[Pensamientoautonomo] ¿Qué Grecia? ¿Colmenares?

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Autore: Norberto Farías
Data:  
To: sepudriotodo
Oggetto: [Pensamientoautonomo] ¿Qué Grecia? ¿Colmenares?
De la pagina de la "coordinadora grigoropoulos" de loas alumnoas de la secundaria:
El calendario para manana y pasado manana y... sigue..... dice:
 
Martes: 11 de la manana. "Salimos de nuestras escuelas y cortamos, coordinadas todas las secundarias, las calles y carreteras centrales de cada nuestro barrio"
 
Miercoles: Cercamiento masivo por los y las alumnas de la Secundaria del Palacio de Justicia en Atenas. Lo mismo tambien en las otras ciudades.
 
Jueves: Mitin, manifestacion de todos los sectores de educacion a las doce en el centro de Atenas...
 

Han formado una Coordinadora entre todas las secundarias (la dicen "coordinadoragrigor o pulos") y estan organizandose dia por dia.
Su "bolgspot" se construyo el Miercoles pasado. El viernes por la noche ya contaba con 40.000 visitas. El Sabato por la noche contaba con 120.000 visitas.
 
Hoy estaban alla, en la Sede Central de Policia en Atenas. Miles de alumnos de secundaria. Una fiesta. Tiraban huevos y yogurt en los policias del Cuerpo de Antidisturbios. Los policias sin moverse. Llenos de yogurt y del color amarrillo de los huevos. Y despues -nadie conoce por donde lo encontraron- los alumnos empezaron a tirar harina a los policias. La harina pego al yogurt y los mayores nos sentiamos que nuestros hijas, nuestros hijos tomaban venganza por ridiculizar asi los policias. Claro, hasta que empezaron los lacrimogenos. Atacaron la manifestacion. Nos ahogaron en los quimicos y en los lacrimogenos. Hay detenidos y detenidas. De 15, 16, 17 aNos...
 
Se dice que dentro de una semana han tirado como 5 toneladas de lacrimogenos. Se dice que  terminaron todos sus quimicos disponibles y pidieron mas de Israel. Seguro que los que ingresaron ultimamente son muy fuertes....los que estaban hoy en la Sede Central de la Policia, los que estaban el Sabado por la noche en Exarjia, los que estabamos en la plaza central de Atenas Sintamga, los que manifestaban en el centro, los que tienen refugio la escuela Politecnica. .. todos.. todas lo hemos conocemos: los nuevos lacrimogenos son muy fuertes.
 
Me pregunto: ?Cuantos son los de los Antidisturbios? ?Cuantos son para estar por todos los lados? Empiezo a contar las ciudades, grandes y pequenas, de Grecia que estan revueltas por el asesinato de Alexis. Que sus jovenes estan en las calles y sufren represion. Empiezo a contar: 37 cuidades. Seguro que olvido unas. Pero ?37 ciudades? ?Casi todas de mi pequeno pais?
Empiezo a contar los barrios de Atenas que inventan maneras de protestar. Dejo de contar. Son todos los barrios de Atenas. De Atica.
Me ocurre contar las secundarias ocupadas. Inutil: no puedes contar "uno, dos tres.." hasta el 700 que, segun el comunicado de Organizacion Panelenica de Profesores de Secundaria, son las secundarias ocupadas.
?Las Universidades? Bueno: TODAS.
Y todos y todas (de los jovenes) en las calles cada dia. Una semana entera. ?Tanta rabia? ?Y no dimos cuenta?...
Salio en las calles la rabia para caminar. Y caminando ha inventado maneras. Y se organiza ya la rabia. Muy pronto para decir que va a quedarse. Pero se organiza: ocupaciones de radios. Creacion de radios. Ocupaciones de edificios municipales. Objetivos concretos de ataques. Comunicados. Y la palabra "coordinadora" gana su espacio con el tiempo. Y genera espacios en el presente. 
 
