[Pensamientoautonomo] BOLETIN DE LA FOGATA - 09-11-05 - Año …

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Autor: La Fogata
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Betreff: [Pensamientoautonomo] BOLETIN DE LA FOGATA - 09-11-05 - Año V
La Fogata


            "La Página de los Compañeros"


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            NUESTROS SUEÑOS, NO CABEN EN SUS URNAS 


      Recordando al compañero Agustín Tosco, al cumplirse 30 años de su muerte en la clandestinidad, 
      perseguido por el "gobierno popular" de Isabel Perón
      Entrevista a Agustín Tosco 
      "Agustín Tosco: El Cautiverio de un guerrero" 


      Revista Primera Plana , 20 de Junio de 1972 (Cárcel de Rawson)   


      Desde el locutorio del penal de Rawson, el lunes 12, Agustín Tosco, dirigente sindical cordobés (detenido el 28 de abril del año pasado a disposición del Poder Ejecutivo), contestó este reportaje cuyo formulario le fue entregado por su abogado defensor, Hipólito Solari Yrigoyen, a pedido de PRIMERA PLANA.



      PRIMERA PLANA: ¿Cómo define usted la tendencia que representa dentro del panorama gremial cordobés? 
      AGUSTÍN TOSCO: Los Gremios Independientes de Córdoba constituyen un importante grupo de Sindicatos, no embanderados partidariamente, pero con una clara política de unidad combativa dentro del movimiento obrero. 
      Sostienen que el sindicalismo no es sólo un medio de reivindicación económico-social de la clase obrera, sino que debe constituir una palanca política principal, en coincidencia con los demás sectores populares, para la liberación nacional y social argentina. Dentro de ese concepto han votado y sostienen la consigna fundamental aprobada por la Regional Córdoba de la CGT de llevar adelante "la lucha antiimperialista hacia el socialismo". Adhieren a la Comisión Nacional Intersindical y definen una básica identificación con la CGT de los Argentinos y los Gremios Peronistas Combativos, de acuerdo a lo fijado por los Programas de La Falda y Huerta Grande, el Manifiesto del 1° de Mayo y el Documento de Octubre. 
      P.P.: ¿Merece una autocrítica el proceso Sitrac-Sitram? ¿Cuál sería? 
      A.T.: Si correspondiera una autocrítica ella debería ser formulada por los respectivos gremios. 
      Considero como centro del problema la incalificable agresión de que fueron objeto los trabajadores del Sitrac-Sitram, tanto en el campo laboral como en el institucional, al ser disueltos los Sindicatos y despedidos cientos de militantes, delegados y dirigentes. Además del encarcelamiento que padecen diez de ellos y sus asesores letrados. 
      Corresponde reclamar enérgicamente el respeto al derecho de sindicalización según lo decidan las propias bases; la reincorporación de los cesantes y la libertad de los detenidos. 
      P.P.: ¿Qué experiencia ha extraído de su cautiverio junto a Raimundo Ongaro? 
      A.T.: Desde el 14 de mayo de 1971 hasta el 7 de enero de 1972, estuve encarcelado con el compañero Raimundo Ongaro, juntos, pero totalmente aislados de todo contacto con los demás detenidos, en el último entrepiso de una planta del Penal de Villa Devoto. 
      Nos unió una gran solidaridad humana, y preciso es destacar la constante entereza y espíritu de lucha de Ongaro. 
      En el aspecto político sindical, lo esencial se dio en la coincidencia de promover, alentar y trabajar por la unidad combativa de la clase obrera y los sectores populares, enfrentando a todo tipo de participacionismo y colaboracionismo con el régimen. 
      P.P.: ¿Cuál debe ser, a su juicio, la misión del sindicalismo? 
      A.T.: En todo el país, que como el nuestro, lucha por su liberación nacional y social, el sindicalismo debe cumplir fundamentalmente la doble función que marca el proceso de la clase obrera y el pueblo. 
      Por lo tanto le corresponde encarar la reivindicación consecuente de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de los trabajadores y simultáneamente sumar los máximos esfuerzos desde su terreno específico para que políticamente el poder sea ejercido por el Pueblo. 
      P.P.: ¿Qué opinión le merece el sindicalismo peronista combativo?  
      A.T.: Al definir que existen importantes coincidencias básicas entre nuestra orientación y la de los Gremios Peronistas Combativos, destacamos una valoración positiva de la actividad y los objetivos que se este nucleamiento obrero en su permanente accionar por los derechos sindicales y populares. 
      P.P.: ¿Cómo ve Agustín Tosco, desde la cárcel, la convocatoria de Alejandro Lanusse a un Gran acuerdo Nacional? 
      A.T.: Desde el mismo momento que se dio a publicidad el denominado Gran Acuerdo Nacional, lo denunciamos como un claro propósito continuista del actual régimen usurpador; como un intento mal disimulado de pretender entrampar al Pueblo argentino en una supuesta salida institucional que sirviera a los objetivos de la oligarquía y del imperialismo; como un sinuoso plan para montar una gran farsa electoral para dar una imagen de un consentimiento popular, a lo que el Pueblo no sólo no elige sino que rechaza terminantemente. 
      El GAN es un aparatoso gigante con pies de barro. Tanto como cayeron las mentiras y ficciones de las anteriores etapas de la mal llamada Revolución Argentina ante la poderosa verdad del Pueblo, así también sucederá con el GAN. Absolutamente nada de lo que surja de la mentalidad conservadora reaccionaria de los detentadores del poder puede conjugarse con la voluntad soberana de los argentinos. 
      Tan es así, que el 31 de mayo desde San Nicolás, Alejandro Lanusse se ha visto obligado a desnudar hasta las entrañas del GAN: pactar a espaldas del Pueblo y al pie de la Dictadura; imponer la "acuerdocracia" y enterrar el "juego limpio" que tan siquiera se recordó; convenir, no ya sólo las características y contenido del continuismo, sino hasta... ¡su filosofía!. Ni el general Agustín P. Justo había llegado a tanto en sus pretensiones. 
      El discurso del 31 de mayo constituye así una referencia mistificadora de la historia, de las ideas políticas, de la lucha de nuestro Pueblo y de sus genuinas aspiraciones. 
      Además, con sus sofismas discursivos, Lanusse pretende fabricar realidades que no son otras que las que interesan sostener a las minorías explotadoras y a los grandes monopolios internacionales. 
      La verdad de nuestra historia es que el Pueblo, con sus pronunciamientos, movilizaciones y luchas, determinará inexorablemente que su voluntad de Justicia Social, Soberanía Popular y Liberación Nacional sea respetada. Así sucederá, más allá de las tutorías, los grandes acuerdos o los golpes de estado, como variantes reiterativas de un sistema y un régimen en irreversible decadencia. 
      P.P.: El Ministro Mor Roig, en declaraciones periodísticas, ha minimizado el problema de la tortura en el país. ¿Coincide usted con esa apreciación? 
      A.T.: Bajo ningún punto de vista. Mor Roig trata de descargar su inoperancia como Ministro político del régimen, desmintiendo o minimizando lo que es la dramática realidad de una constante y probada violación a los más elementales derechos humanos en argentina, hasta el grado de la barbarie organizada para la tortura a muchos prisioneros políticos y sociales -hombres y mujeres- de nuestro Pueblo. 
      P.P.: ¿Considera usted correcta la permanencia de Mor Roig en el Ministerio político a esta altura del proceso de "institucionalización" 
      A.T.: Nunca consideré correcta la permanencia en el Gobierno de ningún funcionario de la dictadura. Lo único correcto es que todos los que ejerzan las principales funciones en el Estado sean expresión de la libre y soberana voluntad de los argentinos. 
      P.P.: ¿Qué piensa usted de la coincidencia La Hora del Pueblo" 
      A.T.: La Hora del Pueblo padece del pecado original de creer que la Dictadura permitiría un ejercicio más o menos libre de la llamada democracia representativa; de allí colaboró para un desenlace en esos términos. 
      El discurso de Lanusse del 31 de mayo ha terminado con los sueños de la Hora del Pueblo. Ahora ésta deberá probar definitivamente la consistencia de su propia identidad o su dependencia de los planes continuistas. 
      P.P.: Se le atribuyeron simpatías hacia el Encuentro Nacional de los Argentinos. ¿Cuál es su punto de vista? 
      A.T.: Así es. Comparto los lineamientos, la acción y los objetivos del Encuentro Nacional de los Argentinos. 
      P.P.: ¿Cómo vislumbra usted el camino hacia el socialismo nacional?  
      A.T.: El camino de todos los pueblos hacia el socialismo lleva intrínsecas las características nacionales de cada país. 
      Resultaría aventurado señalar un camino específico y esquemático. Sí hay un ancho camino por el que transitan simultáneamente todas las fuerzas que luchan en todas las escenas de la vida nacional para erradicar un sistema de opresión, injusticias y miseria y construir una nueva sociedad, más justa y más humana. La unidad de esas fuerzas será un factor de aceleración del proceso histórico, con el cumplimiento de las etapas intermedias que deben recorrerse y con el aprovechamiento de las coyunturas favorables, cualesquiera que fueren, compatibles con el objetivo fundamental trazado. 
      P.P.: Sobre la propuesta de Perón en vistas a un Frente Cívico de Liberación Nacional hay muchas interpretaciones y distorsiones. Pero ateniéndose a lo que el propio Perón ha definido, no se trata de una estructura orgánica sino de una coincidencia de hecho que se concreta a dos niveles: uno, superestructural, con las cúspides de los partidos y organismos populares; y otro infraestructural, a nivel de bases, mediante las mesas de trabajo y la movilización de masas, ambos teniendo como objetivo revolucionario la toma del poder por parte del Pueblo, ya sea a través de las elecciones (si es posible) o a través de otras vías, si el camino comicial es cerrado por el fraude y la trampa. Así definido, ¿qué opina usted del Frente Cívico? 
      A.T.: Siempre he expuesto y sostenido con vehemencia que sólo la unidad de acción programática en los puntos fundamentales, e instrumentalmente orgánica de las fuerzas políticas populares, sin discriminaciones y sin la pérdida de la individualidad partidaria, será el factor fundamental para que el Pueblo acceda al poder, se consolide en el mismo y materialice las transformaciones de contenido revolucionario que son de urgencia para nuestro tiempo. 
      Tengo entendido que sobre eso se trabaja y espero que sus resultados sean fructíferos. 
      Mientras tanto, la lucha debe continuar. Trabajadores, estudiantes, profesionales, sacerdotes, campesinos, entidades económicas nacionales, hombres y mujeres de toda condición y militancia, no renunciarán a su compromiso histórico de producir los hechos determinantes de un profundo cambio en las condiciones económicas, sociales y políticas actuales, con o sin formalismos electorales. 
      P.P.: ¿No cree usted que resistirse a una opción política concreta a nivel nacional colocará a su tendencia, tarde o temprano, en el callejón sin salida de un aislacionismo estéril? 
      A.T.: Nuestra lucha ni la opción de la unidad de las fuerzas políticas populares, tal como lo expresé precedentemente, de ninguna manera puede colocarnos en un aislamiento estéril: porque la unidad y la lucha están en la conciencia y el corazón del Pueblo. 
      ¿Qué otra cosa expresarían entonces la infinidad de movilizaciones populares masivas protagonizadas heroicamente en los últimos años? 
      ¿Y la de tantos hombres y mujeres argentinos que por su militancia popular y revolucionaria responden con su libertad o con su sangre por esos mismos ideales comunes? 
      Allí estuvieron y están todos los que, sin distinciones partidarias, luchan efectivamente por la liberación del Pueblo y la Patria. 
      Aquí, los que estamos en la cárcel, ratificamos nuestras posiciones manteniéndolas indeclinablemente, con el pleno optimismo que la causa popular y liberadora triunfará.



