[Pensamientoautonomo] La Ronda goza de buena salud

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Autor: cronicasdelaronda@lafogata.org
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Asunto: [Pensamientoautonomo] La Ronda goza de buena salud
Hagamos de esto una fiesta. Hicimos de esto una fiesta.

En las tierras del MTD Maximiliano Kosteki de Guernica, tierras cavadas por
los pozos de la construcci?n de las bases de sus futuros consultorios m?dicos,
el nuevo comedor, la nueva despensa y ba?os, entre medio de hierros, cal,
arena y cemento y los compa?eros trabajando en ello, iniciamos la Ronda.

Comenzamos por las molestias. Las molestias del orden de la difamaci?n.
Conclu?mos en reafirmar un acuerdo de trabajo, la Ronda no es la lista, la
Ronda se produce de hecho una vez al mes y durante el mes en la concreci?n de
los trabajos que se acuerdan cada primer s?bado de mes. Esto es la Ronda de
Pensamiento Aut?nomo.

As? fue que todo comenz? con un relato acerca de la realidad del MTD Guernica,
lo que est?n haciendo y generando. Las dificultades y esfuerzas con que est?n
construyendo dos aulas y una biblioteca en un terreno que adquirieron, al lado
donde est? el galp?n en el que funciona el comedor, el merendero, los talleres
de adolescentes, el de apoyo escolar y la murga. Tambi?n el MTD tiene
presencia en otros barrios de Guernica y tienen varias huertas en distintos
predios que les facilitaron.

La Ronda se hizo alrededor de una gran mesa en la que compartimos un almuerzo,
estuvimos juntos desde el compartir placeres y el pensar colectivamente los
distintos puntos planteados.

En un primer momento se plante? nuevamente la necesidad de realizar las
Cr?nicas de la Ronda, reafirmando que su redacci?n sea en forma colectiva a
fin que cada grupo representado est? al tanto de las discusiones o
definiciones que se toman entre los asistentes, destacando la necesidad de que
los contactos, adem?s de ser virtuales, se corporicen, sabiendo que no hay
mejor forma de comunicaci?n que no sea cara a cara, mir?ndonos a los ojos y
sincerando los objetivos de cada intervenci?n.

En ese sentido se retom? la inquietud planteada en la Ronda de agosto acerca
de aquello de acercarnos a otras agrupaciones, organizaciones, colectivos,
planteando que dicho acercamiento se debe realizar no desde la idea de
influenciar ni direccionar a nadie, sino desde el compartir los puntos de
vista, aceptando distintas visiones, generando un debate constructivo que
permita vislumbrar horizontes comunes, que entienda las diferencias
pol?ticas, dentro de un marco de verdadera autonom?a, lo cual implica a la vez
aceptar la diversidad, crecer desde la diversidad, generando un aprendizaje de
ida y vuelta permanente, atendiendo a que todos tenemos un saber y un hacer
para transmitir.

Este tema nos llev? a plantear otro punto por dem?s de importante y en el cual
los presentes coincidimos y que se refiere a que percibimos un especie de
descomposici?n de la militancia, sabiendo que hoy, resulta dif?cil continuar
militando en forma consecuente, ya sea porque no se encuentran espacios o
porque estos son cooptados o a veces por temor, entre otras razones que se
apuntaron. En el espacio de la ronda estamos busc?ndole la vuelta al
arrinconamiento actual de la militancia y viendo c?mo desde el
pensamiento y la discusi?n colectiva se puedan generar caminos.

Entonces la pregunta, sin respuesta a?n, fue ?qu? hacer ante esta situaci?n?
?Tendr? esto que ver con una debilitaci?n de los diversos sujetos?, ?ser? por
la influencia de los medios de comunicaci?n que generan miedo?.

Todo esto teniendo como trasfondo la sombra de la represi?n, ya que se
vislumbra que el hecho de poner orden en las calles tiene un consenso en la
sociedad como no se ha visto en los ?ltimos a?os, por lo cual, en la batalla
electoral, lejos de mermar el caudal de votos del gobierno, lo incrementa. Sin
embargo sostuvimos que est? claro el hecho de que, a pesar de las diferencias
que pueden surgir entre distintas agrupaciones, organizaciones o movimientos,
si hay represi?n contra alguien, todos debemos unirnos para repudiarla y
enfrentar al aparato represivo.

En este punto planteamos que as? como es repudiable la represi?n, no debemos
perder de vista que existen situaciones en las cuales hay quienes llevan a
otros sabiendo que los van a reprimir y no realizan ning?n trabajo de
prevenci?n para evitar que los apaleen, lo cual tambi?n nos resulta
repudiable. Esto no quiere decir que no debamos movilizarnos por temor, sino
simplemente que, si se realiza alguna acci?n, al menos se tomen medidas de
seguridad para minimizar la posibilidad de ser reprimidos, m?s a?n cuando se
plante? el tema de que muchas personas que quieren ir a las marchas no lo
hacen por temor a llevar a sus hijos con ellas y, al no tener donde dejarlos,
no pueden ir. Esto adem?s implica una cuesti?n a charlar quiz?s en alguna
oportunidad sobre el tema del g?nero, porque son madres que no tienen d?nde
dejar a sus hijos.

Esto se relacion? con la cuesti?n de los imaginarios sociales actuales: por un
lado, la suposici?n de que el gobierno ha normalizado la protesta y por otro
lado, el consenso de la gente sobre hechos que se tienden a naturalizar, por
ejemplo Croma??n y a los que se los olvida r?pidamente.

Por ello trabajamos acerca de generar propuestas creativas que trasciendan las
movilizaciones y las marchas . Esto implica pensar en forma nueva, no en cosas
vaciadas de contenido y ritualizadas.

