[Infopalestina.mx] A qué viene a México, Benjamín Netanyahu?

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Author: fazio
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To: Noticias y actividades sobre la lucha del pueblo palestino
Subject: [Infopalestina.mx] A qué viene a México, Benjamín Netanyahu?

A qué viene a México, Benjamín Netanyahu?
por Nydia Egremy

Introducción: En campaña para respaldar su política colonizadora,
llega a nuestro país el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu,
responsable de prolongar la expoliación y violencia contra el pueblo
palestino. Él viene cuando conmemoramos la independencia de España,
que puso fin a cinco siglos de exclusión, opresión y explotación, como
la que ese político hebreo inflige a miles de mujeres y hombres
palestinos. Es claro que no todos los israelíes son sionistas, aunque
sí lo son quienes oprimen a los palestinos en su propio territorio.
Honrar la independencia de México es condenar el despojo de todo un
pueblo, transparentar la relación con Tel Aviv y no reducir nuestra
diplomacia al interés de la superpotencia.

Aunque las cúpulas político-económicas insisten en definir la relación
con EE.UU. como nuestra prioridad, el interés estratégico de México es
y ha sido multipolar. El Estado que nació de la independencia de
España es abierto al mundo y ha acogido a inmigraciones, entre ellas
la árabe y judía. Sin embargo, la presión de Donald John Trump sobre
el gobierno mexicano en los rubros migratorio y de seguridad así como
en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), podría
cambiar drásticamente la relación de equidistancia que México ha
mantenido entre Israel y Palestina.

Hoy se privilegia lo económico en la relación entre países; de ahí que
Israel pareciera estar en la prioridad de los tecnócratas mexicanos.
Se dice que desde 2013, el Estado hebreo posicionó a México como su
principal punto de inversión en América Latina. Eso se consolidó en
2016, luego que la firma Teva Pharmaceuticals adquiriera a la mexicana
de medicamentos Representaciones e Investigaciones Médicas (RIMSA),
por 2,300 millones de dólares, la mayor adquisición de una empresa
israelí en nuestro país. Sin embargo, ese flujo de capital entre
cúpulas no ha beneficiado en nada a la sociedad.

Vale entonces preguntar ¿Cuál es la agenda de la Presidencia con
Netanyahu? ¿Económica o política? Habría que transparentarla. Y es que
el tres veces primer ministro israelí no se irá con las manos vacías.
Ya logró dos éxitos estratégicos: el respaldo de Trump en su visita a
Israel en mayo y el diálogo que sostuvo con Vladimir Putin, donde le
pidió acotar la influencia de Irán en la región. ¿Qué espera de México?

Historia y pragmatismo
Los anfitriones del israelí no deben ignorar el pasado de la
diplomacia mexicana en Medio Oriente. La presencia de árabes en México
se hizo significativa a fines del siglo XIX (libaneses, sirios y
palestinos, que pronto se integraron a la población). La inmigración
judía, aumentó a fines del Porfiriato y pronto creó el Comité Central
Israelita y la Organización Sionista de México, con los que alcanzó
influencia y fuerza política "suficiente para promover su causa" y
relacionarse con sus homólogos estadunidenses, refiere la
investigadora Graciela de Garay.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de Naciones Unidas
(sólo había 53 miembros) votó la Resolución 181 que establecía la
división de Palestina en un Estado árabe y otro judío. Votaron a favor
33 entre ellos EE.UU., la URSS, Francia y Canadá; en contra votaron 13
(entre ellos: Arabia Saudita, Egipto, Irán, Irak, Líbano, Siria,
Turquía, Yemen e India) y 10 se abstuvieron (México, Reino Unido,
China y Yugoslavia entre ellos).

Esa abstención la explicó así el exsecretario de Relaciones
Exteriores, Jaime Torres Bodet en sus memorias (La victoria sin alas):
"La simpatía personal me inclinaba a entender la causa de los judíos.
Pero la razón histórica y el recuerdo de Texas me obligaba a imaginar
- como mexicano - la reacción que tendrían por fuerza los pueblos
árabes". Para algunos esa abstención fue puro y frío cálculo político
y marca lo que llaman "histórica ambivalencia" de la diplomacia
mexicana hacia Israel y Palestina.

No obstante, meses después México votaba por el ingreso del Estado
hebreo a Naciones Unidas y el 1 de julio de 1952 establecía relaciones
con Tel Aviv, donde nos representó Gustavo Ortiz Hernán. El 10 de
abril de 2000, ambos gobiernos firmaban el Tratado de Libre Comercio
que a 17 años de vigencia muestra un intercambio deficitario para
México, como el resto de esos pactos.