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      Notas biográficas de Agustín Tosco


      La Fogata


      Agustín José Tosco nació un 22 de mayo de 1930 en la localidad de Coronel Moldes, 80 km. al Sur de Río Cuarto, provincia de Córdoba.
      "Nací en el sur de Córdoba en el año 1930. Mis padres eran campesinos y yo trabajé junto a ellos, desde chico, una parcela de tierra. Después de cursar el colegio primario, me trasladé a la ciudad e ingresé como internado a una escuela de Artes y Oficios. Allí se discutía mucho y ese diálogo permanente me incitaba a profundizar la lectura. Siempre me gustó leer. En mi propia casa con piso de tierra y sin luz eléctrica; me había construido una pequeña biblioteca, precaria pero accesible. De adolescente solía preferir a Ingenieros; aunque positivista, enseñaba cosas. Cuando a los 17 años salí a buscar una nueva ocupación, recibí enseñanzas de otra índole: me aceptaban como aprendiz y entonces no me pagaban o me pagaban poco. Corría la liebre. Tan solo al cumplir la mayoría de edad conseguí incorporarme a Luz y Fuerza como ayudante electricista en el taller electromecánico, donde ahora soy técnico especializado. Por aquella época ya había adquirido conciencia de los conflictos sociales, y había decidido también tomar partido por mi clase. A los 19 años fui elegido subdelegado, a los 20 ascendí a delegado. Mientras tanto, Perón subía al poder y yo miraba con simpatía al movimiento que levantaba un eslogan contra Braden."1
      Podríamos agregar que donde cursó, en calidad de interno, el ciclo básico industrial, Escuela de Trabajo Presidente Roca, fue elegido presidente del Centro de Alumnos y cuando es designado para hablar en el cierre del ciclo ataca el sistema que se lleva adelante en la escuela, se niega a recibir el diploma de parte del director y es ovacionado por sus compañeros.


      -¿Qué objetivos persigue como dirigente y como hombre?
      -Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Claro que la represión la hemos sufrido nosotros también. Pero lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte de este sistema injusto.


      -¿Cómo llegó a estas convicciones? ¿Estudiando?
      -Sí, a través de la lectura. Yo estudié en la escuela primaria y luego hice un curso de cuatro años en una escuela técnica. Más tarde, tres años en la Universidad Tecnológica, donde me recibí de electrotécnico. Por lo demás, leí lo que cayó en mis manos: José Ingenieros, fundamentalmente, y también novelas y ensayos sobre los problemas del movimiento obrero.


      -¿Es difícil lograr coherencia entre lo que uno piensa y lo que uno hace? 
      -Es difícil, si más aún en este tipo de sociedad cuando nosotros pretendemos tener una moral que no sea la típica de esta sociedad, nos encontramos permanentemente con ésta tabla de valores que pretende colocar a toda la población bajo su imperativo. Ahora es difícil, pero no imposible. Llevar a la práctica las ideas de uno requiere un esfuerzo, pero mucha gente lo hace."


      Algunos conceptos y definiciones


      En 1952 es electo secretario del cuerpo de delegados de Luz y Fuerza de Córdoba, y en 1953 gana las elecciones para la conducción del gremio en la provincia.


      Un año más tarde es elegido secretario gremial del secretariado nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF).


      Al cese *de las intervenciones militares (1955-195 7), bajo las cuales se lo había inhabilitado, integra el Congreso Nornalizador y vuelve a resultar reelegido en los dos cargos antes mencionados.


      Su reelección democrática como secretario general de Luz y Fuerza de Córdoba, se reitera, había renunciado en 1959 al cargo en la Federación, en varias oportunidades siendo la más notable la de 1972. En ese año, mientras permanecía en prisión por disposición de¡ P.E.N. es elegido, además de dirigente máximo en su sindicato, como secretario adjunto de la CGT Regional.
      En septiembre de 1970 asiste como invitado a la asunción de Salvador Allende, líder de la Unidad Popular, a la presidencia de Chile.


      -¿Alguna vez pensó que iba a llegar a estar preso?
      -No. Recién después del 55 creí en la posibilidad. Traté de eludirla siempre que pude, y las veces que caí fue porque me apresaron. No me gusta la cárcel, por supuesto, pero la he soportado con entereza. Y aún hoy, que estoy en libertad provisional, no descarto la posibilidad de estar nuevamente en prisión. Si ocurre, volveré a afrontar esa situación con la entereza que me da la solidaridad de los compañeros, la seguridad de nuestros ideales.


      -¿Cuándo estuvo preso por primera vez?
      -En Misiones, durante una semana de 1957 por una huelga que hicimos en defensa de los compañeros de Luz y Fuerza. Luego todo empezó en el 69. Me detuvieron por 48 horas días antes del Cordobazo, en el barrio de Clínicas. .Después del levantamiento estuve preso siete meses en La Pampa y en Rawson. Más tarde fui detenido otro par de veces, una vez que atacaron el sindicato a balazos, y luego del Viborazo, en abril del 71, lo que motivó mis once meses en Devoto y el resto en Rawson.


      -¿Cuál fue la máxima emoción que vivió?'
      -Viví muchas, fundamentalmente en la lucha del movimiento obrero. ¡Y tengo tantas!, Bueno, en dos oportunidades, después de largos meses de cárcel, al llegar a Buenos Aires y a Córdoba me encontré con la alegría de la gente ¡tantos compañeros! . . . Le juro que apreciar esa solidaridad que uno siente en prisión, verla hecha realidad, es lo más importante que puede ocurrir; yo trato siempre de hacer valer los sentimientos en las relaciones sociales.


      -¿Cómo es un día de su vida?"
      -Bueno, me levanto a las cinco y media. Antes de las seis y media estoy fichando en la empresa. Trabajo hasta la una y media. Almuerzo en casa (a veces lo hago en el sindicato), duermo una pequeña siesta de dos horas, y desde las cinco de la tarde estoy en el sindicato, trabajando con los compañeros, con la gente que viene ... Atiendo también en la CGT. En fin, terminamos siempre a la una o dos de la mañana, dormimos muy poco.


      - ¿Por qué casi todas las respuestas las da en plural?
      -Porque todo lo que le digo no es exclusivo, ni personal: se trata de algo compartido por todos los compañeros, Por otra parte, yo no represento a una persona, sino la posición colectiva de todos mis compañeros.


      -¿Cuál es su máxima aspiración personal?
      -Poder estar en la construcción concreta de la nueva sociedad a que aspiramos. Ver que tomamos el camino de las grandes soluciones para nuestro pueblo sería, para mí, la máxima aspiración.


      -¿Cuál es el hombre que más odia?"
      -Mire, yo creo que todos los hombres, más allá de lo que hacen, están sometidos a una serie de condicionamientos. Hay muchos enemigos: los que torturan, los que explotan. Pero si tengo que darle un antihombre, que jamás me gustó (y he leído casi todas sus obras) es quien levantaba al superhombre: Federico Nietzsche. Es la expresión más inhumana, más individualista. Y sabemos que fue uno de los sustentos filosóficos del régimen nazi.


      -¿Cómo se define - usted mismo? Cómo cree Tosco que es Tosco?
      -Bueno, en el plano personal soy un trabajador que trata de ser consecuente con sus ideales y su causa. No sé darle otro tipo de definición que no sea la de un hombre que trabaja y lucha al servicio de su clase y de su pueblo. Eso es lo que pretendo ser con todas las imperfecciones que evidentemente tengo."


       "-¿Cómo se define ideológicamente? 
      -Marxista-socialista. Los fundamentos que tengo están elaborados en base al materialismo dialéctico. En lo político estoy por la unidad de las fuerzas de distintas tendencias, sin discriminaciones ideológicas, pero siempre que coincidan con el progreso y la liberación nacional de los argentinos.


      -¿Qué quedó de su pasado peronista? 
      -Mire, la simpatía y el apoyo que nosotros dábamos al peronismo estaban motivados por las reivindicaciones que, dentro del propio sistema, levantaba el peronismo. Por ejemplo, el Estatuto del Peón, el derecho a discutir convenciones de trabajo, una serie de beneficios que obtuvimos los trabajadores y hasta la redistribución de la renta nacional (fundamentalmente en la primera presidencia) fueron reivindicaciones importantes. Luego, en 1954 y en 1955, adoptamos una. actitud crítica hacia el peronismo. Lo decimos abiertamente, es conocido, actuamos con honestídad. En la discusión sobre el petróleo, por ejemplo, estuvimos en la oposición.