Dejo ya de contar. Recojo momentos y quiero compartirlos con Uds. Mis companeros y companeras en Mexico. En Espana. En Italia. En Brazil. En Argentina. En Chile.
Aqui, ya celebramos la FIESTA de la digna rabia. La debemos a nuestros hijos y nuestras hijas. Jovenes. Muy comunes. Ordinarios. Nada especial el nuevo sujeto de rebeldia en Grecia: muy ordinarios: nuestros hijos que los vivimos cada dia en la casa. Sin embargo llevaron el mundo patas arriba en una semana y siguen. 
El asesinato de Alexis abrio una fisura y ellos y ellas que gritan cada dia "tod@s somos Alexis", construyeron inventando, un puente entre los suenos del pasado nuestro y el futuro de sus suenos. Y nos llaman atravesar el puente. 
Los primeros que atravesaron ese puente en Grecia eran los marginados: gitanos, emigrantes, presos y presas de los carceles de Grecia. Todos ellos y nosotros tambien nos apoyamos en la solidaridad. La solidaridad de nuestros companeros y companeras en el mundo. Para frenar la represion y para compartir el baile de la rebeldia. Y cuentan con ello: Por cada su acto o palabra de solidaridad que llega aqui, les conocen a Uds. los jovenes. Y se sienten que no estan solos en el mundo. Que la rabia que se sienten es la rabia de la dignidad rebelde que camina por todos los rincones del planeta.
 
Un Buenas Noches desde un Atenas que pasa sus noches esperando el nuevo amanecer para inventar un poquito mas de rebeldia...


...



GRECIA: EL PUNCTUM DE LA REVUELTA
 
 
Todavía todo es una imagen. Es como una imagen que empieza pintarse desde el sábado por la noche, cuando por  toda la Grecia corrió la noticia del asesinato de Alexis Grigoropoulos. Es una imagen que sigue tomado forma con el paso del tiempo. La imagen, según se dibuje, puede llegar a captar el fondo, aunque no siempre podamos verlo, pues, no tenemos aún  la capacidad de capturar lo que hay detrás de los colores superficiales que llegan a nuestros ojos.
 
Aún es muy pronto para valorar lo que sucedió y lo que sigue pasando en Grecia. Cada uno puede explicarlo desde lo obvio y decir cosas triviales como que la explosión nació de la crisis económica, de la falta de horizontes en los jóvenes, de la represión, de la la impunidad. Y, por supuesto, de allí surgió, pero la manera en que todos estos elementos se expresaron en Grecia son únicos. Se trata de un preámbulo, de una anticipación de que lo que va a suceder en otros países de Europa.
 
En La cámara lúcida, Roland Barthes dice que en cada imagen hay un punto donde se concentra, según la interpretació n de cada uno, toda la fuerza y la tensión del imagen, de la foto: el punctum.  “El punctum de una foto –señala el autor– es ese azar que en ella me despunta.” En La imagen que se pinta desde hace seis días en la Grecia hay  cuatro momentos punctum que muestran la profundidad invisible de esta rabia que estaba pediente y de repente se estalló.
 
 
Primer momento: domingo tarde-noche. Desde internet y teléfonos celulares se teje un invisible tejido de comunicación entre miles y miles estudiantes de secundaria en toda  Grecia. Nadie da cuenta. El hecho es que el lunes en la madrugada las secundarias están cerradas. Sin asambleas, sin cualquier centro organizativo, sin la intervención de organización política alguna, miles y miles de estudiantes de secundaria están en las calles autoorganizados. Bloquean calles y carreteras y enfocan toda la rabia que les provoca el asesinato de Alexis contra las sedes locales policiacas. No queda casi ni una sede policiaca que no esté bloqueada por estudiantes de secundaria lo mismo en ciudades pequeñas, pequeñísimas y de barrios de Atenas y de Salonica que no han conocido nunca a lo largo de su existencia, manifestación o algo parecido a ello. Y amanecen con sus hijos y sus hijas fuera de las sedes policiales, quemando los coches de patrulla o tirando
naranjas, piedras, huevos y pinturas a los edificios de las fuerzas del orden. Son  jóvenes de trece, quince o dieciséis años que enfocan su rabia hacia ese objetivo.
 
