La Fogata
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"La Página de los Compañeros"
"BOLETIN de LA FOGATA"
Escribí tu
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Email para comunicarte con La Fogata:
correo@???
NUESTROS SUEÑOS, NO CABEN EN SUS URNAS
"LA LUCHA POR LOPEZ
SIGUE ENCENDIDA"
Un año y medio pasó
desde que Julio López fue secuestrado, ¿qué tiene que decir el gobierno de
los "derechos humanos"?
¿López desapareció de cada uno de nosotros?
Jorge Julio López ya lleva un año
desaparecido de su casa. Pero resulta que también está desaparecido de los
medios, de los discursos oficiales y de la sociedad. Pocos ya se acuerdan de
él. ¿Qué se puede hacer desde nuestro lugar? Seguramente mucho más que la
nada misma que recorre a cientos de personas. Que nadie venga a decir que no
hay nada por hacer. Que no se puede hacer nada. Se puede hacer mucho, el
tema es que la mayoría de esta sociedad no tiene ganas y, encima, no se hace
cargo.
Luis Zarranz
Jaque al Rey
La Fogata
Una
de las primeras consignas al momento de producirse la desaparición de Jorge
Julio López fue Todos somos Julio López. El sentido del mensaje era claro.
La desaparición de Julio era una intimidación para toda sociedad y sentirnos
como él era decir que no iban a lograr desaparecerlo por completo.
A un año y medio de ese
tiempo, Julio sigue desaparecido y también muchos lo desaparecieron de sí
mismos.
Lo de la Justicia no
sorprende: es la regla. En la causa no hay ni un solo imputado ni líneas
firmes de investigación. Este dato, por si sólo, explica la complicidad
estatal en la desaparición de Julio.
Lo del Gobierno y su doble
discurso estaba cantado: El compañero Tito, lo llamó el ex presidente
mientras no ordenaba ninguna de las acciones que le reclamaban los
organismos de Derechos Humanos. ¿Tan poco valor le da a la palabra
compañero
una persona que se nos presenta como militante de toda la
vida? Dos opciones: o jamás militó o es un turro. Si me dejan, me inclino
más por esta opción.
Julio está desaparecido de
su casa, pero también de los medios, de los discursos oficiales, del
Congreso y, esto es lo que más duele, de la sociedad, Su desaparición es la
prueba irrefutable por si le hacía falta a un estúpido- de la continuidad
de la política genocida implementada en la última dictadura militar.
Son cómplices jueces,
fiscales, funcionarios. Todos callan. Todos miran para otro lado. ¿Qué ven?
¿Qué pretenden mirar?
La ausencia de Julio se
hace insoportable pero vaya a saber porqué mecanismos, o quizá por ese
silencio que pretende hacernos creer que no existe lo que no se nombra,
sigue siendo sostenible. Sigue siendo, existiendo, y con eso alcanza para
ser espeluznante.
La vida misma, la
cotidianidad de todos los días, lo rutinario, todo eso que tiene la
normalidad más normal de cualquier día, sigue como si nada.
Nadie lo recuerda cuando
hace sus compras, cuando entra al cine, cuando grita un gol como desaforado,
cuando va a la plaza con el nieto, al laburo, a la escuela...nadie.
Todo sigue. Todo pasa. Todo
bien.
Una pregunta se me instala
en el cuerpo y me persigue como buscando una respuesta urgente: ¿Qué se
puede hacer desde nuestro (cómodo) lugar?
Poco, quizá, pero
seguramente mucho más que la nada misma que recorre a cientos de personas
con los que uno dialoga cotidianamente. ¿Ya pasó un año y medio?, dice la
voz que perturba los oídos.
López sigue desaparecido,
en parte, porque nosotros estamos más preocupados por si se pasa el feriado,
si vuelve Tinelli o si mañana hacemos fútbol con los pibes. Su desaparición
es cosa nuestra, y como cosa nuestra debe interpelarnos a la acción, a
exigir respuestas.
Hay ciertos hechos que nos
definen como sociedad. La desaparición de López es uno de ellos. Las pruebas
están a la vista. Nadie, más allá de los sectores movilizados, se inquieta
por una desaparición que se prolonga un año y medio sin mayores novedades.
Que nadie venga a decir que
no hay nada por hacer. Que no se puede hacer nada.
Mentira.
Se puede hacer mucho, el
tema es que la mayoría de esta sociedad no tiene ganas, no le interesa, no
le preocupa y no lo inquieta que alguien haya desaparecido luego de
testimoniar contra un genocida. Disculpen si les caigo mal, pero también son
cómplices. No caben las metáforas, los recursos estilísticos, las
expresiones refinadas: se están cagando en un tipo que fue chupado, como se
cagan en Fuentealba, en los cartoneros y en los pibes que son molidos a
palos en las comisarías.
La única lucha que se
pierde es la que se abandona dice el póster pegado en la pared justo arriba
del monitor de esta computadora...
De las imágenes, los "olvidos" y otras cuestiones
Últimamente se ha recuperado
desde los medios masivos de comunicación el tema de la Masacre de Trelew.
Luego de 35 años de indiferencia y silencio, tras estigmatizar esos hechos
como "cosas del pasado" y arrojarlos al olvido, los medios y sus idiotas
parlanchines se interesan por los fusilamientos de aquellos 16 militantes
populares. Aunque, claro, no de una forma inocente. Aplaudimos la voluntad
de los medios de denunciar el fusilamiento de revolucionarios, pero no
podemos dejar de señalar algunos "bachecitos" en el intento. Recientemente
fue "encontrado" el capitán Sosa, autor material y principal acusado como
responsable de la masacre del 22 de agosto de 1972. También otros marinos
que participaron aquel día. Los medios comunican, las imágenes se alinean,
se engarzan unas con otras como postales. Y no sólo muestran un instante o
congelan un momento, ni se detienen pasivas al llegar a nuestras retinas,
sino que dan forma y modelan como a una vasija nuestro pensamiento y
horizonte de reflexión sobre el pasado. Queremos en esta nota hacer un par
de acotaciones a la simplicidad tremendista y mercantil que siempre nos
proponen los medios de comunicación, y subrayar la potencialidad que tienen
de las imágenes para delimitar nuestra forma de pensar el pasado y el
presente.
Ignacio Journe
La Fogata
Siempre que se habla sobre muertes, masacres, bombardeos,
fusilamientos, desapariciones, detenciones por razones políticas, etc.
ocurridos durante la década del `70, aparecen casi automáticamente imágenes
de uniformes, cascos y borceguíes, ametralladoras...monstruos! Esto no sólo
en la televisión o en los diarios, sino que las imágenes se reproducen en
nuestras educadas cabezas. La asociación, cuando se reitera cotidianamente,
se vuelve automática: civiles = víctimas, militares = victimarios. De esta
asociación sólo la segunda parte es correcta, de eso no hay ninguna duda,
aunque de todas formas resulta incompleta. Militares, marinos, Astiz,
Etchecolaz, Camps, Sosa, Del Real
parecen seres oscuros y solitarios, que se
movían en las tinieblas, bajo la complicidad de otros militares. En un mundo
de ultratumbas estos torturadores habrían desarrollado su vida y profesión.
Pero
¿Qué hicieron los partidos políticos tradicionales por esos años? Y
los medios ¿Qué comunicaron? ¿Los funcionarios de gobierno que ordenaron?
¿Los intelectuales que opinaron?
Un señor llamado Mor Roig
A este señor por lo general se lo menciona como un hombre
de edad avanzada, miembro de la UCR, ex Ministro del Interior del dictador
Lanusse, ejecutado por Montoneros. Sucedió el 15 de julio de 1974, cuando
unos seis militantes de esta organización se toparon con Mor Roig, y lo
ejecutaron. Se puede estar o no de acuerdo con dicha ejecución, pero es
claro que Mor Roig, ex funcionario de la dictadura, a cargo del ministerio
del interior cuando se fusiló a 16 presos políticos, no era ninguna
carmelita descalza, ni un "luchador incansable por la pacificación" como
suelen referirse a él algunos medios y analistas políticos.
¿Y qué declaraba este prestigioso paladín de la
democracia y la pacificación nacional ante la masacre de los 16 militantes
populares en Trelew? En respuesta a un telegrama enviado por familiares, en
el que se reclamaba el respeto por los derechos humanos de los presos
políticos, Mor Roig decía:
"En respuesta a su telegrama de la fecha
requiero se sirvan precisar a qué medidas concretas de represión se hace
referencia y cuáles son las amenazas a la integridad física y los derechos
humanos con relación a los responsables de los sucesos de Rawson y Trelew.
El poder Ejecutivo Nacional no acepta mediante acción psicológica se
pretenda presentar a los protagonistas del luctuoso suceso como víctimas"
(La Voluntad, Tomo I, pág. 578.). El Ministro se hizo eco, no podía no
hacerlo ciertamente, de la versión esgrimida por Lanusse ante los hechos de
Trelew. Las evidencias de la Masacre luego se hicieron irrebatibles
habían
sido fusilados a sangre fría por la Marina, en la Base Almirante Zar ¿Este
"demócrata ejemplar" pidió perdón alguna vez? Nunca.
Pero no todo quedó allí. Además de ser responsable
político de los fusilamientos, y de justificarlos, no olvidemos que también
era Mor Roig Ministro del Interior cuando el Comisario Villar recibió la
orden de desalojar el velatorio de los 16 asesinados de Trelew en la sede
del Partido Justicialista. Esa opaca tarde se oscureció aún más cuando, la
caballería no permitió velar a los muertos, golpeó y disparó sobre
centenares de familiares y compañeros de los asesinados, y los tanques
arremetieron contra las puertas, para sacar a los golpes a los que estaban
adentro, y secuestrar los féretros. Mor Roig no estaba dispuesto ni siquiera
a permitir a los familiares el ejercicio de un derecho primario de toda
sociedad humana: el de velar a sus muertos.
Por
otra parte, tampoco podemos olvidar de donde venía Mor Roig: este
pacificador era la mano derecha de Balbín, otro que no se andaba con
chiquitas a la hora de apoyar golpes de estado y masacres. Este último a
partir del `55 se constituyó en el principal apoyo político de la
Libertadora, y más tarde de los militares "colorados", donde se concentraba
el sector más antiperonista, que en septiembre fue artífice de los
bombardeos en Plaza de Mayo. Veinte años después, en 1975, cuando la Triple
A estaba en plena actividad, y desde el Estado ya se articulaban los grupos
de tareas que luego se desarrollarían y actuarían con mayor intensidad y
resguardo, el caudillo radical no tuvo tapujos en arrojar la hipótesis de
las "guerrillas fabriles", legitimando la puesta en el blanco de la
actividad antiguerrillera a las organizaciones de base y sindicales.
