalaciones asociadas.
*Posibilidad 2:* accidente nivel "4", "5", "6" o "7" en el depósito de
combustible nuclear agotado que se encuentra próximo al reactor y sus
instalaciones, donde se acumulan las barras de combustible que produjo
hasta ese momento el funcionamiento del reactor.
*Posibilidad 3:* accidente nivel "4", "5", "6" o "7", simultáneo, en el
reactor y sus instalaciones asociadas y en el depósito de combustible
nuclear agotado.
El Plan Ciudadano asume que el gobierno de Argentina dirá la verdad sobre
el accidente, sin minimizarlo y sin ocultar información. Por eso es tan
importante tener un organismo regulador independiente de CNEA y NASA, algo
que no ocurre en la actualidad con la Autoridad Regulatoria Nuclear de
Argentina (ARN).
Ningún cálculo de probabilidades de accidente nuclear impide que tales
accidentes ocurran. Cualquier tipo de reactor puede sufrir el peor evento
posible. Aunque sus responsables lo nieguen.
*4. ¿Cuáles son las posibles causas externas de accidente nuclear? *
1) Inundaciones.
2) Vientos extremadamente fuertes (por ejemplo tornados, huracanes).
3) Condiciones climáticas extremas que pudieran afectar el normal
funcionamiento de las plantas y sus instalaciones, incluidos los motores de
las bombas de refrigeración de emergencia (por ejemplo temperaturas
extremadamente altas o bajas).
4) Condiciones climáticas extremas que afecten la disponibilidad de agua de
refrigeración (descenso del nivel de agua del lago, caso Embalse;
disminución del caudal del río Paraná, caso Atucha I).
5) Impacto de avión.
6) Condiciones electromagnéticas adversas en el ambiente (por ejemplo
interferencia electromagnética, pulsos electromagnéticos).
7) Bombardeo (durante conflictos bélicos).
8) Terremoto (cuando las barreras de protección y la totalidad de las
instalaciones de la central nuclear sufren un terremoto y réplicas para los
cuales no están preparadas).
9) Accidentes en instalaciones próximas, no nucleares.
10) Actos terroristas.
11) Tsunami por causa no sísmica (océano Atlántico en el caso de Atucha I).
12) Colapso en la provisión de combustible, energía eléctrica y otros
insumos críticos.
13) Actividad volcánica (Córdoba y Buenos Aires quedarían exentas de este
riesgo).
14) Combinación de dos o más causas que ocurran al mismo tiempo o en forma
secuenciada [6].
*5. ¿Cuáles son las posibles causas internas de accidente nuclear? *
1) Fallas humanas en las decisiones (por acción, por omisión).
2) Fallas humanas en el comportamiento de los operadores (que puede
resultar de fallas en la periódica evaluación psicofísica del personal que
opera las plantas).
3) Fallas de diseño del reactor y sus instalaciones.
4) Fallas de diseño en los depósitos de combustible agotado.
5) Problemas de construcción y de manufactura de elementos.
6) Defectos en los materiales.
7) Fallas en los equipos, componentes y sistemas.
8) Crisis en la disponibilidad de personal especializado.
9) Sabotaje interno deliberado o realizado por personas con trastornos
psicológicos.
10) Combinación de dos o más causas que actúen al mismo tiempo o en forma
sucesiva [6].
Puede ocurrir que el accidente nuclear sea el resultado de causas internas
y externas que ocurran al mismo tiempo o en forma secuenciada.
*6. ¿Hasta dónde pueden llegar los efectos en caso de accidente?
*
*[image: Imágenes integradas 2]
*
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http://www.funam.org.ar/mapacentrales2.jpg
En caso de accidente nuclear grave, el radio alrededor del reactor o
depósito de residuos ¿Hasta dónde pueden llegar los efectos en caso de
accidente?altamente radiactivos variará de acuerdo a la gravedad de la
descarga de material radiactivo al ambiente. Dado que no pueden preverse
las condiciones meteorológicas ni antes ni durante el potencial accidente
nuclear, se considera que ese impacto alrededor de la central es circular.
Los accidentes con explosiones químicas e incendios favorecen la migración
vertical de los radioisótopos pues el aire caliente eleva los contaminantes
(fenómeno convectivo). Los vientos en tanto favorecen su dispersión
horizontal [7]. La existencia de inversiones térmicas de superficie,
frecuentes en Córdoba durante el otoño y el invierno crea "tapones de aire
caliente" que impiden la migración en altura de contaminantes y aumenta su
concentración a menor altura [8]. Esto puede aumentar las consecuencias
locales de un accidente nuclear grave.
Frente al peor accidente posible (7 en la escala del INES) el área
circular expuesta a niveles de radiación por encima del fondo natural,
incluso a valores muy altos, queda definida por un radio de hasta 500-700
kilómetros [1].
En el Mapa adjunto se han representado los eventuales impactos circulares
para radios de 500 y 700 kilómetros alrededor de Embalse y Atucha I.
Para los reactores de investigación y el depósito de residuos radiactivos
de Ezeiza (AEG-CAE) no se marcaron las áreas de impacto. Solo se indica el
lugar donde están instalados.
En caso de accidente nuclear, la Autoridad Regulatoria Nuclear de
Argentina (ARN) y otros organismos del Estado establecerán su nivel de
gravedad (escala INES) y el área geográfica afectada para que sus
pobladores apliquen las consignas.
Donde sea posible, las autoridades deberán instalar sirenas de aviso a la
población pero difundiendo previamente el significado de sus sonidos.
*7. Todos debemos estar preparados. *
Cualquier instalación nuclear que contenga residuos altamente radiactivos
puede sufrir un accidente grave. No importa su tecnología, quienes la
operen ni donde se encuentre ubicada. Por eso lo mejor es estar preparados.
Para colaborar con esa preparación elaboramos un Plan Ciudadano con
consignas prácticas [10].
Decidimos distribuir este Plan Ciudadano en Argentina porque el gobierno
de Argentina y las distintas provincias –en particular Córdoba y Buenos
Aires- no instruyeron a la población para que actúe ante un accidente o
evento nuclear en reactores y depósitos de materiales altamente
radiactivos.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Autoridad Regulatoria
Nuclear (ARN) y Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) solo realizan
simulacros de accidente nuclear, menor, en un radio de 10 kilómetros
alrededor de Atucha I y Embalse. Instruyen a las poblaciones residentes
cerca de las centrales pero dejan sin preparar a los millones de personas
que viven afuera de ese radio [2].
Cuando las personas desconocen cómo actuar ante un accidente nuclear,
quedan más expuestas a la radiación ionizante y a los materiales
radiactivos, lo que puede afectar gravemente su salud.
Aunque esperamos que en Argentina no se registre un grave accidente
nuclear, esa posibilidad existe. De allí que necesitemos estar preparados.
Los gobiernos de las provincias de Buenos Aires y Córdoba –donde están
localizadas ambas centrales nucleares- tampoco prepararon a sus ciudadanos.
Algo similar ha ocurrido con provincias vecinas a Córdoba y Buenos Aires
[3].
En Uruguay la Dirección Nacional de Energía y las áreas de salud deberían
preparar a los ciudadanos para que se protejan ante un accidente nuclear en
Atucha I [4]. Sería recomendable que también lo hicieran las autoridades
nucleares y de salud en Chile por su relativa proximidad con la central
nuclear de Embalse en Córdoba. Ante un accidente nuclear grave con descarga
de materiales radiactivos en altura, la cordillera de los Andes no es una
barrera inexpugnable. Además se podrían contaminar los glaciares andinos
que proveen de agua potable a ambos países.
En caso de accidente ¿cómo se trataría a las personas enfermas por
radiación? En Argentina la Nación y los gobiernos provinciales –en especial
los de Córdoba y Buenos Aires- no han desarrollado una infraestructura
hospitalaria específica y capacidad médica de emergencia para actuar ante
un accidente nuclear mayor que produjera gran cantidad de víctimas por
contaminación radiactiva [10]. Esta situación debe revertirse lo antes
posible.
Para que el Plan Ciudadano sea efectivo, los individuos, las familias y
las instituciones deben leerlo periódicamente y familiarizarse con su
contenido y muy especialmente con las consignas. Es deseable que en cada
familia o institución se hagan encuentros para discutir este tema y hacer
simulacros.
Copias de este documento deben estar disponibles en distintos lugares de
los hogares e instituciones. La parte del documento con consignas puede
reproducirse separadamente y ser colocada, protegida del agua, del Sol y
del roce mecánico, en lugares fácilmente visibles.
Nuestro trabajo tiene una limitación: para que funcione es necesario que
el gobierno avise públicamente cuándo ocurre un accidente, cuál es su
gravedad de acuerdo a la escala INES y hasta dónde llegan sus efectos.
*8. No hay ningún valor inocuo de radiación ionizante. *
La radiación no se ve, no se huele ni se palpa. Cuando decimos "radiación"
producida por un accidente se trata en realidad de materiales radiactivos,
y de la radiación ionizante que estos producen (partículas Alfa, partículas
Beta, radiación Gamma). Entre ellos hay materiales radiactivos que se
"descomponen" más rápidamente y materiales radiactivos que siguen siendo
peligrosos durante más de 240.000 años (como el Plutonio 239).