      - ¿Cuál es su juicio valorativo sobre la personalidad de Eva Perón?
      -Participarnos en el reconocimiento de su actitud revolucionaria y entre muchas mujeres que en la historia de nuestro país han luchado por los. derechos del pueblo, Evita, creemos, es la que tiene el lugar, más destacado en la historia.


      -¿Tomaría como libro de cabecera "La vida de Hipolito Irigoyen?
      -Yrigoyen ha sido un gran argentino, un gran patriota. Nosotros leemos todo lo que nos sea útil.


      -¿Usted en 1957 colaboró con el capitán de navío Patrón Laplacette en el Congreso de Normalización de la CGT? 
      -En 1957 yo fui uno de los que impugnó toda la política intervencionista y gorila de¡ capitán Patrón Laplacette He sido uno de los tantos argentinos que ha luchado en la máxima medida de sus posibilidades para rescatar los derechos populares del cual era abierto violador ese capitán.


      -El regreso de Perón:. ¿En qué forma cree que debe darse este retorno y que consecuencias acarrearía para el régimen?
      -Nosotros planteamos como cuestión fundamental la unidad y la lucha de todas las fuerzas populares por el pleno respeto a todos los derechos humanos en Argentina. A partir de allí y como consecuencia y resultado de esa lucha, s6lo será posible el libre reintegro al país de todos los compatriotas desterrados, particularmente del general Perón.


      -¿El dirigente obrero no puede hacer política?
      -No, al contrario. El dirigente obrero de hecho es un agente fundamental de la política. Los sindicatos deben nevar adelante una política. Una política que entendemos general y no partidaria, ya que las organizaciones obreras están compuestas por compañeros de distintos pensamientos políticos. La defensa del interés común de los trabajadores hace que la organización sindical en sí no deba ser partidaria, pero la clase obrera es para nosotros un agente fundamental en el proceso de liberación nacional y social argentino, y todo proceso de liberación nacional y social es esencialmente político. De ahí que debamos, los trabajadores, los representantes, actuar en la lucha política general, y al margen de una organización sindical, actuar dentro de los partidos políticos.


      -¿Cómo se puede enfocarla relación entre sindicalismo y política, el papel del sindicalismo, las relaciones con las bases?"
      -Hay dos tipos, al menos de sindicalismo. Uno el sindicalismo que denominamos participacionista o adaptacionista, que se mueve en forma dependiente y referencial al sistema. El que es de naturaleza eminentemente reactiva y que condiciona -todos sus actos según lo obliga la estructura del sistema y las medidas de los regenteadores del poder. Es el que espera que crezca el costo del nivel de vida para pedir aumento de salarios y que termina conformándose en la práctica con el aumento de salarios que la Secretaría de Trabajo autoriza.


      El otro, es el sindicalismo de liberación, que ha comprendido que debe ser un factor en la lucha por la liberación nacional. Es el que atiende tanto a la defensa de los derechos y reivindicaciones de carácter inmediato de los compañeros y que plantea la lucha contra el imperialismo internacional del dinero, en su manifestación concreta de monopolios de la producción, de la distribución, de los servicios, de las finanzas internacionales. Es el sindicalismo que asume una misión y una responsabilidad global, social y nacional. Que plantea la transformación revolucionaria de las estructuras y que reclama en lo inmediato que los grandes medios de producción y las palancas fundamentales de la economía sean de propiedad estatal -social y no privada-.


      El sindicalismo de liberación lucha en estos momentos contra los tres grandes responsables de la injusticia y de la opresión: el imperialismo, la dictadura y el participacionismo. A su vez levanta tres banderas de unidad y lucha: justicia social, soberanía popular y liberación nacional, que particularmente pueden tener otras denominaciones, pero que en el fondo, deben unir a todos los que luchan por una vida mejor, sean del color que fueren. El sindicalismo de liberación debe actuar en todos los terrenos, institucionales o no. Depende de la relación de fuerzas y de las circunstancias para la preeminencia de su accionar en un terreno u otro. Los sindicatos en cuanto instrumentos de la clase trabajadora no son apéndices natos de¡ sistema. Este sí, quiere convertirlos en un apéndice morigerador. Pero la lucha de la clase trabajadora debe llevarse en todos los terrenos y no debe cejar su esfuerzo para que todos los sindicatos sean, en el ámbito sindical, sus canales reivindicativos, desde los cuales mucho se puede hacer para el cambio del sistema, al menos por ahora en Argentina y varios países de¡ mundo dependiente. El sindicalismo de liberación asume su papel político general en su capacidad vanguardista, en unidad con los demás sectores populares, políticos, económicos y sociales tal como lo indica la convocatoria de la última parte del manifiesto del 1/5/68, el documento de Córdoba de 31/1/70 y el manifiesto de la Intersindical Nacional de octubre del 70.


      Ya sea en el terreno institucional, en el de la resistencia e incluso en la clandestinidad no hay otra relación posible que la democracia de bases. Es decir el contacto directo entre los trabajadores y sus representantes o dirigentes. La concienciación a nivel de bases. La reciprocidad del intercambio de opiniones. Las asambleas generales, las de sectores, las de unidades de trabajo. Claro que hay diferencias para una situación institucional, de resistencia o de clandestinidad. Pero en definitiva en el terreno del sindicalismo, nada es válido, sin la democracia de bases y la consecuente reciprocidad entre las bases y las direcciones. 
      En todos los casos de manera tal que las bases sean las que decidan como protagonista de la vida y de los objetivos de su organización.
      -¿Cuál revolución es la que usted propugna? 
      -En realidad la única revolución posible es la que cambie la propiedad de los medios de producción y de cambio, ahora en manos de entes privados y privilegiados, para colocarlos en manos de] pueblo. Es la revolución socialista, con sus características y su desarrollo histórico según las condiciones nacionales de cada país.


      -¿Debe entenderse que en un país capitalista dependiente la burguesía nacional no tiene ninguna posibilidad de lograr un desarrollo independiente del imperialismo?"
      -No, evidentemente en ningún país dependiente tiene la burguesía, su burguesía nacional, la posibilidad de desarrollarse, de desarrollar el capitalismo. En la época del imperialismo, los grandes monopolios o las sociedades multinacionales como se las denomina, son los que marcan el ritmo de la economía de los países dependientes y ese ritmo de la economía es evidente que continuará siendo dependiente. Nosotros no creemos que la política de la liberación pase por la política de la sustitución de los monopolios. Si bien hay contradicciones interburguesas, intermonopolistas, interimperialistas, hay a su vez un entrelazamiento que es el que va a condicionar permanentemente nuestra economía. Un ejemplo de inversiones, de crecimiento del producto bruto nacional lo tenemos en Brasil y sin embargo tenemos los índices en lo relacionado a la situación del pueblo, más dramáticos o tan dramáticos como cualquier país de América Latina.


      -¿Cómo ve usted las posibilidades de un gran evento sindical en el continente para debatir cuestiones comunes que preocupan a los trabajadores de nuestros países?
      -Las luchas por la justicia social y por la liberación nacional, la comprensión cada vez más honda del proceso de dominación imperialista que somete a nuestros países y que se refleja fundamentalmente sobre la explotación y la postergación de la clase trabajadora, hacen necesario redoblar los esfuerzos por lograr, al menos, la unidad de acción del movimiento sindical latinoamericano. una gran reunión sindical latinoamericana que congregan a todas las expresiones doctrinarias e ideológicas de movimientos sindicales auténticos, democráticos y revolucionarios, sería de una gran importancia y se reflejaría en la posibilidad de enfrentar en el plano continental en forma coordinada a las minorías del privilegio y a los grandes monopolios. Creo que todo cuanto se haga para lograr tal objetivo será valioso. Y más valioso será si se logra concretar este encuentro de los trabajadores latinoamericanos para luchar en conjunto por todos sus derechos.


      -¿Qué mensaje le huía llegar a la juventud?"
      -De la juventud tomamos el gran ejemplo de su combatividad y de su incorruptible e inclaudicable posición. La juventud recorre un glorioso camino hacia un nuevo futuro. Hacia la nueva sociedad del hombre nuevo liberado.
      La inmensa mayoría de los mártires de la causa popular han sido jóvenes. La mayoría de los presos políticos y sociales son jóvenes. Este heroico y expresivo testimonio de su sagrado compromiso con los ideales del pueblo nos hace enorgullecer vivamente de la juventud argentina.


      -¿Qué opina de la violencia?"
      -Mi opinión sobre la violencia es la misma que ha sido definida por la reunión de¡ Episcopado Latinoamericano en Medellín. latinoamérica sufre de una violencia institucionalizada que oprime al hombre, lo frustra e impide su realización al mínimo nivel de la dignidad humana. Esta violencia ha engendrado su respuesta que en muchos casos corresponde -como dice Medellín- a una legítima defensa. Esto no significa sustentar como medio político la violencia ni como objetivo humano. Nosotros sostenemos que el hombre es un ser de paz que busca su redención. Pero en definitiva los grandes responsables de la situación en crisis, de violencia, no son los que actúan en respuesta sino quienes la generan basados en un concepto discriminatorio de la sociedad en la cual deben existir círculos privilegiados y grandes masas humanas postergadas. 


      -¿Cuál es a su juicio el papel que deben jugar los sectores progresistas, populares y los enrolados en el campo revolucionario?
      -Nuestra posición es que debe llevarse adelante la unidad de acción, la unidad en la lucha de todos los sectores populares, democráticos y revolucionarios y trabajar constantemente para constituir una fuerza capaz de expresar verdaderamente las aspiraciones de nuestro pueblo, de una transfortnación a fondo de su situación económica, política, social y cultural.
      El esfuerzo que hay que realizar es muy grande y evidentemente no resulta fácil concretarlo. Pero estimamos que en breve tiempo, por las propias necesidades históricas que se plantean, Regará esa unidad orgánica, plasmada, respetando las lógicas diferencias de enfoques y de práctica, y uniendo lo fundamental que es la común posición antidíctatorial, antioligárquica y antimperialista por la justicia social, la soberanía popular y la liberación nacional.