Recordemos, por cierto, que alrededor del 40 % de los desaparecidos son
trabajadores y trabajadores fabriles.
El Partido Radical
¿Pidió alguna vez disculpas por las
declaraciones de sus dirigentes y referentes históricos ante estos hechos?
Ni en aquel entonces ni ahora. Nunca.
Para bien de los civiles involucrados en la represión, la
tortura, la desaparición de personas, se despliegan ante cualquiera de estos
hechos las frías imágenes de los uniformes y los tanques, los fusiles y los
rostros de los peores dinosaurios de la historia. La potencialidad de las
imágenes para forjar el pensamiento es pocas veces contemplada, claro, por
los que las recibimos, no por los medios de comunicación masiva que las
instrumentan.
Después pasa la aspiradora de la historia y se lleva todo
lo sucio de estos personajes, para que luego nos vengan a contar en esos
programitas de historia que tanto se frecuentan, las hazañas y la voluntad
desinteresada de estas basuras, siempre, claro, comparándolos para su bien
con las actuales basuras políticas, que no tienen nada que envidiarle a
aquellos, ni nada porque sentirse menos respetados, ni más basuras.
De otros olvidos forjados
Los medios por esos días también tenían sus cuadros
funcionales al régimen, hoy bien lavaditos. Joaquín Morales Solá, es uno de
ellos. De discurso conservador bañado de un lenguaje semi progre, este
periodista, muy activo en la actualidad, ha logrado sobrevivir a su nefasta
historia. Tiene lugar en el diario La Nación, Radio Mitre, TN, grupo Clarín
básicamente; habla en un tono de paz y solemnidad, simulando objetividad y
voluntad de acuerdo y bien común. Su pasado no lo condena evidentemente pues
hoy es respetado como un "hombre de la democracia". Pero ¿en que andaba el
joven Morales Solá por aquellas épocas?
En 1976 el genocida Bussi, por aquel entonces flamante
gobernador de Tucumán, realizó un agasajo a periodistas "respetados", en el
que les agradeció la tarea realizada desde su profesión en el marco de la
"eliminación de la subversión". El General genocida destacó el papel del
periodismo "responsable" en la lucha antisubversiva, discurseó frente a
ellos y les entregó un presente. ¿Y Morales Solá? ¿Dónde estaba?...
Hace
unos años el periodista Hernán López Echagüe denunció en la revista
Veintitrés, la participación de Morales Solá en ese agasajo. Por entonces,
Morales Solá trabajaba como corresponsal del diario Clarín, y también
escribía para La Gaceta de Tucumán. En sus columnas no ahorraba elogios al
Operativo Independencia iniciado en 1975 en Tucumán; que fue ensayo de la
eliminación sistemática y la desaparición que se desarrollará en la
dictadura. Tampoco condenaba a la dictadura del `76 ni abogaba por la
democracia, a la que hoy se ocupa de elogiar, y de la que se muestra como
fiel defensor, con su tono contemplativo. Entendemos entonces por qué
recibió su invitación.
Y para confirmar que para estar "limpio" en los medios de
la democracia no hace falta ninguna autocrítica, el denunciado se esforzó en
desmentir la acusación, diciendo que al momento de dicho agasajo estaba en
Buenos Aires y no en Tucumán. Pero lo hizo torpemente con mentiras que
tuvieron muy poco vuelo. Finalmente hundido en el ridículo debió callar,
cuando otro periodista, Marcos Taire, confirmó su presencia en el agasajo, y
más tarde salieron a flote unas fotos en la que se ve al general Bussi
arengando y a una decena de respetados periodistas escuchando atentos, entre
los que se observa al jovencito y bien relacionado Morales Solá. De allí en
más, ni una palabra.
Uno de los peorcitos: Ernesto Sábato
El
caso de este intelectual y su apoyo "espiritual" a las dictaduras militares
de nuestro país ya fue aclarado y denunciado en varias oportunidades por
varios periodistas. Sin embargo, tal como dijimos antes, las imágenes son
poderosas armas forjadoras de pensamiento, que los medios utilizan para
limpiar trayectorias, construir sus estatuas y baldear la historia, por lo
que vale la pena seguir refrescando la trayectoria de este intelectual
sistémico.
Ese viejito que inspiró la ternura de tantos, desde una
Doña Rosa hasta Néstor Kirchner, es un ejemplo emblemático de cómo se puede
ser "un democrático y un defensor de los derechos humanos" habiendo apoyado
todas las dictaduras, desde la Libertadora del `55, pasando por la
autodenominada "Revolución Argentina" de 1966, hasta la última de 1976. ¿es
imposible acaso?
En el `55 como buen militante del PC por ese entonces, y
junto con toda la gorilada clasemediera, el joven Ernesto salió a festejar a
las calles la caída de Perón, y el inicio de la barbarie liberal, la
coacción física y moral hacia la clase trabajadora, y la anulación de todos
sus derechos y canales de expresión. Parte de esa intelectualidad se
liberaba de la "pesadilla peronista", con la insulsa ilusión de la tarea
terminada. La clase obrera les haría tempranamente dar sus rostros contra el
piso.
En 1966, Onganía derrocaba a Illia e iniciaba su paternal
y corporativa dictadura, que implicó la racionalización de la producción y
un intento de disciplinamiento extremo de la sociedad, y nuestro defensor de
los derechos humanos y la democracia declaraba:
"Creo que es el fin de
una era. Llegó el momento de barrer con prejuicios y valores apócrifos que
no responden más a la realidad. Debemos tener el coraje para comprender que
han acabado, que habían acabado instituciones en las que nadie creía
seriamente. ¿Vos crees en la Cámara de Diputados? ¿Conoces mucha gente que
crea en esa clase de farsas? Ojalá la serenidad, la discreción, la fuerza
sin alarde, la firmeza sin prepotencia que ha manifestado Onganía en sus
primeros actos sea lo que prevalezca, y que podamos, al fin, levantar una
gran nación".
No hay muchos comentarios que hacer al respecto.
Finalmente, en 1976, consecuente con su histórica
relación con las dictaduras y el poder político, Sábato fue junto con Borges
y Castellani a visitar al dictador Videla a la casa de gobierno. Allí
almorzaron contentos y rechonchos con el genocida, dialogaron de distintos
temas, cultura, política, etc. mientras por esas horas miles de personas
desaparecían o eran asesinados. Todos salieron muy satisfechos de la
reunión, Sábato y Borges sobre todo. El primero declararía: "
El general
Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto
e inteligente. Me impresionó la amplitud de criterio y la cultura del
Presidente".
El único que desentonó con el ánimo festivo fue el cura
Castellani, que justamente no se distinguía por su progresismo, quien le
solicitó al dictador la aparición del escritor Haroldo Conti, por entonces
recién desaparecido. Ni Borges ni Sábato dijeron una palabra sobre la
violación de los derechos humanos, ni sobre sus pares ausentes.
Y así Sábato siguió adelante, ileso, nunca sufrió
cortocircuitos ni desencuentros con ninguna dictadura militar, ni se le
conoce exilio alguno. Su relación con otros intelectuales y escritores que
debieron salir del país se rompió cuando el "paladín de la democracia y los
derechos humanos" defendió a la dictadura ante las críticas de estos y los
organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, ante las
evidentes masacres y masivas desapariciones. En 1978 Sábato decía:
"La
inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las fuerzas
armadas tomaran el poder. Los extremistas de izquierda habían llevado a cabo
los más infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes. Sin
dudas, en los últimos meses en nuestro país, muchas cosas han mejorado: las
bandas terroristas armadas han sido puestas en gran parte bajo control".
En fin, la inocente pregunta sería ¿cómo una persona que
no sólo convivió de forma armoniosa con todos los regímenes dictatoriales,
sino que además los apoyó y los defendió en sus objetivos y proyectos, aún
cuando era de público conocimiento las atrocidades que se cometían en la
última y más feroz dictadura, pudo pasar ileso por la transición y
convertirse en un icono de la democracia y la defensa de los derechos
humanos? Es una pregunta difícil de contestar, sólo la misma democracia
puede forzar los "olvidos" necesarios para que esto ocurra.
Alfonsín lo puso al frente de la Co.Na.De.P que investigó
las violaciones a los derechos humanos en la última dictadura, fue premiado,
difundieron e instalaron en la memoria colectiva su imagen entregando
emocionado los informes de la investigación al por entonces presidente; y lo
consagraron como señor de nuestra democracia. Y así el camaleónico Sábato
ahora se puede pasear por todos lados, medios de comunicación, editoriales,
actos públicos, besos presidenciales, etc. reafirmando compromisos y
convicciones que nunca tuvo y siempre contradijo con sus prácticas, pero que
sirven para transitar feliz por esta democracia antidemocrática, que es lo
que importa.
Sábato simplemente constituye un ejemplo de la amnesia
idiota de la sociedad argentina. También corporiza la certeza de que la
construcción de los héroes y referentes por parte de los medios y la clase
política siempre, pero siempre, es funcional a la propia reproducción del
orden y el olvido.
En fin...
Nos interesa apuntar sobre estos temas, ya que, como lo
hemos señalado en otras notas, muchos y muchas fueron los que participaron
en la represión y la tortura, muchos y muchas apoyaron y legitimaron las
dictaduras, conociendo sus prácticas y proyectos, muchos y muchas también
desde sus lugares de trabajo, educación, esparcimiento, sus lugares
cotidianos, colaboraron con la tareas represiva y disciplinante del
terrorismo de estado. La dictadura tuvo sus intelectuales, sus periodistas,
sus escritores, los cuales muchos hoy se encuentran en actividad. No sólo
los militares robaron bebes. Varios empresarios y empresarias se robaron
niños de secuestrados, además de entregar miles de trabajadores a los grupos
de tareas.
Y sin embargo, la democracia pone sus filtros, y juzga a
la tarea burda, a la imagen asquerosa, a los indefendibles, a los rabiosos,
a los dinosaurios, a los "monstruos", a los que ya sabemos. Y es esta visión
unidireccional acerca del tenebroso pasado y sus responsables la que
obstruye cualquier apertura al debate y la reflexión sobre la participación
y el compromiso de parte importante de la sociedad civil con el terrorismo
de estado y la desaparición de personas; menos aún a su juzgamiento.
