*Héctor Amodio Pérez era considerado, en tiempos que era un capitanejo
tupamaro un militarista dentro de la organización, uno de los que
siempre buscaba los caminos de enfrentamiento radical y/o violento.
Ensalzado tras algunos operativos por sus camaradas, en particular por
las mujeres tupas que fueran liberadas de la cárcel del Buen Pastor
mediante un operativo del que se atribuyó responsabilidad a HAP (aunque
justo es consignar que dicho operativo fue limpio e incruento).
Estamos refiriéndonos al tupamaro condenado a muerte por el MLN luego de
establecer, que el mismo había colaborado expresa y extensamente en el
desmantelamiento de buena parte de la infraestructura de que disponía la
organización, y todos recordamos entre tales "descubrimientos" "la
cárcel del pueblo" que había instaurado el MLN donde retenía "preso" al
impresentable Ulises Pereyra Reverbel.
Años después, y aparentemente ya arrojado al estrellato internacional,
Peter Torbjörnsson, fotógrafo sueco, lo denunció como el autor material
del atentado contra Edén Pastora, que no terminó con la vida de Pastora,
?apenas sufrió heridas en las piernas? pero sí con la de otros cinco
presentes en la conferencia de prensa. Aunque poco efectiva la
operación, el "trabajo" fue sin duda agresivo y contundente.1
Si HAP era un infiltrado que había escalado posiciones dentro del MLN,
como induce a pensar su actuación posterior internacional, o si HAP fue
un tipo inicialmente reclutado por el MLN y luego trasvasado mediante
tortura o seducción a los aparatos represivos oficiales es, para lo que
me interesa destacar en este momento, secundario.
Lo que me importa es destacar que los más combativos no tienen porque
ser trigo limpio. Por lo menos, hay que aprender a no ser estúpido y
creer que la combatividad prueba la limpieza del trigo. Aunque en muchos
casos marchen juntos el mayor arrojo y la mayor lealtad, como lo prueban
ejemplos formidables como el de Di Giovanni en Argentina y tantísimos otros.
En el trágico concierto palestino, están los actores que circulan
mediáticamente como el Hamas y Al Fatah, pero están los que no circulan
mediáticamente que son todas las agrupaciones de palestinos o palestinos
a secas que luchan con medios no violentos para mantener sus derechos (a
la vida, al suelo, a los alimentos), como Marwan Barghouti, Mohammed
Omer, Kawther Salam o en su momento Edward Said. En medio de toda la
población de Gaza, un millón y medio de seres humanos, casi, hay un
puñado de combatientes o guerrilleros que se empeñan en enviar cohetes
Qassam a territorio israelí, pero como las famosas bombas Imparcial de
tiempos de la guerra civil española, pueden caer indistintamente en
territorio israelí o palestino y que en la cantidad de años en que han
sido arrojados han matado, según la organización B'Tselem, israelí, a
once israelíes y a cinco palestinos. La mayor parte de sus envíos han
resultado totalmente incruentos, como por ejemplo el envío de un cohete
Qassam el 4 de noviembre de 2008 caído en el desierto, que sirvió para
que el Estado de Israel proclamara rota la tregua de seis meses
establecida y y matara a varios palestinos. Cohetazo que las propias
fuentes israelíes declararon no había siquiera herido a alguno.
Los Qassam estarían entonces entre los proyectiles más inseguros e
inútiles que se conocen dentro de las armas de guerra.
Los voceros pro-israelíes hablan de los palestinos como terroristas. Los
que pretenden tener una voz independiente las más de las veces siguen,
sin saberlo, "la voz del amo". Sistemáticamente remiten a la Autoridad
Palestina como el gobierno palestino con asiento en Cisjordania y a un
golpe de mano de Hamas para adueñarse del gobierno en Gaza. Nada más
falso. En enero de 2006, el Hamas le arrebata el gobierno a los que lo
habían detentado por décadas con Arafat y tras él con Abbas. El Hamas
ganó en elecciones con amplia participación, por mayoría abrumadora y
perfectamente controlada por veedores internacionales como Jimmy Carter
y su gente, con todos los condicionamientos que corresponde tener en
cuenta por la ocupación israelí.