Miramos con preocupaci?n lo que plantea el discurso actual, que le da consenso
a las iniciativas represivas del gobierno y no s?lo el de la clase media, ya
que sabemos que ?sta s?lo moviliza cuando se hay presi?n econ?mica sobre
ellos, sino que es m?s preocupante que hasta gran parte de la poblaci?n en
estado de pobreza tambi?n acuerda con el gobierno. En este sentido,
mencionamos que las izquierdas, quedan entrampadas en un an?lisis coyuntural
donde terminan siendo funcional al gobierno, donde prevalece la l?gica estatal
y marchando siempre al ritmo que ?ste le impone. Como no puede salirse de esa
l?gica, cada vez se le parece mas. Generando un cientelismo pol?tico punteril
y burocr?tico con el manejo de los planes, que lejos de diferenciarse se
transforma en su propio espejo.

La radicalidad no pasa hoy por los cortes sino que pasa por salirse de este
discurso que aparece como apoyando al gobierno. Entonces por un lado hay una
campa?a cuyo elemento sobresaliente es la represi?n, pero al mismo tiempo
aparece el consenso social que avala esto.

Tambi?n remarcamos algo muy interesante y es que, m?s all? de que no todo el
mundo hable en las reuniones o asambleas, el s?lo hecho de estar juntos
produce un GRITO. Y esto vale mucho, porque el estar juntos es generador de
fuerza.

Lo que preocupa es pensar que se vaya generando cada vez un aislamiento mayor.
Entonces es esencial seguir pensando y repensando el nosotros. Y vivi?ndolo
tambi?n!. Por supuesto que la l?gica del nosotros le molesta mucho al estado y
produce ruido en la l?gica prolija y ordenada de la sociedad. Este gobierno lo
que ha venido a hacer es, b?sicamente, a ordenar el desorden, ordenar a las
Instituciones, poner a todas y todos en su lugar, incluso al molesto nosotros
que tanto lo afecta en su l?gica .En estas democracias electoralistas, los
m?todos de dominaci?n se transforman en m?s sutiles, no necesariamente
implican represi?n armada, pero no por ello resultan menos activos.

Consideramos que no debemos limitarnos s?lo a los presos de la legislatura,
sino a todos los compa?eros luchadores encarcelados. ? Cabe aclarar que lo
hablado sobre los presos de la legislatura lo fue antes de su liberaci?n ? El
tema a discutir es que hoy en Argentina existen verdaderamente presos
pol?ticos, m?s all? de que el discurso oficial y el imaginario social lo
niegue. Entonces partiendo de este hecho irrefutable, concretar acciones que
instalen el tema y comenzar a generar respuestas tendientes a luchar por la
libertad de todos los presos pol?ticos y no ya como algo individual sino como
una problem?tica colectiva.

El discurso oficial del gobierno, avalado por la opini?n publicada trabaja
desde la idea de los l?mites. Se dice que ellos, los presos pol?ticos pasaron
todos los l?mites. Pero, ?de qu? l?mites se est? hablando? ?Los l?mites
impuestos por el gobierno? ?Qu? implican esos l?mites? En ese marco, la
cuesti?n ya no pasa por el hecho de si son o no culpables del desorden
producido en las acciones, sino en que existen motivos ocultos o no tan
ocultos para que el gobierno los aprese, en pos del orden y la gobernabilidad.
As? nace el desaf?o para nosotros de revertir esa idea y ese discurso,
generando propuestas creativas que nos permitan discutir pol?ticamente cu?l es
el objetivo del gobierno al impedir, a toda costa, que los presos de la
legislatura recuperen su libertad y puedan afrontar el juicio en estado de
libertad. Ello porque la cuesti?n dej? de ser ?o nunca lo fue- s?lo una
cuesti?n judicial, sino que es eminentemente pol?tica y marca a las claras
cu?l es la visi?n y la respuesta que este gobierno va a dar ante los leg?timos
reclamos populares.

Entonces ?qu? pasa con los presos pol?ticos de hoy? ?por qu? hoy est?n
aislados o directamente no legitimados como tales por la sociedad? Las
preguntas que debieran definir las acciones a realizar. Por ello trabajamos
acerca de generar propuestas creativas que trasciendan las movilizaciones y
las marchas . Esto implica pensar en forma nueva, no en cosas vaciadas de
contenido y ritualizadas. En especial nos preocup? qu? m?s hacer en torno a
los presos pol?ticos, ya que desde Alerta Salta, generado en el primer Enero
Aut?nomo, las actividades han sido m?ltiples e intensas. Un desasosiego
apareci? que aparentaba como que no quedaban opciones de lucha.

M?s all? de que el discurso oficial y el imaginario social lo niegue hoy en
Argentina existen verdaderamente presos pol?ticos. Entonces partiendo de este
hecho irrefutable, concretar acciones que instalen el tema y comenzar a
generar respuestas tendientes a luchar por la libertad de todos los presos
pol?ticos y no ya como algo individual sino como una problem?tica colectiva.
Acordamos varias reuniones durante el mes de manera de llegar a la reuni?n de
octubre con un proyecto que permita alguna forma de defensa contra la
judicializaci?n de la protesta.

En ese contexto debatimos acerca de la necesidad de estar preparados, generar
las condiciones concretas para afrontar la avanzada represiva que se prev? que
comenzar? con posterioridad a las elecciones de octubre. Acordamos que la
cuesti?n no pasa por necesariamente armar algo nuevo sino que tambi?n oxigenar
los espacios antirrepresivos que existen hoy.