Aplaudimos el procesamiento de los militares asesinos y
torturadores, y también de aquellos que dieron las órdenes. Los Sosa, los
Del Real, los Mayorga, los Astiz, los Etchecolaz. Todos deben ir presos Pero
siempre mantendremos la sospecha, el sabor amargo conciente, la convicción
de que todo Estado, sea democrático o dictatorial, determina no casual ni
inocentemente, y por fuera de toda moralina, las víctimas y los tiempos de
su Justicia.
Notas:
Para ver la polémica completa entre Hernán Lopez Echagüe y Morales Solá
puede ingresar a: http://ar.geocities.com/hlediario/
Montero Hugo, "
Ernesto Sabato: Mejor no hablar de
ciertas cosas
". Revista Sudestada Nº 27.
http://www.revistasudestada.com.ar/web06/article.php3?id_article=124
Irigaray, Juan.."Borges,
Sabato y el apoyo civil al golpe de Estado" El mundo.
http://www.elmundo.es/2006/03/24/mundo/1947148.html
Campaña en la Argentina y el mundo: Miles de firmas por la
libertad de La Galle
Adhesiones a libertadalagalle@???
Libertad a la " La Galle " Karina Germano: Que se cumpla la ley.
Los abajo firmantes exigimos a los jueces de la Cámara de Casación Penal
que emitan de modo urgente un fallo favorable a las salidas transitorias
reclamadas por nuestra compañera, que le corresponden por ley desde
diciembre de 2006.
El expediente de Karina llegó a Casación luego de que el juez Sergio Delgado
negara, en acuerdo con el fiscal Oscar Hermelo, su derecho adquirido. Como
se sabe, este fiscal fue recusado por la defensa que ejerce el doctor
Eduardo Soares, por haber sido miembro del grupo de tareas 3.3.2 de la
Escuela de Mecánica de la Armada , durante la dictadura militar, donde
"reciclaba" los bienes de los compañeros desaparecidos en favor de sus
desaparecedores. Paradójicamente, este grupo de tareas es el responsable de
la desaparición de Rodolfo "Rocco" Germano, padre de La Galle.
Al igual que muchos pibes argentinos, ella sufrió la persecución y el
exilio. Luego de ser interrogada por un represor al que llamaban "Cuervo"
(presumiblemente Alfredo Astiz), vivió el desarraigo en Suecia y España
junto a su madre Hilda López. En 1998 regresó del destierro para investigar
la desaparición de su padre y se integró a la agrupación H.I.J.O.S., siendo
una de las creadoras de H.I.J.O.S. Zona Norte.
Hoy, a un año de estar detenida en la Cárcel de Mujeres de Ezeiza es una de
las impulsoras del Centro Universitario Ezeiza (CUE), donde estudia
sociología y cuenta con el respeto y afecto de todas sus compañeras.
Como se recordará, Karina fue trasladada desde Brasil el 9 noviembre de 2006
luego de permanecer detenida durante casi cinco años en el Penal de
Carandirú, San Pablo, producto de una causa fraguada en la que fue acusada
del secuestro del empresario Washington Olivetto, sin prueba alguna. En
realidad, el castigo obedeció a su compromiso y solidaridad con las luchas
populares.
Debido a las continuas y sangrientas represiones en las prisiones brasileñas
ella accedió al traslado a la Argentina bajo el marco jurídico de un
tratado, firmado entre ambos países, que expresa claramente que no podrán
prolongarse su detención, agravarse sus condiciones de vida carcelaria ni
perder los beneficios adquiridos. Precisamente, uno de esos beneficios, la
salida transitoria, debió comenzar el 28 de diciembre de 2006 de acuerdo a
Ley de Ejecución Penal de Brasil que rige toda la condena de Karina.
Por otra parte, mientras miles de genocidas de la dictadura militar fueron
beneficiados con la impunidad y unos pocos con la cárcel VIP o la falsa
detención en el living de su domicilio, a nuestra compañera se le negó lo
que la ley le otorga. Por todo ello exigimos: Basta de persecución; que
Casación se expida de forma inmediata y favorable.
Adhesiones a
libertadalagalle@???
Nombre Profesión Documento Organización País
La guerra preventiva llegó a la región
Bush apunta, Uribe dispara
La
incursión de las fuerzas armadas de Colombia en territorio ecuatoriano forma
parte de una planificada estrategia de Estados Unidos para modificar el
balance militar de la región, con la esperanza de revertir su decadencia. En
la mira está el petróleo de Venezuela y de Ecuador, pero también el jaque a
Brasil como potencia regional emergente.
Raúl Zibechi
Brecha
La
Fogata
Fue un ataque largamente planificado y profundamente meditado. No hubo
excesos ni desbordes, ni se trató de aprovechar la localización de Raúl
Reyes en suelo ecuatoriano. No fue sólo para impedir el canje humanitario de
rehenes de las Farc por guerrilleros presos del gobierno de Álvaro Uribe,
operación que le ha dado alto protagonismo tanto a la guerrilla como al
presidente venezolano Hugo Chávez. Lo sucedido forma parte, ciertamente, de
la estrategia de ataque preventivo que la superpotencia generalizó a
partir de los atentados del 11 de setiembre y de la experiencia previa en
Oriente Medio. Pero detrás del atropello a la soberanía ecuatoriana hay
bastante más.
Todo indica que el comandante de las Farc estaba en tratativas con los
gobiernos de Francia y Ecuador para continuar la liberación de rehenes. El
ataque al campamento de las Farc se produjo apenas cuatro días después de la
liberación de cuatro ex congresistas que estaban en su poder desde hacía
seis años. Según fuentes de la cancillería argentina consultadas por el
diario Página 12 (lunes 3), por lo menos tres franceses enviados por el
presidente Nicolas Sarkozy estaban desde octubre pasado negociando con Reyes
la liberación de la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid
Betancourt, con conocimiento de Uribe. Según esa versión, los tres enviados
estaban en camino hacia el campamento de las farc, donde estaba Reyes,
cuando fueron llamados por el comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo,
que forma parte del gobierno de Uribe, quien les advirtió que no se
acercaran al campamento.
Eso explicaría el malestar del gobierno francés con la acción colombiana. El
gobierno de Uribe sólo pudo contar con el apoyo incondicional de George W
Bush, ya que la gran mayoría de los países sudamericanos rechazó
explícitamente la incursión militar. La ruptura de relaciones del gobierno
de Rafael Correa con Colombia parecía la única salida para Ecuador ante la
grosera violación de la soberanía de ese país y las mentiras con que Uribe
intentó justificar la agresión. En efecto, en sus primeras declaraciones el
presidente colombiano aseguró que sus tropas se limitaron a repeler un
ataque desde territorio ecuatoriano.
La acción militar colombiana modifica de plano el tablero regional. No es
sólo una potente muestra de militarismo; también enseña los dientes de
Washington en momentos en que el gobierno de Hugo Chávez atraviesa serias
dificultades internas mientras no consigue apoyos a su estrategia de
responder a la tensión con más tensión. Uno de los objetivos centrales de la
incursión militar está dirigido contra el proceso bolivariano, aunque la
excusa sean las farc. Es probable que se esté ante la primera fase de una
vasta ofensiva colombo-estadounidense para desestabilizar a Chávez.
Nuevo equilibrio de fuerzas
En 2004 la revista brasileña Military Power Review elaboró un ranking de las
fuerzas armadas sudamericanas incluyendo todas las variables: desde la
cantidad de efectivos y la calidad del equipo hasta los planes de defensa y
la proyección estratégica. El análisis estableció un puntaje a cada nación
según su poderío militar. En primer lugar aparecía Brasil con 653 puntos; en
una segunda fila figuraban Perú con 423, Argentina con 419 y Chile con 387.
Luego venía otro grupo en el que figuraban Colombia con 314, Venezuela con
282 y Ecuador con 254 puntos. En aquel momento, hace apenas cuatro años, la
diferencia a favor de las fuerzas armadas de Brasil era considerable,
mientras lo seguían dos grupos de países relativamente parejos entre sí.
En 2007 la misma revista difundió información sobre la cantidad de efectivos
de las diferentes armas en cada país, con cifras del año anterior. Los datos
de los ejércitos permiten concluir que Colombia (178 mil soldados) se había
situado en el segundo lugar del continente, muy cerca de Brasil (190 mil).
En muy pocos años, el poderío militar de ese país ha escalado posiciones en
forma vertiginosa. Ese mismo año el ejército de Francia tenía 137 mil
efectivos y el de Israel 125 mil. Para 2008 ya son 210 mil los efectivos de
tierra de Colombia, superando así a Brasil, que tiene cuatro veces más
población y siete veces su superficie. El gasto militar de Colombia es el
mayor del continente: 6,5 por ciento del pbi, muy por encima del de Estados
Unidos (4 por ciento), de los países de la otan (2 por ciento) y del resto
de Sudamérica (1,5 a 2 por ciento).
Si se observa la evolución de las fuerzas armadas de Colombia, su
crecimiento es asombroso. En 1948, cuando el asesinato de Jorge Eliécer
Gaitán dio inicio al período llamado la violencia, había 10 mil militares.
En 1974 ya eran 50.675, para subir hasta 85.900 en 1984, en el período que
comenzaron las negociaciones de paz para la desmovilización de varias
organizaciones armadas. En 1994 había 120 mil efectivos, que treparon a 160
mil en las primeras fases del Plan Colombia. En estos momentos las tres
ramas de las fuerzas armadas tienen 270 mil uniformados, a los que deben
sumarse 142 mil policías. En total, más de 400 mil personas en armas en
siete divisiones, con una Fuerza de Despliegue Rápido y una Agrupación de
Fuerzas Especiales Antiterroristas.
Sólo en 2007 el ejército creó 52 nuevas unidades. Recibe donaciones de
helicópteros Black Hawk de Estados Unidos, compró 13 aviones caza a Israel y
25 aviones de combate Supertucano a Brasil en 2006. Las fuerzas armadas de
Colombia son muy superiores a las de sus vecinos: la relación de efectivos
es de seis a uno con Venezuela y de 11 a uno con Ecuador. Pero la principal
diferencia es que se trata de tropas entrenadas en el combate en la selva y
que cuentan con el respaldo logístico de Washington.