En algún momento, allá por los '80 se consideraba que el Hamas era
confesional, islámico, y que Al Fatah era laico e izquierdista, pero al
cabo de unos años, sobre todo luego de la mezquina capitulación en Oslo
en 1993, lo que había que reconocer era que el Hamas atendía las
necesidades de la gente, negadas y saboteadas por el estado israelí y
olvidadas por la dirección palestina, que Al Fatah estaba
definitivamente corrompido entre los compromisos de haber aceptado ser
la policía israelí de su propio pueblo 2 y el manejo discrecional de
los fondos que le llegaban a los palestinos desde Israel o desde el
exterior y que servían para distanciar una claque "revolucionaria" de un
pueblo cada vez más hambreado.
El Estado de Israel no pudo aceptar que el Hamas fuera la representación
de la sojuzgada población palestina y como verdadero poder ocupante,
inyectó todo tipo de ayuda a su títere Al Fatah y a su jefe, Abbas, a
quien le ayudó a construir un "puesto presidencial" en Cisjordania
barriendo con el gobierno legítimo, encarcelando a buena parte de sus
parlamentarios y ministros. Por razones que desconozco, pero que tal vez
tienen que ver con el principio físico de la "válvula de seguridad", en
Gaza el Hamas pudo reaccionar encarcelando a los putschistas que
trataban de ganar mediante un golpe "ayudado" lo que habían perdido en
las urnas. Por eso existe una autoridad política de Hamas en la Franja
de Gaza. Que ha servido para que todo el tiempo "los periodistas
independientes" peroren acerca del gobierno bien habido en Cisjordania y
el de facto de Gaza. Cuando es exactamente al revés. El discurso como
inversión de la verdad: para tener en cuenta.
Vayamos ahora un poco más lejos. El Maine, en 1898, en Habana voló por
los aires y sirvió para que EE.UU. le "declarara" la guerra a España,
mejor dicho para apropiarse de las islas caribeñas que, como fruta
madura, estaba ansiando desde hacía siglos. Cuba y Puerto Rico.
Curiosamente, el tipo de explosión que destruyó al Maine y llevó a la
muerte a cientos de sus tripulantes fue interna, del tipo implosión, y
una de las pruebas de ello son los escasos daños de varios barcos
anclados en su proximidad. Si se tratara de una ex-plosión, éstos
habrían sido mucho más averiados. Sabotaje español o autodestrucción
yanqui, la implosión parece llevarse las palmas...
En Pearl Harbor, 1941, el comando estadounidense deja hacer a los japs.
El ataque japonés les permite responder cayendo con todo su poderío no
del todo todavía reconocido. Habían logrado lo mismo que en Cuba en
1898: responder a la agresión y casualmente quedarse con las perlas
ahora del Índico como en Cuba las de la desflecada corona española.
En Nueva York, en el 2001, todavía no sabemos qué pasó. Pero sí sabemos
que no pasó lo que nos contaron. Sabemos que los edificios
implosionaron. Que implosionaron tres, aunque habrían sido atacados dos
y que en Washington, en el Pentágono, no aparece del famoso "avión
atacante" ni un trocito del fuselaje, de ruedas, de alas... Cuando
Thierry Meyssan estaban investigando ese atentado, los serviciales
anfitriones del Pentágono le ofrecieron la caja negra del presunto
avión, prueba contundente del atentado, le explicaron buenamente. Claro
que una caja negra milagrosamente preservada de un avión cuya existencia
es lo que está puesta en duda no deja de ser un chiste. Meyssan declinó
tomar contacto con semejante "prueba".
Hay algo más, que revela que el modus operandi de construir operaciones
que sirvan para "airadas respuestas de defensa" es ya un oficio de
Ministerios de "Defensa" como el de EE.UU. En el escrito Rebuilding
Americas Defenses de setiembre del 2000, escrito por la craneoteca
neocon criticando el paréntesis pacifista [sic] de Clinton, un escrito
que es toda una recopilación de la presunta pérdida de poder de fuego de
los ejércitos de EE.UU. en el planeta, los Kagan y otros intelectuales
que lo suscriben dicen que puede haber un modo de incrementar, de
revitalizar, de acelerar y legitimar el rearme y es que se les cruce en
el camino un nuevo "Pearl Harbor". Así, descaradamente, los Pearl Harbor
son vistos como métodos para dirigir una guerra, como excusas para
"contraataques". Vale la pena reparar en que Rebuilding... fue escrito
un año antes de la caída de las Torres Gemelas, tan oportunamente
convertidas en espectáculo televisivo de todo el día.