En contraste, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)
abrió una oficina en México hasta 1975, que en 1991 subió a Delegación
Especial. Nuestra raquítica relación con la Autoridad Nacional
Palestina (ANP) se asentó hasta 2005, a través de la Oficina de
Representación en Ramala que atiende Sergio Sierra. Pese a la presión
ciudadana, el gobierno no reconoce a la ANP como Estado independiente,
como ya lo han hecho más de 36 naciones de América Latina. Así se lo
expresó al entonces secretario Jose Antonio Meade, el ex canciller del
histórico líder palestino Yasser Arafat y Comisionado de Asuntos
Internacionales palestino, Nabil Shaat, en su reunión de julio de
2015. Todo quedó en promesas.

Diálogo paralizado
Los anfitriones del ministro israelí, no quieren ni oír hablar de los
obstáculos que el Estado hebreo ha puesto al proceso de paz. Desde
2014, no hay diálogo ni negociaciones ni voluntad de resolver dos
asuntos clave: que Israel acepte el compromiso en la solución de los
dos Estados y que retorne a sus fronteras anteriores a 1967. Los pocos
avances de más de tres décadas, cayeron cuando Donald Trump afirmó que
su país no está comprometido con la solución de dos Estados (Israel y
Palestina), aunque está "abierto a otras opciones".

Sin embargo, el presidente estadunidense involucró a su principal
asesor y yerno, Jared Kushner, en el juego estratégico que el
capitalismo corporativo mantiene en Medio Oriente, al enviarlo a la
región para explorar vías para un nuevo diálogo. Pero así como han
fracasado los intentos de gobiernos anteriores, este también fallará,
vaticinaba Charles Krauthammer en The Telegraph en pasado mayo. En su
quijotesca misión, Kushner - también judío practicante y abierto
simpatizante de Israel -, llegó Jerusalén el 24 de agosto.

Lo acompañaban el enviado especial de la Casa Blanca para Medio
Oriente, Jason Greenblatt, y la asesora adjunta de Seguridad Nacional,
Dina Powell. Kushner afirmó que Trump está comprometido a encontrar
una solución "que lleve prosperidad y paz a todos los pueblos". Fue
menos entusiasta el viaje del enviado de la Casa Blanca a la ciudad
cisjordana de Ramala, sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP),
donde horas antes manifestantes palestinos rechazaban el reinicio de
un diálogo que - estiman - no conduce a nada.

Según el digital Times of Israel, que retomó la información del diario
árabe Al Hayat que se edita en Londres, Kushner habría dicho a Abás
que no es posible frenar la construcción de colonias judías en
territorio palestino ocupado "porque ese anuncio acabaría con el
gobierno de Netanyahu". Con citas de la ANP, Al Hayat agrega que el
equipo de EE.UU. ofreció a cambio "fortalecer" relaciones económicas,
de seguridad y diplomáticas entre palestinos e israelíes antes de
comenzar de nuevo los diálogos.

Para el histórico dirigente palestino, Nabil Shaath, EE.UU. favorece a
Tel Aviv. "Para los palestinos está claro que no se podrá alcanzar la
paz mientras Netanyahu siga en el poder" titulaba el diario Al Arabi
Al Jadid. Trump "cree que al enviar a la región a judíos
estadunidenses puede lograr la paz, pero pasa lo contrario", criticaba
la radio estatal israelí Kan.
Con el mismo objetivo que Kushner, viajó a la región el secretario
general de la ONU, António Guterres. Se reunió con el presidente
hebreo, Reuvén Rivlin y el primer ministro, para dejar atrás la
crítica a la ampliación de asentamientos en los territorios ocupados,
del subsecretario de Asuntos Políticos de la ONU, Miroslav Jenca. El
22 de agosto, ante el Consejo de Seguridad, Jenca consideró "ilegal"
la ocupación de un edificio en Hebrón por parte de colonos y la
instalación de casas temporales cerca del asentamiento de Halamish.
Días antes, Netanyahu había defendido esas colonias.
Gaza, la olvidada
Quizás quienes avalan la visita de Netanyahu apuestan a olvidar que,
tras una década de férreo bloqueo israelí, los dos millones de
habitantes del enclave costero palestino de Gaza, de 360 kilómetros
cuadrados, han sufrido tres guerras. Los patrocinadores de
"fortalecer" la relación con el sionista, ocultan que la última
ofensiva duró 50 días, donde Israel atacó esa ciudad por aire, tierra
y mar; destruyó infraestructuras y cobró la vida a 2,259 palestinos y
73 israelíes. El objetivo del ocupante era debilitar a Hamas - que
gobierna Gaza desde 2007 - e impedir el uso de los túneles que han
excavado los palestinos para aliviar el bloqueo israelí; recuerda el
analista político Saud Abu Ramadán

Los organizadores de la recepción en México de Netanyahu, saben - y
prefieren silenciar -, que en su tercer gestión como primer ministro,
Netanyahu ha contribuido a deterior las condiciones de vida de los
gazadíes. La ONU, en su informe "Gaza, 10 años después" denuncia una
economía devastada, dependiente de la importación de múltiples bienes
y de que Israel autorice el paso de trabajadores palestinos por Eretz
(80 mil en 1987, ninguno en 2017).