      -No obstante que en las bases de su gremio la ideología predominante es el peronismo, usted es el secretario general, ¿por qué?"
      -La conducción está integrada por compañeros peronistas, radicales, marxistas, comunistas, demócratas cristianos ... En nuestro gremio practicamos lo que enarbolamos como la unidad de acción y de lucha con pleno respeto al pensamiento de cada uno. Yo jamás levantaré un dedo contra el pensamiento político de un compañero o contra la religión, es una aberración que debemos superar, una lacra de la civilización ... Que se combata una idea puede ser, pero anularla, clausurarla, condenarla, reprimirla, eso no lo aceptamos"'


      BIBLIOGRAFIA


      Revista Panorama 22-11-73.


      Revista Siete días, febrero 1973.


      Revista Cristianismo y Revolución, abril 1970.


      Revista Así, 19-11-73.


      Revista Cristianismo y Revolución, noviembre diciembre de 1970. 


      Programa Hora Cero Sgo. del Estero, 31-11-72.


      Revista Ya, 16-1-73.


      Revista Nuevo hombre, junio 1973.


      Revista Cepustal, revista sindical latinoamericana, Oct./ Nov./ 1970.


      Agencia Noticiosa Onix, 16/1217 1.


      El Diario, 20/9/70. Santa Fe


      Revista Posición, octubre, 1972.


      Revista lnagen, Pergamino, 9/10172. 



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      Saqueo y resistencia - Agroindustria y biodiversidad
      III Cumbre de los pueblos - Mar del plata - Noviembre 2005
      Vienen por el oro, vienen por todo


      Javier Rodríguez Pardo 
      Grupo de Reflexión Rural *
      La Fogata


      Resumen del taller sobre la cuestión minera, editado por el Grupo de Reflexión Rural. Tuvo lugar en el Aula Magna de la facultad de arquitectura el día 3 de noviembre de 14 a 20 horas.


      Nuevo sistema para el saqueo de los recursos naturales, quinientos años después (1)


      Hacia el año 1500, los galeones cargaban el oro y la plata con la tecnología experimentada del observador humano para detectar las vetas, el ojo. Cinco siglos exprimiendo la Tierra con la exclamación 'vale un Potosí', calificación suprema de cosa o persona de incalculable valor. Toda América era un Potosí. Durante quinientos años de insostenible extracción, los minerales del planeta se fueron agotando. En 1900, el primer mundo obtenía cobre con el 5% de Ley mientras que en la actualidad debe conformarse con menos del 0,4% de Ley. Entender y razonar este dato es imprescindible: la diferencia abismal marca la escasez del recurso.


      El planeta no resiste la explotación descontrolada de lo que se dio en llamar recursos naturales y está a la vista que la eclosión demográfica demanda cada vez más insumos, digitados de manera desigual por unos en desmedro de otros pueblos. El agua, la irracional explotación de los suelos, la concentración de la energía, la diversidad biológica y los minerales críticos y estratégicos, conforman el paquete voraz para dominar el mundo, con infaustos resultados de un desarrollo cientificista y tecnócrata que en realidad fabrica calentamiento global, cambio climático y más hambre. 


      Estados Unidos reconoce que cada uno de sus habitantes consume anualmente 19 toneladas de minerales. El Norte consumista no sólo derrocha, necesita mantener su hegemonía imperial, de tal modo que el 20% de la población mundial concentra el 80% de la energía del planeta y usufructúa las utilidades obtenidas con la explotación del resto de sus semejantes, los que naturalmente comparten y conviven en la misma biosfera. 


      Ahora bien ¿cómo podemos explicar el actual método extractivo de las corporaciones transnacionales que deben atrapar los minerales invisibles al ojo humano, ya que las vetas de alta ley se agotaron? El método, es siniestro, y es nuestro deber denunciar hoy que la historia continúa peor que hace quinientos años. Los yacimientos se detectan por satélite, aquellos sitios donde hay más concentración de minerales, generalmente diseminados en extensiones kilométricas, y poli metálicos. Se pulverizan suelos y montañas y se vierte un cóctel de sustancias químicas para obtener los minerales deseados, sin importar secar acuíferos, desviar ríos, deshacer glaciares y volar cerros con promiscuidad dinamitera a cielo abierto, a tajo abierto, a rajo abierto.


      'El método no se caracteriza por mantener normas industriales de desarrollo sostenible, ni por remediar el daño producido, tarea por demás imposible; para las empresas mineras lo vital consiste en capturar entre el 96 y 99 % del oro contenido en la roca, en invisibles partículas diseminadas en miles de hectáreas. Ahora, donde no alcanza el ojo humano, llegamos con el compuesto químico y hacemos que el mineral de baja ley sea un buen negocio. En el camino aparecen metales pesados propios de la actividad realizada por esta mal llamada industria, como plomo, mercurio, zinc, cadmio, cobre, entre muchos otros, además de metaloides como el arsénico, frecuente en la Cordillera de los Andes, movilizados por la acción de las soluciones de cianuro y de ácido sulfúrico, parte de las múltiples sustancias que disemina este tipo de minería en el suelo. La rentabilidad del mineral pasa por extraerlo sin mayores gastos, sin pagar impuestos, con leyes permisivas apropiadas para consumar el saqueo, que incluye degradación y contaminación ambiental. El agua es el principal insumo de este sistema extractivo. Mezclada con la sopa química les permite a los nuevos mineros lixiviar (regar) apiladas concentraciones de roca que quedarán eternamente contaminadas, abandonando tóxicos que llegarán a las aguas superficiales y subterráneas a veces muchos años después de cerrada la mina' (3)


      En definitiva, cuanto más baja es la ley del mineral más agua se requiere, más voladuras y más degradación de suelos y geografía, más erosión, mayor daño ambiental. Cuanto más baja es la ley del mineral mayor cantidad de escombros, residuos que degradan y modifican el hábitat. Un anillo de oro de menos de una onza, genera 20 toneladas de escombros. Haga el lector el cálculo que mejor desee, pero resuelva antes otro enigma: el 85 % de la producción anual de oro se destina a la joyería; la mayor parte restante, a las bóvedas bancarias como reserva.


      Esta minería destruye las economías regionales, expropia tierras y desplaza, hasta el paulatino exterminio, a los pueblos originarios. Inutiliza las fuentes productivas genuinas, ahoga la actividad agropecuaria y agroindustrial, es incompatible con la actividad turística, produce pérdida del valor del paisaje y empobrecimiento de los pueblos y de sus economías, obligados a un régimen temporario de explotación insostenible de la tierra. La minería deja desolación y más pobreza a su paso. Genera diversas enfermedades con patologías terminales por polución y emanaciones tóxicas, drenajes ácidos y contaminación de acuíferos con metales pesados. La flora y la fauna sucumben y la cadena trófica multiplica el impacto en ecosistemas que concluyen endémicos y degradados, erosionados y estériles. 


      Las transnacionales que se reparten el botín mineral, avasallan los derechos humanos, protegidas por un marco jurídico cómplice del despojo. No pagan impuestos provinciales o municipales, se les devuelve el impuesto al valor agregado (IVA), no tributan derechos de importación, ni tasa de estadísticas; se los favorece con deducciones en el impuesto a las ganancias, no abonan impuesto a los combustibles ni al cheque; transfieren libremente el 100% de sus capitales y de sus ganancias, y se las autoriza a liquidar en el extranjero el total del dinero de sus ventas. Por treinta años no serán modificadas sus cargas impositivas y por cinco años se las exime de abonarlas. Mientras tanto, el canon que se les cobra del 3% en boca de mina, merced a la generosidad legislativa, queda largamente compensado con los reembolsos. A decir verdad, se llevan los minerales y les pagamos encima para que lo hagan.


      Un tratado binacional entre Chile y Argentina, impulsado por el gobierno de George Bush, padre, les otorga la cima de la Cordillera de los Andes en toda su extensión y cien kilómetros de cada lado, fijando protocolos adicionales que les conceden el dominio de un tercer país virtual. 


      En definitiva, la minería extrae, no produce, y en nuestros países sólo deja escombreras y un pasivo ambiental secular, en tanto la legislación intenta inútilmente legitimar la entrega.


      Tal saqueo queda legalizado con informes de impacto ambiental inmorales. Sus consultoras dibujan evaluaciones hasta falsificar los proyectos de factibilidad. Es común leer en sus informes que la cal y el cianuro de sodio son sus insumos principales (Barrick Gold, proyecto Veladero), cuando en realidad el principal insumo es el agua (que no pagan), y omiten deliberadamente calificar y cuantificar la energía. El complejo Veladero, Penélope y Pascua Lama, explotación minera de la empresa canadiense Barrick Gold, de G. Bush, requiere utilizar energía equivalente a la que produce la central nuclear de Atucha, más de 300 MW de potencia instalada. Para que esa energía le llegue, contará con una línea de 500 KV que paga cada habitante sanjuanino con la factura del servicio eléctrico y, por supuesto, completará su cuadro energético quemando gasoil para movilizar equipos y la planta; las mineras son responsables de un alto porcentaje del efecto invernadero.


      Pero el agua es el mayor despropósito. Para la explotación de Veladero Barrick declara consumir 110 litros de agua por segundo y para Pascua Lama considera que serán 350 litros de agua por segundo, abastecida por el río Las Taguas, en sus nacientes. 
      Falso. El complejo minero Veladero, Penélope y Pascua Lama, en el momento que funcionen al unísono, utilizarán más de tres metros cúbicos (tres mil litros) de agua por segundo, y no pagarán por ella. Leemos en el Manual de la Oficina de Minas de los Estados Unidos (creado por la Oficina de Minas del Departamento del Interior del Gobierno de los Estados Unidos) que el valor del agua en la minería, en 1978, era de 0,10 dólares el metro cúbico. Si le exigiéramos pagar por el vital elemento, tal como ocurre en otras latitudes, Barrick al cabo de veinte años tendría que desembolsar más de setecientos cuarenta y seis millones de dólares. Entonces diría con nosotros que el agua vale más que el oro. Barrick consumirá en San Juan, en un segundo, la misma cantidad de agua que una familia tipo, de esa provincia, en un día. 


      ¿Cómo es posible todo esto? 


