Autore: jchueco Data: To: pensamientoautonomo Oggetto: [Pensamientoautonomo] La derecha desembarca en Rosario
La derecha desembarca en Rosario
Miguel Bonasso
Rebelión
La ultraderecha liberal de Estados Unidos, Europa y América Latina, prepara
un megaevento en Rosario, que presidirá Mario Vargas Llosa y culminará con
sendos discursos de dos socios políticos: el ex presidente español José
María Aznar y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio
Macri. El cónclave, encubierto como un seminario de perfil pseudoacadémico,
encubre dos propósitos políticos muy concretos: la convocatoria a una
reorganización continental de las fuerzas neoliberales y la correspondiente
descalificación de lo que ellos llaman el "populismo", dentro del cual
ubican al proyecto del matrimonio Kirchner.
No son meras suposiciones: uno de los financistas principales del seminario
es FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales), que está
orgánicamente ligada al PP y presidida por el propio Aznar. Esta fundación
apoya institucionalmente al PRO de Macri y trabaja activamente para que el
proyecto kirchnerista sea abatido en las elecciones del 2011. La inquina del
PP contra Cristina Fernández de Kirchner es directamente proporcional a las
muestras de apoyo y simpatía que la Presidenta le ha brindado al archiodiado
Hugo Chávez Frías.
El encuentro se llevará a cabo entre los días 26 y 28 de marzo en Rosario:
una ciudad gobernada por los socialistas en una provincia gobernada por los
socialistas. Incluye megaterios de cierto porte como el ex subsecretario de
Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos Roger Noriega, los ex presidentes
Aznar (España), Vicente Fox (México), Julio María Sanguinetti y Luis Alberto
Lacalle (Uruguay), Jorge Quiroga (Bolivia), Osvaldo Hurtado (Ecuador) y
Francisco Flores (El Salvador).
La munificente convocatoria -sólo en pasajes la cifra debe ser alucinante-,
incluye fósiles del anticastrismo profesional como el cubano Carlos Alberto
Montaner y el cubano-argentino Armando Ribas, en alegre mezcolanza con
destacados conversos procedentes de la ultraizquierda latinoamericana, como
el ex canciller de Fox, Jorge Castañeda, o ex ministros de Augusto Pinochet
como Hernán Büchi.
Estados Unidos apuesta fuerte a la reunión de Rosario: participan y
organizan varios think tanks conservadores como la Heritage Foundation, la
Atlas Economic Research Foundation o el Cato Institute. También pondrá sus
fichas Alemania, con la fundación neoliberal Friedrich-Naumann-Stiftung,
representada en la ocasión por el diputado federal Wolfgang Gerhardt y el
directivo de la Naumann, Harald Klein.
La derecha boliviana enviará a dos prominentes enemigos de Evo Morales: el
presidente del senado Oscar Ortiz y el Prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes
Villa. Para que Hugo Chávez no se sienta ignorado, los organizadores
convocaron a dos conspiradores en activo: el dirigente estudiantil Yon
Goicoechea y Marcel Granier, presidente de RCTV, la empresa televisiva que
promovió el golpe de estado de abril del 2002 y cuya concesión recientemente
vencida y no renovada originó una intensa campaña mundial sobre "atropellos
a la libertad de expresión" en Venezuela.
La delegación argentina es un lujo. Está integrada -entre muchos otros- por
Ricardo López Murphy, cuya gestión de quince días en el ministerio de
Economía, durante el malogrado gobierno de Fernando de la Rúa, es recordada
con emoción por universitarios, docentes y empleados estatales; el
apologista de la dictadura militar Claudio Escribano (editorialista del
diario La Nación); el empresario mediático, diputado y frustrado candidato
tanto a gobernador bonaerense como a dirigente del PJ, Francisco de Narváez;
el economista de la escuela ultraliberal austríaca Alberto Benegas Lynch
(hijo) y, como ya se dijo, el empresario que nació exitoso: Mauricio Macri.
"El pabellón cubre la mercancía", solía ironizar Juan Perón, y el pabellón
que cubre esta mercancía es la Fundación Internacional para la Libertad, que
comanda el talentoso novelista Mario Vargas Llosa, frustrado candidato a la
presidencia del Perú en 1990 y activo propagandista en los sesenta y
comienzos de los setenta de las ideas progresistas, que luego pasó a
combatir con tenacidad de converso. La institución que preside está
íntimamente ligada a FAES y por lo tanto al PP español. El "capítulo
argentino" de la Fundación Libertad, que tiene sede en Rosario y por lo
tanto actuará como organización anfitriona, está presidido por Gerardo
Bongiovanni, un curioso self made man que comenzó regenteando un bar
rosarino y pasó a convertirse en un exitoso empresario y propagandista
mediático del establishment local y nacional. Su Fundación está ligada -a
través de la "Red Libertad"- a los principales "tanques de pensamiento" de
la derecha como IDEA, FIEL, CEMA y el Grupo Sophia, entre muchos otros más
del país y del exterior.
Su pasión por la libertad parece concentrarse en la libertad de mercado, más
que en las libertades civiles. De lo contrario no se explicarían sus
vínculos con el "ingeniero" Blumberg, el ex secretario de Hacienda de
Leopoldo Fortunato Galtieri, Manuel Solanet o el ya citado ministro de
Pinochet, Hernán Büchi.
Ya desde los tiempos de Lino Gutiérrez, la Fundación "Libertad" mantiene una
estrecha vinculación con la embajada de Estados Unidos. Como lo reconoció el
actual embajador Earl Anthony Wayne en un almuerzo realizado en noviembre de
2006: "nuestra embajada ha tenido una relación duradera con la Fundación
Libertad y la Red Libertad", por ser firmes defensoras "de los principios
del libre mercado" y contribuir a sostener y fortalecer "la democracia en la
Argentina y su papel como ancla en la democracia de la región".
El seminario de Rosario se titula "Los desafíos de América Latina" y lleva
como subtítulo: "Entre las falencias institucionales y las oportunidades de
desarrollo". Es poco probable que en los múltiples paneles previstos se
analice por qué las recetas que proponen hicieron estallar a la Argentina en
diciembre del 2001, y menos aún cuáles habrán sido las "falencias
institucionales" de tantos políticos entregados en los 90 al proyecto
neoliberal, que llevaron a los ciudadanos de muchas naciones
latinoamericanas a votar por modelos alternativos. O "populistas" como dice
la Fundación. Pero el hecho cierto de que todos los seminaristas citados
hayan fracasado -incluyendo a los conservadores norteamericanos- no debe
llevarnos a subestimar la magnitud de su voluntad hegemónica y la ingente
cantidad de recursos que pueden poner en juego para reinstalar su proyecto
en términos político-electorales. La de Rosario no es, ciertamente, una
movida menor.