Autor: nodo solidale Data: Dla: infopalestina.mx Temat: [Infopalestina.mx] Israel asfixia aldeas palestinas destruyendo sus
pozos de agua
Israel asfixia aldeas palestinas destruyendo sus pozos de agua
fuente: Agencia EFE
A la falta de agua en las colinas del sur de
Hebrón, en Cisjordania, se suma la demolición de
cisternas por el Ejército israelí, que ahoga a
unos residentes palestinos que viven con cinco
veces menos agua que lo recomendado por la OMS y
veinte menos que los colonos judíos vecinos.
"Frente a las tres cisternas al mes que Israel
demolió en 2011, este año están destruyendo una
media de cinco al mes", explicó esta semana
Ziyaad Lunat, portavoz de la organización Ewash,
que agrupa a 30 ONG y organismos internacionales
que trabajan en agua, saneamiento e higiene en
los territorios palestinos ocupados.
Cada demolición de una cisterna es "una
catástrofe humana" en la zona de las colinas del
sur de Hebrón, el área con mayor escasez de agua
en toda Cisjordania, afirma Lunat, que precisa
que muchas veces estos pozos son "el único suministro" para todo un pueblo.
La localidad de Susia es una de las más afectadas
por lo que las ONG califican como "escasez
inducida": sus 320 habitantes viven con menos de
veinte litros por persona al día (frente a los
100 que recomienda la Organización Mundial de la
Salud), una cantidad equivalente a la que se
provee a los campos de refugiados en situaciones de emergencia.
Entre 1999 y 2001 el Ejército demolió la mayoría
de las cisternas del pueblo e inutilizó algunas
llenándolas de cemento y gravilla, según un
informe de Amnistía Internacional, que afirma que
más de la mitad de los habitantes de Susia se han
ido en los últimos años huyendo de las duras condiciones de vida.
"Tenemos varios pozos de agua en Susia pero a
muchos no nos deja acceder el Ejército y otros
han sido destruidos por los soldados y los
colonos", se lamenta Naser Nawaya, que denuncia
que hace poco los militares también han destruido
cuatro pozos en (el vecino pueblo de) Amnier.
Nawaya explica que Susia tiene once pozos
pequeños en uso, cuya agua es insuficiente, y
otras 30 cisternas a las que les impiden acceder.
"Si pudiéramos llegar a ellos tendríamos agua para toda la aldea", asegura.
El pasado febrero, el Ejército israelí destruyó
en Susia dos cisternas, incluida una que databa
de la época romana; en marzo demolió tres
letrinas y, dos meses después, varias cisternas
que estaban siendo reparadas por voluntarios internacionales.
El pasado julio, los soldados confiscaron diez
tanques de agua donados por una ONG. Una
cisterna, varias letrinas móviles, la escuela y
la carretera que va a ella tienen órdenes de
demolición pendientes. Aunque especialmente
grave, el caso de Susia no es único: según
denuncia Ewash, la práctica de demoler
infraestructuras sanitarias vitales va en aumento.
En 2009, el Ejército israelí demolió tres
cisternas en el Área C de Cisjordania (bajo
control militar y administrativo israelí), la
cifra se elevó a 21 en 2010, a 34 un año después
y, en lo que va de 2012, ya se han destruido
alrededor de cuarenta. Además de las cisternas,
Israel también elimina otra infraestructura
sanitaria e higiénica vital, generalmente bajo el
argumento de que no tiene los permisos
administrativos que el mismo Ejército deniega
habitualmente (entre 2000 y 2007 fueron
rechazadas el 94% de solicitudes de construcción en el Área C).
Ewash afirma que, entre 2009 y 2011, los soldados
destrozaron cuarenta pozos, varios sistemas de
irrigación y al menos 20 cuartos de baño y
lavabos, cifras a las que hay que sumar la
destrucción causada por los colonos judíos.
El recurso que les queda a las comunidades
locales es, bien irse, bien afrontar el coste de
comprar agua transportada en tanques.
La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU
(OCHA), indica que las empobrecidas comunidades
del sur de Cisjordania pagan el agua a un precio
medio cinco veces superior al que afrontan quienes están conectados a la red.
Este año, los residentes de Susia están pagando
cerca de seis euros el metro cúbico del agua, un
precio que en otras comunidades de la zona ha
llegado a los exorbitantes 12 euros, frente al
euro que pagan las ciudades palestinas con
suministro, según datos de la ONG española Acción Contra el Hambre.
El problema no es solo el altísimo coste. Según
señaló un empleado de una ONG internacional en
Hebrón, "las comunidades tienen que esperar hasta
20 días la llegada del camión del agua, porque la
demanda es más alta que la oferta".
"Mientras que los palestinos en esta zona
consumen menos de 25 litros de agua por persona y
día, los colonos judíos consumen 400", denuncia,
y señala que algunas colonias tienen piscinas,
césped verde en zonas áridas e industrias con uso
extensivo de recursos hídricos.
Lunat advierte de que la asfixia gradual de estas
comunidades no solo ha supuesto un incremento de
los riesgos de enfermedad, sino que se traduce en
"un aumento significativo de los niveles de
desplazamiento forzoso", y recuerda que la
demolición de infraestructuras vitales es un crimen de guerra.