En muy pocos años, en Sudamérica se ha producido un espectacular vuelco del
poderío militar. Con la excusa del combate a las farc y al narcotráfico,
desde agosto de 2000, cuando el Congreso de Estados Unidos aprueba el Plan
Colombia, este país ha recibido 5.225 millones de dólares en ayuda militar.
A ello debe sumarse la aplicación por el gobierno de Uribe de impuestos
especiales a los sectores de mayores ingresos para equipar a las fuerzas
armadas. Helicópteros de transporte y ataque, armamento liviano, visores
infrarrojos, protección de oleoductos, lanchas rápidas, aviones turbohélice
de ataque a tierra, aviones de inteligencia y control y radares para seguir
vuelos ilegales son las principales adquisiciones.
Petróleo y hegemonia
Las fuerzas armadas de Colombia han conseguido poner contra las cuerdas a
las Farc y al Eln. En 2002 estas organizaciones sumaban 20.600 efectivos en
armas; en 2007 eran sólo 12.500. Fueron erradicados de las ciudades y de las
principales vías de comunicación, y confinados a lo más profundo de la selva
o a los bordes fronterizos. La guerrilla perdió toda iniciativa militar y
sufre un profundo descrédito, mientras Uribe cuenta con el apoyo del 70 por
ciento de la población y está en condiciones de intentar reformar la
Constitución para buscar su segunda reelección. Desde que escaló el
conflicto con Venezuela, en Colombia se despertó un sentimiento patriótico
que contribuye a cementar el esfuerzo militar y la militarización de la
política, tanto interior como exterior.
En 2003 el sociólogo James Petras apuntaba que la verdadera preocupación del
Comando Sur de Estados Unidos, que realmente diseña la política regional,
era que los países vecinos de Colombia (Ecuador, Venezuela, Panamá,
Brasil), que están sufriendo los mismos efectos adversos de las políticas
neoliberales, se movilicen políticamente contra la dominación militar y los
intereses económicos de Estados Unidos. (1) Por eso la estrategia
contemplada por el Plan Colombia no consiste tanto en ganar la guerra
interna cosa que está sucediendo como en derramarla hacia los países
limítrofes a fin de de neutralizar su creciente autonomía de Washington.
Militarizar las relaciones interestatales siempre es buen negocio para quien
apoya su hegemonía en la superioridad militar. En este sentido, la
existencia de las farc es funcional a los planes belicistas de Washington.
Rafael Correa mencionó que el costo de controlar la frontera con Colombia,
donde tenía destacados unos 10 mil efectivos antes de la incursión del 1 de
marzo, supera los cien millones de dólares anuales. Brasil decidió
impermeabilizar su frontera ya en tiempos de Fernando Henrique Cardoso. En
respuesta al intento de la administración Clinton de implicarlo en los
objetivos del Plan Colombia, ya en 2000 puso en marcha el Plan Cobra
(combinación de las primeras sílabas de Colombia y Brasil) para evitar que
la guerra en ese país se desborde sobre la Amazonia brasileña, y el Plan
Calha Norte para evitar que guerrilleros y narcotraficantes crucen la
frontera. (2)
El control de la región andina es considerado clave para la hegemonía
estadounidense en el continente, tanto por razones políticas como por sus
riquezas minerales. Permite que las multinacionales estadounidenses
recuperen el terreno perdido desde que en la década de 1990 fueron
parcialmente desplazadas por las europeas; aseguraría por otros medios lo
que se pretendía a través del alca; impide que otras potencias emergentes
(Brasil pero también China e India) se posicionen en la región.
Pero está también la vertiente petróleo. En 1973 Estados Unidos importó el
36 por ciento de sus necesidades petroleras. Hoy en día importa 56 por
ciento del petróleo crudo que consume. Venezuela es su cuarto proveedor,
cubriendo el 15 por ciento de sus necesidades, y Colombia el quinto.
Asegurar el flujo del recurso energético requiere un control territorial de
enclave con presencia militar sobre el terreno.
Estrategias regionales
El miércoles 5 la OEA calificó la acción militar colombiana como una
violación de la soberanía ecuatoriana un acuerdo negociado entre ambos
países involucrados pero no condenó al agresor. El peso de Washington entre
los países centroamericanos sigue siendo importante e impide una declaración
más al gusto de los sudamericanos. En todo caso, se impuso la cordura con la
intención de apaciguar los ánimos, como desean Brasil y Argentina.
Clóvis Brigagão, director del Centro de Estudios Americanos de la
Universidad Cándido Mendes de Rio de Janeiro, señaló a la agencia de prensa
IPS que la actual es una oportunidad única para establecer una mediación
colectiva similar al Grupo de Contadora, que en los años ochenta promovió la
pacificación de Centroamérica. (3) La diplomacia brasileña estima que
promover la paz es la mejor forma de atajar el belicismo y expansionismo
colombo-estadounidense. Rafael Correa jugó un papel en este sentido para
morigerar los daños. Nada peor para el proceso de cambios que se vive en
Ecuador o en Bolivia que la polarización que supone un conflicto bélico.
Por último, debe comprenderse también la actitud venezolana. La retórica de
Chávez resulta incómoda en estas situaciones para buena parte de los
presidentes que no se alinean con Washington. Las diferencias de estilo
entre Correa y Chávez y el bajo perfil de Evo Morales son datos a tener en
cuenta para el futuro inmediato. Pero Venezuela está sufriendo una aguda
desestabilización con apoyo militar de Colombia. Los datos que van saliendo
a luz permiten concluir que buena parte de las denuncias de Chávez sobre una
conspiración contra su gobierno no son fruto de su imaginación. El asunto es
cómo contener las tendencias a la guerra y cómo atajar la polarización. En
este sentido, la diplomacia brasileña sigue dando muestras de sentido común
y de savoir faire. No dejó de tomar partido por el agredido, pero puso el
norte en construir una paz estable en la región, asentada en la integración
regional.
Notas
1) James Petras, La estrategia militar de Estados Unidos en América
Latina, en América Libre, número 20, enero de 2003.
2) Os militares, o governo neoliberal e o pé americano na Amazonia, en
revista Reportagem. www.oficinainforma.com.br
3) Mario Osava, Brasil se resiste a mediar en conflicto andino, Ips, 4-III-08.
Con todo respeto: Presidente Chávez, el que se está dejando inducir por la
derecha es usted
Luis Perales *
Aporrea
La Fogata
A Allende lo derribaron
los burgueses, la oligarquía, la iglesia y los militares apoyados por la CIA
y con Pinochet a la cabeza, quien era por cierto del círculo de confianza
del compañero Allende; no fue ni el MIR ni el Frente Manuel Rodríguez.
Durante la Guerra Civil Española, quienes estaban a la vanguardia de la
Revolución era el movimiento anarquista y el POUM (Partido Obrero, de
tendencia trostkista), nutridos ambos por Obreros y Campesinos, sin embargo
el stalinismo les dio la espalda, llegando al punto de perseguirlos y
eliminarlos, cayendo con ellos toda esperanza y deviniendo en el triunfo del
fascismo.
Hay una corriente por allí que está siendo inducida, sin duda alguna, a
la que hay que salirle al paso... hay algunos grupos que desconocen el tema
del poder y plantean el anti-poder, una cosa que jamás he entendido.
Plantean que todo debe ser horizontal... algunos grupos anárquicos que están
tratando de inyectar la idea de que los que estamos cumpliendo función de
gobierno ya no somos del poder constituyente sino del poder constituido y
que ellos son del poder constituyente y no merecemos estar en el debate
popular...
Hugo Chávez
Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque.
Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas
melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica,
la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se
puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí, tras recorrer una
larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y es
difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta.
Ernesto Che Guevara
Permítaseme expresar estás palabras en medio del debate político que hoy
envuelve a nuestro país. Espero que lo compañeros de Aporrea permitan que
estas líneas puedan ser leídas en tan importante medio de comunicación. Creo
que es mi derecho a decir lo que pienso como venezolano, como militante de
estos sueños y esperanzas que no dejamos que se nos vayan, a pesar de los
tantos coñazos que día a día nos llevamos quienes andamos a pie
sobreviviendo las embestidas del sistema capitalista.
Creo, compañero Presidente, que se está equivocando mucho en los últimos
meses en cuanto a algunas posturas y acciones por usted asumidas. Le digo
esto, compañero, con la mayor humildad posible, porque hasta ahora lo he
visto como un pana de mi barrio, como una camarada que logró llegar a un
puesto clave para la profundización del proceso revolucionario. Proceso que
nació con la resistencia y rebeldía de nuestros hermanos mayores ante la
invasión colonial, que comenzó también con la insumisión y desobediencia de
los hermanos africanos que los colonizadores españoles trajeron como
esclavos a nuestras tierras, proceso del que formaron parte José Leonardo
Chirinos, Josefa Camejo, Güal y España, Francisco de Miranda, Simón Bolívar,
Antonio José de Sucre, proceso ejemplar en el que miles de hombres descalzos
recorrieron nuestra América haciéndole frente al ejercito español y liberar
a cinco naciones, el mismo de la revolución de Zamora, el del comandante
Carache, Fabricio Ojeda y de los caminantes de montañas con fusil en hombro
en busca de igualdad, justicia y libertad.
El de los miles de muertos del 27-F que salieron a las calles hartos de
injusticias, el de las asambleas de barrios y reuniones clandestinas, el de
los panfletos y conversas en las esquinas de nuestras comunidades, el de la
capucha del estudiante, el de la piedra contra la bala, el de Yulimar Reyes
y Domingo Salazar, el del canto liberador del panita Alí Primera, el del
pueblo que confió en ti para que fueras presidente de Venezuela y te rescató
el 13 de Abril de 2002 de las garras del fascismo.
Compañero Presidente, te escribo desde abajo, desde donde nos cuesta mucho
que nos escuches para decirte que aún tenemos hambre a pesar de Mercal,
donde tenemos que seguir trabajando como burros para enriquecer burgueses y
llevarnos una limosna a la casa, donde estamos endeudados hasta con nuestros
propios panas para solventar nuestras necesidades, donde se nos siguen
muriendo carajitos como a Ruperto a pesar de Barrio Adentro, donde no todos
podemos terminar los estudios porque necesitamos plata para sobrevivir,
donde nuestros amigos de infancia (chamos sanos, víctimas del sistema) se
vuelven malandros y consumen drogas ante tanta desesperanza, donde no todos
los que logramos ser bachilleres podemos entrar a la Universidad a pesar de
las misiones, donde seguimos viendo a los ricos viviendo en quintas y
nosotros hacinados en habitaciones, donde nos corren de una y otra parte
porque si tenemos para comer no tenemos para pagar el alquiler.