Segundo momento: martes por la noche. Los noticiarios de las televisoras ya no saben que decir primero y que segundo. Todos los centros de las ciudades de Grecia son devorados por las llamas. Una información sobresale: en un suburbio de Atenas, donde viven gitanos, 600 de ellos ocuparon el cuartel policial, le prendieron fuego e  hirieron con escopetas a dos gendarmes..
 
Tercer momento: martes por la noche. En 23 cárceles del país, todos los presos se niegan a cenar en señal apoyo y solidaridad con la revuelta.
 
Cuarto momento: después de las provocadoras palabras del abogado que defiende al policía asesino, diciendo que Alexis murió a causa de una bala perdida, los estudiantes de la secundaria vuelven a cerrar las escuelas. Los jóvenes en Atenas y en el resto de Grecia cercan, respectivamente, 25 y 20 sedes de policía. Los muchachos cortan el tránsito de veinte avenidas y ocupan 190 secundarias en Grecia. La mayoría de las universidades no tienen clases. En unas 20 ciudades los bancos y las tiendas de lujos son consumidas por el fuego.
 
Cuatro momentos punctum que muestran la profundidad de una rabia acumulada, una rabia que aguardaba su momento, que va mas allá del asesinato de Alexis, mas allá de las llamas que iluminaron Grecia y la hicieron visible los últimos días. Pura rabia, rabia justa.
 
Muchos comparan lo sucedido con Los Angeles y con Paris. No lo es. La comparación no es adecuada. No son los reprimidos de siempre que expresaron la rabia prendiendo  fuego en los centros de las ciudades. No, son nuestras hijas y nuestros hijos los que lo hicieron. Son quienes vieron en el asesinato de Alexis sus horizontes asesinados. Y, al calor de las llamas también encontró su lugar la rabia de los marginados. El asesinato de Alexis fue la mecha que encendió la rabia. Y la rabia caminó en las calles de Grecia y lo arrastró todo. La rabia, además de todo, es ciega.
 
El fuego se extendió en el pasto seco de una clase política absolutamente gris. El color del paisaje era de una turbia negritud. Antes del estallido, los escándalos por corrupción ocupaban la primera fila del espectáculo político nacional. La oposición era prácticamente inexistente. Ahora, la izquierda pisa en dos barcos y se tambalea. Los  grupúsculos y organizaciones de izquierda radical y los anarquistas  ven la oportunidad de aumentar sus filas. Los fascistas salen en las calles para defender "la propiedad". Y todos, absolutamente todos, quieren manipular la rabia y conseguir militantes.
 La imagen se hace turbia. Por lo pronto quedan los cuatro momentos punctum. En ellos está la esperanza.


....



Basta ya.
 
Les escuchamos cada día en los noticieros de la tele. Declaraciones, contra declaraciones y después comentarios y todo lo demás para lo que ustedes llaman nuestra información “objetiva”.
Basta ya.
 
Ahora nos van a escuchar a nosotros.
 
Somos la generación de los 400 euros. De los programas “stage” del organismo de empleo, del trabajo flexible, de la eterna capacitación (siempre con nuestros gastos), de la precariedad, de la carestía, de los dos diplomas que no sirven para nada. De la eliminación de nuestros derechos laborales, de nuestra humillación por parte de patrones, políticos y los demás.
 
Somos la generación que la encierran en escuelas, intentando meter en nuestras cabezas sus nacionalismos, sus prejuicios, su lujuria por la patria, su mentira, su subordinación. 
 
Somos los chavos que humillan y provocan los antidisturbios, los policías secretos, o los guardias especiales y todos los demás policías que hizo su democracia (y puso por todos lados como otro ejército de ocupación) cuando nos encontramos en su camino, sus objetos diarios de su abuso del poder.
 