      Ante semejante cuadro, cabe preguntarse cómo es posible que nuestros gobernantes permitan tanta injusticia, daño ambiental y despojo. Las políticas oficiales no sólo accedieron a las leyes del saqueo extractivo, sino que alentaron la radicación de transnacionales, encubiertas con la teoría inversionista. Los bancos mundiales les adelantan créditos avalados por las mismas naciones que vienen a vaciar y los yacimientos se convierten en garantías reales. Por otra parte, 
      la mano de obra se halla cautiva, esclava de una desocupación incapaz de negociar dignidad laboral. La respuesta popular no se hizo esperar. Las comunidades afectadas empezaron a levantarse exigiendo el cese de estas prácticas mineras, reclamando que se las expulse de sus territorios. Los fuertes rechazos obligan a los municipios a efectuar consultas populares. Los plebiscitos se han convertido en una herramienta de poder en manos del pueblo movilizado, y el poder político, que defiende los proyectos mineros, se ha visto acosado por las movilizaciones sociales.


      El pueblo, en estas circunstancias, suele enfrentar a la abroquelada unión de transnacionales y gobernantes sobornados, en una relación de fuerzas desigual. El arribo masivo de las transnacionales mineras, es acompañado por mercenarios y trae consigo la firme decisión de dominar medios de difusión, corromper funcionarios, ejercer chantajes y operar al mejor estilo mafioso. Tan pronto construye burdeles como practica donaciones a escuelas y hospitales o entrega, en comodato, tractores y cosechadoras. El estilo minero de los negocios es el soborno.


      Pero tanta adversidad no impide que las asambleas populares se multipliquen y se organicen. De tal manera que vecinos auto convocados de la Patagonia confluyen con los de las regiones de Cuyo y del noroeste. Las asambleas regionales son una firme realidad y lo son también los congresos, el intercambio de información y los foros de chilenos y argentinos, coincidiendo en acciones conjuntas. 


      Todo cuanto sucede, de un lado y del otro de la Cordillera de los Andes es fiel reflejo de lo que ocurre en el resto del continente. Los pueblos de Perú, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina, deben enfrentar el nuevo desembarco del invasor minero, tan mezquino y doloroso como hace quinientos años. Para algunos, la interpretación de la historia parece reducirse a poéticas frases colgadas en los pizarrones escolares, como la escarapela que se prende en los trajes de las fiestas patrias. Solemnes actos de abundantes palabras. En realidad, somos dueños de una carga de pobreza que nos hipoteca a perpetuidad y, para colmo, merced al despojo de las riquezas de nuestros territorio. Debemos el mismo volumen de oro que fue saqueado de nuestro propio suelo.


      Nota:
      1) Síntesis de la exposición en la Cumbre de los Pueblos, en Mar del Plata, Argentina, el 3 de noviembre de 2005. Documento del taller La falsa Sustentabilididad de las Corporaciones.
      2) Javier Rodríguez Pardo, integrante del Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH), Sistemas Ecológicos Patagónicos (SEPA), Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE)
      3) Fragmento de 'Tecnología letal para extraer minerales de baja ley', artículo del autor de esta nota. 25/4/2005. 


      * GRR: Grupo de Reflexión Rural 



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      IV Cumbre de las Américas
      Casi todos los presidentes salieron perdiendo
      (Desde Mar del Plata)


      Emilio Marín
      La Arena
      La Fogata


      Al final no fueron 34 presidentes o jefes de gobierno presentes en Mar del Plata sino 31 y la mayoría de ellos partió hacia sus domicilios con menos logros de los que estimaba al llegar a esta ciudad blindada, el anfitrión Néstor Kirchner incluido. Del bochorno no se salvó George Bush, aunque las matemáticas digan que el ALCA concitó 26 voluntades contra 5.


      Luces y sombras del local


      El presidente Néstor Kirchner no reparó en gastos para que la IV Cumbre de las Américas fuera exitosa y dejara una imagen feliz para capitalización política de su administración. Fue una cita costosa, que sangró al fisco en 205 millones de pesos, entre ellos 32 millones en gastos de protocolo y otros 30 en seguridad. Habiendo tantas facturas de por medio, ahora no tiene sentido saber si también abonamos de nuestro peculio los 950 dólares más IVA que costó la suite presidencial para Bush en el décimo piso del Sheraton.
      Para el patagónico era central que el texano se sacara una foto con él y le dispensara un apoyo explícito para la renegociación con el FMI. Foto hubo pero la reunión no llegó a un nivel de acuerdos aceptable pues el visitante se negó a asumir el rol de padrino y recomendó que Argentina negociara por su cuenta.
      Lo más decepcionante para el jefe del Ejecutivo fue escuchar de labios del dueño de la Casa Blanca que esperaba una mejora de la nota en seguridad jurídica, en "reglas de juego" favorables a la inversión y en el combate contra la corrupción.
      Por otro lado la llamada Cumbre de las Américas en su cuarta edición no tuvo un funcionamiento acorde para el tratamiento de temas como la creación del empleo para combatir la pobreza. Y casi no dispuso de tiempo para enfocar esa mayor producción y trabajo en su impacto benéfico sobre la gobernabilidad democrática, pues a esa altura del partido eran otros los puntos de debate. Las discrepancias sobre el Area de Libre Comercio de las Américas se habían robado el lugar estelar.
      Para colmo la cita en el balneario no tuvo para nada un ambiente bucólico ni nada que se le parezca. Si querían calma tendrían que haberla realizado en Tierra del Fuego o directamente en la Antártida. Sólo así hubieran logrado disminuir el número de manifestantes que protestaban contra Bush y el ALCA. Los violentos incidentes del viernes, amplificados y reportados por los medios de comunicación de todo el mundo, también afectaron la cosecha personal que Kirchner estimaba recoger. Aunque sus responsables parecen haber sido grupos anarquistas, los medios de comunicación acusaron a Quebracho, el Partido de la Liberación y otras agrupaciones piqueteras que no tuvieron nada que ver con las roturas de vidrieras e incendios del Banco de Galicia.
      En su favor, el presidente Kirchner podrá decir que pudo plantarse ante el mandatario norteamericano y su delegación, y rechazar su propuesta del ALCA. En este sentido se ubicó a la izquierda de su ministro Roberto Lavagna y el canciller Rafael Bielsa, que en la previa habían contemporizado con Washington. 


      Averiado Bush


      El balance del jefe de la superpotencia podrá exhibir en el "haber" que logró introducir el debate sobre la zona continental de libre comercio que retaceaban los socios del Mercosur. Aunque el fogonero de esa inclusión fue la delegación estadounidense, como suele ocurrir, el presentador de las mociones fueron representantes amigos, como Panamá y México.
      La lectura que hicieron Bush, la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, fue que el debate sobre el ALCA les fue ampliamente favorable. Ellos sólo toman en consideración que 29 países estuvieron con esa postura (en rigor 26) y cinco se alinearon con la oposición (los del Mercosur más Venezuela).
      Más aún, hilando fino, EE.UU. cree que sus detractores se limitan a tres, porque Uruguay y Paraguay tienen firmados tratados bilaterales que acumulan en dirección al ALCA. Asunción también firmó acuerdos en materia de Defensa, con un contingente de marines y pista aérea en Estigarribia. Y de los tres díscolos, estima que sólo Venezuela es un enemigo firme y politizado, en tanto con Brasil se pueden arribar a acuerdos: de hecho los dos presidentes estaban reunidos ayer en Brasilia.
      Semejante composición de lugar deja a Argentina en una incómoda posición, siempre según el lente de Washington. ¿Acaso se quedará aislada junto al radicalizado Hugo Chávez? Los amanuenses de las "relaciones carnales", como Mariano Grondona, Andrés Oppenheimer, Jorge Castro, etc, desde La Nación, Radio 10 y Canal 9, hicieron terrorismo ideológico al asegurar que las polémicas con el dueño del mundo nos convertiría en "un país periférico dentro de la periferia".
      Esos "opinators" nos quieren hacer creer que el "libre comercio" nos hará libres y prósperos, tal como repiten desde el Norte. Más sincero fue el secretario de Comercio, Gutiérrez, en sus declaraciones del 28 de octubre último a la tribuna de doctrina de la Bolsa de Comercio y la Sociedad Rural, explicando el sentido del ALCA: "abrir los mercados internacionales a las empresas estadounidenses, para crear empleos y construir unos EE.UU. más fuertes".
      Aunque la mayoría de los argentinos no haya leído esa edición, saben o intuyen que ese Tratado de Libre Comercio -incubado desde 1994 y aún no parido pese a haber tenido fecha de parto para enero de 2005- apunta a la invasión de productos "made in USA". 
      En la propia sociedad norteamericana, el prestigio presidencial anda por el suelo: 40 por ciento de imagen positiva según el último sondeo encargado por The Washington Post y ABC-News. Haber bajado del Air Force One, estar rodeado de mil custodios y esgrimir un discurso duro pro ALCA, profundizó la caída del texano entre los argentinos, donde ya tenía muy "mala prensa". Llegó como emperador y se fue como tal, dejando atrás a funcionarios que seguían intentando armonizar un documento sin mayores resultados. Seguro que en Brasil y en Panamá, las siguientes escalas de su gira, también piensan mal de él, el ALCA, la guerra en Irak, etc.
      Por eso es un simplismo decir que a Bush le fue bien en la cumbre porque casi una treintena de países estuvo de acuerdo con el ALCA. Eso sería cierto si Alvaro Uribe, Alejandro Toledo, Vicente Fox y otros mandatarios representaran el sentir de sus pueblos. El peruano Toledo tiene 8 por ciento de imagen positiva y el haitiano Boniface Alexandre está en el poder gracias al golpe de Estado de los marines. ¿Representan a sus ciudadanos o el imperio?