Donde todo tiene un precio y no todos podemos pagarlo, desde donde vemos a
los viejos y nuevos burgueses con franelas rojas pasearse ante nosotros en
lujosísimos carros mientras nos hablan de socialismo, donde escuchamos que
los burócratas ganan exorbitantes sueldos mensuales en comparación con lo
que tenemos en nuestros bolsillos para poder desayunar, donde vemos como los
políticos nos siguen utilizando en sus discursos pero nos dan la espalda y
se hacen los sordos cuando nos acercamos a decirles que nosotros también
existimos, donde vemos como la policía sigue arremetiendo contra los panas
del barrio y la impunidad reina para los ricos y poderosos, donde seguimos
viendo un mundo diferente a través de los medios de comunicación a como es
verdaderamente nuestra realidad.
No quiere decir esto, compañero Presidente, que no reconozcamos las
reivindicaciones que se han logrado durante tu mandato y los avances del
proceso revolucionario, pero compañero, vemos con preocupación cómo las
estructuras establecidas para el ejercicio del poder desde el Estado siguen
intactas y los remedios que se han implementado no han atacado aún la raíz
del problema. Estamos cansados, compañero, estamos cansados de tantas
mentiras y medias verdades, estamos cansados de tantas falsas promesas y de
tantas traiciones. Por aquí en mi barrio yo no he visto a nadie nuevo, a
ningún burgués, ni a ningún gringo induciéndonos a derrocarlo, por aquí yo
miro a la misma gente de siempre, la misma que te ha apoyado, muy
decepcionada, compañeros y camaradas que no quisieron votar el 2D, tal vez
para llamarte la atención, para decirte que la cosa se esta desviando, que
lo que se dice en discursos no lo vemos en la práctica y no es que nos
dejemos llevar por los medios de comunicación, porque el hambre se siente en
la barriga y al vecino sin casa que nos pregunta si conocemos de un sitio
donde pueda mudarse y el alquiler sea barato nos los conseguimos a diario,
porque al carajito de al lado lo seguimos viendo vendiendo estampitas o
lavando carros en las calles.
Compañero Presidente, no se le ha ocurrido que tal vez el que está
infiltrado, y desde hace bastante rato, es su entorno. No cree usted que es
injusto que los altos funcionarios del gobierno tengan los sueldos que
tienen mientras que aquí abajo nos tengamos que partir el lomo y vendernos
como esclavos a la burguesía para tener un sueldo mísero, que sinceramente
da pena compararlo. No cree usted, compañero Presidente, y disculpe la
palabra, que a nosotros no nos da arrechera ver tanta miseria por un lado y
tanta opulencia por otro, ver como se escapó Carmona y Ortega, ver libres a
los golpistas de Abril, ver amnistías, ver al delincuente de Nixon Moreno en
la embajada del Vaticano, feliz y contento mientras siguen allanando casas
en el 23. Usted cree que es justo, compañero.
Por eso, compañero, nos ha dolido mucho su postura en lo últimos meses, como
ya le dije, nosotros hasta ahora hemos creído que usted es uno de los
nuestros, de los que estamos abajo, y lo peor que nos podría pasar sería
otra traición. Así como nos dolió la derrota de la propuesta de reforma
constitucional, también nos dolió mucho la amnistía de finales de Diciembre,
el tratamiento que su Ministro del Poder Popular para el Trabajo le dio a
los trabajadores de Sanitarios Maracay, aliándose con los patronos y
destruyendo una toma de la fabrica que estando bajo control obrero se estaba
convirtiendo en referente verdaderamente revolucionario para los obreros del
país, así como las represalias contra algunos obreros por su posición
política, a quienes conocemos y reconocemos desde nuestras luchas dentro de
nuestro proceso revolucionario y podemos asegurar que no son de derecha.
Vimos con tristeza las declaraciones que usted hiciera en el programa Dando
y dando a principios de año en donde nos llama a aliarnos con la burguesía,
no entendemos sinceramente compañero, no entendemos cómo vamos a aliarnos
con quienes siempre nos han explotado, con quienes viven bien a costa de
nuestro trabajo, con quienes han negado este proceso históricamente a pesar
de que ahora muchos se disfracen.
Y sobre todo hemos visto con profunda tristeza sus declaraciones con
respecto a las manifestaciones populares de este 27 de Febrero, 19 años
después de aquel otro, cómo nos va a declarar la guerra a quienes siempre le
hemos apoyado, y no hablo de ninguna organización ni de ninguna corriente,
hablo de los que seguimos abajo, y que a pesar de todas las desavenencias,
seguimos en pie de lucha por hacer realidad nuestros sueños y esperanzas, de
los que desde la izquierda pensamos que otro mundo es posible, de los que no
encontramos otra vía para expresar nuestra rabia que la calle y nuestro
grito rebelde, porque históricamente así es que hemos logrado nuestras
victorias ante nuestro enemigo, porque en otros campos la cosa se manea y
los pobres seguimos siendo pobres.
Respetamos que usted sea militar, compañero, y vea la cosa algo más
vertical, pero eso no quiere decir que en esa verticalidad los que están
arriba tienen toda la razón, esa verticalidad en todo caso no responde al
llamado a la construcción de una democracia participativa donde nadie
debería ser más que nadie y donde todos tengamos los mismos derechos a
decidir y por supuesto a participar en los asuntos públicos, tal cual reza
nuestra Constitución. Compañero Presidente, este pueblo es libertario,
indómito y rebelde por naturaleza, no pretenda amarrarlo recuerde que al
chivo manso siempre lo arrean y eso no pasa si es montaráz.
A Allende lo derribaron los burgueses, la oligarquía, la iglesia y los
militares apoyados por la CIA y con Pinochet a la cabeza, quien era por
cierto del círculo de confianza del compañero Allende; no fue ni el MIR ni
el Frente Manuel Rodríguez. Durante la Guerra Civil Española, quienes
estaban a la vanguardia de la Revolución era el movimiento anarquista y el
POUM (Partido Obrero de tendencia Trostkista), nutridos ambos por Obreros y
Campesinos, sin embargo el stalinismo les dio la espalda, llegando al punto
de perseguirlos y eliminarlos, cayendo con ellos toda esperanza y deviniendo
en el triunfo del fascismo.
Disculpe usted lo extenso de esta carta, pero creía necesario decirle estas
cosas, como compañero y camarada que lo considero, ya que parece que sólo
está escuchando a los que están arriba y aún no le llegan nuestros gritos
desde la calle a pesar de las 3 R. Ojalá la Historia no vuelva a echarnos
para atrás el camino andado.
Desde Abajo y a la Izquierda.
* Un ciudadano de a pie, militante de la esperanza en la Venezuela
Bolivariana.
El costo que
imponen a las FARC-EP las iniciativas humanitarias unilaterales
James Petras
Rebelión,Traducido por S. Seguí
La Fogata
El
ataque desencadenado por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con tropas
y misiles, que violó la soberanía territorial de Ecuador, estuvo muy cerca
de desencadenar una guerra regional con Ecuador y Venezuela. Durante una
entrevista que tuve con el presidente Hugo Chávez en el momento de esta
belicosa acción, éste me confirmó la gravedad de la doctrina de guerra
preventiva y de intervención extraterritorial que practica Uribe, y calificó
al gobierno colombiano como el Israel de América Latina. Antes, durante su
programa dominical Aló, Presidente, en el que participé como invitado, hizo
su anuncio del envío de fuerzas de tierra, mar y aire a la frontera
venezolana con Colombia.
El ataque transfronterizo ordenado por Uribe tenía por objeto calibrar la
voluntad política de Ecuador y Venezuela para responder a una agresión
militar, así como comprobar el buen funcionamiento de un sistema de ataque
dirigido por satélite y coordinado por Estado Unidos. No cabe duda de que
Uribe tenía también en mente el sabotaje de la inminente liberación
humanitaria de la prisionera de las FARC, Ingrid Betancourt, que estaba
siendo negociada por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard
Kouchner, el ministro del Interior de Ecuador, Gustavo Larrea, y la Cruz
Roja colombiana, y especialmente del presidente Hugo Chávez. Kouchner,
Larrea y Chávez estaban en contacto directo con el líder de las FARC Raúl
Reyes, quien, junto a otras 23 personas, combatientes y no combatientes de
varias nacionalidades, fueron asesinadas en el citado ataque coordinado
entre Uribe y Estados Unidos contra Ecuador. La intervención del presidente
colombiano iba en parte dirigida a negar la importancia de las gestiones
diplomáticas que Chávez estaba realizando en la liberación de los
prisioneros de las FARC, en contraste con el fracaso de los esfuerzos
militares de Uribe de liberar los prisioneros.
Raúl Reyes estaba legitimado como interlocutor en estas negociaciones tanto
por los gobiernos europeos como los latinoamericanos, así como por la Cruz
Roja. Si las negociaciones hubieran llegado a buen fin con la liberación de
los prisioneros, es probable que los mismos organismos gubernamentales y
humanitarios hubieran presionado a Uribe para que iniciara negociaciones de
paz y realizara un intercambio generalizado de prisioneros, lo que es
contrario a las políticas de Bush y Uribe de continuar la guerra, los
asesinatos políticos y la política de tierra calcinada.
Lo que estaba en juego con la violación de la soberanía de Ecuador y el
asesinato de 24 guerrilleros de las FARC y visitantes mexicanos era, nada
menos, toda la estrategia militar antiinsurreccional desarrollada por Uribe
desde su llegada al poder en 2002.
Uribe estaba claramente dispuesto a correr el riesgo de exponerse a lo que
luego sucedió: la censura y la sanción de la Organización de Estados
Americanos, y la ruptura temporal de relaciones diplomáticas con Venezuela,
Ecuador y Nicaragua. Y era así porque podía contar con el respaldo de
Washington, que, en secreto -e ilegalmente-, participó en el ataque e
inmediatamente lo aplaudió. Este aspecto tenía para él más valor que el
sabotaje de la cooperación con los países latinoamericanos y Francia.