Somos los heridos de las marchas de los estudiantes y de los alumnos, nuestras cabezas fueron golpeadas contra el asfalto, nuestra dignidad fue eliminada bajo sus botas, nuestras manos fueron quebradas por los toletes, nuestras caras fueron machacadas por sus puñetazos, nuestros pulmones todavía contienen los gases que nos echaron, que están prohibidos según acuerdos internacionales. Moriremos prematuramente porque no estuvimos de acuerdo con las leyes que nos están robando la vida. Somos los detenidos que nos arrastramos en juicios por años, Panagiotis que llevaba zapatos de un color equivocado y se quedó 40 días en la cárcel, Dimitrios Augustinos que pasó por el lugar equivocado en el momento equivocado, los 50 heridos en el hospital Evangelismos el día 8 de marzo de 2007.
 
Nosotros incendiamos sus bancos. Nosotros nos enfrentamos con la policía. Nosotros destruimos la paz social que están construyendo día y noche lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se callen. Nosotros seguimos iluminando las noches frías que nos trajeron. Nosotros seguimos ensuciando las paredes con consignas que aunque sus ojos vean nunca llegarán a sus oídos. Nosotros nos vengamos por Alexis en las barricadas el sábado que los buenos ciudadanos burlaban otra vez sus conciencias de la violación semanal. No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad. Alexis fue la gota que hizo desbordar el vaso. Cada noche va a ser de él de aquí en adelante. 
 
Se acabaron sus noches tranquilas.
 
Péguennos, échennos gases, deténgannos, tírennos balas de goma como las que llevan tirando desde el sábado, apúntennos con sus pistolas o den tiros al aire (¿o a nosotros tal vez?). Alisten al paraestado, como están haciendo ahora en Patras o a esos periodistas siempre dispuestos, la mano larga real del poder. A Pretenteris, Evangelatos, Triantafilopulos, Kapsis, Tremi, Pavlopulos, Papajelas. Y a todos los demás. De ellos depende su éxito. Escondan las imágenes de la brutalidad policial, tapen los escándalos que apestan, aprueben sus medidas antipopulares con “consenso social”.
El lunes en Atenas pusieron a sus agentes a destruir los pequeños comercios. Nosotros los vimos saliendo de las filas de la policía. Hay incluso fotos. Las van a ocultar ellas también, con mucho éxito. Ya sus papagayos, después de los primeros disturbios, repiten bien los que ustedes les enseñaron.
 
El martes no respetaron ni siquiera el funeral de Alexis. Mandaron a los antidisturbios a su funeral para provocar a niños de 15 años. Tiraron gases lacrimógenos y detuvieron a niños. Ustedes profanaron al mismo chico que asesinaron.
 
¡Ya basta con las mentiras! No somos los encapuchados ni los conocidos-desconoci dos. Somos muchos y estamos furiosos. Ya paren de repetir tonterías. Desde Komotini hasta Janiá, de norte a sur nuestra rabia se desborda. Cayeron con todos los medios que su monstruoso poder dispone a eliminarnos. Con toletes, balas, lacrimógenos, medios de comunicación masiva,  provocaciones, paraestado.
 
No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos peligrosos.
 
No nos nos hacemos ilusiones que van a tomarlo todo eso en cuenta. Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira.
 
Adiós. Nos van a ver desde sus sofás en sus televisiones.
 
"Historia ahí vamos. Mira arriba hacia el cielo"







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CARTA ABIERTA A NUESTROS PADRES
 
¡¡¡QUEREMOS UN MUNDO MEJOR!!! AYÚDENNOS!!! APÓYENNOS!!!
 
NO SOMOS TERRORISTAS,  “ENCAPUCHADOS”, LOS “CONOCID@S-DESCONOCI D@S”
 
¡¡¡SOMOS VUESTROS HIJOS, VUESTRAS HIJAS!!! ELLOS Y ELLAS SOMOS. VUESTROS CONOCID@S-DESCONOCI D@S!!! QUE NOS CONOCEIS SIN CONOCERNOS.. .
 