      Tercero en discordia


      Al único presidente que le sentó bien Mar del Plata fue Chávez, quien estuvo de los dos lados del vallado: en el estadio olímpico con más de 50.000 personas que lo ovacionaron, y en el Hotel Hermitage, alentando la resistencia del Mercosur a las proposiciones norteamericanas. 
      Unos dirán que era fanatismo y otros incluso arriesgarán que hubo plata de por medio. Este cronista, presente en el estadio, puede asegurar que las delegaciones de distintas organizaciones sociales y políticas arribaron a la ciudad balnearia en las primeras horas de la mañana del viernes, animadas de un fuerte sentimiento a favor de la unidad latinoamericana. Pese al frío y la lluvia, la multitud aguantó horas el inicio de la actuación de los cubanos Silvio Rodríguez y Amaury Pérez, el argentino Víctor Heredia y el uruguayo Daniel Viglietti, así como el discurso del líder bolivariano, que se extendió entre las 13 y 15 y las 15 y 15.
      Apuntando al corazón del imperio, el orador aseguró que las cincuenta mil personas habían concurrido munidas de su "pala de enterrador, para enterrar el ALCA". Alertó contra los planes de agresión del Pentágono contra su país y dijo que si eso ocurría sería el inicio de "una guerra de cien años". Tuvo varias referencias muy amistosas hacia Cuba y Fidel Castro, cuya delegación de 300 personas a la III Cumbre de los Pueblos estaba presente en el estadio. Y prometió que con las reservas de crudo de Venezuela -las primeras del mundo- y de gas -las octavas en la materia-, Latinoamérica "tendrá petróleo y gas por cien o doscientos años".
      Marcando otra diferencia con sus colegas, el jefe de Estado venezolano se hospedó en el Hotel República, fuera de la zona blindada por la policía y lejos del Hermitage, Sheraton y Costa Galana donde pararon los otros.
      Chávez insistió en su propuesta de ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), refrendada en diciembre último con Cuba y explicó que eso incluye la venta de petróleo a bajo precio y refinanciado a 25 años, los apoyos a los microemprendimientos como los anunciados en el congreso de empresas recuperadas realizado en Caracas, etc. Se fue feliz de haber compartido con Kirchner y Lula da Silva, más Nicanor Duarte de Paraguay y Tabaré Vázquez de Uruguay, la defensa del Mercosur, al que Venezuela se sumará como miembro pleno en diciembre. Ese ámbito latinoamericano y otros tercermundistas, como el "Grupo de los 20" y el "Grupo de los 77 más China", deberían ser los escenarios de actuación de nuestro país. 



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      Caído en combate el 5 de octubre de 1974 
      Miguel Enríquez en el recuerdo 


      Fernando M. Heredia 
      Punto Final 
      La Fogata


      Conocí a Miguel Enríquez en 1967. Ese año fue muy largo. El Che peleaba en Bolivia; Cuba estaba enfrentada a las posiciones de la URSS y el movimiento internacional que ella conducía. Raúl, el 24 de julio, y Fidel el 26 estaban expresando la posición de la revolución, y pronto sería la Conferencia de OLAS, en La Habana. Yo estaba en Chile mirando lo que había, con la premura de aquellos momentos, cuando conocí a Miguel a mediados de julio. Fue un encuentro irregular, propiciado por Manuel Cabieses Donoso, porque los del Movimiento de Izquierda Revolucionaria estaban perseguidos en esos días por lo del Teatro Roma. Mi primera impresión de Miguel fue la de un "muchacho bien", bonito y con el pelo como se debía llevar, aunque sin afeitar. Le dije, medio en broma, que si lo estaban persiguiendo era mejor que se afeitara. De inmediato simpatizamos. Sostuvimos una conversación larguísima. 


      Miguel me explicó lo que era el MIR; fue muy honesto y no exageró nada, lo que hubiera sido comprensible y era más bien usual. Me aclaró que él no era el secretario general, sino el Dr. Sepúlveda, pero que "los viejos" no trataban de imponerse en la organización. Que el MIR no era grande, que sólo tenía fuerza en Concepción entre los estudiantes y en algunos núcleos en el mineral de Lota y Coronel. Que tenían alguna gente en Santiago y solamente una persona más al norte, en La Serena. Y entonces me dijo: "Nosotros podemos hacer lo que ustedes digan". Ir seleccionando a los mejores y prepararlos un poco, enviarlos por La Serena hacia la vía que se indique, para que vayan a combatir con el Che en Bolivia. Miguel Enríquez fue la persona que más me impresionó en Chile. Me entrevisté con muchos allí, con Salvador Allende, Luis Corvalán, con muchos sectores, uno a uno, naturalmente. Ellos me hablaron de política, de la situación, de sus aliados y sus adversarios, de sus opiniones. Miguel me habló de la necesidad de acción, de ayudar a Bolivia, aunque su organización no fuera todavía gran cosa, que había que impulsar la lucha armada en Chile. Nos reunimos por segunda vez en Cuba, cuando Miguel vino en noviembre de 1967. Ya iba a ser el secretario general del MIR. Recuerdo que salimos por ahí y comimos y conversamos mucho en un restaurant del Vedado, "Los 7 mares", que ha tenido sus altas y sus bajas. En ese momento estaba bien. Las cosas de Cuba, la política de Chile, de América Latina y de todas partes, la lucha, el reformismo, los temas de la teoría marxista. Y también las muchachas bonitas de la universidad, que iban por la calle J. No recuerdo cuándo, sentados en un sofá, Miguel me habló del libro Capitalismo y subdesarrollo en América Latina, de André Gunder Frank, publicado hacía muy poco por Monthly Review Press. Miguel compartía su tesis, pero también tenía opiniones críticas. Era todavía un estudiante de medicina, y ya había estudiado mucho a Lenin, Marx y otros autores, y entendía y debatía muy bien de teoría. Más adelante me mandó a pedir el Tratado de economía política de Ernest Mandel, dos gruesos tomos, en medio de una situación complicada en Chile. Creo que Miguel fue uno de los intelectuales más capaces entre los revolucionarios latinoamericanos de aquella época, a la vez que era el joven distinguido que llevaba una pistola disimulada en un bolso de compras. Representaba esa reunión tan difícil del hombre de pensamiento y el hombre de acción. Una última cuestión personal. Poco después que cayó Miguel, me propuse que si un día lograba terminar y publicar un libro se lo dedicaría a él expresamente, y a todos los caídos peleando por la liberación socialista en América Latina. No me gusta reducir estos recuerdos a los anecdotarios porque, aunque brindan mucho de la riqueza de rasgos de una persona, dejan fuera elementos principales del significado de los compañeros que llegaron a ser grandes por su actuación y sus ideas. 


      A Miguel le tocó vivir en una etapa sumamente complicada. Chile era un país más avanzado que muchos otros de América Latina; allí había ido el joven Rubén Darío a adquirir conocimientos, y jóvenes militares latinoamericanos iban a su escuela de cadetes hace un siglo. En los años 50-60 esa realidad ayudaba a los chilenos que poseyeran una actitud revolucionaria a tener más posibilidades de desarrollo. Pero la compleja elaboración que había conseguido el sistema de dominación chileno lo protegía mejor que a otros muchos contra una transformación verdadera, una revolución de liberación. La cultura de la dominación articulaba bien lo político y lo social. La política de partidos con sus tres "tercios": una Izquierda amplia y diversificada, un partido de centro como la Democracia Cristiana, moderno y muy capaz, que podía incluir a un Jacques Chonchol o un Rafael Agustín Gumucio, y una derecha como opción bien constituida, aunque los 60 le reducían el espacio. Un sindicalismo grande y muy activo, organizaciones patronales, medios masivos de comunicación que cumplían sus funciones, como lo hacían el Estado, la institucionalidad y la ideología democrática. Recuerdo, en 1967, que dos de los chilenos con los que contacté, dos buenos compañeros, trataron de convencerme de que la "insistencia cubana" en el imperialismo norteamericano, y otros argumentos nuestros, se debían a que en Cuba "siempre hubo dictaduras", mientras que en Chile había democracia, funcionaba la institucionalidad y los militares respetaban la Constitución. Hasta la documentación de OLAS planteaba que la lucha armada era la vía para liberar América Latina, menos en Chile y Uruguay. Miguel estaba totalmente en desacuerdo con que Chile era una excepción, y me entregó un texto suyo llamado "La violencia en Chile", escrito a mano, con una letra enorme. Reivindicaba y explicaba por qué era necesaria la opción armada para Chile, contra las ideas de casi todo el espectro político chileno. Después del 4 de septiembre de 1970 vino una gran densidad de acontecimientos, de enfrentamiento de ideas, sentimientos y acciones. Se abrió una nueva realidad. ¿Cómo la entendieron y actuaron cada uno de los participantes, qué condicionó a cada uno de ellos, y a todos? No se hizo un análisis a fondo del proceso de 1970 a 1973, ni en ese tiempo ni durante los treinta años siguientes: un balance que permitiera sacarle más provecho a la experiencia. En las actividades del 30º aniversario pude apreciar un gran adelanto en esa dirección, se debatieron datos y puntos de vista, se sentaron en la misma mesa quienes tuvieron posiciones opuestas, con moderación y ganas de no ser sectarios, lo que me pareció algo muy juicioso. Miguel recorrió todo el camino de 1970 al 73 en la primera fila, descollando por la consecuencia de su actuación, por su conducción del MIR y por la claridad y la profundidad de su pensamiento. Después del 11 de septiembre, ahogado el país en un mar de sangre y represión, Miguel alcanzó su mayor gloria. En trece meses de resistencia armada, con total desprecio de la vida, se negó a la opción del exilio calificándola de deserción, no por razones morales sino políticas, porque así se le quitaba al pueblo la oportunidad de seguir luchando. Lanzó la consigna: "El MIR no se asila, lucha y resiste". A la vez de dar el ejemplo, hizo política revolucionaria desde la clandestinidad, y propuso en febrero de 1974 un amplio Frente Político de Resistencia que abarcara a todos los que se opusieran realmente a la dictadura, que se formara un movimiento de resistencia popular. Sin duda Miguel Enríquez cometió errores, pero lo principal fueron sus aciertos. Y murió peleando. Confío en que vendrá un tiempo diferente al de esta larga etapa de retrocesos y desarme. Nadie preveía que en Iraq pudiera levantarse una guerra de resistencia de la envergadura que existe y se mantiene. Si en América Latina se despliega otra vez la rebeldía contra el imperialismo y el capitalismo, el aporte hecho por Miguel Enríquez a la cultura revolucionaria -y no sólo su heroico ejemplo- puede dar muchos más frutos de los que ha dado. Entonces aparecerán nuevos jóvenes desconocidos, que emprenderán el camino de la lucha y las ideas de liberación, pero desde un punto de partida más alto, el que nos han dejado los que lucharon antes, como hizo Miguel.   