Todos los seres vivos están expuestos a la radiación natural de fondo
producida por los radioisótopos naturales contenidos dentro del organismo,
por la radiación procedente de los materiales radiactivos que están en las
rocas, el suelo, el aire y los materiales de construcción, y por la
radiación cósmica. La operación de las centrales nucleares, con sus
descargas rutinarias, y los accidentes nucleares (como Chernobyl o
Fukushima), "agregan" más materiales radiactivos (radioisótopos
artificiales, distintos a los naturales) y más radiación (esos
radioisótopos artificiales suelen ser más radiactivos que los naturales).
Debe quedar claro que para las células, los tejidos, los órganos y los
organismos completos no hay ningún valor de radiación ionizante que sea
inofensivo. Cualquier valor de radiación representa un riesgo. La mayor
parte de los efectos no son inmediatos, sino que tardan años en
manifestarse. Incluso la radiación natural de fondo plantea riesgos, pero
son comparativamente menores y además no podemos evitarla. Los reactores y
las instalaciones nucleares, en cambio, nos "imponen" más radioisótopos y
radiación, y se "suman", con características mucho más peligrosas, a la
radiación natural de fondo.
Como no hay ningún valor seguro de radiación ionizante se creó la llamada
"dosis aceptable" y por lo tanto "límites aceptables" de radiación. Cuando
la radiación medida está "por debajo de la dosis aceptable" no quiere decir
que sea inocua, sino que las enfermedades y muertes que ella provoca
–porque toda dosis de radiación es potencialmente dañina- se consideran
"aceptables". Los organismos que establecieron estos límites,
indispensables para que se desarrolle la actividad nuclear, son BEIR,
UNSCEAR e ICRP.
Debe recordarse que los radioisótopos artificiales descargados
rutinariamente por cualquier reactor nuclear de potencia, incluidas Atucha
I y Embalse, también pueden dañar al ser humano y otros organismos vivos.
Cada día las centrales descargan pequeñas dosis de decenas de radioisótopos
diferentes al aire, el agua y el suelo. Un estudio reciente realizado en
Alemania sobre niños de hasta 5 años que habitan a distintas distancias de
16 centrales nucleares demostró que quienes vivían dentro de un radio de 5
kilómetros tenían 1,6 veces más cánceres sólidos y 2,2 veces más leucemias
(1980-2003). La investigación fue originalmente encargada por el gobierno
de Alemania y publicada en 2008 [11]. Sugestivamente, en Argentina no se
han realizado estudios epídemiológicos independientes ni en las zona de
Embalse ni en la zona de Atucha.
Cuando un accidente o evento nuclear libera materiales radiactivos al
ambiente, las partículas radiactivas (micropartículas, nanopartículas)
pueden desplazarse por aire cientos y miles de kilómetros. Por eso la
contaminación del aire producida por Fukushima I en Japón llegó a lugares
tan distantes como Gran Bretaña o Estados Unidos. Para que esa radiación
dañina deje de serlo es preciso esperar a que los materiales radiactivos
"decaigan" (se transformen en otros materiales radiactivos o en un material
estable no radiactivo). Esto depende de los radioisótopos (cada uno tiene
su propia vida media) y de la cantidad de material radiactivo que se
encuentre en un lugar determinado.
La mejor forma de conocer el impacto que se está produciendo en un lugar
cualquiera por causa de un accidente nuclear es medir la radiación en aire,
suelo y agua y determinar si las lecturas están o no por encima de los
valores naturales de fondo. Cualquier aumento, por pequeño que sea, implica
un aumento en el riesgo (aunque las cifras sean inferiores a las "dosis
aceptadas").
Lamentablemente los radioisótopos liberados en los ambientes naturales de
la Tierra, cultivos y océanos pueden ser concentrados por los organismos
vivos. Esto quiere decir que aunque la concentración de Estroncio-90 en
agua sea baja, por ejemplo, los organismos vivos (la llamada "cadena
alimentaria") pueden aumentar su concentración 1.900 veces o más [12].
En Argentina no se realizan monitoreos independientes y continuos para
conocer el impacto ambiental que están produciendo Atucha I y Embalse.
Además los gobiernos provinciales de Córdoba y Buenos Aires no controlan y
el único organismo nacional de fiscalización, la ARN, está comprometido con
el programa nuclear.
*9. Los ciudadanos somos quienes debemos decidir. *
Lo que sucedió y sigue ocurriendo en Fukushima I debería servirnos de
lección. Los 31 países que optaron por la tecnología nuclear de potencia
pueden recapacitar (Alemania ya lo está haciendo) y las naciones que aún no
la desarrollaron –más de 160- están a tiempo de privilegiar otras formas
fuentes menos peligrosas además de incrementar la eficiencia energética y
el ahorro.
Desde FUNAM rechazamos la entrada en operación de las centrales nucleares
de Atucha II y Carem 25 en la provincia de Buenos Aires (ambas en
construcción), la extensión de la vida útil de la central nuclear de
Embalse en Córdoba y los proyectos para construir un reactor Carem 150 en
Formosa y Atucha III en Buenos Aires.
Responsabilizamos a las autoridades nucleares de la nación y a los
gobiernos provinciales involucrados por haber desarrollado y permitido un
programa nuclear violatorio de normas vigentes, inconsulto, caro y
extremadamente peligroso que provee menos del 7% de toda la energía
eléctrica consumida en Argentina [5].
Por eso reclamamos que -hasta tanto se desactiven las centrales nucleares
de potencia- estemos protegidos por un Plan Ciudadano y sus consignas.
Para ello los gobiernos de Argentina, Uruguay y Chile podrán tomar como
propio este Plan. Hasta tanto lo adopten (o hagan planes propios) los
ciudadanos tendremos el nuestro.
*10. Referencias. *
[1] Los radios han sido derivados de accidentes conocidos, principalmente
Chernobyl y Fukushima. En Chernobyl el área contaminada, crítica, se
extendió hasta un radio de 500 kilómetros que incluye un área de exclusión,
interna y deshabitada, de hasta 30 kilómetros (IAEA. 2011. "Frequently
asked Chernobyl questions". IAEA, Newscenter, 4 p. Ver:
http://www.iaea.org/newscenter/features/chernobyl-15/cherno-faq.shtml ).
Puede considerarse arbitrariamente como área de impacto toda el área
barrida por la pluma de contaminación donde los materiales radiactivos
diseminados han generado valores que se encuentran por encima del fondo
radiactivo natural correspondiente a cada punto de medición. Con este
criterio el área de impacto se expande notablemente. La Scottish
Environment Protection Agency (SEPA) encontró, en el Reino Unido, niveles
bajos de Iodo-131 en aire que los investigadores atribuyeron al accidente
de Fukushima. Las muestras procedían de la ciudad de Glasgow. Hallazgos
similares en Oxfordshire fueron reportados por la Health Protection Agency
(HPA). Fuentes: AP/Kyodo News, 29 March 2011, "Japan radioactivity found in
UK"; The Telegraph, UK, 31 March 2011, "Japan nuclear crisis: radioactive
particles in Britain. Low levels of radioactive iodine believed to be from
the damaged Fukushima nuclear plant in Japan have been detected in
Britain". En Japón valores muy altos de Iodo-131 se encontraron en la
ciudad de Tokyo, a 250 kilómetros de distancia. En base al área de impacto
reconocida para Chernobyl por la IAEA (500 kilómetros), a la existencia de
impactos fuera de esta franja y a los impactos derivados del accidente de
Fukushima consideramos dos radios de mayor impacto ante un accidente grave:
un primer radio de hasta 500 kilómetros, con impacto crítico, y un área
expandida de hasta 700 kilómetros con impacto subcrítico. Esto no quiere
decir que fuera de dichos radios no existan impactos, pero es necesario
definir una zona mínima donde la preparación ante accidente debe ser más
rigurosa.
[2] La ARN y otros organismos públicos de la Nación y las provincias de
Córdoba y Buenos Aires no han distribuido consignas porque no quieren
alarmar a la población. Además, porque al implementar un Plan Ciudadano
aplicable 500 a 700 kilómetros alrededor de cada central nuclear de
potencia equivale a reconocer algo obvio, que ese grave accidente puede
ocurrir. Con silencio y omisión, además de mensajes tranquilizadores pero
sin asidero técnico, niegan la realidad para que no peligre el programa
nuclear ni la construcción de nuevas centrales de potencia. Fukushima
cambió por completo el escenario nuclear internacional y está empezando a
ocurrir lo mismo en Argentina aunque las autoridades nucleares hayan
privilegiado –por ahora- el silencio.
[3] FUNAM presentó al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, una nota
donde se le expuso la indefensión a que estaba sometida la población por
falta de Plan Ciudadano, y se le adjuntó una copia del plan elaborado por
FUNAM y la Cátedra de Biología Evolutiva Humana (Facultad de Psicología,
Universidad Nacional de Córdoba). La nota ingresó el 26 de noviembre de
2010 y nunca fue respondida. Ni siquiera cuando ocurrieron los accidentes
de Fukushima.