SOÑAMOS!!! ¡¡¡NO MATEN NUESTROS SUEÑOS!!!
 
TENEMOS PASIÓN –NO NOS QUITEN NUESTRA PASIÓN… ¡¡RECUERDAN!!
 
ÉRASE UNA VEZ QUE TAMBIÉN UDS.  ERAN JÓVENES!! ¡¡RECUÉRDENLO!!
 
Hoy están buscando el dinero, les importa solo el “escaparate”
¡¡HAN OLVIDADO!!
 
Estábamos esperando que muestren su interés, estábamos esperando que nuestros padres nos hagan sentir por una vez orgullos@s…
 
En vano.
Viven sus vidas en la mentira… han bajado Uds. la cabeza y están esperando para el día de su muerte…
 
No tienen imaginación, ya no se enamoran, no pueden Uds. crear!!
 
 Solo venden y compran. Por todos los lados lo material. En ningún lado amor!! En ningun lado verdad!!!
 
¿Dónde están los padres? ¿Dónde están los artistas?
 
¿Por qué no salen a las calles para protegernos? Nos asesinan… Ayúdennos!!!
 
Sus hijos y sus hijas
 
PD.: No nos tiren más lacrimógenos. Ya lloramos nosotros por nuestra cuenta...





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La rabia de la juventud
Colectivo ALANA
 