Colombia sigue siendo el escudo militar avanzado de Washington en América
Latina y, en particular, el más importante instrumento político-militar para
desestabilizar y derrocar el gobierno anti imperialista de Hugo Chávez.
Clinton y Bush invirtieron más de 6.000 millones de dólares en ayuda militar
a Colombia en los últimos siete años, que incluyen el estacionamiento de
1.500 asesores militares y fuerzas especiales estadounidenses, docenas de
comandos y formadores israelíes, financiación para 2.000 combatientes
mercenarios y más de 10.000 efectivos paramilitares que operan en estrecha
colaboración con las Fuerzas Armadas de Colombia, compuestas de 200.000
hombres.
A
pesar de éstas y otras consideraciones internacionales que han influido en
la acción bélica extraterritorial de Uribe, soy de la opinión de que el
factor principal de este ataque al campamento de las FARC en Ecuador ha sido
el deseo de decapitar, debilitar y aislar al movimiento guerrillero más
poderoso de América Latina y más decidido antagonista de las políticas
neoliberales represivas de Washington y Bogotá. Los líderes políticos
internacionales, entre otros, líderes progresistas como Fidel Castro, Hugo
Chávez y Rafael Correa, que han pedido el final de la lucha armada, parecen
pasar por alto las experiencias de los recientes esfuerzos de la guerrilla
para desmilitarizar la lucha, con tres iniciativas de paz (1984-1990,
1999-2001y 2007-2008), y también el alto costo para las FARC en términos de
asesinatos de sus líderes, activistas y simpatizantes. A mediados de la
década de 1980, muchos líderes de la guerrilla se sumaron al proceso
electoral y formaron un partido político (Unión Patriótica.) La cifra de
asesinatos de sus cargos electos, a escala nacional y local, líderes,
congresistas y tres candidatos presidenciales, además de sus miembros
alcanzó la cifra de 5.000 muertos. Tras esta experiencia, las FARC volvieron
a la lucha guerrillera en el campo. Diez años más tarde, las FARC estuvieron
de acuerdo en negociar con el presidente -en esos momentos Andrés Pastrana-
en una zona desmilitarizada. Las FARC celebraron asambleas abiertas,
debatieron alternativas políticas de reformas sociales y políticas
destinadas a democratizar el Estado, y discutieron sobre las formas privada
y pública de propiedad de los sectores económicos estratégicos, con diversos
sectores de la sociedad civil. Más tarde, el presidente Pastrana, bajo las
presiones de los presidentes Clinton y Bush, rompió las negociaciones y
envió a las fuerzas armadas a capturar a los equipos negociadores de alto
nivel de las FARC. A pesar de la ayuda y asesoría estadounidense, las
fuerzas armadas colombianas no consiguieron capturar a los líderes de las
FARC, pero sentaron las bases de la política de tierra calcinada
desarrollada luego por el presidente Uribe.
En 2007-2008, las FARC propusieron negociar una liberación mutua de
prisioneros políticos en una zona desmilitarizada segura dentro del
territorio colombiano. Uribe rechazó la propuesta. El presidente Chávez
participó en las negociaciones como mediador. El gobierno francés y otros
instaron al presidente Chávez a que demostrase con pruebas que los
prisioneros de las FARC estaban vivos, lo que esta organización aceptó. Los
tres emisarios que Chávez envió fueron interceptados y permanecen detenidos
por los militares colombianos en condiciones penosas. No obstante, las FARC
siguieron adelante con la petición de Chávez e intentaron trasladar el
primer grupo de prisioneros entregado a los enviados venezolanos y la Cruz
Roja, pero fueron atacados por aire por el ejército colombiano, lo que
abortó la liberación de los rehenes. Una vez más, más tarde y con riesgos
crecientes, consiguieron liberar al primer grupo de prisioneros. El ministro
de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, y el presidente Chávez
solicitaron a continuación la liberación de Ingrid Betancourt, ciudadana
francesa y colombiana, y ex candidata presidencial. La operación fue
saboteada cuando Uribe, con ayuda estadounidense de alto nivel, lanzó una
gran ofensiva militar en todo el país, con un programa global de monitoreo
que permitió localizar las comunicaciones entre Reyes, Chávez, Kouchner,
Larrea y la Cruz Roja.
Fue una misión de alto riesgo la asumida por Raúl Reyes, como mando de más
alto nivel implicado en la negociación y coordinación de la liberación de
prisioneros, y que condujo a su asesinato. Una serie de presiones externas
en favor de la liberación unilateral de prisioneros hicieron que las FARC
redujeran su nivel de seguridad. El resultado fue la pérdida de líderes,
negociadores, simpatizantes y militantes, sin con ello conseguir la
liberación de ninguno de los 500 prisioneros de las FARC que se hallan en
prisiones colombianas. Todo el énfasis de Sarkozy, Chávez, Correa y otros
estaba puesto en las concesiones unilaterales de las FARC, como si los
miembros de éstas que están siendo torturados y agonizan en las cárceles de
Uribe no entrasen en cuenta por razones humanitarias.
La posterior cumbre [del Grupo de Río] celebrada en la República Dominicana
durante el fin de semana de 8 y 9 de marzo condujo a la condena de la
violación por parte de Colombia de la soberanía territorial de Ecuador, pero
el gobierno de Uribe, responsable de la invasión, no fue mencionado ni
oficialmente sancionado. Además, no se hizo ningún tipo de mención -y mucho
menos se mostró ningún tipo de respeto- por la muerte de Raúl Reyes, que
ofreció su vida en aras de un intercambio humanitario. Si la reunión en sí
misma fue una decepcionante respuesta a una tragedia, el epílogo fue una
farsa: un sonriente Uribe atravesó la sala de reuniones y ofreció su mano
junto a unas apresuradas excusas a Correa y Chávez, al tiempo que el
presidente nicaragüense Daniel Ortega abrazaba al asesino presidente de
Colombia. Con ese gesto vil y cínico, Uribe transformó las denuncias y la
movilización militar de la semana anterior por parte de Chávez y Correa en
una ópera bufa. La reconciliación posterior a la reunión dio la impresión de
que la oposición de éstos mandatarios al ataque transfronterizo y al
asesinato a sangre fría de Reyes era un simple teatro político, un mal
presagio para el futuro si, como es probable, Uribe repite sus ataques al
otro lado de la frontera a mayor escala. ¿Se tomarán en serio el pueblo y
las fuerzas armadas de Venezuela y Ecuador otra llamada a la movilización
como ésta? Menos de una semana después de la reunión de reconciliación de
Santo Domingo, Chávez y Uribe renovaron un anterior acuerdo militar dirigido
a cooperar contra "grupos violentos, cualesquiera que fueran su origen." Es
obvio que Chávez espera que al disociar a Venezuela de toda sospecha de
facilitar apoyo moral a las FARC, Uribe pondrá fin al importante flujo de
infiltraciones paramilitares a Venezuela y a la desestabilización del país.
En
otras palabras, las razones de Estado tendrían preferencia ante la
solidaridad con las FARC. Lo que sin embargo Chávez debería tener en cuenta
es que Uribe no va a cumplir su parte del trato debido a sus vínculos con
Washington y la insistencia de éste en la desestabilización del gobierno de
Chávez por todos los medios posibles, incluso mediante la infiltración
continuada de Venezuela por fuerzas paramilitares colombianas.
Uribe fue capaz de pedir perdón a Correa y Chávez porque el propósito real
de su ataque militar era el de destruir la cúpula de las FARC, de cualquier
modo y en cualquier lugar, momento y circunstancia posibles, incluso en
medio de negociaciones internacionales. Ya mucho antes de la llegada de
Chávez y Correa al poder, Washington había puesto un precio de cinco
millones de dólares a las cabezas de cada uno de los miembros de la
dirección de las FARC. El objetivo primero de Washington en este asunto es
la destrucción de las FARC, tal como atestiguan su ayuda militar (6.000
millones de dólares en siete años), el tamaño y la amplitud de su misión de
asesoría militar (1.500 especialistas estadounidenses) y la larga duración
de su participación en actividades anti insurgentes en Colombia (45 años).
Washington y sus secuaces colombianos estaban dispuestos a asumir el
previsible descontento de Correa y Chávez, y la leve reprimenda que iba a
recibir por el asesinato del segundo comandante de las FARC. La razón es
clara: son las FARC y no los líderes regionales quienes tienen gran
influencia en una tercera parte del campo colombiano, es la capacidad
político-militar de las FARC la que tiene trabado a un tercio de las fuerzas
armadas colombianas e impide que Colombia participe en una acción militar de
envergadura contra Chávez a instancias de Washington. Uribe y Washington han
presionado a Correa para que corte la mayor parte de las líneas de
abastecimiento de las FARC y los campamentos de seguridad de la frontera
entre Ecuador y Colombia. Correa asegura que ha destruido 11 campamentos de
las FARC y detenido a 11 guerrilleros. Por su parte, la Guardia Nacional
Venezolana ha hecho la vista gorda a la persecución militar transfronteriza
colombiana de activistas de las FARC entre los campesinos refugiados que se
hallan en campamentos en la frontera entre Venezuela y Colombia. La presión
de Uribe y Washington ha obligado a Chávez a negar públicamente todo apoyo a
las FARC, sus métodos y su estrategia. Las FARC están aisladas
internacionalmente -el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano declaró que
la fingida reconciliación de Santo Domingo era una gran victoria de la paz-
y diplomáticamente, aunque siguen contando con un importante apoyo en el
interior del país, en las provincias y el campo de Colombia.
Junto a la neutralización del apoyo exterior o de la simpatía hacia las
FARC, el gobierno de Uribe lanzó una serie de ataques sangrientos y amenazas
contra todas las fuerzas progresistas y de izquierda, antes durante e
inmediatamente después de la reunión de Santo Domingo. En los días
siguientes a la marcha Contra los crímenes del Estado de 6 de marzo de 2008,
en la que participaron 200.000 personas, cientos de organizadores y
activistas fueron amenazados, atacados, seguidos, interrogados y acusados
por Uribe por su apoyo a las FARC -una etiqueta proporcionada por el
Gobierno-, tras lo cual se produjo el asesinato a manos de los escuadrones
de la muerte del principal líder de la marcha y de cuatro portavoces de
derechos humanos. Inmediatamente tras esa manifestación masiva, el principal
sindicato colombiano, la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT)
informó de varios asesinatos y agresiones entre otros al secretario del
sindicato de empleados bancarios, un líder del sindicato de docentes, el
secretario de la sección de enseñanza de la CUT y un investigador de un
instituto de pedagogía.