[4] Es importante mencionar que Uruguay pretende tener su propio desarrollo
nuclear pero no ha desarrollado planes ciudadanos para que sus ciudadanos
estén preparados ante eventuales accidentes graves en Atucha I (Presidencia
de la República. 2011. "Energía atómica en Uruguay". Comunicado de Prensa
de la Presidencia de la República, Uruguay. Ver:
www.presidencia.gob.uy).
[5] Squassoni, C. 2009. "Energía nuclear: renacimiento en América Latina".
NPS, No Proliferación para la Seguridad Global, 2 p.
[6] Listados elaborados en base a enumeraciones menos extensas publicadas
por M. Schneider; G. Kastchiev; S. Kurth; D. Lochbaum; E. Lyman & M.
Sailer. 2007. "Residual risk. An account of events in nuclear power plants
since the Chernobyl accident in 1996". The Greens, European Alliance,
Germany, 111 p.
[7] En los fenómenos de dispersión es muy importante tener en cuenta que la
concentración de contaminantes disminuye a medida que aumenta la distancia
desde la fuente. En el caso de los materiales radiactivos actúa además la
vida media correspondiente a cada radioisótopo, por lo cual -durante el
proceso de desplazamiento- "n" radioisótopos se transforman en otros
radioisótopos, y "n" radioisótopos pueden decaer hasta transformarse en
isótopos no radiactivos. El "efecto Petkau" determina sin embargo que aún
las bajas dosis registradas a considerable distancia del accidente nuclear
agregan riesgo biológico. Cualquier incremento del fondo radiactivo natural
implica un aumento de ese riesgo.
[8] Ocurren principalmente en días claros, sin nubes y fríos. Las
inversiones térmicas de superficie empiezan durante el atardecer, se
mantienen por la noche y se prolongan en la mañana. Las temperaturas más
altas del mediodía suelen "romper" esas inversiones. Los "tapones de aire
caliente" creados por las inversiones térmicas de superficie suelen
concentrar los contaminantes del aire a menor altura, entre el nivel del
suelo y el nivel donde finaliza la capa de inversión. Ello agrava los
efectos de un accidente o evento nuclear en las zonas próximas a las
centrales. Cuando estas inversiones no son "rotas" por la mayor insolación
y temperatura del mediodía los "tapones de aire caliente" pueden mantenerse
más tiempo.
[9] Estos son los efectos producidos en el ser humano como consecuencia,
por ejemplo, de accidentes que liberen materiales radiactivos artificiales.
No incluyen los efectos químicos de los radioisótopos:
[a] Exposición por encima del fondo radiactivo natural (>2,4 mSv/año). En
general sin síntomas perceptibles a nivel externo. Efectos de largo plazo
(como cáncer y mutaciones hereditarias).
[b] Algunos centenares de milisieverts (mSv). Posibles náuseas y fiebre
(pasajeras). Efectos de largo plazo (como cáncer y mutaciones
hereditarias).
[c] Entre 1.000 y 2.000 milisieverts. Síntomas notables. Vómitos, fiebre,
cansancio. Efectos de plazo variable. Cáncer, malformaciones.
[d] Entre 2.000 y 4.000 milisieverts. Síntomas graves. Vómitos, fiebre,
trastornos digestivos, hemorragias, caída del cabello. Efectos de plazo
variable. Cáncer, malformaciones. Otras enfermedades.
[e] Entre 4.000 y 10.000 milisieverts. A los síntomas anteriores se agregan
daños neurológicos que producen vértigo y desorientación. Aproximadamente
el 50% de una población expuesta a esta dosis puede morir. Desarrollo de
cáncer y malformaciones en los sobrevivientes. Otras enfermedades.
[f] Superior a 10.000 milisieverts. Muerte.
El Sievert (Sv) es la unidad de "dosis equivalente" y de "dosis efectiva".
Un Sv es igual a 1 Joule por Kilogramo. 1 Sv = 1.000 mSv.
[10] Estas consignas fueron elaboradas en base al Plan Ciudadano elaborado
por FUNAM (varias versiones, la más reciente de 2010). Se agregaron
elementos tomados de los siguientes documentos:
[a] Municipalidad de Zárate. Sin fecha. "Educación para la emergencia.
Emergencia por contaminación del aire". Municipalidad de Zárate, Buenos
Aires, 8 p. Este documento lleva la firma de Omar E. Agatiello, Coordinador
de la Junta Municipal de Defensa Civil. Sus consignas tienen errores
técnicos (dosis de ioduro de potasio por ejemplo). Omite indicar que el
Iodo estable solo es efectivo para bloquear el Iodo-131 y que no protege de
la radiación ionizante. Tampoco cita contraindicaciones para el uso de
Ioduro de Potasio.
[b] Pacific Health Sciences. 2011. "Potasium iodide as a thyroid blocking
agent in radiation emergencies". Pacific Health Sciences, Malibu,
California, 4 p.
[c] Radnet. 2011. "Section 6: Radiation Protection Guidelines". The
Davistown Mueum, Hulls Cove, USA, 25 p. Ver: htto://
www.davistownmuseum.org/cbm/Rad3.html
[d] USAPHC. 2010. "Radiation exposure from nuclear power plant incidents".
U.S. Army Public Health Command (USAPHC), USA, 2 p.
[e] WHO. 1999. "Guidelines for Iodine prophylaxis following nuclear
accidents. Update 1999". Document WHO/SDE/PHE/99.6, World Health
Organization, Geneva, 30 p.
[f] Zanzonico, P.B. & D.V. Becker. 2000. "Effects of time administration
and dietary Iodine levels on potassium iodide (KI) blockade of thyroid
irradiation by 131-I from radioactive fallout". Health Physics Journal,
Vol. 78, n° 6, pp. 660-887.
Sobre el desarrollo de infraestructura hospitalaria específica y capacidad
médica de emergencia para actuar ante un accidente nuclear mayor que
produjera gran cantidad de víctimas por contaminación radiactiva pueden
consultarse los siguientes trabajos:
[g] Manin, J.-P. 1988. "L'hypothese de l'accident majeur: Plan ORSEC-RAD.
Plan particulier d'intervention, cellules mobiles d'intervention
radiologique". En: "Actes du Colloque nucleaire, santé, securité". Conseil
Général de Tarn & Garonne, Montauban, 21-13 Janvier 1988, pp. 449- 465.
[h] Huguenard, P. 1988. "Médicine de catastrophe et risque nucleaire". En:
"Actes du Colloque nucleaire, santé, securité". Conseil Général de Tarn &
Garonne, Montauban, 21-13 Janvier 1988, pp. 467- 476.
[i] Virenque, C. 1988. "Organisation des secours et des soins d'urgence en
cas d'accident radiologique ou nucleaire". En: "Actes du Colloque
nucleaire, santé, securité". Conseil Général de Tarn & Garonne, Montauban,
21-13 Janvier 1988, pp. 477-482.
[j] Tassart, J. 1988. "Le risque nucleaire: communiquer pour une maitrise
collective". En: "Actes du Colloque nucleaire, santé, securité". Conseil
Général de Tarn & Garonne, Montauban, 21-13 Janvier 1988, pp. 483-491.
[11] Kaatsch, D.; C. Spix; I. Jung & M. Blettner. 2008. "Childhood leukemya
in the vicinity of nuclear power plants in Germany". Deutsch. Arztebl.
Int., Vol 105, n° 2, pp. 192-190. Según Fairlie este estudio (denominado
KiKK): a) Tiene significado estadístico sólido (valor de p = 0,0034 para
todos los cánceres y p = 0,0044 para leucemias); b) Es un meta análisis; c)
Es un estudio de caso control (examinó 593 casos con menos de 5 años y
1.776 controles y d) El estudio se hizo en base a estudios muy rigurosos de
las distancias. Ver: Fairlie, I. 2009. "Commentary: childhood cancer near
nuclear power stations". Environmentl Health, 8, pp. 43.
[12] Odum, E. 1972. "Ecología". Ed. Interamericana, México, 639 p.
[13] En Argentina se encuentran en operación Atucha I en Lima, provincia de
Buenos Aires (CNA, Potencia Bruta: 357 MWe, Potencia Neta: 335 MWe) y la
central nuclear de Embalse en Embalse (Potencia Bruta: 648 MWe, Potencia
Neta: 600 MWe). En forma ilegal el gobierno nacional decidió la extensión
de la vida útil del reactor Candu 6 de Embalse por 25 años. Está en
construcción desde julio de 1981 –en Lima- la central Atucha II (Potencia
Bruta: 719 MWe, Potencia Neta: 692 MWe). En ese mismo lugar se construye un
Carem 25 (25 MWe) y está proyectada Atucha III, de 1.500 MWe, equipada con
tecnología Candu. Se ubicaría aguas abajo de Atucha II. También podría
instalarse una cuarta central (Atucha IV).
