Y las ordenazas??
Las votan, desarticulan y se cagan en todo y siguen........
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Aunque puede causar daño a la salud
Fumigan con glifosato en plena Ciudad y en el Conurbano Bonaerense
Publicado el 10 de Octubre de 2010
Por Manuel Alfieri
Lo hacen junto a las vías del tren para desmalezar y controlar las plagas.
Aseguran que no es cancerígeno, pero en algunas zonas está prohibido. Los
especialistas advierten sobre las consecuencias de hacerlo al lado de la
gente.
Desde al menos cuatro años atrás, las empresas que operan los trenes del
Área Metropolitana de Buenos Aires realizan fumigaciones en los alrededores
de las vías, con el objetivo de desmalezar la zona y prevenir plagas. La
sustancia utilizada es un polémico agroquímico con principio activo basado
en el glifosato. Funciona como herbicida en la producción agrícola: con él
se eliminan todas las malezas comunes y se permite el avance de la soja
transgénica. Precisamente, sólo las semillas genéticamente modificadas (como
la soja, el maíz y algunas variedades de girasoles) pueden resistirlo.
En la actualidad, este agroquímico es objeto de fuertes cuestionamientos por
parte de una amplia red de científicos, médicos y organizaciones
ambientalistas, que en diferentes informes describieron las nocivas
consecuencias que su uso indiscriminado está produciendo, tanto en el
ambiente como en la salud humana. Hablan de pérdida de biodiversidad y
deterioro de suelos. También de enfermedades como cáncer, malformaciones y
abortos espontáneos.
En un pueblo sojero de Córdoba, por ejemplo, los habitantes sufrían las
fumigaciones sobre los techos de sus casas o frente a las escuelas, y se
registraron 500 enfermos, de los cuales 200 tenían cáncer, en una población
que no supera los 5000 habitantes. A partir de ese momento, un fallo
judicial prohibió la aplicación de agroquímicos en toda la zona urbana.
Situaciones similares se dieron en otros lugares del interior del país, como
en la ciudad de San Jorge, en Santa Fe, o en La Leonesa, provincia de El
Chaco (ver recuadro).
Lo mismo sucedió en ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires,
donde casi todos los municipios tienen ordenanzas que prohíben la
utilización de agroquímicos a determinadas distancias de la población. Y en
partidos como Vicente López, Lanús, Marcos Paz, Avellaneda o Lomas de
Zamora, las fumigaciones que se realizaban en los alrededores de las vías
del tren también fueron frenadas gracias a ordenanzas municipales.
“En base a estas medidas, no caben dudas de que el glifosato debe estar bien
lejos de la población. Lo importante es que el debate está cada vez más
presente”, expresó Federico Aliaga, integrante de la campaña “Paren de
Fumigar” del Grupo de Reflexión Rural.
Sin embargo, estas mismas fumigaciones hoy se realizan en el centro urbano
más importante de la Argentina: la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con
más de 3 millones de habitantes, unos 15 mil por kilómetro cuadrado, y
algunas zonas del Conurbano. Mientras las distancias mínimas para la
aplicación de agroquímicos –que constan en incontables leyes provinciales,
ordenanzas y medidas cautelares– son de 500 metros, en la Capital Federal
eso no se cumple: se fumiga a sólo pasos de viviendas, comercios y plazas.
Las denuncias hacen foco principalmente sobre la empresa TBA (Trenes de
Buenos Aires), actual concesionaria del servicio ferroviario de las líneas
Mitre y Sarmiento. Los vecinos demostraron, a través de videos y
fotografías, que el glifosato se aplica aun cuando circulan por las vías
adultos y niños. Y no descartan que otras empresas, como UGOFE (Unión de
Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia) y Ferrovías, estén
desarrollando la misma actividad, ya que también lo hacían en la provincia,
antes de que fuera prohibido.
“Sería absurdo poner sólo límites de distancia para las fumigaciones en la
ciudad, porque vivimos en un lugar que es exclusivamente urbano.
Directamente, hay que prohibir esta actividad en todo el ámbito porteño”,
argumentó en diálogo con Tiempo Argentino el legislador Adrián Camps, de
Proyecto Sur, quien hace un mes presentó un proyecto de ley con el objetivo
de impedir “la aplicación de agroquímicos para el control biológico de
pastizales y malezas en todos los predios ubicados en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, pertenezcan estos al Estado Nacional o a la Ciudad”.
El proyecto contó con el asesoramiento de una amplia gama de ambientalistas,
médicos y científicos encuadrados en la campaña “Paren de Fumigar”. Entre
ellos, el doctor Jorge Kaczewer, que –consultado por este diario– señaló:
“Los agroquímicos afectan a los genes, pueden ser cancerígenos y dar
problemas reproductivos. También producen patologías neurológicas. Esto está
constatado científicamente y se ve en las poblaciones rurales. Es gravísimo
que se utilicen en la Ciudad, donde no existen zonas despobladas.”
La iniciativa se está tratando actualmente en la Comisión de Salud de la
Legislatura porteña. Pero el proyecto no cuenta con el apoyo esperado: el
macrismo, que tiene la mayoría en el Parlamento porteño, no acompañaría la
iniciativa, por lo menos así como está planteada.
