[Pensamientoautonomo] Rv: festival a orillas del río, una cr…

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Autor: Norberto Farías
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A: vicente lopez, univ y movs sociales, lista por una ronda de pensamiento autonomo entre sujetos de los movimientos argentinos, foro docente
Assumpte: [Pensamientoautonomo] Rv: festival a orillas del río, una crónica (inacabada)


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Crónica TV(te vio)
Festival a orillas del río, con 40º a la sombra(luego la lluvia borraría todo)
El sábado 16 de diciembre de 2006 en el Barrio El Ceibo, en horas de la tarde y parte de la noche, se realizó un festival, convocado para entre otras cosas, ayudar en la reconstrucción de algunas de las casas que se incendiaron hace un par de meses. Pero, y fundamentalmente, me parece que la idea de quienes organizaron el evento fue encontrarse y organizarse junto a otras personas, para reconocerse como iguales y creer y confiar, en que hacer cosas juntos, puede servir para mas que tomar un par de cervezas y escuchar a grupos musicales en los que participan amig@s.
En las primeras horas de la tarde varias de l@s organizador@s comenzaron a armar los escenarios: para la música, para la plástica, para la feria, para las muestras. El calor se sentía mucho, llegaba hasta las bocas de tod@s y obligaba a decirle a otr@: “qué calor”. Las pieles transpiraban, las ropas se mojaban, y en los saludos se producían saludables intercambios de fluidos, no se podía sentir nada de asco, al contrario, desvergonzadamente las personas se encontraban. Circulaban las botellas con agua fría y se seguía armando la utopía.
Realmente el calor era como para desmoralizar al mas plantado, sin embargo estas personas, extrañamente, se sentían bien. Reían, jugaban, intercambiaban cuestiones con l@s chic@s del barrio, “alumn@s” de la “escuelita”.
El primer momento musical en vivo lo brindó la comparsa “ Agua de Río”, un grupo de entusiastas chicas y muchachos de diversas edades, colores y religiones, que haciendo sonar sus diferentes tambores y otros elementos de percusión mantuvieron bailando y/o atent@s a casi todos l@s concurrentes; mitad personas del barrio entre chicas y grandes, y mitad amig@s y afines de l@s organizadores y/o su grupo de pertenencia. Por supuesto que había suelt@s, llegados por las diversas convocatorias.
Debería destacar la excelencia en la organización, que dejando cabos sueltos, seguramente sin querer, permitió una desorganización controlada, que no se percibió, y que tuvo buenos resultados en el clima del evento. También la conexión entre compañer@s, que posibilitó muchas cosas, entre otras que no se incendiara la reserva ecológica municipal(y quién sabe si más), pegada a la canchita en donde se hizo todo. Resulta que se empezó a prender fueguito en un sector cercano a los alambres del cerco, a 10 metros del escenario, debido quizá a un cohete travieso, o al calor infernal, o a un bichito de luz muy flamígero. Alguien se dio cuenta y gritó a otra: “che! Fuego!, enseguida esa otra corrió, saltó el alambre y no sé cómo, ya que tanto mi persona como otras, corrimos a buscar agua. Cuando llegué ya estaba apagado con alguna agua mas cercana, Cuestión de segundos. Un flash. Y todo parece volver a la normalidad...
Debería destacar muchas cosas mas, pero no voy a destacar ninguna, porque en realidad mi intención era criticar(positivamente, constructivamente, creativamente) , y además hacerlo en tercera persona.
Cuando la normalidad siguió, l@s chicas y sus familias pudieron ver proyectadas en pantalla, fotos varias de actividades propias, en la escuelita, con sus maestr@s, en el barrio, reconociéndose, alegrándose, riéndose de ell@s mismas.
La música volvió en las personas de Ana, Agustín y ¿Jorge?, deleitando a grandes y chic@s con el son de sus tambores y voces, repetidas mántricamente, provocando esa común antigua unión de las almas.