El proyecto del gobierno nacional es construir así el primer (o segundo)
parque de centrales nucleares "concentradas" de América del Sur, que
totalizaría unos 2.601 MWe (Atucha I, II y III, Carem 25). El parque de
reactores de Brasil, en tanto, tendría 3.412 MWe (Angra 1, 2 y 3). La
reciente crisis de Fukushima I, que mostró la peligrosidad de concentrar
reactores nucleares en un área reducida, delata la inconveniencia de estos
parques.
[14] En todos estos reactores (excepto el RA-6) los combustibles originales
que tenían una concentración de Uranio-235 >20% se cambió a combustibles
(barras cilíndricas en RA-0, RA-1 y RA-8; placa MTR en RA-3; discos en
RA-4) con <20% de Uranio-235. En el RA-6 la concentración de Uranio-235 es
>20%. El RA-6 tiene un combustible con una concentración de Uranio-235 del
90% (placa MTR).
Capítulo II
*Plan Ciudadano para actuar en caso de accidente nuclear *
Consignas:
Los medios anuncian que ha ocurrido un accidente nuclear. Actúe de
inmediato.
Si los medios indican que ha habido "un accidente nuclear" y que "hay
liberación de material radiactivo al ambiente" actúe de inmediato.
Se espera que la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y otros organismos
públicos informen lo ocurrido, cuál es la zona en la cual puede registrarse
el mayor impacto radiológico (distancia desde la central) y cómo evoluciona
la situación.
No existen reglas fijas para estas distancias pero los accidentes
nucleares ya registrados indican que el mayor impacto radiológico puede
extenderse en un radio variable de hasta 500 y hasta 700 kilómetros
alrededor de la central e incluso más lejos.
De acuerdo al nivel de gravedad del accidente ocurrido ("4", "5", "6" o
"7" en la escala del INES, siendo 7 el accidente mayor) variará la cantidad
y forma de desplazamiento de los materiales radiactivos que se descargaron
o siguen descargando. Esa contaminación puede desplazarse por aire (siendo
de gran importancia los vientos), por agua superficial (lago, río, ambos),
por agua subterránea, por partículas procedentes de suelo contaminado, por
alimentos o por una combinación de todas estas vías.
Dado que las condiciones meteorológicas pueden variar, con cambios en la
dirección y fuerza del viento todo el año, y días calmos con "tapones de
aire caliente" que atrapan los contaminantes a baja altura (sobre todo en
otoño-invierno), se asume que el impacto radiológico del accidente será
circular alrededor de la central nuclear, y que todas las personas ubicadas
hasta cierta distancia deben poner en práctica este Plan Ciudadano.
Usted puede haber estado expuesto a materiales radiactivos contenidos en
el aire, el suelo, el agua o los alimentos, que una vez ingresados a su
organismo siguen descargando radiación. También puede estar expuesto a la
radiación que emite el suelo, los objetos o personas contaminadas con
materiales radiactivos. Los materiales radiactivos se acumulan en el
organismo. La radiación que ellos producen y la radiación ionizante en
general, en cambio, no se acumulan.
*1. Enciérrese de inmediato. *
Si se encuentra en su casa, en su trabajo o en un edificio público:
quédese donde está y enciérrese en la habitación más aislada, baños por
ejemplo, o si lo hubiera, en el sótano. No tome su auto porque correría
riesgos y entorpecería la circulación de los vehículos de auxilio.
Si se encuentra fuera o al aire libre: entre al edificio más próximo
respirando a través de un pañuelo o trapo húmedo. No se quede afuera. Allí
estaría más expuesto a los riesgos. Si aún actuando con rapidez hubiera
estado expuesto a la contaminación, sáquese la ropa y el calzado y
colóquelos en una bolsa de plástico, llevándola luego al sitio más alejado
de las personas y del ambiente habitado. Tome una ducha de agua tibia (no
hirviendo) y frótese con jabón. Si usa agua procedente de un depósito que
no ha estado en contacto con aire o agua contaminados, recuerde que debe
conservarla para utilizarla como agua de bebida principalmente.
Si el accidente o evento ocurriera en verano, en vacaciones o durante su
tiempo libre, y usted hubiese estado en malla, con la mayor parte de su
cuerpo expuesto, proceda con el calzado y la ropa tal cual se indicó arriba
y tome una ducha con agua tibia y frótese el cuerpo con jabón.
Si se encuentra en su vehículo: estaciónese. Detenga el motor, déjelo con
los vidrios levantados (por si fuera necesario usarlo al terminar la
alerta) y entre al edificio más próximo respirando a través de un pañuelo,
trapo húmedo o mascarilla. No permanezca en el auto. Allí no está seguro.
Si usted vive en una zona rural: en tanto la emergencia recién comience y
no haya riesgo inmediato, trate de proteger con lonas u otro material los
vegetales y el forraje expuestos. Recoja el ganado que está pastando, lleve
los animales a un granero o galpón cubierto y enciérrese. Si el riesgo es
inmediato, omita lo anterior y manténgase a cubierto.
No ingrese a su lugar de encierro ningún elemento u objeto que haya estado
a la intemperie y que pudiera estar contaminado.
Recuerde que los perros y gatos u otros animales domésticos que hubieran
estado expuestos podrían contener materiales radiactivos en su pelaje.
*2. Cierre todo. *
Un ambiente cerrado disminuye la eventual penetración de aire contaminado
con materiales radiactivos. Cierre las puertas y las ventanas. Tape las
aberturas, rendijas y caños que estuvieran en contacto con el exterior
utilizando trapos mojados, papel de diario, cintas adhesivas u otros
materiales.
Apague todo sistema de refrigeración, calefacción, acondicionadores y
extractores de aire. Tape los agujeros que tengan contacto con el exterior
(ventilación de calefones por ejemplo). Cierre las cortinas. Si los vidrios
de las ventanas estuvieran rotos refúgiese en habitaciones con las ventanas
intactas o en baños sin ningún tipo de ventanas ni ventilación. Elija
siempre el cuarto más aislado del aire exterior.
*3. No vaya a buscar los chicos a la escuela. *
Sus hijos e hijas estarán más seguros en la guardería, escuela, colegio o
universidad que en la calle. Las maestras y profesores conocen
perfectamente las consignas de seguridad: se ocuparán de ellos y los
cuidarán. Por otra parte, si usted se movilizara, se arriesgaría
inútilmente y entorpecería las tareas de socorro.
*4. No telefonee. Manténgase quieto. *
Definitivamente no use el teléfono para que no colapse el sistema de
comunicación. Las líneas telefónicas deben quedar libres para las urgencias
y los socorros. Toda la información le será comunicada por radio y
televisión. Manténgase quieto y lo más calmado posible.
*5. Escuche la radio y la televisión. *
Cuando esté en lugar seguro encienda su radio. Lo más conveniente es una
radio portátil pues puede trasladarla a cualquier sitio. También puede
encender su televisor si estuviera ubicado en el lugar más aislado de la
vivienda o edificio. Escuche atentamente los mensajes que emiten las
autoridades. La radio y la televisión le proporcionarán datos sobre la
magnitud y características del accidente, evolución de la situación, sitios
más afectados, dirección del viento y consignas que usted debe respetar.
*6. Prepárese para resistir hasta la posible evacuación. *
Prepárese para resistir encerrado la mayor cantidad de tiempo posible. No
fume. Mantenga su organismo lo menos alterado posible. Solo use los
alimentos que no estuvieron en contacto con el aire exterior presuntamente
contaminado. Recuerde que los alimentos enlatados, los guardados en
recipientes y los rodeados con filmes de polietileno u otros plásticos no
pueden contaminarse con materiales radiactivos. Lo mismo sucede con bebidas
que estuvieran cerradas.
Si algún alimento hubiera estado expuesto a la contaminación no lo ingrese
a la vivienda o lugar de encierro. Si por razones de supervivencia debiera
utilizar un alimento presuntamente contaminado, asegúrese de lavarlo con
agua sin contaminar.
Solo use el agua que no haya podido recibir materiales radiactivos. Por
ejemplo agua de termotanque, agua de los depósitos de inodoro, agua de
botellones, líquidos contenidos en heladeras, etc. El agua de los tanques
domiciliarios es relativamente segura en tanto el tanque esté aislado y no
le ingrese agua de red contaminada.
De ser posible consuma alimentos ricos en antioxidantes (verduras, frutas,
yogurt, pastillas antioxidantes) pues mejora dentro de su organismo el
control interno de los oxidantes generados por la radiación.
Previendo una eventual escasez de alimento y agua racione lo que consume
mientras dura el encierro.
Si hubiese estado expuesto a la contaminación exterior, y las indicaciones
de la radio y la televisión lo sugieren, tome pastillas de Iodo (Ioduro de
Potasio). Esto reduce la posibilidad de que su glándula tiroides acumule el
Iodo-131 radiactivo contenido en el aire, agua o alimentos contaminados.
Todas las personas –en especial mujeres embarazadas y niños- solo deben
comenzar a tomar tabletas de Iodo cuando lo recomienden las autoridades.
Estas son las dosis indicadas de Ioduro de Potasio.