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      Crónicas de una revuelta anunciada 


      Ulysse Urriola 
      La Fogata


      Desde hace doce días Francia ocupa las primeras páginas de la prensa internacional y de todos los medios de comunicación. Las imágenes transmitidas por la televisión planetaria apuntando a la rebelión incendiaria de los jóvenes franceses « de segunda gene-categoría », ha creado la justa inquietud de algunos y el regocijo de otros. Una vez más se ha tratado de ocultar y desvirtuar las verdaderas razones que explican la generación de este estallido social de consecuencias imprevisibles. 


      La muerte de dos jóvenes electrocutados, tras ser perseguidos por la policía en las afueras de París, pareciera ser el detonador de esta réplica masiva y de violencia callejera inusitada, desplegada por miles de jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 11 y 25 años, a lo largo y ancho del país. Esto no ha sido más que la gota que rebalsó el vaso y que tiene sus orígenes en una política sistemática de discriminación y de racismo encubierto hacia las poblaciones extranjeras -fundamentalmente las antiguas colonias- practicadas durante décadas por los sucesivos gobiernos de la V República. 


      Cuando Francia solicitó el concurso de los extranjeros, inmediatamente después de la segunda guerra mundial, no hubo aparentemente dificultad para integrar a la reconstrucción de la nación a miles de foráneos provenientes de España y Portugal, entre otros. Posteriormente, fueron los de Africa del Norte, conocidos como los países magrebinos. Ellos no sólo se asentaron en nuestro país sino que además formaron familias y construyeron su futuro en esta nueva patria. Voluntariamente se omite aceptar que todos estos extranjeros formaron parte activa en la reconstrucción de Francia destruida por la guerra, al mismo tiempo que se inscribían en una clase social determinada, la de los trabajadores, y que inevitablemente sufrirían los efectos de la evolución del capitalismo francés inserto en el contexto mundial. 


      Los jóvenes implicados en la revuelta actual pertenecen a una segunda y tercera generación de emigrados, en casi su totalidad nacidos en Francia, por lo tanto franceses crecidos y educados en los valores de la República, a priori, en igualdad de condiciones frente al resto de sus compatriotas lo que desecha la hipótesis del problema de « integración ». 


      La crisis actual tiene sus raíces en dos fenómenos bien diferenciados. El primero es que estos jóvenes franceses de ancestros extranjeros sufren al igual que los franceses de « origen », la misma ley del capitalismo neoliberal que marginaliza vastas capas de la población doblegándolas a una condición infrahumana de vida, que comienza por el desempleo, les impide el derecho habitacional por falta de solvencia económica y termina por excluirlos completamente del sistema. Las tasas de cesantía que se registran en estas « cités » donde han tenido forzosamente que replegarse estas familias, supera en el doble o más, los índices de desempleo a nivel nacional. Es evidente que las posibilidades de igualdad y de competitividad sobre el mercado laboral son ínfimas en relación a las capas más solventes de la población, aún más, cuando se sabe que el acceso a la educación y formación de estos jóvenes ha sido violentamente limitada por la escasez de recursos materiales y de acompañamiento necesario, sea familiar o exterior. 


      El segundo fenómeno dice relación con los propósitos racistas que deben soportar lo que potencializa el primero. Es decir, los problemas de inserción son aún mayores en la medida que no sólo deben afrontar las dificultades propias a su condición de clase desfavorecida, sino que además están sujetos a la mirada suspicaz del « extranjero que viene a comer su pan » o bien y peor, el emigrante que socava las bases mismas de la convivencia por su condición de afuerino que perturba el orden y siembra el miedo a partir de un supuesto « delictual » incompatible con la unidad nacional. 


      Entre paradoja e hipocresía, los jóvenes que « destruyen » los cimientos de la institucionalidad del Estado, se ven enfrentados al doble castigo : son víctimas de la pauperización a todos los niveles porque descienden de una clase excluida y porque la imagen de « extranjeros » que proyectan en los franceses de « origen » acrecienta la sospecha de esa misma incompatibilidad. Seamos claros, el racismo francés no desapareció 
      con la « descolonización ». Sólo fue reinvertido de otra manera, en la apariencia aceptando la diversidad cultural y étnica que enriquecería nuestra potencia pero en realidad siempre y hasta ahora, se mantuvo la concepción oculta y probablemente inconsciente, que los extranjeros desposeídos no son más que individuos inferiores. 


      No es posible concebir que los unos y los otros teniendo reivindicaciones esenciales en común, no puedan coexistir y luchar por los mismos intereses que los cohabitan. La ideología dominante del poder económico y político que ha reinado hasta ahora, ha inculcado la idea de la « fractura social », de la « diferencia cultural » de la « civilización y la barbarie » y tantas otras premisas antojadizas que han permitido la noción de exclusión entre los mismos franceses. 


      Esta política premeditada de los gobernantes de nuestro país, se ha visto incrementada negativamente por el catastrófico gobierno que tenemos desde el año 2002, cuya legitimidad es ya altamente sospechosa. Este gobierno de ultraderecha que no ha vascilado en desmantelar todos los servicios públicos en detrimento de los intereses de la nación, privatizando todo lo que esté a su alcance y cubierto por las « directivas europeas » ha conseguido crear una economía a dos velocidades. Mientras las grandes empresas realizan beneficios insospechados, las clases desposeidas no cesan de perder su poder adquisitivo a tal punto que una capa creciente de indigentes se instala en nuestro país de manera durable donde las familias de estos jóvenes en rebelión figuran en primera línea. 


      Por cierto, la arbitrariedad aplicada no puede sostenerse sin un cuerpo legislativo que la acompañe y que esté dispuesto a crear todas las leyes necesarias con el objeto de continuar sin límites en su carrera desenfrenada de zanja social impuesta al conjunto de la población. 
      Consecuencialmente, la estructura represiva del Estado va in crescendo, lo que la lleva a dictar cada día más leyes que limitan las libertades individuales y colectivas, que frenan la organización sindical, que reprimen el derecho laboral y que por supuesto, estigmatizan una cierta población (la de los emigrados y asimilados) a una presunta conducta marginal y contraria a los « intereses de la nación ». 


      El gobierno, inserto en las políticas neoliberales a ultranza, no sólo se contenta de marginalizar los emigrados, entre otros, sino que además penaliza su precariedad que es reprimida a través de la suspensión de subvenciones y subsidios o simplemente la eliminación de recursos bajo la consideración que nos son « familias dignas » de percibir las ayudas del Estado. 


      La juventud francesa en general y la asignada « extranjera » por su color, se ve sometida constantemente a las presiones de la policía que no trepida en ejercer controles de identidad abusivos en la búsqueda incesante de comportamientos « ilegales ». Esta determinación gubernamental de persecución a los franceses sospechosos de « extranjería de origen », está encabezada personalmente por el ministro del interior, Nicolas Sarkozy, hijo de un emigrado húngaro, cuya obsesión « sécuritaire » sobrepasa lo imaginable. Inspirado en el sistema estadounidense, profundo admirador del sistema judicial expeditivo norteamericano, y candidato presidencial a las elecciones de2007, encarna lo inaceptable para todos estos jóvenes franceses que se ven amenazados en su propia identidad, y con razón, pues este personaje dudoso de sus propias capacidades mentales, pero con un gran acierto populista, concita la atención preferencial de los medios de comunicación franceses que siguen su juego de disipar los miedos de la población, todos ligados a la « seguridad ». 


      Es en ese contexto que los jóvenes franceses ha respondido enérgicamente a la agresión permanente del ministro del interior, que en vez de apagar el fuego lo ha alimentado con sus declaraciones y actos y que una vez más, todo lo que ha ofrecido es más de lo mismo, es decir más represión. La gestión del conflicto por parte del ministro y del gobierno en su conjunto, intervenciones de Chirac y de deVillepin, no han logrado en absoluto apaciguar los ánimos, muy por el contario, no han hecho más que exaltar la violencia de los jóvenes sintiéndose absolutamente despreciados y señalados como criminales. La criminalización de la juventud francesa por parte del gobierno, que trata por todos sus medios de reestablecer el orden republicano a cualquier precio ignorando las causas que engendran el conflicto, puede conducirnos a un desenlace aún más dramático de la situación. 


      Esta noche espérabamos una respuesta más consistente de la parte del primer ministro en alocución a la televisión. Sin embargo, no hizo más que reafirmar la política del gobierno en el sentido de endurecer su posición aferrándose a los valores de la República en aras de restaurar el orden en nombre de la ley para lo cual anunció la eventualidad de colocar todas las localidades « sensibles » bajo toque de queda nocturno sin privarse de la carta de militarizar el conflicto. 


      La actitud gubernamerntal y la desesperación de los jóvenes franceses que participan activamente en esta insubordinación con índices autodestructores también, permite pensar que el desenlace de la crisis tendrá características dramáticas donde será necesario delimitar las responsabilidades del gobierno. Ya en este minuto hay más de cien jóvenes, muchos de ellos menores, que se encuentran en las cárceles. Seguramente mañana habrán otros tantos y así muchos más en la lógica del gobierno, pero qué se obtendrá como lección si la gestión del conflicto se da entre dos bandas : la de los « insurrectos » y las policiales ? 


      El silencio de la oposición se deja oir ! Curiosamente, los anáalisis acostumbrados de los responsables políticos de este país no se escuchan, como si se esperara un desenlace fatal, uno más, para que reaccionen en función de sus propios intereses electorales o de poder independientemente de los acontecimientos, que por tanto atraviesan medularmente la problemática social, económica, política y moral de nuestra Francia, país de los derechos humanos, nuestra Francia tierra de acogida, mitos que cayeron estruendosamente desde el 28 de octubre pasado. 


