los duros y duras salen a la calle
Recordatorio, próxima olla
A pesar de las reprimendas recibidas por una comunicación irónica enviada por mí, desde la olla (“…Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, y el dolor que nos causa la pérdida irreparable de un compañero de lucha, alguien que supo marcarnos el camino y levantar las banderas, un compañero que se nos fue pero seguro volverá: el sentido común…”), las puteadas, la falta de humor de algunos/as, de que nos tilden de vanguardia iluminada, de pelotudos/as narcisistas, etc., etc., y gracias a las muestras de afecto recibidas de otras/os compas, de otros grupos, desde mi parecer, sin haber logrado el consenso necesario para decir que es una comunicación colectiva, pero con la adhesión de varios/as de los/as integrantes, la olla redobla su apuesta: este viernes hay olla, y creo que podemos afirmar que no nos equivocamos en la cuestión "¿Quién cosechó la siembra del campo popular?", ya que en estos últimos días, los acontecimientos
contestaron ampliamente esa pregunta.
También, como parte de ese campo popular que luchó durante años por conseguir varios de los reclamos otorgados por este gobierno, podemos hacer la autocrítica; luchamos, construimos, y otro tomó la posta y se llevó los laureles....
La olla, un pequeño colectivo que se nutre y comparte de y con otros grupos, a mi entender, con este gesto, reafirma su postura anticapitalista, horizontal y autónoma de cualquier aparato político, sindical, empresario. Y, en mi pensamiento propio aunque compartido, no se queda conforme con el pancho y la coca de la vieja política populista (hoy el pancho y la coca son miles de planes sociales, medidas propagandísticas que no terminan con la discriminación que sufren determinados grupos de personas, etc., etc.). Además, por si no quedó claro en todas estas ollas que hemos realizado, esta pequeña organización no está representada por ninguno de los líderes de la oposición, ni por el campo oligarca, ni por los empresarios capitalistas explotadores que juegan de buenos administradores. Siempre mantuvimos una posición independiente, y en algunos momentos, por nuestras cuestiones, algunos/as pensaron que éramos kirchneristas. No lo
somos, ni pinistas, ni lilistas, ni nada. No nos representan. Nosotros y nosotras nos presentamos, junto a otras y otros, como parte del movimiento rebelde que no se come los discursos aggiornados de los supuestos progres de hoy. Somos muchos y muchas quienes seguimos en las calles y en los barrios, aportando cuerpo y pensamiento a lo que creemos, a lo que creamos. Participamos de otros espacios de coordinación, debatimos, consensuamos, no bajamos las banderas ni los brazos, y en este viernes invitamos a quienes quieran tomar la palabra a hacer uso del micrófono abierto.
No nos van a parar, no vamos a parar.
Para todos y todas todo, para nosotros y nosotras la alegre rebeldía
Norberto, uno más de la Olla
Y por si no recuerdan de qué iba esta olla:
La cosecha del campo popular
El gobierno K pasó la guadaña, dejando un tendal de banderas y cuerpos en la tierra sojizada. Los reclamos que sembró durante años el campo popular, fueron tomados por el estado y la oposición, dejando desarmados a los grupos de lucha y resistencia, y a muchos/as intelectuales convencidos que este es el mejor gobierno desde el 83 hasta ahora.
¿Cuál es la trampa?
¿Será que estos juicios no hacen justicia? ¿Que tomarlos como bandera tape la impunidad?
¿Será que la asignación universal por hijo no distribuye la riqueza? ¿Que tapa la miseria?
¿Será que el matrimonio igualitario no para con la discriminación?
¿Será que la ley de medios no es para todos y todas?
¿Será que quienes hace un tiempo militaban en el campo popular hoy no militan de la misma manera?
Esta olla se para sobre la contradicción y trata de ver lo amigo en lo enemigo y elaborar un cómo seguir agitando las banderas que todavía no se han caído: lucha contra la impunidad, tratar la Ley de Trata, desmantelamiento del aparato represivo, expropiación de las fábricas recuperadas, distribución de la riqueza, ¿trabajo digno?
A la vez, nos llamamos junto a otros y otras protagonistas de la lucha del campo popular, para diferenciarnos del proyecto K, y reorganizarnos en la lucha que nos parió.
¿Será que a pesar de que hace mucho que no había tanta discusión política, la militancia ya no quiere dejar sus frutos para quienes nunca trabajaron la tierra rebelde?¿Será que así como dejamos que levanten (es decir que las hagan mierda) nuestras banderas históricas, también nos dejamos de levantarlas nosotros y nosotras, pensando en otras cosas? ¿En qué pensamos?
Viernes 5 de noviembre, 19 horas, Esquina de Troilo (casi Gallardo) y Corrientes