Adultos, adolescentes y mujeres embarazadas con más de 12 años de edad: un
comprimido de 130 miligramos por día.
Niños de 3 a 12 años de edad: medio comprimido por día (65 miligramos).
Niños con 1 mes a 3 años de edad: un cuarto de comprimido por día (32,5
miligramos).
Bebés, desde recién nacidos hasta el mes de edad: una octava parte de
comprimido (16,25 miligramos).
Las personas con trastornos de funcionamiento de la glándula tiroides
deben tomar Iodo con precaución (por ejemplo hipertiroidismo). El uso de
tabletas de Iodo estable está contraindicado en los siguientes casos:
hipertiroidismo activo, hipersensibilidad al Iodo, dermatitis herpetiforme
y vasculitis hipocomplementémica.
A partir de su fecha de elaboración las tabletas que son mantenidas en
lugares frescos y secos conservan sus propiedades por 5 años.
Recuerde que el Iodo de las tabletas solamente ayuda a protegerlo del Iodo
radiactivo (Iodo-131), y que no lo protege de otros materiales radiactivos
ni de la radiación ionizante.
No salga afuera aunque las condiciones le parezcan seguras. La radiación
no se huele, no se ve ni puede tocarse.
*7. Evacuación. *
Si llegase a disponerse una evacuación, diríjase con su familia al punto
de reunión o destino que indiquen las autoridades. Utilice su vehículo
particular. Si no lo tuviera solicite ayuda a los vecinos que sí poseen
movilidad. Ayude a las personas que requieren su apoyo (niños, personas con
movilidad reducida, enfermos, ancianos).
Prepare un bolso con los elementos indispensables para un viaje corto (de
unos pocos días), asegurándose que esos elementos no hayan estado expuesto
al aire contaminado. Lleve toallas y jabones. Si se encuentra bajo
tratamiento médico no olvide sus medicamentos. Asegúrese de tener sus
documentos, tarjetas de crédito o débito si las tuviera y dinero para
eventualidades.
Lleve botellas con agua que no haya estado expuesta a la contaminación. Si
tiene pastillas de Iodo llévelas con usted.
Las familias que tengan lactantes deben llevar la leche en polvo que están
utilizando mientras no haya estado expuesta al aire contaminado.
Ante de abandonar su hogar o el edificio donde se encuentra asegúrese de
dejar todo cerrado. No deje prendidos artefactos eléctricos, ni aire
acondicionado ni calefactores.
Siga las mismas precauciones que utilizó al ingresar. En la medida de lo
posible desplácese sin tocar los objetos y superficies localizadas a la
intemperie, y cúbrase boca y nariz con un pañuelo, con un trapo húmedo o
con una mascarilla. Es recomendable llevar vestimenta que cubra todo el
cuerpo y sombrero, gorra u otro elemento para cubrir parcialmente la
cabeza. Si llueve es muy importante usar el paraguas pues la lluvia podría
estar contaminada con materiales radiactivos.
Al desplazarse con el vehículo asegúrese de tener cerrado el aire
acondicionado, ventilador o calefactor del vehículo. Cierre todas las
ventanillas del auto. Mantenga la calma y maneje con cuidado.
Al llegar al sitio de evacuación las autoridades indicarán los
procedimientos y podrán eventualmente medir la radiactividad en ropas,
objetos y alimentos. En función de las lecturas de radiactividad le
indicarán cuáles son los pasos a seguir.
*8. Fin de la Alerta o Emergencia. *
Cuando el riesgo de contaminación haya disminuido lo suficiente las
autoridades indicarán el cese del encierro. Se considera que esto ocurre
cuando el reactor o depósito de residuos radiactivos ha dejado de emitir
materiales radiactivos al ambiente.
Sin embargo, recuerde que el ambiente situado fuera de su sitio de
encierro puede tener contaminantes radiactivos, en especial el suelo, el
agua y los alimentos expuestos, los objetos y las superficies de las
construcciones. Si se desplaza muévase lentamente, no toque los objetos y
superficies ni genere movimientos importantes del suelo. No se siente en el
césped ni sobre el suelo, no utilice piletas de natación descubiertas ni
consuma frutas y legumbres que hayan estado a la intemperie.
Si llegase a necesitar movilizarse en su auto, haberlo dejado con los
vidrios levantados redujo seguramente el ingreso de contaminantes
radiactivos. Al ponerlo en marcha y desplazarse hágalo con los vidrios
levantados y anulada la calefacción, ventilación o aire acondicionado.
Circule lo más lentamente posible para reducir la dispersión de material
contaminado.
*Prepárese para un eventual accidente o evento nuclear *
Asegúrese que haya copias de este documento en distintos lugares de la
vivienda o institución. Pegue o coloque copias de las consignas en lugares
fácilmente visibles ("Plan Ciudadano: consignas para actuar"). Deben estar
protegidos del agua, del Sol y del roce mecánico.
Identifique en su casa o lugar de trabajo la habitación más aislada del
aire exterior. Verifique que tenga suficiente espacio para usted y quienes
pudieran acompañarlo. Asegúrese que todos conozcan la existencia de esta
habitación de seguridad.
Mantenga siempre en esa habitación trapos que puedan ser humedecidos y
agua. También una linterna.
Trate de tener siempre cerca un receptor de radio portátil. Verifique que
tenga sus baterías en condiciones.
Si es responsable de un negocio, escuela o edificio donde normalmente hay
muchas personas, adapte estas consignas de seguridad para que todos se
beneficien. Identifique las habitaciones o ambientes de seguridad.
Logre un máximo aislamiento de su casa y oficina, o de la escuela y
edificios públicos. Aplique burletes y otros dispositivos para frenar
cualquier penetración de aire contaminado con materiales radiactivos.
Mejore el cierre de puertas y ventanas. Aísle perfectamente del aire
exterior su tanque de agua.
Identifique los sitios donde existen alimentos y agua que no serían
contaminados por una nube radiactiva que pasase sobre la vivienda.
Tenga pastillas de Iodo (no radiactivo) para tomarlas en caso de
contaminación con Iodo radiactivo. Vigile su fecha de vencimiento. Deje
anotadas las dosis aconsejadas y las precauciones.
Haga simulacros de accidente y ponga a prueba todas las consignas.
Practique una eventual evacuación con su vehículo, si lo tiene, o bien
coordine el ensayo con vecinos que sí lo tengan. Toda la familia debe
participar de este simulacro. Detecte las fallas que cometen. Traten de
enmendarlas en conjunto.
En caso de accidente real, tome nota de lo sucedido cuando disminuyan los
riesgos. Registre los efectos que pudiera haber provocado el accidente
sobre usted y otras personas. Evalúe la actuación que tuvieron las
autoridades. Obtenga información sobre las causas del accidente y porqué
ocurrió. Haga oír su voz de protesta para que lo sucedido no vuelva a
repetirse.
Capítulo III
*¿Aprenderemos las lecciones de Fukushima? *
*1. El accidente serial de Fukushima. *
En Fukushima I, Japón, ocurrió el primer accidente serial de la historia
nuclear humana (11 de marzo de 2011). El propio gobierno japonés lo
calificó finalmente como nivel 7 en la escala del INES, el peor posible,
tras considerarlo antes –por falta de información- como nivel 4 y nivel 5
[1]. Es también el primer accidente grave que involucra a un reactor
parcialmente alimentado con Plutonio-239 (6% del combustible total) y
Uranio-235 [2]. Esto ocurrió en el reactor 3. Cuando se produce liberación
de materiales radiactivos, los reactores que incluyen Plutonio-239 como
combustible son mucho más peligrosos que los reactores alimentados
solamente con Uranio-235.
Las plantas y sistemas de emergencia de Fukushima I estaban supuestamente
construidas para resistir terremotos de gran magnitud y tsunamis, pero los
acontecimientos posteriores al desastre natural mostraron todo lo
contrario. Hubo además fallas técnicas, fallas humanas y gruesos errores de
seguridad durante y después de los accidentes. La Agencia de Seguridad
Nuclear e Industrial del Japón (NISA) informó que la empresa Tepco,
responsable de los 6 reactores de Fukushima I, sabía -6 días antes del
accidente- que una de sus plantas registraba altos valores de radiación
ionizante en aire [3].
En la cúspide de la improvisación –cuando el accidente todavía era
clasificado por el gobierno de Japón como nivel 5 en la escala del INES- la
empresa Tepco utilizó agua de mar para refrigerar los reactores pese a ser
corrosiva. Tardíamente se detectó el error y pasó a utilizarse agua dulce
[3] [4]. Este reemplazo había sido sugerido por el gobierno de Estados
Unidos. El propio Ministro de Japón, Yoshimi Kitazawa, informó que el
gobierno de ese país hizo una solicitud "extremadamente urgente" para que
se utilizara agua dulce. Con este propósito la Séptima Flota de los Estados
Unidos confirmó el envío de 500.000 galones de agua dulce [= 1.893.000
litros]. Según Yoshimi Kitazawa la remesa iba a ser entregada en cercanías
de la bahía de Onahama [3].