Mientras, la feria iba recorriendo a l@s visitas, con ropas, accesorios, textos, bebida, discos, estatuas...
Y también se producía la tertulia en los diversos espacios dentro del marco que daba la canchita de fútbol recién inaugurada, y sus alrededores, o sea los pastos, las tierras, las aguas.
Cerca, el río se dibujaba distinto, y la presencia cercana de la tormenta no llegaba a preocupar demasiado a nadie. Aunque algun@s, por prevención, se fueron.
La cerveza y los choris circulaban. Mención especial, aplauso, medalla y beso, para la merengue, que sacó unos choris envidia de muchos de los machos, a los que se les caía la baba, por los choris, por merengue, quién sabe.
También pintaban las palabras y los gestos. No se vieron disputas, agresiones o rarezas, salvo un encuentro entre algunas de l@s bravas perr@s del barrio, y salvo algunos besos, que debían estar doliendo de tanta energía puesta.
Mención especial también para Yotivenco (conventillo al vesre), el grupo tanguero y milonguero de Rodrigo de la Serna, actor conocido, que participaron en la jornada de manera inesperada, creo. Los muchachos llegaron y quisieron tocar, claro que podían, solo debían esperar un poco. Antes habría una proyección y luego el grupo de tambores. Pero, se ve que los minutos pasaban muy lento, porque Rodrigo estaba ansioso y quería entrar a escena. Mas, los tiempos organizativos se respetaron, y el apuro del conocido actor pudo más. Sumado a que varios chicos del barrio lo persiguieron para que les firme autógrafos y para enterarse de diversas cuestiones relacionadas con el estrellato. Da la impresión que esto, sumado al calor reinante produjo un efecto “bolas llenas”, que debió resultarle imbancable.
Cuentan, quienes los vieron irse, que se fueron recalientes, diciendo cosas como “estos grasas que se piensan”. Algunos de los presentes espetaron a la noche: “que se haga de abajo”. Otros: “Está bien, si no podía esperar lo mejor era irse”, sabiduría china.
“Rodrigo volvé, te queremos” quedó dibujado en el agua, para el próximo festival.
El show debe seguir Luego de tocar “Umito”, el grupo de reggae de uno de los maestros de la escuelita, que gustó a muchas de las chicas presentes, mientras se esperaba la llegada de “El intro”, la apuesta musical barrial de cumbia, se fue acercando la tormenta. El viento soplaba amenazante y los relámpagos arañaban las barrancas, ahí a doscientos metros. Las caras buscaban en las nubes el desenlace de semejante drama. Y fue con todo, llegaron las primeras gordas gotas frías y el viento se espesó. Comenzaron a replegarse los feriantes y sus visitas, y el equipo encargado del sonido se acercó y apenas tuvo tiempo de tapar algunas cosas, de guardar otras. La lluvia llegó poderosas y radical, furiosa casi, azotando durante varios minutos de manera increíble, toneladas de agua se descargaron sobre el barrio, empapando todo, refrescando todo. Y era de película ver a todas esas personas llevando mesas, fuentes, bolsas, equipos, instrumentos, botellas, bártulos. Corriendo
enceguecidas por el agua y los rayos, buscando la escuelita para refugiarse y guarecer las cosas.
Hubo cierta preocupación por los equipos y demás, pero no duró mucho.
Después de tanto calor, de tanta onda, el agua avivaba la juventud, y había ganas de joder.
Así, de a poco, pero rápidamente, se fue armando la fiesta, o mejor dicho las fiestas, ya que simultáneamente, quienes quedaron en la escuelita, y quienes se acercaron a la casa de “los chicos”, se fueron dejando llevar, y la música sonando, en vivo en la escuelita, en disco en la casa, fue ganando los cuerpos de los jóvenes y jóvenesgrandes, que no pudieron evitar el baile; no quisieron diría.. Ni la birra o el vino, ni la alegría y la causalidad del encuentro.
Hubo baile hasta entrada la mañana mojada.
Pero esa... es otra historia.

Armando Lío
amandolio@???

PD: Me olvidé de muchísimas cosas, sepan disculpar






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