[Pensamientoautonomo] Solidaridad con los estudiantes y médi…

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Autor: Stella Maris
Data:  
Para: Stella
Asunto: [Pensamientoautonomo] Solidaridad con los estudiantes y médicos argentinos recibidos en Cuba
¿Sabías que desde hace tres años están regresando a su país, la Argentina, jóvenes médicas y médicos recibidos en Cuba?
Ellos están deseosos de poder cumplir con el compromiso asumido al irse a estudiar: ponerse al servicio de sus comunidades de origen. Pero para que ello sea posible, es necesario también nuestra voluntad y nuestra acción.
Estos profesionales están atendiendo ya a personas de diversos movimientos sociales, razón por la cual no pueden cobrar ningún salario por su trabajo. Por la presente entonces, te estamos invitando a la peña de fin de año de esta agrupación de familiares y amigos, donde lo recaudado se destinará al sostenimiento de los proyectos que hagan realidad su concreta reinserción social y laboral (se adjunta al pie nota periodìstica sobre uno de ellos).
Tu participación (mediante la compra anticipada de una tarjeta, o alguna donación, o la difusión de los proyectos, etc. etc. etc...) será muy bienvenida.
Si bien Longchamps tal vez nos quede un poquito lejos, juntos podremos llegar...
Esperamos tus noticias, gracias!



Publicado en el Periodico Orbe de Cuba.
Jueves 15 de Noviembre de 2007
Propuesta Tatu: Cuando no se tiene derecho a esperar

Por Roberto Molina, para Orbe

Buenos Aires.- La alegría se percibe en las sonrisas, una buena parte de ellas con dientes faltantes, y en el brillo de los ojos de estos pequeños seres que, aunque habitan áreas cercanas a esta opulenta capital, en su mayoría nunca habían confraternizado con un médico.

Entran a la improvisada consulta con mesas y sillas casi a ras de piso, unos con exacerbado nerviosismo- por ser su primera vez- y otros con mucha confianza y demostraciones a veces sobredimensionadas de cariño y ternura hacia una persona a quien evidentemente han conocido antes.

En la pequeña sala, muy pulcra y con paredes coloridas y muy ilustradas por tratarse de un jardín de la infancia, cinco jóvenes de diversos puntos de la amplia geografía argentina poseen una condición común además de la nacionalidad: son graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba.

Prensa Latina llegó a Villa Fiorito, al proyecto comunitario Che Pibe, para conocer de cerca esta iniciativa de siete de ellos.

La denominaron Propuesta Tatu, en homenaje a Ernesto Che Guevara, también médico de formación y sanador de males sociales, quien llevó ese seudónimo en la guerrilla del Congo, en 1965.

Nació- afirman sus dos pioneras Celia Espinosa y Valeria Aguirre, entre los primeros jóvenes argentinos graduados en la ELAM- de la consagración a lo estudiado y de la profunda orientación social de la formación recibida, lo cual los impulsa a servir al prójimo en cualesquiera circunstancias.

    Inmediatamente se sumaron Carla Straforini, Emiliano Mariscal, Laura Faintand, Griselda Ruiz y Cristian Pertot y ahora se incorporó Florencia Stern Gelman, operada de urgencia durante sus vacaciones aquí, durante el año de licencia que la dirección de la ELAM le otorgó.


Ninguno tiene aún convalidado el título recibido en La Habana, si bien el acuerdo al respecto fue firmado entre los gobiernos de Argentina y Cuba, pero aún transita por los vericuetos legales y burocráticos.

Pero sienten que no tienen derecho a esperar por esas decisiones, mientras miles de personas a minutos de distancia de ellos sufren la pesada carga de la marginalidad que los excluye como ciudadanos y les priva de sus derechos a los más elementales cuidados primarios de salud.

Con esa convicción visitan cada día de la semana un barrio marginal del llamado Conurbano Bonaerense para poner en práctica no sólo los conocimientos científicos, sino los métodos de organización.

En coordinación con los movimientos populares de cada barrio, van a Guernica (lunes), Claypole (martes), Villa Argentina (miércoles y jueves), Villa Fiorito (viernes), Pico de Oro, en Florencio Varela (sábado) y Villa Lugano (domingo).

Aunque no son pediatras, los conocimientos de medicina general integral adquiridos los capacita a atender primariamente a los niños (85 como promedio semanal), quienes son su principal objetivo en cada área, aunque atienden también a sus padres y otros adultos.

Durante las "consultas" por la mañana se llena una improvisada ficha a cada niño paciente, con datos de edad, peso, talla, sexo, circunferencia cefálica, habilidades que van adquirieron e historial de enfermedades, como problemas de la piel, respiratorios y desnutrición entre otros.

Como aún no pueden emitir recetas dialogaron con distribuidores de muestras gratis a las consultas privadas y con las donaciones recibidas por esa vía organizan los tratamientos que deben aplicar, por supuesto que de manera totalmente gratuita.

Igualmente, al no estar facultados para remitir a hospitales casos que requieren una atención más profunda o especializada, contactaron médicos titulares mediante familiares y amigos a quienes envían el diagnóstico preliminar al que llegaron con su reconocimiento.

Por las tardes, en cada barriada, imparten charlas a miembros de la comunidad con alguna preparación para la prevención de enfermedades frecuentes en la localidad y cuidados básicos de salud en la familia, así como educación alimentaria.

También crearon Grupos de Salud, a quienes orientan cuidados de primeros auxilios y la visita a las viviendas para la detección de ciertos síntomas y conducir a las personas a la consulta, aunque también atienden a domicilio a quienes están imposibilitados de desplazarse.

Pero los integrantes de Propuesta Tatu, no se han limitado a eso, si bien su labor es encomiable y gozan del apoyo y el reconocimiento de la comunidad, que les organiza colectivamente el almuerzo para que puedan cumplir la larga y agotadora jornada.

A través de sus familiares y los trabajos que cada uno realiza, están recaudando donaciones de pequeños talleres de confecciones y calzado, un fondo que llevan de un barrio a otro para entregar a los niños más carenciados de ese entorno de por sí muy depauperado.

La entrega a esta tarea que ellos mismos se han procurado los eleva en estatura moral y los pone, desde ahora, muy por encima del diploma que aún no han recibido, una premisa para alcanzar "el escalón más alto de la especie humana", el de revolucionarios, como dijo el Guerrillero Heroico en medio de la selva boliviana.