Pese a las reiteradas garantías de seguridad que históricamente declamaron
las autoridades nucleares de Japón y la empresa Tepco, las estructuras,
funcionamiento y dispositivos de emergencia de los reactores colapsaron.
Demasiado tarde advirtieron que había sido un despropósito instalar
centrales nucleares en un país relativamente pequeño y con fuertes
terremotos y tsunamis, y lo que es peor, colocando –en cada planta- varios
reactores uno al lado del otro (en Fukushima I hay 6 reactores). En Japón
todas las ciudades están críticamente próximas a algún reactor. Tampoco se
tuvo en cuenta que las réplicas de los terremotos podían agravar cuadros
previos, en particular cuando los reactores ya sufren fallas graves y el
sistema está en crisis severa [5]. Veintiocho días después del terremoto
del 11 de marzo, que tuvo una intensidad 9 Mw, se registró otro fuerte
sismo que produjo daños y fuga de agua contaminada en el complejo nuclear
de Onagawa (7 de abtil de 2011, intensidad 7,1 Mw).
Al ingresar en un período crónico de controles y descontroles, el colapso
de Fukushima I impidió advertir cinco elementos muy graves de la crisis.
Primero, que al problema de los reactores nucleares de potencia
concentrados en un espacio reducido se agregó el riesgo –cuantitativamente
mayor- de sus depósitos de combustible nuclear agotado, altamente
radiactivos (HLW = residuos radiactivo de alto nivel).
Segundo, que la utilización de combustibles con Plutonio-239 en Fukushima
I (reactor 3) [2] multiplicó el peligro sanitario y ambiental, pues además
de radiactivo es una de las sustancias más tóxicas producidas por el ser
humano.
Tercero, que contrariamente a lo informado rutinariamente por las
autoridades nucleares del gobierno de Japón y Tepco, todas las descargas de
material radiactivo y las dosis de radiación asociadas a esas descargas son
dañinas para los seres vivos. Omitieron aclarar que a nivel de radiación
ionizante no hay ningún valor inocuo, y que las dosis invocadas como
"seguras" son en realidad "dosis aceptadas" con cantidades –también
aceptadas previamente- de casos de cáncer, malformaciones y demás
enfermedades.
Cuarto, que las plumas de contaminación por aire llevan partículas,
micropartículas y nanopartículas radiactivas a lugares muy distantes de
Fukushima, incluso a miles de kilómetros, donde –sumadas al fondo natural
de materiales radiactivos y radiación- serán responsables de un aumento
proporcional en las enfermedades y muertes locales (morbilidad,
mortalidad). A menor escala geográfica también se registra un fenómeno
parecido con las plumas de contaminación marinas.
Quinto, que los materiales radiactivos procedentes de Fukushima I ingresan
a las cadenas alimentarias de los ecosistemas marinos, terrestres y de agua
dulce, donde sus organismos pueden concentrar, por ejemplo, Estroncio-90 y
Cesio-137. Solamente a nivel de Estroncio-90, un radioisótopo mutagénico y
cancerígeno depositable en tejido óseo, los organismos ubicados al final de
la cadena alimentaria pueden tener concentraciones 1.000 a 3.900 veces más
altas que la cantidad original presente en agua [6].
Fukushima mostró ante la comunidad internacional cómo uno de los países
tecnológicamente más avanzados de la Tierra no estaba preparado para evitar
y manejar un accidente nuclear en serie. Los terremotos y tsunamis dejan su
huella de muerte instantánea, pero los accidentes nucleares más serios no
terminan, tienen comienzo definido y final siempre abierto. Sus
contaminantes y efectos persisten por siglos y afectan inevitablemente a
muchos países. Cada nación que opta por tecnología nuclear de potencia
instala una amenaza global para la cual son insuficientes las convenciones
y los mecanismos de resarcimiento. Los más de 160 países que no tienen
reactores nucleares de potencia están a merced de los escasos 31 que sí los
construyeron. Son rehenes forzosos, como lo son los países sudamericanos de
los programas nucleares de Brasil y la Argentina. Fukushima desnudó además
el alto costo social y ambiental de actividades empresariales corruptas –el
caso Tepco- y la incapacidad (o complicidad) del Estado japonés para
minimizar impactos que no tienen precedentes [7] [8] [9] [10]. Nunca antes
se había producido un accidente nuclear en serie como el ocurrido al
nordeste del Japón ni fue tan evidente el impacto global que podía tener la
tecnología nuclear, la irresponsabilidad de un gobierno y los actos
corruptos de una gran corporación eléctrica.
*2. Fukushima está a la vuelta de la esquina. *
Ahora bien ¿qué sucede en Argentina? A diferencia de otros países, que
tras Fukushima anularon sus programas nucleares de potencia o encararon
drásticos procesos de revisión de la seguridad, como Alemania, el gobierno
de Argentina prefirió generar una falsa burbuja de inmunidad nuclear.
El Gerente de Relaciones Institucionales de la Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA), Gabriel Barceló, descartó que lo ocurrido en Japón
pueda suceder en Argentina pues nuestro país "usa una diferente tecnología
y además no estamos en zona sísmica" [11]. Esta aseveración es incorrecta.
Las tecnologías son diferentes pero los materiales radiactivos que se
acumulan son igualmente peligrosos y Embalse está localizado sobre una
falla activa. Además los sismos no son la única causa de accidente nuclear.
Por fallas humanas, fallas técnicas y actos terroristas –todas ellas
omitidas por Gabriel Barceló- cualquier reactor de Argentina o el mundo
puede sufrir un accidente nivel 7.
Ese máximo accidente "posible" puede ser el resultado de un solo factor o
bien de varios factores actuando en forma simultánea, como sucedió en Japón
[5]:
Primero, actividad sísmica. La central de Embalse en Córdoba está
localizada sobre la falla de Santa Rosa, en una región donde ya se han
registrado movimientos sísmicos importantes: magnitud 5,5 e intensidad VII
en 1947 y magnitud 6,0 e intensidad VIII en 1934. La "falla del frente
occidental de la Sierra Chica" se extiende desde Carlos Paz hasta
Berrotarán y Elena. Su potencial para generar sismos es desconocido. En la
región también se encuentra la falla de Las Lagunas, cercana a Sampacho
–localidad destruida por un sismo en 1934- que llega hasta Río Cuarto [12].
Segundo, fallas humanas. El 30 de junio de 1983 la central nuclear de
Embalse sufrió un grave incidente que no llegó a descargar material
radiactivo al ambiente. Pero delató “fallas en el diseño, errores en los
documentos y procedimientos, y desaciertos en la organización interna”.
Este crudo diagnóstico está contenido en un documento del IRS, oficina de
las Naciones Unidas con sede en Austria que centraliza los informes sobre
incidentes. La CNEA, además de mantenerlo en secreto, tardó cuatro años en
comunicar lo sucedido al IRS. Recién se conoció cuando la revista Der
Spiegel, que tuvo acceso a 250 informes secretos, lo publicó en Alemania en
1987 [13] [14].
Tercero, fallas técnicas. Los reactores Candu tienen fallas inherentes a
su diseño que explican por ejemplo las numerosas descargas de agua pesada
radiactiva al lago de Embalse. Por ejemplo, febrero-marzo de 1986, agosto
de 1987, septiembre de 1987, diciembre de 1987, diciembre de 1995 y octubre
de 2003 [14] [15]. Los Candú son particularmente sensibles a ciertos tipos
de accidente [16].
Cuarto, impacto de avión comercial de gran porte por accidente o acto
terrorista contra el reactor o contra el depósito de combustible nuclear
agotado.
Es importante señalar que Embalse tiene dos sitios extremadamente
peligrosos, uno muy protegido por "barreras de ingeniería", el corazón del
reactor, y otro menos protegido estructuralmente, el depósito de
combustible nuclear agotado. Allí están depositadas las barras de descarte,
altamente radiactivas, que se produjeron durante sus 28 años de operación
(1983-2011). Al final de su vida útil estaría acumulando más de 120.000
barras que mantienen su peligrosidad durante 1.000 a 2.400 siglos. La
situación en Atucha I es similar. Si un Boeing 767 impactara contra esos
depósitos, el combustible nuclear se fragmentaría y los residuos
radiactivos, transportados en altura por la corriente convectiva del
incendio, podrían diseminarse. El viento generaría sucesivas "plumas de
contaminación" o nubes. Chernobyl y Fukushima han mostrado que esta
contaminación puede afectar zonas muy extensas, incluso a gran distancia de
los reactores accidentados [5] [14] [15] .
Lo grave es que Argentina, pese al optimismo demostrado por sus
autoridades, tiene una larga y preocupante lista de accidentes nucleares
graves, fallas de todo tipo en sus reactores, episodios de mal manejo de
radioisótopos y una gestión inaceptable de los residuos radiactivos. El
reactor RA-2 de Constituyentes, por ejemplo, sufrió un accidente nivel 4 en
la escala INES -la clasificación inicial que tuvo Fukushima I- donde murió
un operador y 17 personas recibieron altas dosis de radiación (23 de
septiembre de 1983) [21]. A nivel de instalaciones, la planta de
enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu en Río Negro –manejada por INVAP-
tuvo un grave accidente en 1984 en el cual falleció una persona. El 1 de
septiembre de 2005 Atucha I sufrió una falla masiva en sus elementos
combustibles que produjo la irradiación de dos operarios (nivel 1 en la
escala del INES) [22].