Mientras estamos editando y preparando la publicación de este número especial para el Festival de la Digna Rabia cae la bomba. El día 6 de diciembre muere un jóven de 16 años por bala de un policía en el barrio Exarchia en el mero centro de Atenas.
El único pecado de este jóven – no le dieron el tiempo de tener más que uno sólo -, como muchos, miles y millones otr@s jóvenes, este pecado que le costó la vida, era gritar a dos policías, que pasaban por donde él estaba con sus amigos un sábado por la noche, algo como por ejemplo “fuera pinches policías de este barrio”.
Su nombre es Alexis, otro Alexis más, en un país lejano que se llama Grecia.
La noticia corre rápido, llega a nuestros oídos en la pequeña oficina donde trabajamos la edición de esta revista y se ubica en el mismo barrio donde Alexis perdió su vida sin razón. La noticia corre rápido y llega también a los oídos de otros jóvenes, de otras jóvenas como él.
La gente se enoja. No, no es cierto. No es sólo un enojo. Es una rabia acumulada. Una rabia que ya quiso salir en las calles y arrastrar todo lo que hay en ellas. Y salió. La gente con su rabia salieron en las calles y pusieron Atenas, y también casi todas las ciudades de este país, en estado de emergencia. Jóvenes en su mayoría, con piedras en sus manos y rabia en sus corazones, salieron en la calle. Y lo arrastaron todo. Junto con los basureros, los pavimentos, los edificios, las tiendas, los bancos, los coches arrastraron también las promesas rotas y el presente que se les niegan.
Arrastraron la mala educación, la falta de empleo, la inseguridad del futuro, el presente que nos oprime, el pasado que se olvidó. Arrastraron los símbolos que el sistema les ofrece a mirar de lejos porque tocarlos cuesta mucho. Arrastraron los símbolos que además ni siquiera necesitan. Arrastraron los lujosos anuncios, espejos de una vida encarcelada dentro de las cuatro paredes del trabajo, de la escuela, de la universidad, obedeciendo órdenes de gente que chupa toda su energía a cambio de migajas.
El gobierno de derecha que en este momento gobierna este país tocó los límites de la tolerancia aprobando leyes que eliminan los derechos laborares, el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, a la misma vida y reprimiendo l@s que gritan con toda su fuerza que no debe de ser así. Nos están quitando la vida diario y el asesinato de Alexis fue la gota que se explotó y quebró el vaso de la tolerancia y del silencio.
Ya nada va a ser lo mismo aquí por todas nosotras. Lo que vivimos estos días en Grecia, es una revuelta juventil, de niños, de niñas de 14 y 15 y 16 y 17 y 18 años de edad. Es una revuelta de jóvenes que sintieron que su vida está en riesgo: “Ya mataron uno de nosotros, ¿quién va a ser el siguiente?” Y nos están dando lecciones de vida.
Despúes de la primera expresión de esta rabia acumulada vino la organización espontánea de la juventad. Más de 400 escuelas secundarias en todo el país están ocupadas hasta hoy el día. Igual que muchas universidades y ya existe una coordinadora de acciones de estudiantes y alumnos. Todos los días alumnos y alumnas de secundaria llegan a diferentes sedes de la policía, las rodean, gritan a los policías, les tiran piedras, queman sus coches, los enfrentan. Los enfrentan a diario en las calles sin pensar en el riesgo ni las concecuencias. Rabia pura y hermosa. Los jóvenes en este país ya gritaron su “ya basta”. Y piden de la sociedad entera a estar a su lado, a gritar su “ya basta” igual que ellos y ellas, a tomar nuestras vidas en nuestras manos. Y la gente en los barrios de Atenas y de otras ciudades en algunos casos los escuchó. En varios barrios se organizan ocupaciones de edificios municipales y en general hay un intento de
organizarse más y coordinar acciones. Hay protestas generalizadas. Barricadas se arman todas las noches alrededor de la universidad politécnica de Atenas y resisten toda la noche contra la policía. Los más reprimidos encontraron también su oportunidad de expresar su rabia. Los gitanos que sufren la represión policiaca y la impunidad, los migrantes que diario los matan con diferentes maneras salieron también en las calles y agarraron las piedras igual que l@s jóvenes.
La represión también se generaliza. En toda la ciudad de Atenas hay una nube permanente de lacrimógenos y otros químicos. Los policías verdes, los más cabrones, reprimen, golpean, arrestan, dan balazos al aire, insultan. Y todo el mundo que ve su acción de cerca ya no los puede tolerar. Hay casos de gente que salió de las cafeterias donde tomaba su café para gritarles “fuera de acá”. Hay gente que les tira macetas de flores de sus balcones. Hay gente que cuando ve a los policías agarrando chav@s corre y l@s saca de sus manos feroces.
Por el otro lado hay la propaganda permanente de los medios masivos de comunicación. Repitiendo imágenes de destrucción hablan de los empresarios pequeños que lo perdieron todo, de las propiedades de la pobre gente, del clima de navidad que unos “vándalos” están destruyendo, de los ladrones que catean luego las propiedades destruídas.
Pero hay tantas imágenes tan hermosas estos días dibujadas en nuestras calles. Y una esperanza llena nuestros corazones aunque todavía no podemos ni asimilar lo que está pasando en nuestra sociedad. Ya llego la hora de escuchar a la gente más sana de nuestro país, l@s más jóvenes, l@s más inocentes que esta semana crecieron mucho y rápido y su acción se hizo postura de vida. Hay que escucharlos y estar ahí junto a ellos, junto a ellas porque lo que piden es lo que nosotras también queremos: nuestras vidas con dignidad y respeto.Fuera del congreso del país, una niña está conversando con un policía en un momento de calma, diciéndole que porque golpean a l@s niñ@s, que porque reprimen a ella y a sus compañeros. El policía la pregunta cuantos años tiene. Ella contesta que tiene 18 años. El policía se ríe y le dice que ya va a cambiar de ideas en cuando tenga cuarenta años. Y la niña de 18 le contesta: “O sea que cuando tenga
cuarenta años y matan a un niño de 15 a mi lado, ¿yo me voy a quedar callada?” y ahí se acaba la conversación y la palabra se pierde tras el sonido de las bombas molotóv y tras el sonido de la porra cayendo en las espaldas de otr@s jóvenes como ella.




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