La crisis humanitaria en Gaza aumenta por falta de electricidad, agua
y drenaje con desabasto en alimentos y medicamentos por el cierre de
fronteras de Israel. Según el Ministerio Palestino de Vivienda y Obras
Públicas, los ataques israelíes han destruido unas 100 mil casas y
desplazado a 33 mil palestinos. El bloqueo israelí ha prohibido a los
pescadores adentrarse en el mar más de dos kilómetros.

Empeorar la situación de Gaza "tiene por objetivo ejercer presión
política para que los palestinos acepten cualquier solución futura que
liquide la causa palestina" explica el experto Hani Habib. La prensa
corporativa - extranjera y mexicana - oculta ese drama y en cambio,
destaca el "enfrentamiento" entre Hamás y la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), cuya fracción Al Fatah, lidera el presidente
palestino, Mahmud Abás.

Ya en México Netanyahu intentará olvidar a su paisana, la periodista y
ganadora del Freedom Prize, Amira Hass, que vive en Ramala y conoce la
realidad en Gaza. Ella ha revindicado el derecho de los palestinos a
lanzar piedras contra el ocupante y sostiene que las escuelas deben
enseñar reglas y posturas de resistencia. E insisto: ¿A qué viene
Netanyahu?

Recuadro: La guerra interna de Bibi
Para influir dentro del partido Likud - en el gobierno - y cambiar las
políticas del primer ministro (Bibi) Netanyahu, unos diez mil
israelíes se han afiliado. Para el comité ejecutivo eso es un "ataque
interno". La mayoría de los recién registrados eran de organizaciones
de izquierda (laboristas o el pacifista Meretz), pero otros son del
partido Hogar Judío (de derecha). La mayoría es de clase media, que
trabaja, estudia, ha servido al Ejército pero rechazan no haber sido
escuchados. Son los Nuevos Likudniks que marcan una tendencia muy
organizada.
Otro frente abierto de Benjamín Netanyahu son las protestas (hace 40
semanas) en su contra, ante la casa del Fiscal General del país,
Avijai Mendelblit, por la lentitud en las investigaciones cobre
corrupción y fraude que involucran al primer ministro. Según la radio
pública Kan, los manifestantes son israelíes y cuando la policía los
detiene, sólo son liberados si se comprometen ante un tribunal a "no
convocar manifestaciones ilegales por redes sociales". El portal de
Yediot Aharonot cita que el exmayordomo de Netanyahu, Meni Naftali, lo
demandó por despido improcedente y maltrato por parte de su esposa.

Recuadro: Tiempos de vergüenza

Hace ya 100 años, el 2 de noviembre de 1917, Gran Bretaña expresaba su
apoyo a la creación de un "hogar nacional judío" en Palestina, por lo
que ese territorio se convirtió en Mandato británico Pero la violencia
recurrente por la expansión sionista, llevó a crear la Comisión Peel,
que propuso a las potencias europeas y a Estados Unidos, aceptar la
idea que no se podrían crear un Estado palestino y uno israelí. Y por
tanto, se propuso la partición del territorio. Ese respaldo se plasmó
en la carta firmada por el canciller británico, Arthur James Balfour
al barón Lionel Walter Rothschild, líder de la comunidad judía. Se la
considera el primer reconocimiento de una potencia a los derechos del
pueblo judío sobre Palestina, la "Tierra de Israel".

Nov. 1974    México vota a favor de la Resolución 3236 de la Asamblea
General, que reconoce a la Organización de Liberación de Palestina
(OLP) como representante legítimo del pueblo palestino.

31.X.2011     México se abstiene en la votación de la Organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
para aceptar a Palestina como Estado miembro. La entonces canciller,
Patricia Espinosa, había adelantado su apoyo.
23 dic 2016     El Consejo de Seguridad pide el fin "inmediato" y
"completo" de los asentamientos judíos en territorio palestino
ocupado. No hay posicionamiento de México.