Esta muestra de imprevisión se completa con los episodios de contaminación
radiactiva generada desde las trincheras del Área de Gestión de Ezeiza
(AGE), en Buenos Aires, y la pésima administración de las minas de uranio
(que proveen el combustible para los reactores nucleares). De las 8 minas
que alguna vez operaron en Argentina bajo responsabilidad de CNEA, siete no
han sido remediadas y siguen contaminando el ambiente [15] [22].
En Córdoba la planta de Dioxitek S.A. que produce dióxido de uranio, donde
CNEA tiene participación mayoritaria de CNEA, acumulan más de 57.000
toneladas de residuos radiactivos de baja actividad en uno de los barrios
más densamente poblados de la ciudad. Al carecer de membrana este depósito
irregular contamina el suelo y las aguas subterráneas, y nunca fue
remediado. La planta, en tanto, descarga Uranio al aire del barrio (varios
kilogramos por año) y a la colectora cloacal (varios centenares de
kilogramos por año) [22].
La burbuja de falsa seguridad nuclear desarrollada en Argentina se
completa con la ausencia de planes ciudadanos para actuar en caso de
accidente o evento nuclear grave (niveles 4 a 7 en la escala del INES)
[18]. Solo se hacen simulacros para accidente nuclear menor en un radio de
10 kilómetros alrededor de los reactores de Embalse y Atucha I. Hoy sabemos
que cualquiera de las dos centrales puede sufrir el peor accidente posible,
y que sus impactos negativos podrían extenderse en forma circular hasta
unos 700 kilómetros de distancia [17]. Lamentablemente el resto de la
sociedad que vive fuera de esos diez kilómetros no está preparada. Mientras
tanto el gobierno nacional y las autoridades nucleares sostienen el absurdo
mito de una Argentina imposibilitada de tener accidentes nucleares. El
mismo mito que alimentaban los responsables de Chernobyl y Fukushima antes
de las tragedias.
Esta situación no puede continuar. Vivimos junto a centrales nucleares que
pueden sufrir accidentes o ser blanco de ataques terroristas, y cuyos
residuos radiactivos son peligrosos por más de 240.000 años. Los riesgos
son excesivos y una vez ocurrido el peor accidente posible –nivel 7 en la
escala del INES por ejemplo- no hay posibilidad de volver atrás, ni de
pedir disculpas. El colapso sanitario y económico sería regional y no
habría recursos económicos suficientes para remediar, reasentar las
poblaciones evacuadas y pagar indemnizaciones.
Pocos argentinos saben que la sociedad está económicamente desprotegida
ante un accidente nuclear grave. La Ley Nacional 24.804 de la Actividad
Nuclear establece que todo operador de instalaciones nucleares debe asumir
la responsabilidad civil que establece la Convención de Viena, y le fija un
tope de "80 millones de dólares por accidente nuclear en cada instalación
nuclear" (Artículo 9°). El ridículo monto de esta responsabilidad queda al
descubierto cuando se lo compara con el costo acumulado que ya produjo el
accidente de Chernobyl, 250.000 millones de dólares. Los gobiernos de
países como Argentina deberían haber asumido que no están capacitados
financieramente para llevar adelante programas nucleares peligrosos e
impredecibles cuyos efectos, en caso de accidente grave, desbordan las
fronteras nacionales y los presupuestos.
*3. Necesitamos un Plan Ciudadano para que la población pueda enfrentar
eventuales accidentes nucleares. *
Al mes de abril de 2011 Argentina no tiene una sociedad preparada para
enfrentar accidentes nucleares.
De allí que FUNAM y la Cátedra de Biología Evolutiva Humana (Facultad de
Psicología, Universidad Nacional de Córdoba) decidiéramos elaborar un plan
ciudadano para actuar en caso de accidente nuclear. Asumimos así una
responsabilidad que no tuvieron ni los gobiernos provinciales ni la nación
[19]. Fue hecho con buena ciencia, información que los propios organismos
nucleares mantuvieron secreta o sin difundir y criterio independiente. Para
desarrollarlo y distribuirlo no recibimos fondos ni aportes de ninguna
institución.
El plan también puede utilizarse en países vecinos potencialmente
afectados por los accidentes de nuestras centrales nucleares de potencia.
Es una herramienta perfectible pero que tiene la ventaja de estar hecha y
ser accesible. Cualquier persona, familia o institución puede aprender sus
consignas para estar preparado.
Pero tener consignas claras no es suficiente. Este Plan Ciudadano necesita
un organismo público creíble e independiente que funcione los 365 días del
año y que transmita las situaciones de emergencia sin mentiras y en tiempo
real. Para ello el gobierno nacional debe estar comprometido con la
seguridad de las personas y el ambiente, no con los intereses nucleares.
Esto no será posible si se mantiene el actual modelo de funcionamiento y la
localización institucional de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).
Necesitamos una ARN totalmente nueva, independiente y participativa. Es
indispensable además que los gobiernos provinciales, las municipalidades y
las comunas también controlen las actividades nucleares.
Un programa nuclear mayoritariamente decidido por las dictaduras militares
no puede seguir creciendo en base al secreto, la violación de normas y
procedimientos autoritarios que supuestamente habían sido desactivados.
Las ONGs y centros de investigación independientes tienen asimismo
importantes roles para cumplir. Deben prepararse para poder medir los
niveles de contaminación radiactiva, realizar estudios epidemiológicos,
auditar las actividades nucleares y exigir el cumplimiento de normas
vigentes. No suplantan al Estado pero lo complementan y vigilan sin
depender de sus condicionamientos. Un buen ejemplo es el Crii-Rad en
Francia, centro de investigación no gubernamental que combina capacidad
técnica, infraestructura de última generación e independencia [13].
En Argentina están en juego la salud, la estabilidad ambiental e incluso
las economías regionales, pues con las descargas rutinarias de
radioisótopos y los accidentes nucleares no se juega. Una ley nacional como
la 26.566, que declara de interés nacional esas obras, no sustituye el
cumplimiento de normas ni la voz de los ciudadanos. Tampoco es una
autorización ni una carta blanca para construir.
Finalmente, la continuidad o no del actual programa nuclear debe ser
decidida por la sociedad. La mejor herramienta es el referéndum, ya
utilizado por varios países europeos. Es inaceptable que los funcionarios
públicos hayan pactado internamente la extensión de la vida útil de Embalse
por otros 25 años y la construcción de los reactores Carem 25 y Atucha III
en abierta violación a normas sobre Evaluación de Impacto Ambiental y
Audiencias Públicas [20]. Todas estas medidas tienen que ser revisadas y si
es necesario anuladas, y los funcionarios que incumplieron sus funciones
deben ser denunciados penalmente (Artículo 248 del Código Penal).
Las consignas y estas breves referencias técnicas quedan abiertas a las
críticas para rectificar errores y enriquecer contenidos. Solo la
construcción colectiva, abierta y respetuosa, impedirá que minorías
tecnocráticas sigan decidiendo por nosotros.
Fukushima no está a miles de kilómetros. Está a la vuelta de la esquina y
puede ocurrir en cualquier reactor nuclear de Argentina ¿Cuándo? No lo
sabemos. Puede ser mañana, el año que viene o nunca. La clave es estar
preparados. Si aprendemos a actuar frente a un accidente nuclear grave
también aprenderemos a dimensionar riesgos que nunca nos explicaron. Cuanto
más conozcamos más difícil será que nos mientan o engañen. La clave es no
callarnos, exigir respuestas a las autoridades, demandar participación y
asumir que Fukushima sucedió porque en Japón muchas personas –demasiadas
tal vez- conocían mucho de terremotos y tsunamis pero muy poco de
accidentes nucleares graves. Algo parecido nos está ocurriendo con el
programa nuclear de Argentina ¿Aprenderemos la lección de Fukushima?
Esperemos que sí porque de ocurrir un accidente nuclear grave no habrá una
segunda oportunidad.
*Referencias *
[1] IAEA. 2011. "INES. The International Nuclear and Radiological Event
Scale". IAEA, Austria, 7 p. Ver:
http://www.iaea.org/Publications/Factsheets/English/ines.pdf
[2] Huff, E.A. 2011. "MOX plutonium fuel used in Fukushima's Unit 3 reactor
two million times more deadly than enriched uranium". Natural News, March
17, 2011, 2 p. Ver:
http://www.naturalnews.com/z031736_plutonium_enriched_uranium.html
[3] Talmadge, E. & M. Yamaguchi. 2011. "Japan's government criticizes nuke
plant operator". Associated press (AP), March 26 2011, 7 p.
[4] Mearns, E. 2011. "Fukushima Dai-ichi status and potential outcomes".
The Oil Drum. Discussions about energy and our future, Miscellaneous, March
17, 2011, 139 p. Ver:
http://www.theoildrum.com/node/7675
[5] Montenegro, R.A. 2011. "Fukushima está más cerca de lo que creemos".