      Es imperativo que las organizaciones sociales de todos los horizontes, las ONG y asociaciones diversas nos movilicemos rápidamente para evitar una catástrofe mayor y exijamos un amplio debate democrático con el conjunto de los actores implicados en esta coyuntura con el objeto de encontrar soluciones reales para los sectores mas desfavorecidos de nuestra sociedad, donde la juventud tenga su lugar y reconocimiento.




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      El MLN-tupamaros. 
      Adiós a las armas  


      Ernesto Herrera 
      Correspondencia de Prensa 
       La Fogata


      No tomaron el poder pero alcanzaron el gobierno. Más aún, el Movimiento de Participación Popular-MPP (1) se ha constituido en la corriente hegemónica del Encuentro Progresista-Frente Amplio y, por añadidura, en el principal sostén político del gobierno Tabaré Vázquez.  
      Comandan dos ministerios claves, el de Ganadería, Agricultura y Pesca (José Mujica) y el de Trabajo y Seguridad Social (Eduardo Bonomi). Uno de sus dirigentes históricos, Eleuterio Fernández Huidobro, preside la Comisión de Defensa del Senado, y la ex sindicalista Nora Castro la Cámara de Diputados. Desde julio 2005, uno de los suyos (Ricardo Ehrlich) es el alcalde de la capital, Montevideo. (2) 
      Nadie lo discute. Los tupamaros se han convertido en una fuerza decisiva..de gobierno. Con centenas de militantes y cuadros involucrados en la gestión del aparato central del Estado y con una tropa parlamentaria (3) que inclina la balanza, en un sentido u otro, de una bancada progresista que cuenta con mayoría absoluta en ambas cámaras. Artífices del mentado proyecto de "país productivo" y defensores de una amplia alianza con fracciones empresariales para construir "un capitalismo en serio", los tupamaros son, en muchos aspectos, el factor político fundamental que garantiza el equilibrio de un gobierno que debe contener la energía social y administrar las demandas populares al tiempo que aplica un programa de neto signo neoliberal. 
      De la experiencia guerrillera y horizonte anticapitalista del MLN en los años 60-70, apenas quedan los actos rituales que, de tanto en tanto, recuerdan el pasado revolucionario. En particular cuando evocan a su fundador, Raúl Sendic, al Che Guevara, o la "toma de Pando", una de sus acciones armadas más impactantes. El discurso de fidelidad "heroica" tiene como destinatarios por un lado a los viejos militantes, y por otro lado, a los jóvenes que se incorporan atraídos por la "mística" pero cuya adhesión es necesario galvanizar. Mientras tanto, las figuras estelares de su actual dirección ejercen el papel de hombres de Estado. 
      Las tradicionales reivindicaciones programáticas de la izquierda revolucionaria fueron abandonadas unas tras otra. Ni rastro del rompimiento con el FMI, el no pago de la deuda externa, la reforma agraria o la estatización de la banca y el comercio exterior. Menos todavía la exigencia de anular la Ley de Caducidad (impunidad) y desmantelar el aparato represivo. Todas demandas que el MPP, desde su fundación en 1989 (4) y hasta mediados de los años 90, defendía tanto en el Frente Amplio como en las organizaciones obreras y populares. Ya en 1999, el principal abanderado del giro "realista", José Mujica, adelantaba lo que vendría: "cambiar el sistema es actualmente una utopía". (5) 
      El VI Congreso del MPP (2004) oficializó la nueva estrategia de los tupamaros y su incorporación de lleno en el proyecto progresista del "cambio posible". La visión "pragmática" adoptada implica el "reconocimiento del diálogo como forma de resolver los conflictos", y el "reconocimiento de todas las partes: gobierno, sindicatos y cámaras empresariales", en la medida que hay iniciar "la refundación nacional" y "reconstruir el aparato productivo". Esta "refundación nacional", necesita "sin lugar a dudas, de la existencia de las fuerzas armadas comprometidas con el proyecto estratégico nacional (.) y al mismo tiempo, en la defensa de nuestras riquezas naturales". (6) 
      La reciente realización del VII Congreso (octubre 2005), convalidó las definiciones tomadas y aprobó por una amplísima mayoría la política de la dirección, tanto en términos de las alianzas, como en el apoyo incondicional al gobierno de Tabaré Vázquez, incluida su política económica. Más allá de los rezongos por el "atraso cambiario" o la persistente negativa del equipo económico a promulgar una ley favorable a deudores del Banco de la República, en su mayoría patrones rurales hoy. Los recurrentes amagues de renunciar a su cargo de ministro, no impiden a Mujica, por ejemplo, decir que nunca se opondrá a lo que considera "mi gobierno". 
      Las "discrepancias estratégicas" o las preocupaciones por la "creciente institucionalización" del MPP (y de los cuadros tupamaros) han quedado, por el momento, relegadas a un según plano. Una de las voces "críticas" y supuesto representante de un ala "más a la izquierda", el dirigente histórico Julio Marenales, reafirma el curso etapista y la política de "refundar el aparato productivo capitalista". E insiste: "No le podemos pedir a las fuerzas progresistas -si lo hicieran sería mejor- que se definan por una acumulación estratégica al socialismo (.) Nosotros no entramos al Frente Amplio porque fuera socialista, hicimos un análisis y dijimos que era un avance". (7) En todo caso, el matiz de Marenales está puesto sobre hasta cuando los tupamaros marcharán junto al gobierno: "Ojalá que sea por un trecho largo", pero si el gobierno "no hace el esfuerzo por cumplir con los compromisos de darle de comer a la gente, empezar un proceso para dar trabajo.bueno, la gente le pasará la factura." (8) 
      Para la senadora Lucía Topolanski, otra de las históricas del MLN, el balance es positivo, porque se trata de "nuestra primera experiencia de gobierno y llevamos recién algunos meses". Reivindica la relación del gobierno con los movimientos sociales, y subraya lo que entiende como sustancial: "Hay que tratar de aterrizar el programa del Frente a las realidades y recordar que no planteaba una ruptura con el FMI". (9) 
      Sin embargo, el desencanto en franjas importantes de la militancia tupamara es notorio. En especial de una base rebelde ligada a los sindicatos y movimientos populares. Para estos luchadores sociales, clasistas y combativos, resultan intragables los discursos pro-patronales de Mujica y Bonomí, la defensa encendida a que Uruguay participe en la Operación Unitas (maniobras navales conjuntas entre Estados Unidos y países latinoamericanos) hecha por Fernández Huidobro (10) y hasta el anuncio que acompañarán al gobierno en la firma del Tratado de Inversiones con Estados Unidos. Como anteriormente avalaron la intervención de militares uruguayos en la ocupación de Haití. 
      Demasiado pesado. O emblemático de los nuevos tiempos. Como en el caso de otras "democracias electorales", las clases propietarias permiten que fuerzas de izquierda o centroizquierda (ahora llamadas de "progresistas"), se instalen en el gobierno. Ya no significan una amenaza, ni siquiera potencial. Para las clases propietarias, estos frentes, partidos y movimientos, resultan funcionales a sus intereses, aunque en el pasado se hayan opuesto de manera irreductible (incluso con las armas en la mano) a los programas antipopulares y de subordinación al imperialismo. Tal el caso del PT en Brasil, de los sandinistas en Nicaragua y del Frente Amplio en Uruguay. Fuerzas que se han convertido en partidos del orden, reducidas al juego de la "gobernabilidad democrática", incapaces de cualquier reforma socio-económica radical y/o transformación democrática decisiva que altere la "normalidad" del sistema institucional de dominación. 
      Pero la capitulación es resistida. No solo a través de la lucha de la clase trabajadora y las capas populares condenadas al hambre, también por fuerzas militantes involucradas en un proceso de reorganización de la izquierda revolucionaria. Es en este cuadro que la carta de Jorge Zabalza a Fernández Huidobro, firmada por decenas de compañeros (algunos de los cuales nunca fueron miembros del MLN, ni parte de su periferia simpatizante), tiene la importancia de un testimonio político y ético fundamental. Para aquellos militantes portadores de la "tradición tupamara", la carta asume no solamente el carácter de un pronunciamiento de denuncia, también la reivindicación de un combate. Y de una propuesta. La que poco después de salir de la cárcel, Raúl Sendic, presentó como programa anti-neoliberal y anti-imperialista de un "Frente Grande": aumento sustancial de salarios y jubilaciones; que las empresas capitalistas con deudas bancarias pasen a manos de los trabajadores; una reforma agraria; no pago de la deuda externa; estatización del sistema bancario; política independiente del capitalismo internacional y del FMI. (11) 


      * Editor de Correspondencia de Prensa, corresponsal de las revistas La Breche (Suiza) Inprecor (Francia) y Marxismo Revolucionario Atual (Brasil). Miembro del Colectivo Militante (Uruguay). 


      Notas 
      1) El MPP es el bloque político-electoral constituido por el Movimiento de Liberación Nacional (tupamaros) y sus aliados. En las elecciones nacionales del 31 de octubre 2004, obtuvo más de 320 mil votos, equivalente al 29% de la votación total del Encuentro Progresista-Frente Amplio. 
      2) En el terreno municipal, el MPP tiene 52 ediles (consejales) en todo el país. 
      3) A nivel del parlamento nacional, el MPP tiene 6 senadores y 18 diputados. 
      4) Al momento de su fundación, el MPP tenía todas las características de un reagrupamiento de la izquierda revolucionaria, además del MLN y militantes independientes, estaba integrado por el Partido Por la Victoria del Pueblo (PVP), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO). 
      5) Entrevista en el diario Folha de Sao Paulo, 30-10-99. 
      6) Nuevas Mayorías: un proyecto estratégico nacional. VI Congreso del MPP, 2004. 
      7) Declaraciones en semanario Brecha, 8-7-05. 
      8) Entrevista en el semanario Búsqueda, 9-6-05. 
      9) Entrevista en el semanario Brecha, 14-10-05. 
      10) El semanario conservador Búsqueda (27-10-05) informa en nota de tapa lo ya sabido entre la militancia del Frente Amplio: el senador Fernández Huidobro amenazó con renunciar a su banca, si el MPP decidía votar en contra de la participación uruguaya en la Operación Unitas. 
      11) Discurso del Parque Franzini, primer acto público del MLN, 19-12-87.  




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