En resumidas cuentas, se cuentan 5.000 sindicalistas muertos, dos millones
de campesinos expulsados por la fuerza de sus tierras, y éstas robadas por
las fuerzas paramilitares de Uribe y los terratenientes. Algunos jefes de
escuadrones de la muerte arrepentidos han confesado públicamente que los
paramilitares financian y controlan más de un tercio de los diputados
elegidos al Congreso que apoyan a Uribe. En la actualidad, 30 de éstos están
siendo juzgados por asociación con los batallones de la muerte
paramilitares. Asimismo, se ha demostrado que varios de los más cercanos
colaboradores de Uribe en el Gobierno tienen vínculos familiares con los
escuadrones de la muerte, y dos de ellos se han visto obligados a dimitir.
A pesar de la pésima reputación de Uribe, especialmente en América Latina,
éste, con el apoyo de Washington, ha montado una criminal máquina de matar
compuesta por 200.000 militares, 30.000 policías, varios miles de asesinos
encuadrados en escuadrones de la muerte, y más de un millón de fanatizados
colombianos de clases medias y altas que propugnan la liquidación de las
FARC, es decir la eliminación de las organizaciones populares independientes
de la sociedad civil. Más que cualquier otro de sus antecesores oligarcas a
la cabeza del Gobierno, Uribe está próximo a los dictadores fascistas que
combinan el terror estatal con la movilización de masas.
La oposición política y los movimientos sociales de Colombia son masivos,
comprometidos y vulnerables. Están expuestos a la intimidación cotidiana y
al asesinato gangsteril. Por medio del terror y la propaganda masiva, Uribe
ha podido imponer su ley hasta hoy sobre la oposición de la clase
trabajadora, y atraerse el apoyo de las clases medias. No obstante, ha
fracasado en derrotar, destruir o desarticular las FARC, su oposición más
consecuente. Cada año, desde su llegada al poder, Uribe se ha comprometido a
liquidar a los terroristas mediante peinados militares masivos de regiones
enteras del país. Decenas de miles de campesinos de las regiones con
presencia de las FARC han sido torturados, vejados, asesinados y expulsados
de sus hogares. Cada una de las ofensivas militares de Uribe ha sido un
fracaso, pero él en ningún momento admite lo que algunos de sus generales y
asesores estadounidenses sostienen: las FARC no pueden ser aniquiladas
militarmente, y llegará el momento en que el Gobierno deba negociar.
Los fracasos de Uribe y la persistente presencia de las FARC se han
convertido en una obsesión psicótica: todas las limitaciones territoriales,
legales e internacionales han sido hechas añicos. En una oscilación
emocional que va de la euforia a la histeria, Uribe califica de apoyos de
las FARC a todo tipo de crítico, sea colombiano o internacional. En cuanto a
Ecuador y Venezuela, ha prometido no invadir sus territorios "a menos que
las circunstancias lo exijan." He ahí su reconciliación.
El periodo de intercambios humanitarios ha acabado y las FARC no pueden ni
van a acceder a las peticiones de amigos bien intencionados, especialmente
cuando con ello ponen en peligro toda la organización y el liderazgo de su
organización. Aceptemos que las intenciones de Chávez eran correctas. Su
petición de que se procediera a la liberación mutua de prisioneros podría
haber tenido sentido si hubiera estado tratando un político burgués sensible
a los líderes y las organizaciones internacionales, y deseoso de crearse una
imagen favorable ante la opinión pública mundial. Pero fue muy inocente por
parte de Chávez pensar que un político psicótico conocido por sus
antecedentes de aniquilación de la oposición iba a descubrir súbitamente las
virtudes de la negociación y los intercambios humanitarios. No cabe duda de
que las FARC comprenden mejor que sus amigos andinos y caribeños, por su
propia y dura experiencia y las amargas lecciones aprendidas, que la lucha
armada puede no ser el método deseado, pero es el único modo realista de
hacer frente a un brutal régimen fascista.
El asesinato de Raúl Reyes por parte de Uribe no tuvo que ver con las
iniciativas de Chávez o la soberanía de Ecuador o la cautividad de Ingrid
Betancourt, tuvo que ver con Raúl Reyes, un revolucionario consecuente de
toda la vida y líder de las FARC. El miedo a la guerra ha desaparecido, las
diferencias han sido camufladas y los líderes han vuelto a sus palacios
presidenciales, pero Raúl Reyes no ha sido olvidado, al menos no en el campo
colombiano o en los corazones de sus campesinos.
S. Seguí pertenece a los colectivos de
Rebelión y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a
condición de respetar su integridad y mencionar al autor, el traductor y la
fuente.
Raúl Reyes, el camino de la vida a pesar de la muerte
Jesús Santrich y Rodrigo Granda
Anncol
La Fogata
"Sólo como consecuencia de un canje de prisioneros saldrán libres
quienes están cautivos en nuestros campamentos.
No es admisible que nos pidan más gestos de paz, cuando después de tantas
muestras fehacientes de nuestra voluntad política por encontrar salidas al
conflicto, se nos responde con infamias y maleficencia.
En
las aguas del Putumayo., en las del San Miguel, en la floración silvestre de
la amazonía, trepida desde el ayer hasta siempre la creciente guerrillera
del amor para los pueblos; húmedas expresiones de vitalidad inmarcesible,
tributando sacrificio para hacer la fusión de ese todo que somos como mismo
pueblo al que los oligarcas dividen mientras ellos se juntan para agredir
nuestros sueños.
Ya la música salvaje de los pájaros en el monte evoca la marcha del
guerrillero caído y cuando la tarde vuela en las alas del viento y en el
vientre del crepúsculo las sombras del bosque se fusionan hasta volverse
oscura ingesta de segundos presurosos, de segundos que se vuelven noche en
medio de la selva, Raúl guerrilla y sus huestes de estrellas titilan sobre
el mundo alumbrando la piel de los oprimidos, el calor de la caleta, el
oculto lugar de la manigua donde en el discurrir del sueño rebelde, pensando
en la Patria Grande se anida el anhelo postergado de la Unidad, y su
persistencia aunque depende de lo que él es, existe en la gracia de que su
permanencia está, en lo que somos como Organización con todos los aportes de
nuestros caídos, pero para el caso, con el aporte de él, del Raúl abatido,
en esa senda de búsqueda del hombre nuevo y de la sociedad diferente.
La guerra es la vereda de la vida o de la muerte, ha dicho Sun Tzu.
Pero la guerra justa no puede ubicarse en el estrecho marco de ese
concepto, pues es para el revolucionario el camino de la vida a pesar de la
muerte. Y de eso estaba convencido Raúl; por eso su camino es el de la
Guerra Justa contra la alienación, contra la explotación, contra la
opresión., por la construcción del socialismo...; es decir, haciendo el
camino a pesar de la muerte.
Difícil es la ruta de la lucha revolucionaria, pero una bitácora de certezas
nos da el ideario bolivariano para crear, para inventar a fin de no errar,
pero aún errando haciéndolo en el camino del intento de una nueva creación
que supere el nefasto camino del capitalismo, que no puede ser de otra
manera que cambiando de raíz el orden establecido en el que se ha perpetuado
la dominación de los opresores.
El enemigo es común a los pueblos del continente, y podríamos decir que para
los pueblos del mundo.; ese enemigo es el imperialismo, con toda la carga de
su vieja cultura alienante. Sólo revolucionándonos interiormente, en la
medida en que revolucionamos el mundo externo al mismo tiempo que nos
trasformamos nosotros mismos desde el más profundo interior de la
conciencia, sin calco ni copia como decía Mariátegui, apuntalando a la
interpretación y creación propia, apuntalando nuestro sentido y valoración
de lo que somos nosotros mismos., hablando y pensando en americano, como
decía el mismo Simón Rodríguez; en todo caso si a partir de la propia
identidad, retomamos las enseñanzas de los pueblos del mundo que son
patrimonio de la humanidad en su afán de emancipación, para avanzar a pesar
de las adversidades, estaremos continuando la trocha que iba abriendo Raúl.
Nadie podría dar una fórmula especifica sobre cómo hacer la revolución
latinoamericana; muchos podrían cuestionar a las FARC incluso en cuanto a
algunos de sus métodos que la resistencia utiliza obligada por el régimen y
el imperialismo; pero nadie puede cuestionar la justeza y la legitimidad de
nuestra lucha; como nadie puede cuestionar que cualquiera sea la formula
entre muchas para la alcanzar la libertad, el denominador común ha de ser el
de la unidad, que el mejor medio para alcanzarla es la lucha y que los
parámetros bolivarianos como socialistas hacen el obligado camino a tomar en
cuenta si no queremos esperar a que se produzca la hecatombe del mundo por
cuenta de la insensatez imperialista. Con estas ideas andaba Raúl en cada
instante, por cada sendero de su marcha; por ello su muerte nos obliga a
preguntar al mundo sobre si lo correcto es dejar de resistir, si lo correcto
es guardar distancia de los resistentes por temor a que nos cuestionen y nos
llamen terroristas según la conceptualización aviesa, desmovilizante y
aplastante del imperio y sus oligarcas; es decir, por ejemplo, no considerar
más prisioneros del imperio, luchadores bolivarianos, a Simón y Sonia sólo
porque al yanqui y a sus lacayos les da la gana de decir que son
narcoraficantes. Si asumimos la vía de la cobardía pronto a cada luchador le
darán su respectivo epíteto descalificante para seguirnos aplastando uno a
uno como moscas, se sea o no fariano, se sea o no bolivariano. Bastaría,
siendo o no revolucionario, no levantar la voz sino apenas hacer algún
mínimo gesto de inconformidad contra el imperio y los oligarcas, para sentir
el peso del escarmiento.
¿Cómo le vamos a responder al imperio entonces?; ¿con la mansedumbre y la
sumisión a cambio de que nos dejen vivir de rodillas?; ¿cohonestando con su
depredación a cambio de las migajas que nos permitan ser su mano de obra
barata, sus nuevos esclavos? No, así sea con equivocaciones, el ejemplo es
el de Raúl porque es que lo que en últimas hacemos es la legítima defensa
popular, la resistencia a una agresión que avanza sin cesar sobre los
pueblos del mundo.
