[Infopalestina.mx] Carta abierta de Samer Issawi, preso pal…

Borrar esta mensaxe

Responder a esta mensaxe
Autor: fz
Data:  
Para: infopalestina.mx
Asunto: [Infopalestina.mx] Carta abierta de Samer Issawi, preso palestino en huelga de hambre

Carta abierta de Samer Issawi, preso palestino en huelga de hambre
http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=44536


Israelíes: Soy Samer Issawi en huelga de hambre
durante ocho meses consecutivos, tendido en uno
de sus hospitales llamado Kaplan. En mi cuerpo
hay un aparato médico conectado a una sala de
vigilancia las 24 horas del día. Mis latidos son
lentos y silenciosos y pueden detenerse en
cualquier momento, y todo el mundo, médicos,
funcionarios y oficiales de inteligencia están
esperando mi caída y el fin de mi vida.

Opté por dirigirme a ustedes: intelectuales,
escritores, abogados y periodistas, asociaciones
y a los activistas de la sociedad civil. Les
invito a visitarme, para ver un esqueleto atado a
su cama de hospital, y alrededor de él tres
carceleros exhaustos. A veces tienen sus
apetitosas comidas y bebidas a mi alrededor.

Los carceleros ven mi sufrimiento, mi pérdida de
peso y mi gradual desaparición. Con frecuencia
miran sus relojes, se preguntan con sorpresa:
¿cómo este cuerpo dañado tiene tal exceso de tiempo de vida?

Israelíes: Estoy buscando un intelectual para un
combate imaginario, o para hablar con su rostro
en los espejos. Quiero que mire a la cara y
observe mi estado de coma, que sea capaz de
remover la pólvora de su pluma y de su mente el
sonido de las balas, entonces verá mis rasgos
tallados profundamente en sus ojos. Yo lo veré y
él me verá a mí, lo veré nervioso por las
preguntas sobre el futuro, y él me verá, un
fantasma que se queda con él y no se va. Usted
puede recibir instrucciones para escribir una
historia romántica acerca de mí, y usted podría
hacerlo fácilmente después de despojarme de mi
humanidad de mí, va a observar a una criatura con
nada más que una caja torácica, respirando y
ahogándose con el hambre, perdiendo la conciencia de a ratos.

Y, después, su frío silencio. La mía será una
historia literaria o de los medios de
comunicación que se agrega a su currículo y
cuando sus alumnos crezcan, van a creer que los
palestinos mueren de hambre frente a la espada
israelí de Gilad, y entonces usted se regocijará
en este ritual funerario y en su superioridad cultural y moral.

Israelíes:

Soy Samer Issawi el joven "Arboush" -término
despectivo hacia los árabes usado en Israel (N
del T)- de acuerdo con sus términos militares, el
jerosolimitano, a quien arrestaron sin cargo
alguno, salvo el salir de Jerusalén a los
suburbios de Jerusalén. Yo, que seré juzgado dos
veces por ningún cargo, ya que es la milicia que
impera en su país y el aparato de inteligencia
quienes deciden, y todos los demás componentes de
la sociedad israelí lo único que tienen que hacer
es permanecer en su trinchera y esconderse en la
fortaleza que mantiene lo que se llama una pureza
de identidad, para evitar la explosión de mis
sospechosos huesos. No he oído a ninguno de
ustedes interferir para detener el fuerte gemido
de la muerte, es como si cada uno de ustedes se
hubieran convertido en sepultureros y todo el
mundo lleva su traje militar: el juez, el
escritor, el intelectual, el periodista, el
comerciante, el académico y el poeta. Y no puedo
creer que toda una sociedad se haya convertido en
en los guardianes de mi muerte y mi vida, o
tutores de los colonos que corren tras mis sueños y mis árboles.

Israelíes: moriré satisfecho. No acepto ser
deportado fuera de mi patria. No acepto sus
tribunales y su gobierno arbitrario. Si has
venido por las Pascuas a mi país y lo destruiste
en nombre de un Dios de un tiempo antiguo, no
harás pascuas sobre mi elegante alma que ha
declarado la desobediencia. Mi alma se ha sanado
y voló y celebra todo el tiempo tu deficiencia.
Tal vez entonces entenderás que la conciencia de
la libertad es más fuerte que la conciencia de la muerte.

No hagas caso a esos generales y a los mitos
polvorientos, por que los derrotados no quedarán
derrotados, y el vencedor quedará como tal. La
historia no sólo se mide por las batallas, las
masacres y las prisiones, sino por la paz con los demás y con uno mismo.

Israelíes: ¡Escuchad mi voz, la voz de nuestro
tiempo y el vuestro! ¡Libérense de ustedes mismos
del exceso de poder codicioso! No se queden
prisioneros de los campos militares y las puertas
de hierro que han cerrado sus mentes! No estoy
esperando un carcelero para liberarme, estoy
esperando que ustedes puedan liberarse de mi memoria.

Samer Issawi, 8 de abril de 2013