Los guettos de Varsovia y Gaza: Hermanados contra
una misma tragedia racista y genocida.
Israel -que ha sabido rentabilizar como nadie la
heroicidad de tal acontecimiento- persigue, por
otro lado, opacar las similitudes obvias que
existen entre el Holocausto judío y la Nakba palestina.
Existen denominadores comunes entre ambas
tragedias. No obstante, el hecho de que la
víctima de una de estas atrocidades se convierta
en verdugo de la otra gran barbarie; abre un
debate y una reflexión no exenta de polémica.
Nadie ha cuestionado el hecho de que la
resistencia judía -en la insurrección del guetto
de Varsovia- se revistiera de toda la violencia
precisa para el éxito de dicho levantamiento. No
sólo las tropas de ocupación alemanas fueron
objeto de esta violencia: civiles alemanes y
colaboracionistas judíos, también sufrieron en
carne propia las acciones violentas que los
grupos de alzados pusieron en práctica; sin
embargo dichas acciones, en los anales de la
historia, son considerados como heroicos y,
definitivamente, no les falta razón.
Ya, durante los años treinta, la clase judío
europea, había mostrado sus inclinaciones
ideológicas (que siempre pecaron de
izquierdistas). Durante la Guerra Civil Española,
las Brigadas Internacionales estaban conformadas
en un 25% por voluntarios judíos: El hecho del
pacto subscrito entre el nazismo católico y los
papas nazis, Pio XI y Pio XII para acabar con la
influencia judía en centro Europa; no por la
cuestión religiosa mas sí por su orientación a la izquierda.
A esta clase perteneció gran parte de los jóvenes
que participaron del levantamiento popular judío
del guetto. Entre ellos; tal vez el más conocido,
sea el último comandante de este grupo, fallecido
en 2009: Marek Edelman (regidor del grupo de
combate de la fábrica de cepillos). Tomó el mando
de los combatientes el 8 mayo de 1943. Siempre
mostró su oposición al establecimiento del estado
sionista en território árabe y criticó
abiertamente el desplazamiento masivo de
inmigrantes judíos a Palestina (que recordaba
dolorosamente el forzoso transporte a los campos
de la muerte de Treblinka y Austwich, de cientos
de miles de polacos del gueto). Edelman, que
siempre ha sido considerado en Israel como un
mal judío, alcanzó a mantener contactos con la
resistencia palestina que, hasta el final, le
reconoció su rol como legítimo representante de
la lucha de emancipación contra la ocupación
militar israelí, llegando a llamar partisanos y
guerrilleros a los grupos palestinos a quienes,
y con matices, les expresó su más abierta admiración.
Y no es el único. Una de las pocas mujeres que
sobrevivió a la insurrección en el guetto de
Varsovia, Chavka Fulman-Raban, pronunció
-recientemente- una contundente denuncia del mal
y la injusticia que viene representando la
ocupación sionista, llamando enconadamente, a la
rebeldía contra la ocupación militar israelí de Palestina.
Las coinicidencias en la situación de ambos
pueblos -el judío, en el gueto de Varsovia y el
palestino, en la Franja de Gaza-, son
extremadamente cercanas. En el gueto judío, con
el confinamento de cerca de médio millón de
almas, sin luz ni agua y un permanente control en
el movimento de personas y una represión brutal
sobre una población civil desarmada, a la que se
le castiga ferozmente por una supuesta
inferioridad étnico/racial -que presuntamente
justificaba su extermínio-. De la parte
palestina, una supervivencia imposible en un
campo de concentración a cielo abierto, en una
Gaza que, totalmente bloqueada y sobre la que
pesa um injustificado embargo, malviven más de
1,700.000 personas (de las que 1,200.000 son
refugiados forzosos) en el território más
densamente poblado del planeta y, donde toda
actividad productiva se encuentra paralizada -por
la prohibición israelí- en la entrada de
cualquier mercancia que propicie el comercio o la
misma reconstrucción de viviendas e
infraestucturas destruídas en criminales
operaciones militares, donde miles de civiles
desarmados son exterminados bajo la misma excusa
de la supremacia racial que, en este caso, corre
a cargo de perturbados que hacen de su grupo
étnico y religioso, el peor pretexto para acabar
con todo un pueblo, cuya legitimidad para la
resistencia armada se justifica al igual que
aquella que hizo heroica a la insurgencia judia
un 19 de abril, hace 70 años, en el gueto de Varsovia.
Fuente:
<
http://www.larepublica.es/2013/04/los-guettos-de-varsovia-y-gaza-hermanados-contra-una-misma-tragedia-racista-y-genocida/>La
República - España
http://www.larepublica.es/2013/04/los-guettos-de-varsovia-y-gaza-hermanados-contra-una-misma-tragedia-racista-y-genocida/