Se debe ahora más que nunca echar atrás los prejuicios que llevan a muchos a
fortalecer el argumento de que hay que estar en contra de cualquier
violencia "venga de donde venga", llegando con esta falacia "equilibrada", a
la condena de la legítima defensa contra el opresor, incluso. Y llegando a
la conclusión de que tendríamos que conservar el statu quo de la opresión
que es la peor manera de la violencia. ¿Acudimos entonces, en el camino de
la emancipación, a la sola alternativa del desarmado voto en blanco del
señor Saramago?
Resistir, resistir, resistir en el concepto de la triple audacia, del
hacer lo imposible porque de lo posible se encargan los demás todos los
días, tal como diría Bolívar; resistir emancipando la conciencia con la
moral y las luces, sin que nos anonaden los cantos de sirena de la
socialdemocracia falsa, o las ofertas de las Calipsos en este largo camino
lleno de peligros hacia Ítaca, en el que los estrigonios oligarcas e
imperialistas estarán siempre listos para devorarnos sin compasión ha de ser
la premisa. Y de verdad que para nosotros, así fuere en la soledad de la
incomprensión de otros, estaremos persistiendo en la lucha, porque
consideramos ante una eternidad de anonadamiento, la opción de un instante,
así sea un pequeño instante, entre los brazos de la libertad, como en el
cuento de Ulises y Penélope.
Sufriendo la sevicia de sus victimarios, Raúl ha logrado que Colombia
exista, que sea visible para quienes la ignoran en sus padecimientos y en la
soledad de la insolidaridad, que sólo hasta ahora pareciera estarse
rompiendo a partir de las voces bolivarianas que claman por una salida
política al conflicto que la desangra. Porque, más allá del problema de la
violación de la soberanía territorial en Ecuador, está el problema
fundamental humano, que no puede quedar oculto por la conveniencia
diplomática; en aquella lejanía de la Patria Grande no fueron muertos en
combate sino asesinados nuestros camaradas, rematados los heridos y
desaparecidos los capturados. No podemos dejarnos engañar por la farsa del
humanitarismo de unas tropas que dejan tres heridos en terreno; esa es la
coartada para el crimen de guerra cometido. No es más. Pero no nos
lamentamos. Asumimos las consecuencias del camino de lucha que hemos tomado;
eso sí, tenemos el deber de señalar al tipo de enemigo que combatimos, para
así saber de qué manera enfrentarlo. Es al imperialismo criminal y sus
lacayos a quienes resistimos; y en esto, no faltan los sectores venales y
traicioneros que a veces se ocultan entre las filas revolucionarias de uno u
otro lado, los cuales habrá que identificar y también confrontar con
firmeza.
Pero bien, más allá de las muertes, siguen vivos los sueños, la ilusión
permanente de Raúl de expandir la moral y las luces, el sueño bolivariano,
la utopía del Libertador, la explosión de esa mixtura liberadora que es el
marxismo-leninismo y el bolivarismo. La siembra que venía haciendo, con sus
guerrilleros, con sus mismas necesidades y vivencias, con sus mismos
peligros y padecimientos que implican no el escenario para la reflexión
sosegada sino el espacio para pensar durante el desenvolvimiento de la
acción. Aún en esas circunstancias, estaba presente su deseo constante de
aportar a la teorización, recogiendo las opiniones, los puntos de vista de
estudiantes, maestros, gentes inquietas por el destino de los pueblos,
amigos o no, Raúl buscaba la manera para dialogar, para escuchar y para dar
su mensaje. En esta infausta ocasión del primero de marzo varios
compatriotas latinoamericanos que le visitaban con ese propósito también
murieron o han sido desaparecidos en el marco de la acción criminal de
tierra arrasada ejecutada por el fascismo uribista con el concurso de
cómplices que deben ser develados para que los revolucionarios de mundo
sepan la verdad y hagan justicia.
Esta claro que el camino de la guerra puede implicar la muerte para
cualquiera de los guerrilleros que estén en el compromiso real de entregarlo
todo por la liberación popular. Eso lo sabía Raúl, y los sabemos todos los
que hemos optado por la lucha armada. No obstante habría que mirar que estas
muertes son las que tenemos no propiamente en el desenvolvimiento de la
confrontación sino en la búsqueda de los contactos para la paz. De tal
manera que estas experiencias nos dan la razón sobre la necesidad de exigir
cada vez más garantías cuando de encuentros de cualquier tipo se trate.
Seguramente nos haremos más exigentes y sólo nos valdrán nuestras propias
garantías. No habrá encuentro gobierno guerrilla, por ejemplo, sin la
existencia de una zona de despeje.
Por amor a nuestra causa justa, necesaria y sagrada, estas muertes no hacen
sino reafirmarnos en nuestras convicciones. Cada día tenemos nuevas muestras
de cómo piensa y actúa el fascismo y ello nos da las pistas de cómo es que
debemos combatirlo. No encontrarán en nosotros dóciles borregos prestos a
entrar en el corral de las claudicaciones. Y de verdad que nos hacemos
responsables por todos nuestros actos, que los hacemos por amor al pueblo y
con nuestras propias fuerzas. Agradecemos la solidaridad moral de los
pueblos del mundo y nos enorgullecemos en decir que nada le debemos a nadie
ni nada le deberemos sino a aquellos que con sus palabras de aliento y con
su ejemplo también nos dan fortaleza moral. Particular y especialmente,
gratitud tenemos con organizaciones como Opror, Fighter and lover,
sindicalistas y los antifascistas veteranos de la segunda guerra mundial en
Dinamarca, patriotas nórdicos que aman a la América Latina, y en su defensa
del derecho a la rebelión popular contra la injusticia, han hecho aportes
económicos simbólicos que apreciamos en toda la dimensión de su sentido
solidario.
Somos una fuerza revolucionaria autónoma, independiente, insobornable e
irreductible que vencerá. Y lo hará combatiendo con dignidad, haciendo saber
que no nos arrepentimos de lo que hacemos y de lo que somos. Que nuestra
condición de revolucionarios bolivarianos no es cuestionable y menos por
elementos inmorales como los que desde el imperio y las oligarquías
pretenden juzgarnos. Aquí estamos incólumes en nuestros propósitos, y ahora
exigiendo más que nunca la libertad de los nuestros. Sólo como consecuencia
de un canje de prisioneros saldrán libres quienes están cautivos en nuestros
campamentos. No es admisible que nos pidan más gestos de paz, cuando después
de tantas muestras fehacientes de nuestra voluntad política por encontrar
salidas al conflicto, se nos responde con infamias y maleficencia.
Muchos piden liberación de los "secuestrados" pero muchos también olvidan
que los nuestros, los hijos de los pobres que han luchado como combatientes
del ejército del pueblo en busca de la justicia social, están en peores
condiciones que los prisioneros que están en manos de las FARC.
Quienes claman por la libertad de los que están en nuestros campamentos, con
algunas excepciones que se pueden contar con los dedos de las manos, jamás
levantan una voz por la libertad de los nuestros. Y aquí que nadie pose de
inocente, porque todos quienes están como cautivos son responsables del
azuzamiento de la guerra. Desde Ingrid en adelante, y valga decir que
ninguno de ellos está en peores condiciones que Simón Trinidad o Sonia, o
que muchos de los dirigentes políticos y lideres populares que han sido
apresados sin ser guerrilleros, en el desenvolvimiento de esa cacería de
brujas que sostiene el gobierno para aplastar la resistencia popular, y que
seguramente se apresta a arreciar justificándose en cada nueva mentira que
surja de la invención del "computador indestructible" de Raúl Reyes. Con
falsas acusaciones han sido condenadas o al menos apresadas esas personas
que también son civiles y han sido involucradas en el conflicto. No nos
vengan entonces con eufemismos hipócritas sobre todo de parte de quienes
desde su posición de "sociedad civil" azuzan la guerra con una culpabilidad
y morbo superiores al de cualquier soldado.
Decimos al mundo, compañeros, que Raúl entra en la circunstancia del que se
ha ido pero de otra manera se queda, del que ha partido pero de otra forma
retorna, del que ya no está pero que de muchos modos permanece, y su
permanencia en esa circunstancia donde el hecho de la muerte no es que se
pretenda negar pero se supera, es en el canto del hombre nuevo, no del super
hombre o de un hombre subjetivo imposible, sino del hombre de carne y hueso,
con sus errores y sus pasiones, con una conciencia de profundo amor al
pueblo, siempre dispuesto a entregarlo todo por los demás, por el pueblo,
por los oprimidos.
Una permanencia es esa, que nada tiene que ver con la muerte como
culminación; que nada tiene que ver tampoco con una religiosidad de santos.,
sino con un presente de lucha que lleva el avance que él contribuyó
concretamente a construir, con una esperanza de paz que Raúl ayudó a forjar,
con una convicción que él también fraguó materializando este ejército
popular inderrotable que emprende su larga marcha siguiendo las coordenadas
que él ayudó a delinear para hacer ese largo y difícil camino de búsqueda de
la felicidad humana.
Y el imperio, si de algo puede estar seguro es que con sus infamias no podrá
matar la ansiedad de lucha de los pueblos. Será imposible sacar del
imaginario colectivo al Raúl que muchos llevan en el alma.o al Negro Acacio,
al Martín Caballero, al Cristian Pérez., al Iván Ríos, y a cada combatiente
que llevan los pueblos en lo más hondo de su alma.
En Raúl como en cualquiera de nuestros firmes militantes, nada muere con la
muerte de la persona misma; nada de lo nuestro más profundo, nada de la
determinación que es lo más sagrado.; por el contrario, todo se revitaliza,
se potencia y se radicaliza aún más, porque mientras exista un fariano
ninguno de nuestros muertos ha de morir.
El cuerpo de Raúl Reyes ha sido abatido; el de él como el de cada camarada
caído en aquel rincón de selva de la Patria Grande, cercano al cause del río
Putumayo es el de un mortal, de un hombre de carne y hueso que bien sabía el
concepto de Sun Tzu respecto a que la guerra es la vereda de la vida o de la
muerte.; pero en su entera visión bolivariana de revolucionario amante de la
vida; en su visión de hombre con profundas convicciones fundadas en el
humanismo leninista, podría afirmar que la guerra es la política por otros
medios, que además son violentos, según el concepto de Clausewitz,
complementado por Lenin, pero especialmente la guerra justa es para Raúl,
como ya hemos dicho, el camino de la vida a pesar de la muerte.
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