La diputada del PRO Carmen Polledo, integrante de la Comisión de Salud,
señaló: “Nosotros creemos que habría que hacer un listado de los
agroquímicos que se quieren prohibir y analizar con seriedad el tema de la
jurisdicción, ya que el espacio ferroviario pertenece al ámbito nacional.
Con algunas modificaciones, creo que podríamos ponernos de acuerdo.”
Según el diputado Camps, hacer un listado de los agroquímicos que se
pretenden prohibir “sería ridículo, porque ya existen alternativas al
glifosato. Supongamos que sólo prohibimos el glifosato: al poco tiempo, las
empresas ferroviarias van a usar otra sustancia que sea igual de
contaminante. El problema seguiría existiendo”, remarcó.
–¿Y por qué las ferroviarias usan este agroquímico?
–Porque les resulta más económico. Pero se podría hacer como antes: cortar
la maleza manualmente, lo que generaría empleo y sería ambientalmente
sustentable.
–Ellos dicen que son productos autorizados por el SENASA (Servicio Nacional
de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), por eso los utilizan.
–El SENASA se ocupa de animales, no de los seres humanos. Si las empresas
ferroviarias quieren utilizar agrotóxicos, que consigan un certificado
invirtiendo la carga de la prueba, es decir, que demuestren que los
agrotóxicos que utilizan no son dañinos para la salud ni para el ambiente.
–¿Y que responsabilidad le cabe al Gobierno de la Ciudad en este problema?
–El PRO, hasta ahora, no está dispuesto a prohibir este tipo de
fumigaciones. No se están haciendo cargo del problema.
El ítem 10.5 del contrato que TBA firmó con el Estado es concreto: “No se
admitirán las actividades que deterioren el ambiente de las estaciones por
la producción de humos, olores, calor excesivo, suciedad, residuos o exceso
de ruidos. Las actividades que se implanten deberán contribuir positivamente
a crear en la propia estación y su entorno un ámbito agradable, por lo que
deberán evitarse las actividades que por su naturaleza generen situaciones
de incomodidad o de inseguridad”, subraya el documento.
El gerente de Relaciones Institucionales de la empresa ferroviaria, Gustavo
Gago, respondió a los vecinos, a través de un comunicado, señalando que el
producto utilizado es en base a glifosato y pertenece a la multinacional
Monsanto.
“Este producto no está considerado como agente carcinogénico ni mutagénico y
se utiliza en prácticamente todos los cultivos”, explicó, dando los mismos
argumentos que los grandes pooles de siembra y la propia Monsanto.
El caso de la línea Mitre, en el ramal que va desde la estación Retiro hasta
la de Bartolomé Mitre, es curioso: en las secciones que corresponden a la
provincia de Buenos Aires, TBA no está aplicando glifosato, producto de la
ordenanza que lo prohíbe. Pero sí lo está haciendo en el tramo entre General
Paz y Retiro, afectando a vecinos de barrios como Saavedra, Coghlan,
Belgrano, Colegiales y Palermo.
“Es ridículo. Es como si en la ciudad fuésemos inmunes al glifosato,
mientras en la provincia está prohibido. Lo que hace TBA es de mala fe”, se
quejó Ricardo, un vecino que participa de La Huerta de Saavedra y que no
quiso revelar su apellido por temor a las “habituales patoteadas y amenazas
que sufrimos”. Consultado sobre las responsabilidades públicas dijo: “Todo
gobierno tiene el compromiso de proteger el ambiente y la salud pública. Es
llamativo que un gobierno tan interesado en la seguridad de los ciudadanos
como el de Mauricio Macri no se esté ocupando de este tema.”
Sandra Galeano, vecina de Belgrano, se vio directamente afectada tras una
fumigación que se realizó en la estación del barrio.
“La última vez estuve con dolor de garganta durante dos semanas. Se siente
un olor muy fuerte, el pasto se pone amarillo y los pájaros van muriendo”,
puntualizó.
Los vecinos cercanos a otras estaciones también acusaron molestias en ojos,
nariz, dolor de cabeza e irritación en la piel.
Las últimas fumigaciones fueron registradas fotográficamente y se realizaron
el 20 de agosto en los alrededores de las vías del tren Mitre, sobre la
calle Plaza, entre Congreso y General Paz; y en el puente Superí, cerca de
las vías de Belgrano “R” y la estación Coghlan.
También el 7 de septiembre, una cuadrilla de cuatro fumigadores de la
empresa Express Wash (que TBA terceriza y tiene por objeto “desmalezado y
limpieza en general y afines en la vía pública”, según lo publicado por el
Boletín Oficial), junto a personal de la empresa ferroviaria, fueron
detectados aplicando glifosato nuevamente, aunque estos últimos no contaban
con la protección necesaria para la actividad.
De acuerdo al relato de los vecinos, el operativo se concretó en un par de
horas, e incluyó las vías y aledaños (hasta la vereda), otra vez desde
Congreso hasta General Paz. Lo hicieron mientras la gente cruzaba las vías y
junto a las viviendas. Hasta el momento, ni la Comisión Nacional de
Regulación del Transporte (CNRT), ni el gobierno porteño, ni el nacional dan
respuesta a los vecinos. <