Publ. De la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), 18 de marzo de
2011, Córdoba, Argentina, 7 p.
[6] Odum, E. 1972. "Ecología". Ed. Interamericana, México, 639 p.
[7] BBC. 2011. "How does Fukushima differ from Chernobyl?". BBC News
Asia-Pacific, BBC, 3 p. Ver:
http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-13050228
[8] BBC. 2011. "Japan nuclear plant data was unacceptable". BBC News
Asia-Pacific, BBC, 3 p. Ver:
http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-12877198
[9] BBC. 2011. "Q&A: Health effects of radiation exposure". BBC News
Asia-Pacific, BBC, 6 p. Ver:
http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-12722435
[10] BBC. 2011. "Fukushima: What happened –and what need to be done". News
Asia-Pacific, BBC, 4 p. Ver:
http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-13050228
[11] "CNEA: en Argentina no podría pasar lo que sucede en Japón". Noticia
de la Agencia TELAM, 14 de marzo de 2011. La aseveración de G. Barceló es
técnicamente incorrecta pues Argentina tiene zonas sísmicas.
[12] Estas fallas están siendo estudiadas por la Universidad Nacional de
Río Cuarto. El geólogo Guillermo Sagripanti –a cargo de los estudios-
expresó que la zona de Río Cuarto "es sísmicamente activa". Ver La Voz del
Interior (Córdoba), 15 de marzo de 2011 y diario Puntal (Río Cuarto) 16 de
marzo de 2011.
[13] Crii-Rad. Commission de Rechercheet d'Information Indépendantes
sur la Radioactivité, 471 Avenue Victor Hugo, 26000 Valence, France,
Teléfono +33 (0) 4 75 41 82 50 y fax +33 (0) 4 75 81 26 48. Email:
contact@??? Página Web:
www.criirad.org
[14] Montenegro, R.A. 2009. "Argentina’s irrational Nuclear Programme and
Citizens’ Opposition". En: "International Perspectives of Energy Policy and
the Role of Nuclear Power", Ed. Mycle Schneider. Multi-Science Publishers,
Gran Bretaña, pp. 407-420.
[15] Montenegro, R.A. 2004. "Impactos ambientales y sanitarios de las minas
de Uranio, y de la planta de producción de dióxido de Uranio en Córdoba
(Dioxitek S.A.). Riesgos provocados por la reapertura de la mina de Sierra
Pintada, y por la posible instalación en ese sitio de la planta de
Dioxitek". Ed. FUNAM, Córdoba, 110 p.
[16] El reactor nuclear Candú de Embalse tiene problemas que le son
propios: 1) Mayor probabilidad de pérdida de agua pesada desde el circuito
primario dada la complejidad de su tubería. 2) El reaprovisionamiento de
combustible mientras continúa funcionando el reactor introduce factores
adicionales de riesgo. 3) Las sucesivas fallas y roturas de los tubos de
presión está relacionada con la misma aleación de Zirconio-Niobio utilizada
en las tuberías de Chernobyl. 4) La combinación de Uranio natural-agua
pesada tiene serias implicancias en materia de seguridad. El coeficiente de
reactividad es positivo, de allí que cualquier accidente que ocasione la
pérdida de refrigerante pueda acarrear escape de energía. 5) El uso de agua
pesada genera grandes cantidades de Tritio 3 radiactivo, y el uso generoso
de Zirconio en el núcleo tiene como consecuencia un elevado potencial de
reacción Zirconio-vapor de agua. 6) No está diseñado para soportar los
peores accidentes que involucran extensas reacciones de Zirconio-vapor de
agua, explosiones de hidrógeno y vapor de agua, y ruptura de las
modalidades comunes de los ciclos de enfriamiento primarios y secundarios
dentro de la contención [Anderson, R. & otros. 1986. "International Nuclear
Reactor Hazard Study". Design and operational features and hazards of
commercial power reactors in the World". Report prepared for Greenpeace,
September 1986, Project Management and Scientific Coordination Gruppe
Ökologie Hannover, Hamburg, pp. 1-83].
[17] Los radios han sido derivados de accidentes conocidos, principalmente
Chernobyl y Fukushima. En Chernobyl el área contaminada, crítica, se
extendió hasta un radio de 500 kilómetros que incluye un área de exclusión,
interna y deshabitada, de hasta 30 kilómetros [IAEA. 2011. "Frequently
asked Chernobyl questions". IAEA, Newscenter, 4 p. Ver:
http://www.iaea.org/newscenter/features/chernobyl-15/cherno-faq.shtml .
Puede considerarse arbitrariamente como área de impacto toda el área
barrida por la pluma de contaminación donde los materiales radiactivos
diseminados han generado valores que se encuentran por encima del fondo
radiactivo natural correspondiente a cada punto de medición. Con este
criterio el área de impacto se expande notablemente. La Scottish
Environment Protection Agency (SEPA) encontró, en el Reino Unido, niveles
bajos de Iodo-131 en aire que los investigadores atribuyeron al accidente
de Fukushima. Las muestras procedían de la ciudad de Glasgow. Hallazgos
similares en Oxfordshire fueron reportados por la Health Protection Agency
(HPA). Fuentes: AP/Kyodo News, 29 March 2011, "Japan radioactivity found in
UK"; The Telegraph, UK, 31 March 2011, "Japan nuclear crisis: radioactive
particles in Britain. Low levels of radioactive iodine believed to be from
the damaged Fukushima nuclear plant in Japan have been detected in
Britain". En Japón valores muy altos de Iodo-131 se encontraron en la
ciudad de Tokyo, a 250 kilómetros de distancia. En base al área de impacto
reconocida para Chernobyl por la IAEA (500 kilómetros), a la existencia de
impactos fuera de esta franja y a los impactos derivados del accidente de
Fukushima consideramos dos radios de mayor impacto ante un accidente grave:
un primer radio de hasta 500 kilómetros, con impacto crítico, y un área
expandida de hasta 700 kilómetros con impacto subcrítico. Esto no quiere
decir que fuera de dichos radios no existan impactos, pero es necesario
definir una zona mínima donde la preparación ante accidente debe ser más
rigurosa.
[18] La ARN y otros organismos públicos de la Nación y las provincias de
Córdoba y Buenos Aires no han distribuido consignas porque no quieren
alarmar a la población. Además, porque al implementar un Plan Ciudadano
aplicable 500 a 700 kilómetros alrededor de cada central nuclear de
potencia equivale a reconocer algo obvio, que ese grave accidente puede
ocurrir. Con silencio y omisión, además de mensajes tranquilizadores pero
sin asidero técnico, niegan la realidad para que no peligre el programa
nuclear ni la construcción de nuevas centrales de potencia. Fukushima I
cambió por completo el escenario nuclear internacional y está empezando a
ocurrir lo mismo en Argentina aunque las autoridades nucleares hayan
privilegiado –por ahora- el silencio.
[19] FUNAM presentó al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, una nota
donde se le expuso la indefensión a que estaba sometida la población por
falta de Plan Ciudadano, y se le adjuntó una copia del plan elaborado por
FUNAM y la Cátedra de Biología Evolutiva Humana (Facultad de Psicología,
Universidad Nacional de Córdoba). La nota ingresó el 26 de noviembre de
2010 y nunca fue respondida. Ni siquiera cuando ocurrieron los accidentes
de Fukushima.
[20] Montenegro, R.A. 2011. "Evaluación de impacto ambiental: una norma que
los funcionarios no cumplen". Diario La Voz del interior, Córdoba, 3 de
marzo de 2011, p. 3.
[21] NRC. 1984. "Fatality at Argentine critical facility". United States
Nuclear regulatory Commission, NRD Information Notice, n° 83-66, Supplement
1, 4 p. Ver:
http://www.nrc.gov/reading-rm/doc-collections/gen-comm/info-notices/1983/in83066s1.html
[22] Montenegro, R.A. 2007. "The nuclear programme of Argentina and the
creation of nuclear-free zones for reducing risks of nuclear facilities".
In: "Updating International Nuclear Law", Eds. H. Stockinger, J. Van Dyke,
M. Geistlinger, S. K. Fussek y P. Marchart, Ed. NW Verlag, BMW Berliner
Wissenschaftsverlag & Intersentia, Wien-Graz, pp. 259-284.
Para mayor información contactar a:
Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo, Presidente de FUNAM (Fundación
para la defensa del ambiente) Profesor Titular de Biología Evolutiva
(Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba). Premio Nóbel
Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia) Email 1:
biologomontenegro@??? 2: raulmontenegro@??? Teléfono
fijo: 03543-422236 Desde el exterior: 54-3543-422236 Teléfono celular:
0351- 155 125 637 Desde otros países: 54-9-5 125 637 Skype:
raulmontenegro.ar
Primera Versión: 10 de mayo de 2011
Este material puede ser reproducido, citando el autor y la fuente. Se
ruega remitir una copia de lo publicado a funam@???
fuente
http://www.funam.org.ar/planciudadano.htm