EE.UU. e Israel: una alianza cada vez más estrecha
Como la CIA, el MOSSAD ha desarrollado enormes operativos de camuflaje,
de infiltración, para combatir secuestrar o matar a palestinos, nazis,
u objetores de conciencia.
Estaría perfectamente dentro de su estrategia infiltrar a grupos de
resistentes palestinos que practiquen actos que "legitimen" reacciones.
Los cohetes Qassam que apenas algunas veces alcanzan un blanco,
disparados con trayectorias azarosas que estadísticamente tienen muchas
más posibilidades de no encontrar blanco alguno que de encontrarlo,
podrían ser una magnífica excusa para que el Ministerio de "Defensa"
israelí reaccione y encuentre en ellos y sus escasas víctimas 3 la
excusa óptima para desencadenar un castigo bíblico a los palestinos.
Allí sí mueren cientos de seres humanos, en edificios en las calles, en
autos. Allí sí mueren hombres, mujeres, niños. Incluidos, claro, entre
tanto "daño colateral" algún comando o algún jerarca policial o algún
miembro del gobierno "terrorista".
Allí mueren despedazados por bombas arrojadas desde lejos y luego siguen
muriendo en una sociedad a la que preventivamente se le han bombardeado
usinas, hospitales, talleres y se le han bloqueado las importaciones:
faltan gasas, desinfectantes, bisturíes...
No afirmamos que los cohetes Qassam sean teledirigidos por los
israelíes. Sostenemos que puede ser así. Al fin y al cabo, hasta la
autoría de tales envíos ha estado en debate; si se trata de grupos de
combatientes del Hamas que procuran así responder a los castigos
colectivos, verdadera política genocida del Estado de Israel, o si se
trata de grupos de combatientes de Al Fatah que procuran con ello
dirigir las iras israelíes hacia el gobierno de la Franja. Incluso ha
habido escaramuzas entre grupos palestinos para acordar o impedir el
envío de tales cohetes.
Porque en todos los casos, lo que más nos llama la atención es que
cualquier cohetazo Qassam, hasta el más inocuo, despierta "la reacción",
ésa sí desproporcionada, criminal, genocida de los militares israelíes.
Porque hasta los más enardecidos asesinos y racistas deben justificar
sus depredaciones, alegando defender, defenderse de algo: Hitler
vociferaba contra quienes atacaban al pueblo alemán mientras arrasaba a
los checos, a los polacos, a los judíos...
Bush, por ejemplo, tan generoso o amplio en sus miras, anda siempre
defendiendo la libertad, en todos los mares y suelos del mundo, con
petróleo, al menos.
Luis E. Sabini Fernández **
_*notas:*_
* Docente del área de Ecología y DD.HH. de la Cátedra Libre de Derechos
Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, periodista,
editor de futuros del planeta, la sociedad y cada uno.
1 Edén Pastora, durante décadas en la guerrilla neosandinista contra
los Somoza, rompió, empero con la dirección luego de "la toma de poder"
y a tal punto se produjo el enfrentamiento que se levantó en armas
contra el FSLN, Ortega, Borges, etcétera. Por ese entonces, los
somocistas habían armado "la contra" para recuperar el control de
Nicaragua y llegó a haber tratativas para unificar el frente
antisandinista que Pastora desechó considerando que "la contra", la
guardia somocista, era todavía peor que los neosandinistas comandados
por Ortega. La CIA quiso escarmentar a Pastora por el fracaso de la
operación unificadora y todo lleva a pensar que encontró en HAP el
instrumento.
2 Algo ya experimentado con éxito, aunque con avatares como rebeliones,
por el imperio británico en la India, con los cipayos.
3 Lo de escasas es un vocablo difícil por no decir inaceptable en
términos éticos puesto que una vida humana arrasada es siempre
demasiado. Pero no estamos hablando desde nuestros corazones sino desde
las estadísticas de militares.
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